—Ese collar pertenecía a Ange Blanc.

La afirmación retumbó en la mente de cada uno de los presentes. Los ojos se enterraron con fuerza en cada rincón de la joya, buscando alguna señal que les indicara el próximo camino a seguir.

—¿Cómo lo sabes? —indagó SeokJin, a la vez que tomaba entre sus manos dicho collar para analizarlo mejor.

Jimin hizo una fina línea con sus labios. —Porque lo he visto.

Los movimientos del peliceleste se pausaron, en ese momento el rubio fue consciente de las miradas puestas en su persona y realmente no podía culparlos. La información que soltó con tanta naturalidad era en demasía delicada e importante, pero, por alguna razón que aún no comprendía, Jimin no lo veía de ese modo.

—¿Dónde lo viste? —la pregunta de Chanyeol fue realizada con calma.

Un suspiro abandonó los labios gruesos; el omega Min decidió terminar de sincerarse y sin esperar un momento más inició a contar lo sucedido. No guardó detalle, desde la noche tranquila con una paz desconocida, hasta la melodía cálida de un piano que le arrullaba; contó también como pudo ser capaz de escucharla estando despierto y como la siguió sin importarle las consecuencias. Su alma se desnudó frente a sus compañeros, pues con lágrimas en los ojos narró la conversación que tuvo con aquel espíritu que vivía en sufrimiento, para luego culminar con el momento oscuro de su encuentro con el anfitrión maldito.

El silencio que siguió a su confesión fue tranquilo. A diferencia de todo lo que esperó, no hubo reclamos por parte de su hermano, ni ataques de histeria por parte de Baekhyun. Todo parecía indicar que aquella información resonó y fue analizada de manera diferente por cada uno.

—Necesito mi libro de apuntes —los movimientos rápidos de Baekhyun sorprendieron al resto del equipo.

—¿Apuntes? —Chanyeol alzó una ceja.

—Antes de venir hice una investigación exhaustiva —contó, mientras hurgaba en su mochila en búsqueda del libro—. La cosa es que dentro de tanto se menciona de un collar, incluso recuerdo haber anotado un pequeño escrito que, si mi memoria no me traiciona fue de Ange Blanc a Ange Rouge.

Los ojos de SeokJin se abrieron en sorpresa. —¡Y lo dices hasta ahora! —exclamó, uniéndose a la causa de encontrar el libro.

—¡Hasta ahora lo veo importante! —se defendió Baek.

—¿Podemos ayudar en algo? —preguntó Taehyung.

—¡Sí! —respondió su hermano de manera inmediata—. Necesitaremos mucha luz, ¿Pueden?

Chanyeol asintió, y en compañía de los dos omegas inició a revisar donde se supone estarían los interruptores. La verdad es que dudaban mucho que el sistema de cableado siguiera funcionando, pero nada perdían con intentarlo; las linternas que tenían no serían suficientes, y es por ello que el alfa estaba determinado a hacer que esa cosa horroroza que se atrevieron a llamar sistema eléctrico funcionara.

Tras largos intentos fallidos hubo uno que dio el leve atisbo de funcionar, las múltiples bujías que estaban distribuidas en el escenario parpadearon con lentitud para luego volver a apagarse.

—Un intento más —animó Jimin con las mejillas llenas de polvo por estar trabajando al lado de su hermano, mientras que Taehyung se encargaba de revisar las bujías.

El gran interruptor fue movido una vez más y un ruido amortiguado se escuchó. Chispas eléctricas recorrieron el cableado superior y las bujías se encendieron con potencia iluminando cada rincón del lugar.

Chanyeol exhaló todo el aire que tenía acumulado. —Listo.

Los tres revisaron que nada estuviera fuera de orden; gracias a la nueva luz podían ver mejor el lugar y las sensaciones vividas aumentaron de intensidad cuando pudieron admirar sin ningún tipo de restricción el lugar exacto donde ambas estrellas llevaban a cabo la mayoría de sus funciones.

—¡Genial! —chilló Baekhyun cuando la luz le permitió buscar mejor entre los muchos libros que cargaba.

