🎪Circo 26🎪

—¿Dónde está Lisa? —Hoseok preguntó con un tono de voz inestable, los ojos del alfa se movieron de un lado para otro—. ¡¿Dónde?!

El extraño suceso había cesado y todo parecía volver a la normalidad. Todo el equipo permanecía estático en su lugar, ninguno de ellos se atrevía a dar un paso por miedo a desencadenar otro suceso desafortunado que cobrara una vida más.

—Lisa... —la mirada de NamJoon estaba perdida.

—Murió —respondió Yoongi con rudeza—. Murió y no podemos hacer algo para cambiarlo.

—Quiero irme de aquí —Hoseok estaba perdiendo todo el control—. ¡Quiero largarme de aquí!

—¡Cálmate carajo! —gruñó Yoongi con rudeza—. No puedes perder el control, no ahora que dependemos el uno del otro para sobrevivir.

—Pero Lisa...

—¡No podemos cambiarlo! —explotó Min—. ¿Crees que no me afecta? ¡Por una mierda que lo hace, Jung! ¿Cómo crees que le diré a Jennie que acaba de perder a su alfa?

—No será necesario, ella ya debe saberlo porque el lazo tuvo que haberse disuelto —habló NamJoon.

—Y su vida corre peligro —las palabras de Hoseok tensaron a los presentes—. Yoongi, contáctate con Sehun y pregunta por ella.

El pelinegro tomó el walkie-talkie y trató de comunicarse con el equipo que permanecía a las afueras del circo; sin embargo, debido a la profundidad del lugar se le estaba haciendo difícil.

—Tenemos que salir —anunció.

Las paredes temblaron y esa fue la señal de que nada bueno estaba por suceder, el lobo dentro de Yoongi se erizó y solo eso necesitó para gritar con fuerza.

—¡Corran!

Todos empezaron a correr por el estrecho camino, la oscuridad nuevamente los recibió y con ella augurios malignos que se alimentaron de su energía vital con hambre voraz. Sintieron jalones en sus ropajes y afiladas garras incrustarse en sus pieles, más nunca se detuvieron pese a sentir que el camino se estaba alargando más de lo normal.

Una mano de gran tamaño tomó con fuerza el tobillo izquierdo del cachorro. Jungkook cayó al suelo con un golpe seco que lo hizo jadear, y no le dio tiempo de recomponerse cuando una fuerza superior inició a arrastrarlo por todo el túnel, llevándolo de regreso a la sala en la que habían estado.

—¡Padre, ayúdame! —fue el grito aterrorizado del menor.

—¡Sigan recto y no se detengan! —ordenó Yoongi, mientras él mismo se encargaba de volver por el túnel.

—¡Padre, no me dejes! —los gritos del menor se escuchaban lejanos y eso causó pánico en Yoongi.

—¡Jungkook! —gritó hasta que la garganta dolió—. ¡Resiste cachorro!

El mayor corrió sin descanso pero por más que lo hacía no podía alcanzar a su hijo. Todavía podía escuchar los gritos aterrados de Jungkook y el sonido escalofriante que provocaba el cuerpo al ser arrastrado, haciendo que el sentimiento de impotencia fuese insoportable.

—¡Jungkook! —gritó deshaciéndose en un llanto desgarrador; la oscuridad a su alrededor provocaba que su cuerpo se sintiese adormecido y pesado.

Los gritos desaparecieron, el silencio envolvió el lugar en una capa densa y desconocida que Yoongi no pudo soportar por mucho tiempo. El lobo en su interior aullaba adolorido, sintiendo como el lazo paternal sufría una ruptura mortal que le mandó directo al suelo sin la fuerza suficiente para continuar.

En medio de su bruma dolorosa de pensamientos confusos pudo divisar la silueta de alguien al caminar. Vestía un traje rojo y de hermoso diseño, su cabello negro brillaba bajo las luces que se iban encendiendo a medida que avanzaba; los ojos del alfa se mantenían entreabiertos, luchando para ponerse de pie y continuar con su búsqueda.

Fue minutos más tarde que pudo verlo con más claridad. El túnel se iluminó con una luz tenue que le permitió detallar en las facciones hermosas y aniñadas que le veían con completa curiosidad.

—J-Jimin... —llamó, alargando la mano derecha con la esperanza de que fuese tomada.

El chico se detuvo cuando estuvo frente a él, en medio de su nube confusa pudo detallar que iba descalzo y que los ojos brillaban en un potente carmín que en otras circunstancias le habría asustado.

—A-ayuda... —no podía respirar con normalidad, se sentía agotado.

Entonces pudo ver una sonrisa siniestra extenderse en el rostro que le veía en silencio. Pequeños y filosos colmillos aparecieron y deformaron el rostro de ensueño, dejando una imagen horrenda que le hizo revolcarse en el suelo.

El ser se inclinó y depositó un beso cargado de veneno en la frente perlada de sudor, para luego dar un susurro que mandó al alfa a un limbo oscuro y desolador.

—Descansa ahora, dulce mío que tu pequeño me servirá.

Y el mundo de Yoongi se convirtió en tinieblas tras las palabras dichas del anfitrión maldito.

Jungkook estaba temblando.

No sabe donde se encuentra, tampoco está seguro de que si todo lo que ve es una realidad o solo un espejismo cruel que su mente ha formado para seguirlo torturando.

Puede ver una sala pequeña y sumamente lujosa. Los colores rojos prevalecen y hay un colchón mullido que luce más cómodo de lo que realmente es. Afuera puede escuchar las risas y juegos mecánicos, y una punzada de terror le atraviesa una vez más al no poder saber con exactitud el lugar en donde está.

