🎪Circo 33🎪
La orden dictada por el anfitrión maldito sacudió a cada uno de los presentes. La imagen de Ange se iba mostrando más clara conforme el tiempo pasaba, casi pareciendo un humano más que estaba ansioso de disfrutar con la función que estaba por comenzar.
Yoongi ubicado en el centro jadeaba sin descanso, sus ojos azules veían con temor a su propio hijo porque por más que trataba no podía reconocerlo. La mirada de Jungkook estaba perdida en la locura, dos cuencos vacíos que simulaban el perfecto abismo de muerte y perdición.
Ange le entregó la daga a su hermosa marioneta y susurró.
—No me falles.
Jungkook sonrió torcidamente, sus manos acariciaron cada rincón del arma y se deleitó con el miedo que podía olerse. Hizo una profunda reverencia al demonio presente y nuevamente su mirada se posó sobre el alfa pelinegro.
—Hijo... —Yoongi quiso decir algo más, pero el nudo en su garganta era demasiado.
—Lo siento, padre —tras esas palabras el menor se abalanzó sobre el cuerpo de un sorprendido Yoongi.
—¡ALFA! —el grito de Jimin se escuchó en demasía desgarrador. El omega trató de moverse, más una serpiente negra descendió del demonio para enrollarse con fuerza en su propio cuerpo y mantenerle inmóvil.
—Disfruta de la función.
NamJoon apretó los puños, SeokJin a su lado inició a recitar una pequeña oración que a los pocos segundos logró el objetivo esperado. La esencia de Ange se sacudió en molestia, el demonio sentía una sensación quemante que le irritaba por completo. Al ver la reacción del ente, el peliceleste continuó con su labor, obligó a su mente a mantenerse serena mientras que las palabras pensadas y susurradas en tono bajo eran un ataque directo y certero hacia la sombra oscura que los había envuelto.
—En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo reprendo este fiel seguidor de satanás. Que su oscuridad se diluya y la luz divina prevalezca. En el nombre de Dios todopoderoso yo te ordeno que desaparezcas.
Los chillidos que el demonio expulsaba ensordecieron los oídos de todos. NamJoon y Sehun tomaron el riesgo y se metieron en medio de la pelea que padre e hijo estaban llevando, mientras que Chanyeol corría directamente hacia Jungkook para tratar de retenerlo.
Yoongi tenía una herida profunda en el costado izquierdo, la sangre corría sin descanso y la debilidad de su cuerpo fue un arma en su contra que Jungkook aprendió a aprovechar.
NamJoon y Sehun habían intervenido en el momento justo. Ambos alfas se encargaron de mover el cuerpo del pelinegro mientras Jungkook seguía luchando contra Chanyeol.
—¡Despierta cachorro! —gritó Chanyeol, tomando al menor de los brazos, ambos rostros quedando a pocos centímetros de distancia—. ¡No dejes que te controle!
Las oraciones que salían sin descanso de los labios de SeokJin debilitaron el control que Ange poseía en Jungkook. Sin embargo, el veneno inyectado en su corazón seguía corriendo por todo su cuerpo y esa era la razón por la que el menor no escuchaba con claridad.
La voz llena de poder que SeokJin soltaba causó que el demonio se distorsionara y tomara su forma original. Fue así como el rostro hermoso desapareció para dar lugar a la imagen escalofriante del espectro.
—¡No lo escuches, Jungkook! —Chanyeol seguía intentando. Varios cortes superficiales adornaban sus brazos más no le importaba—. ¡Tienes que ser fuerte, no permitas que te siga controlando!
Jungkook retrocedió un par de pasos y llevó ambas manos hacia la cabeza mientras la parte superior de su cuerpo se doblaba hacia adelante. Sentía que la cabeza se le partiría en cualquier momento, fuertes temblores sacudían a su cuerpo y su propia voluntad estaba dividida entre lo que debía hacer y lo que quería hacer.
"Obedéceme"
La orden y los faroles rompiéndose fue un impulso que quebrantó más en su mente débil. Todos los presentes cayeron al suelo al mismo tiempo que el demonio se desvanecía en el aire con los vidrios rotos desparramados y la oscuridad reinando.
La luz de un único farol quedó parpadeando para dar una luminosidad pobre pero necesaria. La voluntad de Jungkook estaba volviendo muy lentamente, el negro de sus ojos iba desapareciendo para sustituirlo por el celeste natural, mientras en su mano derecha temblaba aquel agarre en la daga entregada por el representante del mal.