Los paso de Jimin lo guiaron al centro del escenario y sus ojos lo transportaron directamente hacia aquellos años dorados.

"¡Damas y caballeros! ¡Niños de todas las edades!"

El resto del equipo había desaparecido y ahora frente a él estaba una multitud completa de niños felices y sonrientes. A su lado pudo escuchar la melodía de un piano y sus ojos viajaron hacia ese lugar, encontrando a aquel joven quien le sonreía con un amor tan puro e infinito que le hizo tambalear.

"¡Ange Rouge! ¡Ange Blanc!"

Su cuerpo se movía creando una danza que desconocía, pero que parecía encantar al público completo. La melodía del piano le servía de inspiración y de su garganta salían pequeños tarareos que guiaban cada punto de la canción que le hacía moverse con soltura.

La presentación termina y pétalos de rosas caen a sus pies, los niños gritan y ríen felices; sus sonrisas son el espíritu del circo, más existe una en particular que es la causante de un nuevo palpitar en el corazón del omega.

Su mirada se encuentra con un par de ojos oscuros que quieren transmitir seguridad. Jimin lo sabe, puede ver en aquellos pozos profundos la enfermedad maldita que iba consumiendo toda buena voluntad, sólo dejando podredumbre y enfermizas ganas de destrozar.

Entonces el escenario da un cambio. Jimin puede ver a los mismos niños, pero también ve a un joven de cabellos rosas y ojos verdes que saluda con energía a cada infante. El físico tan parecido al propio le hace entender de quién se trata, y sólo entonces es que se da cuenta de un detalle más.

Aquel alfa que yace oculto a los lados de los telones ya no le mira a él. No, ahora su mirada cargada de enfermedad está puesta en el joven sonriente de cabellos rosas, aquel mismo que en su mirar no tenía un rastro de maldad.

Todo se disuelve y una vez más un escenario diferente se muestra. Escucha llantos y gritos aterrorizados, las sonrisas infantiles han desaparecido y Jimin quiere comprender el motivo que las ha matado. No es hasta que su mirada se traslada al centro del escenario que puede verlo... ahí, tirado y sin rastro de vida yace la estrella del circo, su rostro y cuerpo están cubiertos de heridas que le dificultaron el poder reconocerlo, el charco de sangre roja bajo su cuerpo se ha deslizado con lentitud hasta gotear con pereza desde el escenario hasta el suelo creando un charco más del carmín ofrecido a la poderosa oscuridad.

Y es así como Ange Rouge entrega toda su vida y humanidad a la miseria. Un corazón muerto que cambia sus latidos en el mismo momento que las risas se apagan, dando como resultado una imagen horrorosa de ver y que es la única ofrecida, pues el ángel se ha ido para nunca más volver.

—¡Jimin! —una fuerte sacudida a su cuerpo le trae al presente. El omega parpadea un par de veces y enfoca su mirada en el rostro preocupado de su hermano.

—Tuve una visión —contó, y se sorprendió por la calma que demostró su voz.

SeokJin se acercó, siendo seguido por Baekhyun que sostenía el libro que anteriormente estuvo buscando.

—¿Qué miraste? —preguntó Chanyeol.

Jimin tragó el reciente nudo que estorbaba en su garganta. —La muerte de Ange Rouge, sucedió en este mismo escenario.

—¿Y cómo fue? —indagó el peliceleste.

—No pude verlo... solo lo miré cuando ya estaba muerto —suspiró.

—No fuerces a tu mente a crear escenas que quizá no quieras ver —le dijo el alfa—. Mejor concentrémonos en lo que tenemos, y eso es el collar.

Jimin asintió, como todos los demás caminó hacia el extremo izquierdo del escenario donde se sentó. El collar fue colocado en el centro para que estuviera a la vista de todos, el rubio permaneció en silencio y esperando con calma a que Baekhyun mostrara lo que había anotado.

—¡Aquí está! —exclamó Baek, apuntando con su dedo un dibujo hecho a mano—. Efectivamente, es el mismo collar.