<<¿Estoy muerto?>> una pregunta que ronda en su mente sin descanso, y que si la respuesta fuese afirmativa quizá todo aquello tendría más sentido.

La puerta de entrada es abierta y él da un salto en su lugar debido al susto provocado. Sus ojos exageradamente abiertos miran con desconfianza al joven que le sonríe con energía y que poco a poco se va acercando hacia donde él se encuentra temblando en terror acumulado.

—No te haré daño, pequeño —y el efecto de la voz comienza a dar los resultados esperados.

El cachorro mira al omega frente a él, la fragancia de las Lilas y Cerezas han inundado cada rincón de sus pulmones llenándole de una paz engañosa que logra funcionar.

—¿Quién eres tú? —efectivamente sabe quién es, pero desea escuchar una respuesta.

—La estrella de Circo sonrisas —la sonrisa es amplia, más los ojos rojos no demuestran cambio alguno o el mínimo atisbo de tener vida.

Jungkook abrazó sus piernas en un intento de protegerse. —¿Dónde estoy?

—En mi mundo, ¿Quieres conocerlo? —la sonrisa extraña no desaparecía, pero por alguna razón que aún no lograba explicarse le gustaba verla—. ¡Hay tanta diversión guardada para ti!

—¿No me harás daño? —preguntó en un susurro bajo.

Ange torció la sonrisa. —¿Cómo podría? —luego extendió una de sus manos—. ¿Vienes?

El cachorro tocó la mano ofrecida y para su sorpresa el tacto era cálido. Ambos salieron de la pequeña habitación y caminaron por el lugar lleno de luces y colores. Los niños jugaban contentos mientras corrían de un lado a otro, y a medida que pasaba el tiempo Jungkook descubrió el encanto de aquel lugar.

—¿Te gusta? —preguntó Ange, en ningún momento había soltado su mano.

—Es muy bonito —asintió Jungkook, sus ojitos brillaban al ver tanta belleza.

La sonrisa en Ange se transformó y ahora sus ojos formaron dos medias lunas perfectas. Una imagen tan etérea que logró embelesar al pequeño cachorro que estaba comenzando a confiar.

—Me alegra escucharlo —respondió, la suavidad de su voz era otro aspecto que mantenía al menor cautivo en sus encantos—. Puedes disfrutar de cada una de las funciones, luego regresarás a tu mundo sano y salvo.

—¡¿De verdad?! —al cachorro Min sólo le faltaba saltar para demostrar su emoción.

—Debe ser antes que él regrese —el tono bajo y misterioso ocasionó la curiosidad requerida.

Jungkook se inclinó para ganar cercanía. —¿Quién regresará?

—Él es un alfa muy malo, pequeño —sollozó, finas lágrimas bañaban el rostro delicado, logrando activar las alarmas de Jungkook.

—¿T-te hizo algo malo? —hizo un puchero, las emociones negativas poco a poco iban creciendo en su interior.

Porque, con cada lágrima que Ange derramaba, la furia en Jungkook crecía, ardiendo como lava de volcán.

—Él me hace daño... él es malo, muy malo —se lamentó Ange con el cuerpo sufriendo violentos espasmos.

Jungkook lo abrazó porque sentía una inmensa pena por aquel omega tan hermoso que lucía atemorizado. La sonrisa de Ange hizo aparición, una que quedó cubierta bajo las luces de aquella engañosa ilusión.

—¿Qué puedo hacer para que dejes de sufrir?

La pregunta que el anfitrión estuvo esperando tan pacientemente por fin había sido expulsada de los labios de su víctima.

—Debes matarlo... —el susurro hermoso caló en los pensamientos del pequeño alfa—. Mátalo, pequeño Jungkook... mátalo por mí.

Los ojos del menor adquirieron un matiz rojizo que solamente duró algunos segundos. El abrazo se disolvió y la mirada penetrante del menor causó agrado en Ange.

—¿A quién debo matar?

La lengua venenosa apareció, la piel sana cayó y reveló la verdadera esencia del demonio espectral, quién con sus colmillos cargados de veneno mordió el pecho vivo de la nueva víctima, sembrando la semilla maldita que poco a poco se regaría por todo el cuerpo hasta desvanecer todo rastro de humanidad.

—Yoongi —el nombre quedó grabado en la mente del menor—. Es a Min Yoongi a quien debes matar.

Jungkook sintió una desagradable sensación llenar el interior de sus entrañas. El ardor insoportable hizo polvo cada uno de sus huesos, gritando de manera fuerte mientras era sostenido por aquel ser oscuro que sonreía en completo regocijo al ver el daño ocasionado.

—N-no puedo... —dijo el alfa con lágrimas de sangre saliendo de sus ojos.

—Sí puedes —la voz dejó de sonar hermosa, ahora era un susurro grueso y escalofriante que sacudió el cuerpo del alfa por completo—. Tienes que hacerlo, tienes que matar a Min Yoongi.

Nuevamente el rostro hermoso apareció, los ojos suplicantes en lágrimas miraron al alfa jadeante, dejando un beso lento y tormentoso en el centro de la garganta.

—Dime que lo harás, pequeño Jungkook —el susurro bajo acompañado de la voz melodiosa aumentó el nivel de encanto.

Los ojos del alfa se tornaron blancos; un hormigueo incesante creció y se esparció por todo su cuerpo, mientras en su mente se cavaba un pozo profundo donde quedaron enterrados todos los buenos sentimientos, convirtiéndole en lo que el espectro de las sombras más deseaba. Un humano débil, sumiso y moldeable que estaba listo para cumplir con la voluntad del mal.

—Lo haré, mataré a Min Yoongi.


















El último de la noche. ❤️


















YOONGLH🎪

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