Pero Ange no se iría, no sin antes cumplir con lo que había prometido.
El último destello del control que poseía sobre el cachorro le sacudió con fuerza. Jungkook corrió rápidamente con la daga en alto hacia donde Yoongi se encontraba jadeante y completamente indefenso.
"Mátalo"
El grito de Jimin fue desgarrador y el alfa pelinegro solamente pudo cerrar los ojos.
—¡YOONGI!
Una espesa capa de humo negro cubrió todo a su alrededor. El cometido había sido cumplido y gracias a eso la mente de Jungkook fue liberada, pues ya no resultaba de utilidad.
Los ojos celestes buscaron asustados entre la oscuridad, ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba? Jungkook no entendía por qué razón se sentía tan agotado y su cuerpo tan pesado; sin embargo, poco tiempo después pudo darse una idea, dejando escapar un grito cuando su mano sintió el líquido caliente envolverla por completo, deseaba ver aquello que había hecho, pero no podía gracias a la capa de oscuridad que se iba deshaciendo de manera agónica.
Minutos pasaron donde todo el grupo permaneció en tensión. La capa de humo negra se disolvió y lo primero que los ojos asustados del cachorro vieron fue aquel par de ojos tan conocidos llenos de dolor y a punto de morir.
Jimin corrió en medio de sus gritos y gracias a ello Jungkook soltó la daga que había enterrado profundamente en el abdomen del alfa. Retrocedió asustado, mirando con ojos cargados de culpa y lágrimas el cómo su padre omega abrazaba con fuerzas al alfa que había vivido con él durante toda su vida.
—¡Chanyeol! —el grito de Baekhyun fue estridente, el omega se tiró al suelo y lloró al lado de Jimin.
Los ojos del cachorro buscaron los de su padre alfa y no tardó en encontrarlos. Yoongi se encontraba sano y salvo gracias a que Chanyeol se había interpuesto entre ellos dos.
—Fue mi culpa —las lágrimas bañaban el rostro del menor sin descanso. Jungkook miró al resto del equipo y sus pasos seguían retrocediendo mientras repetía una y otra vez—. Lo maté, lo maté, lo maté...
NamJoon atrapó el cuerpo del menor en un fuerte abrazo para evitar que cayera en la locura. Le susurró palabras reconfortantes mientras se encargaba de evitar que viera como Chanyeol daba el último suspiro de vida.
—Shh, no fue tu culpa, Kook —susurraba una y otra vez, pero nada estaba ayudando para tranquilizar el llanto del cachorro.
Jimin sostenía la cabeza de su hermano en sus muslos mientras sus manos se encargaban de darle pequeñas caricias, a su lado Baekhyun soltaba lágrimas silenciosas mientras que todos los demás trataban de mantener la distancia para no hostigar al alfa que estaba muriendo.
—J-Jimin... —Chanyeol escupió sangre al hablar—. D-dile al cachorro q-que lo amo... q-que no se culpe... n-no es s-su culpa...
Y Jungkook lloró más fuerte al escucharlo.
—No hables, por favor —suplicó el rubio con abundantes lágrimas.
Yoongi se arrodilló al lado izquierdo. —Hermano... —las lágrimas iniciaron cuando Chanyeol intentó sonreírle y no pudo—. Tienes que salir de esta, por favor Chan...
—M-me temo q-que... no soy t-tan fuerte —tosió y respiró de manera agitada—. P-pero ustedes t-tienen que s-salir... n-no mueran aquí... —los ojos apagados se fijaron en el rostro del alfa Min—. P-promételo Y-Yoongi... promete p-proteger a tu familia... m-mi familia...
Yoongi apoyó la frente en el suelo y sollozó con fuerza. —Lo prometo, mataremos el mal que hay aquí.
—E-estaré feliz... —los ojos del alfa se fijaron en un destrozado omega—. L-lo único que l-lamento es no h-haberte dicho antes c-cuánto te amo...
Baekhyun gritó en llanto incontenible, Jimin seguía llorando pero en su rostro se había formado aquella resignación que estaba asustando al otro omega. Baek tomó las manos ensangrentadas del alfa y las besó con cariño.
—Yo también te amo... —le dijo con toda la sinceridad que tenía—. Siempre te he amado.
Fue entonces cuando Chanyeol hizo su última petición. —B-bésame... por favor...
