*POV Lancelot*

"¿Como es que termine haciendo esto?"
Sin darme tiempo de reflexionar o pensar como rechazar a Ana,ya la llevaba cargando en mi espalda con rumbo a su casa.

"Eres un idiota Lancelot, y el mas grande de todos"

Me repetía varias veces en mi cabeza, solo piensalo, "soy parte de un ejercito peligroso, aparte de ser peón de uno de los demonios que lideran ese ejercito" entre mas tiempo permanezca con Ana mas hacia que su vida corriera peligro, podrían mandar a alguien a buscarme y si me llegaran a encontrar con ella, no se que es lo que podría pasar pero estoy seguro que no la invitarían a tomar te y galletas, solo la llevare a su casa y me iré de inmediato.

Ana: Caballero, ¿me estas escuchando? - Su voz hizo que saliera de mis pensamientos.

Lancelot: ¿Eh?... ¿Dijiste algo?

Ana: He estado llamándote y tu simplemente me ignoras... ¿Estas molesto conmigo por pedirte que me lleves a mi casa?, si no quieres, puedes dejarme aquí, yo caminaré lo que falta - Mire a Ana, sus ojos bicolor mostraban tristeza, hizo que mi corazón latiera.

Lancelot: N- no es eso... Solo... Estoy preocupado... ¿Como le vas a hacer para caminar?, ese esguince, no te dejara de doler por lo menos dos semanas - Bien mentí con eso, pero yo tenía razón, los esguinces no son mortales pero son molestos, no te dejan mover con libertad. - Y ya te dije que no soy un caballero...

Ana: - Ríe - Lo siento Lancelot, pero para mi eres un caballero, y lo de mi tobillo, ¿ves los arbustos de ese lado? -Señalo aun lado del camino.

Lancelot: ¿El de las flores azules?

Ana: - Asiente con la cabeza - ¿Puedes llevarme ahí ?

Fui hacia ese lugar y la baje con cuidado, pensé que iba a cortar las flores azules, pero en vez de eso arranco una hierva oscura y quito unas hojas verdes del arbusto.

Lancelot: ¿Que haces ? -Pregunte con curiosidad.

Ana: Estas hiervas son buena para golpes y torceduras, llegando a la casa haré un ungüento con ellas.

Lancelot: Mmm... ¿Eso te ayudara para el dolor?

Ana: Disminuirá el dolor y la hinchazón, y podre moverme un poco mas, después de una semana estará mi tobillo mejor... - Pone las hiervas a su canasta -He terminado - Ella extendió sus brazos hacia a mi, en señal que la volviera a cargar, me pareció algo tierno, como una niña pequeña... ¡¿Pero que diablos piensas Lancelot?!

Ana: - Se sonroja bajando sus brazos desviando la mirada - L-lo siento... Debes creer que estoy abusando de tu buen corazón.

Lancelot: N-no... Esta bien... - Me agache y le di la espalda para que ella se subiera en mi. Sentí como se recargaba en mi espalda para después pasar sus mano en mi cuello, lleve mis manos a sus piernas y al comprobar que ya estaba arriba me incorpore y seguí caminando, podía sentir la respiración de Ana sobre mi nuca. Debo admitir que me puse nervioso.

Ana: La- Lancelot... Peso mucho? - dijo apenas audible.

Lancelot: ¿Eh? ... Ah... Para nada... Eres muy ligera... Además soy muy fuerte... - Le sonreí, trate de mirarla, pude notar sus mejillas que se veían algo coloradas, ella me miro y se sorprendió al ver que la observaba, bajo su cabeza, tratando de ocultarla de mi vista, pegándola mas hacia mi nuca.

Ana: N-no me mires por favor...

La mire, me hizo sonreír - "Es muy tierna" - pensé.

POV NARRADOR*

Después de caminar unos 15 minutos Lancelot por fin había llegado a la casa de Ana, era una cabaña rustica, hecha de madera y algunos ladrillos de adobe, al rededor de la casa había un pequeño jardín lleno de vida, con diferentes flores de colores, en la entrada de al jardín había un arco verde que tenía rosas, era una casa muy adorable y femenina que cuadraba perfectamente con Ana.

Lancelot: ¿Aquí es donde vives ?

Ana: Si, es linda ¿no es así ?, mi hermana y yo plantamos cada una de estas plantas... Vamos pasa.