El interés de los presentes aumentó con aquellas palabras. El libro pasó de mano en mano y cada uno confirmó las palabras dichas; aquel collar en definitiva era el mismo que el omega había encontrado en su investigación.

—¿Por qué lo apuntaste en el libro? —preguntó Chanyeol.

Baek carraspeó. —Según lo que encontré, este collar perteneció a la madre de Ange Rouge —informó para sorpresa de todos—. Al principio lo agregué a mi investigación porque sabía que al haberle pertenecido a la estrella principal del circo sería motivo suficiente para prestarle atención, ahora que sabemos un poco más de todo lo que pasó en esos años es que por fin puedo entender por qué Ange Rouge tenía el collar.

—¿Podrías leerlo, por favor? —pidió Jimin con ansiedad.

Baekhyun asintió, carraspeó una vez más e inició a leer aquella nota que había encontrado entre tantos papeles robados de la biblioteca en la mansión Jung.

—"Un presente que envolvió mi corazón. Él dijo que me lo ha dado para que siempre recuerde el verde precioso que bañan sus ojos. La gema acaricia mi pecho que sube y baja erráticamente por mi respiración, es ahí cuando la siento mía y cercano a todo lo que él contiene. Un dulce secreto que, de ser descubierto nuestras almas condenaría"

—Los ojos de Ange Rouge... me refiero a los humanos —aclara Taehyung—. Eran verde esmeralda.

—Exactamente como el color de esta gema —sigue Baekhyun, sonriendo mínimamente—. Fue un regalo de amor.

SeokJin apenas y había prestado atención; todos esos minutos los pasó sumergido en otro libro que llamó su atención, encontrando una respuesta más que quizá era mucho más importante que todo lo comentado y visto, sólo que aún no podía entenderla con claridad.

—Pude descifrar las letras del collar —informó en el mismo momento que estuvo seguro.

Chanyeol tomó el collar y observó la inscripción que rodeaba a la hermosa piedra. —¿Qué significan?

El omega Kim guardó el libro en la mochila que anteriormente estaba, lamió sus labios un poco y los ojos adquirieron un brillo cargado de determinación porque sabía que ahí estaba la respuesta, sólo requería de tiempo para terminar de comprenderla.

—"Busca en el principio si quieres ver el final"

Los minutos pasaban rápidamente y ellos todavía no encontraban algo que sustentara todas las teorías que se formaron en sus cabezas.

Yoongi avanzó con paso seguro por todo el lugar, era una extensión pequeña de terreno vacío que estaba cubierto de maleza, Jungkook iba a su lado y por la mueca en su rostro sabía que también buscaba alguna señal de una presencia demoníaca o fantasmal.

—La tranquilidad no me gusta —una afirmación grupal fue lo que NamJoon recibió.

—Creo que no encontraremos algo importante aquí —mencionó Hoseok con una mueca—. ¿Y si nos reunimos con los demás? Quizá necesiten nuestra ayuda.

—De ser así ya nos hubieran llamado —dedujo Yoongi, avanzando un par de pasos al lado de su cachorro.

Lisa iba atrás en silencio, sus pasos vacilantes ayudaron a que una de las botas que llevaba quedara atascada y le hiciera caer.

NamJoon corrió y le ayudó a levantarse. —¿Estás bien?

—Sí, gracias —sacudió la ropa y miró con el ceño fruncido la placa de metal oxidado que se había perdido entre la tierra.

Los ojos curiosos de Jungkook no tardaron en ver lo que hizo caer a la alfa, aumentando su curiosidad. —¿Qué es eso?

Hoseok se acercó hasta el lugar, se acuclilló y empezó a remover la tierra y poca maleza reunida hasta tener despejado el pequeño compartimiento.

—Es una trampilla —dijo Yoongi, apuntando con su linterna dicho lugar.

—Una habitación secreta que está ubicada en la parte posterior de la oficina de Jang... —NamJoon dejó que sus palabras penetraran en la mente de sus compañeros—. Creo que todos aquí estamos de acuerdo en el siguiente paso a seguir.

Y nuevamente recibió una afirmación colectiva.

Vamos por más. UwU.

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