Baekhyun se inclinó y dio inicio con un suave contacto que iba acompañado de lágrimas amargas; el llanto de sus lobos y el arrepentimiento de todo aquel tiempo desperdiciado pasó por la mente de ambos, deseando que en una próxima vida el destino les sonriera de manera diferente.
El cuerpo del omega se tensó cuando los labios contrarios dejaron de corresponder su beso.
—¿Chan? —susurró bajo y lleno de temor—. Chan... —volvió a llamar, mientras le daba suaves sacudidas y las lágrimas volvían—. Chan —no hubo respuesta—. ¡Chan! —gritó, alertando a los demás.
Chanyeol no respondió.
Jimin miró el rostro pacífico de su hermano y cerró los ojos con fuerza, una única lágrima salió, la misma que impactó en la frente del alfa muerto que continuaba acariciando.
<<Descansa, hermano. Siempre te amaré>>
—¡Chanyeol!, ¡Chanyeol! —Baekhyun lloraba desconsolado y se negaba a ser apartado del cuerpo del alfa—. ¡No me dejes, no ahora!
El cuerpo de Jungkook estaba congelado. La mirada enrojecida puesta en el cuerpo inerte de aquel hombre que le enseñó muchas cosas, aquel mismo que salvó la vida de su padre de él mismo. La presión fue demasiada, el llanto incontrolable había llegado hasta él y NamJoon tuvo que hacer uso de toda su fuerza para mantenerlo sereno.
—¡NO! ¡NO! —los gritos del menor alertaron a Yoongi, quién corrió para abrazarlo. Jungkook se refugió en los brazos de su padre y se desarmó por completo—. Era yo quien tenía que morir, papá... —hipó—. E-es mi culpa... mi culpa...
—No fue tu culpa —susurró Yoongi, dejando un beso en la cabellera del menor—. Y Chanyeol se marchó con la misma imagen de su sobrino revoltoso, no te atormentes más y despídete como tu tío se merece.
Las palabras y el aroma paternal crearon en Jungkook una pequeña dosis de tranquilidad. El cachorro se unió a los demás y abrazó con todas sus fuerzas a su padre omega, respirando tranquilo cuando Jimin lo recibió con los brazos abiertos.
Nadie le culpaba, todos ellos lo vieron como lo que siempre fue... una víctima más.
Sin embargo, Jungkook no estaba dispuesto a perdonarse a sí mismo.
No sin antes haber matado con sus propias manos al causante de todo.
El grupo completo había decidido dar un entierro digno a Chanyeol y Jennie. Ambos cuerpos fueron sepultados en las mismas instalaciones del circo, como un recordatorio más de que debían exterminar todo el mal que radicaba en ese lugar para que sus amigos y seres queridos obtuvieran el descanso eterno.
Jungkook y Baekhyun eran los que peor se la estaban pasando. Ninguno de ellos hablaba y tampoco querían comer, simplemente respirando y con la mirada vacía que demostraba los sentimientos que Chanyeol se llevó con él.
Jimin por su parte trataba de ser fuerte. El sacrificio de su hermano era algo que jamás podría olvidar y se encargaría de que no fuese en vano; es por eso que trataba de mantenerse fuerte y no mostrar debilidad, decidiendo que lo mejor sería concentrarse en lo que tenían que hacer de ahora en adelante.
Yoongi compartía esos pensamientos, por eso mismo se había encargado de contar con lujo de detalles la experiencia vivida en el cuarto de espejos donde todos pudieron enfocarse en cada detalle y pista dada, descubriendo que sí existía una posibilidad para darle destrucción.
Tras tanta discusión y planeación fue que Hoseok decidió hablar.
—Iré a Seúl para traer la caja de música.
—¿Cuánto piensas tardarte? —inquirió Yoongi.
—Un día como máximo, debo ir a la mansión Jung porque ahí también hay unos papeles que quizá nos sirvan.
El pelinegro asintió. —No vas a ir sólo, es riesgoso.
—Iré con él —las palabras de Taehyung sorprendieron al pelirrojo.
—¿Irás conmigo? —preguntó con un tinte de sorpresa que era visible en sus ojos.
La mirada del omega era indescifrable. —No pienso dejarte solo, Hoseok.
Ambos desviaron la mirada evitando ilusionar a sus lobos que habían comenzado a aullar. Los demás presentes no agregaron nada más, y con esa determinación era que estaban listos para darle final a aquella maldición.
El último de la noche. 👀✨
YOONGLH🎪
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