Lancelot atravesó el hermoso jardín llegando a la fachada de la casa, Ana le dio la llave para poder abrir la casa, el lugar era igual de lindo que afuera, una sala de madera con cojines color vino, una chimenea, al entrar más a la morada pudo ver el comedor y un poco más de este estaba la cocina, todo el lugar estaba iluminado por la luz que se colaba por las ventanas, era un lugar muy tranquilo y acogedor.

Lancelot: Es linda tu casa

Ana: - Rie - Muchas gracias, aún que está desordenada

Lancelot: Tienes un concepto muy raro de desorden - Bromea el pelinegro, llevo a la chica a la sala y la dejó con cuidado en un sillón - ¿Donde esta tu hermana? - Preguntó mirando al rededor, pues se le hacía raro que nadie los recibiese si supuestamente alguien esperaba por Ana.

La chica sonrió y se levantó del sillón, recargándose en los muebles, llegó a arriba de la chimenea, tomó un retrato y se lo mostró al pelinegro, con una sonrisa.

Ana: Lancelot, te presento a Katrina, mi hermana menor.

El chico aún extrañado miro el retrato, en el vio a una pequeña niña de al rededor de 7 u 8 años, de larga cabellera rubia, vestía un vestido color lavanda y en sus manos llevaba una canasta de verduras, se veía muy feliz en el retrato, lo que hizo que recordará a su pequeño hermano, sintiendo una punzada en su corazón.

Lancelot: - Con una media sonrisa - Es linda... ¿Donde esta ? - Tomo el retrato entre sus manos.

Ana: Esta muerta... Hoy se cumple 3 días de su fallecimiento... Su tumba esta atrás de la casa... En el jardín - Dijo la pelirroja con una voz suave y tranquila.

El pelinegro dirigió su mirada a Ana, con los ojos abiertos como platos, estaba sorprendido, más por como le contó la noticia de su hermana.

Lancelot: Ana... No- Antes de que el pelinegro continuará Ana dijo.

Ana: ¡Ah!, ¿ Que te parece comer aquí?, sería mi forma de agradecerte - Dijo con una sonrisa en sus labios juntando sus manos.

Lancelot: ...¿Eh?... No... Yo... Ya debo irme - Dijo el chico poniendo el retrato en su lugar, para caminar hacia la salida, pero Ana tomó su mano deteniéndolo, el giro la cabeza para verla.

Ana: Por favor... Quedate... Será rápido... Una sopa de verduras, cumple mi último deseo egoísta - Suplicando con la vista miro al chico, tratando de convencerlo, sus ojos bicolor eran hipnóticos para el pelinegro.

Lancelot: - Suspiro y desviando la mirada contestó - De acuerdo... Pero después de comer, me tendré que retirar... ¿Esta bien ?

*POV LANCELOT*

Dije, tratando de mantener una voz serena, si me mira con esos ojos, no me queda más que acceder, cuando miré a Ana, sólo sentí como se colgaba de mi cuello, con una enorme sonrisa en sus labios, casi hace que pierda el equilibrio.

Lancelot: O-oye... - Por acto de reflejo puse mi mano en su espalda.

Ana: - Sonriendo - Gracias, te prometo hacer la mejor sopa de verduras que hayas probado - Me sonrió la pelirroja la baje con cuidado ella se dirigió a la cocina un tanto lento para preparar el platillo.

¿Pero en que diablos estas pensando?

Me maldije en mi mente, estoy jugando con fuego, entre mas tarde en vuelva mas esta cercar la posibilidad de que me vengan a buscar, bueno este lugar esta muy alejado del campamento, pero aun así los malditos siempre daban conmigo cuando requerían mis habilidades, por mas que estuviese lejos de el ejército un demonio daba conmigo, y estoy seguro que esta, no seria la excepción.

Entonces, si sabes todo eso, ¿por que diábolos no vuelves al campamento?

Y la respuestas era...

¡Ni yo tengo las más mínima idea!

Tal vez, era ésa pelirroja con ojos hipnóticos...

"Mejor razón para irte, ¿no lo crees?"

Si lo creía pero simplemente mi cuerpo no reaccionaba, sencillamente podía cruzar esa puerta blanca y salir con todo confianza, Ana esta herida y si camino rápido perdería mi rastro del bosque y adiós problemas, pero... -gire mi cabeza para verla - No soy capaz de hacer ese acto, la sola imagen de ella buscándome me entristecía... Bien sólo debo acompañarla a comer y me voy de aquí, así de fácil...

"Siguete engañando Idiota"

Realmente mi subconsciente no ayudaba en mucho...