Capítulo 2: Dramatismo severo.

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Katherine había pasado toda la noche en vela, pensando en si su regreso tenía sentido ahora que estaba allí. Estuvo sentada en su pequeño sofá que había junto a la ventana, mirando el extraño cielo estrellado que había en aquel pueblo que siempre estaba con su cielo perfectamente encapotado. Se sintió observada toda la noche, y eso ponía sus cabellos en punta.

A la mañana siguiente, sin haber dormido nada, decidió salir de su habitación. Para tener 19 años, con sus estudios terminados, debía buscar un empleo ahora que estaría viviendo allí. Por lo que decidió que daría una vuelta por el pueblo de Forks para buscar algún lugar local que necesitarán nuevos empleados. Se visitó con sus típicos jeans azules oscuro, su camiseta negra de Beyoncé y sus tenis negros. Se colocó su chaqueta de jean cuando salió de su habitación y se encontró con la casa vacía. Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, tomando una manzana y escribió una nota que luego pegó en el refrigerador con un imán.

"He ido al pueblo por trabajo. Volveré en unas horas.

Kath."

Salió de la casa, caminando por las vacías calles de tierra de la reserva, tratando de recordar los locales que habían en el pueblo. Entre ellos, estaba Honney & Holly, por lo que fue a ese lugar primero, llevándose la negativa de que no estaban necesitando personal por el momento, pero un empleado le dió el nombre de otro local que posiblemente le aceptarían.

-En Forks, sobre la misma calle que antes estaba la librería fantasías, hay un nuevo local. Es una Café-Libreria. Quizás allí tengas suerte.-Le sugirió el chico. -Se llama Wolves.-Le dijo.

Katherine, confundida por el nombre del lugar, solo asintió y se dirigió a donde el chico le había recomendado. Tras 20 minutos de caminata, finalmente le encontró. Era una librería bastante moderna para la época, 2009, y lo que parecía muy transcurrida. Un suspiro temblosos salió de sus labios antes de abrir la gran puerta de cristal y entrar al lugar. Vió a muchas personas tomando café, malteadas y té mientras leían libros que el lugar les prestaba para entretenerse. Se dirigió a la barra, donde un chico de cabello azabache y ojos pequeños estaba sirviendo café.

-Bienvenida a Wolves.-Dijo el chico, dejando la jarra con café sobre la barra.-¿Quieres algo de tomar o buscas algún libro en particular?.

-De hecho, estoy buscando al dueño del local.-Le respondió Katherine, mirando a la jarra metálica sobre la barra.-¿Sabes dónde podría encontrarle?.

El joven sonrió y asintió.

-Estás de suerte. Marlene West, dueña del lugar, está tomando un café en la mesa 8. -Le indicó el joven, el cual, llevaba un pequeño cartel en su uniforme con el nombre "Bautista".

-Muchas gracias.-Dijo la joven castaña, dirigiéndose a la mesa donde se le veía a una mujer con una larga cabellera negra.

Katherine le observó sin disimulo. El cuerpo de la mujer era delgado pero con curvas perfectas, con una larga y voluminosa cabellera negra azabache cayendo en su espalda. Se acercó lentamente, hasta quedar a un lado de la mujer.

-¿Marlene West?.-Dijo Katherine, jugando con sus manos sudorosas.

La mujer dejó de leer unos papeles y volteó a ver a quien le llamaba, mirándole con las cejas elevadas, como si estuviera sorprendida de verle allí. Katherine notó las cicatrices que había en el rostro de la mujer, sintiéndose irrespetuosa al verlas tan directamente, por lo que bajó la mirada a sus pies.

-¿Si?. -Dijo Marlene, mirando a la castaña.

-Me han dicho que aquí están buscando empleados.-Soltó de golpe Katherine, arrepintiendose al instante. -Es decir... amh.. yo he regresado a mi casa después de 6 años, y estoy buscando empleo.-Explicó con nerviosismo. -Y me han dicho en otra cafetería que habría bacantes.

-Mhmj.-Marlene le miró con una sonrisa ladina.-Pues, normalmente cuando van a pedir empleo en algun lugar, dicen su nombre primero.

Katherine cerró los ojos y quiso darse un golpe. Marlene soltó una risita por los bajo e hizo un ademán con la mano.

-Tranquila. Cuando yo busqué un empleo por primera vez, me quejé del dueño con el dueño estando atrás mío. -Contó Marlene, en un intento de quitarle los nervios a la joven.

Katherine abrió los ojos lentamente y sonrió levemente, asintiendo con sus mejillas rosadas. Marlene le señaló la silla frente a ella.

-Mi nombre es Katherine Cameron.-Dijo Kath, frunciendo el ceño. -Pero creo que lo sabes... amhm.. creó que tú eras de la mujer que habló Fiorella. ¿No?.

-¿Quintana?. -Preguntó Marlene. Katherine asintió. -Sí. Soy la esposa de Sam Uley. Y tú eres hermana de Jared, ¿No?.

-Sí... -Murmuró Kath, moviéndose de forma nerviosa en su asiento.

-Bueno. Teniendo en cuenta toda esta información. Puedes tener la prueba hoy.-Dijo Marlene, cerrando la carpeta que había estado ojeando antes.-La prueba consiste en que yo voy a observar y puntuar tu trabajo el día de hoy. Depende de cómo te vaya en ella, tendrás una entrevista y luego veremos el tema del trabajo.-Le explicó Marlene, tomando su taza de café en sus manos.-Y así también veré en que puesto encajas.

Katherine asintió levemente y esperó a que la mujer bebiera un poco de su café.

-Te llevaré al vestidor de empleados. Buscaremos algún uniforme que te quede y comenzarás en la barra con Bautista.-Le indicó Marlene, levantándose de su asiento, tomando la carpeta.

Llevaba una hora aproximadamente sirviendo café y preparando malteadas junto a Bautista, quien se mostró muy divertido y solidario con la joven que no sabía diferenciar el frasco de azúcar con el de sal.

La campanilla de la puerta sonó, indicando que habían nuevos clientes. Bautista estaba en su descanso, por lo que debería de arreglárselas sola. Acomodó su delantal sin nombre y suspiró cuando oyó las voces de tres chicos.

-Es que era el mismo. Lo juro.-Dijo un castaño, tomando asiento en la barra junto a la pareja que eran sus amigos.

-Ya, Collin.-Dijo la rubia, mirando al castaño con el ceño fruncido. -Esos libros no tienen comparación, mucho menos son iguales.

-Cami tiene razón. -Apoyó un castaño claro, casi rubio, tomando la mano de la joven.

-Ay, como digan. Pero tengo razón. -Dijo Collin, rodando los ojos.

Katherine suspiró y se acercó a ellos, viendo como el castaño se tensó al acercarse. Camila miró a la castaña con el ceño fruncido, como si le conociera de algún lado.

-Bienvenidos a Wolves.-Dijo Kath, igual que como Bautista hizo con ella.-¿Qué quieren tomar?.

-Un café doble.-Pidió el castaño sin mirarla.

-Una malteada de fresa.-Pidió Camila, sin quitar la vista de ella.

-Y yo un café simple.-Pidió el otro chico.

Kath asintió y se volteó al otro lado, a la otra barra donde comenzó a preparar los pedidos de los jóvenes, mientras oía que el castaño se quejaba de unos libros.

-A todo esto.-Dijo Collin.-¿Este no es el horario de Bau?.

-Sí. Aunque no lo veo.-Le respondió el otro chico.

Katherine tomó las tazas de café, una vez listas, y las dejó sobre la barra, para voltearse rápidamente y tomar el gran vaso de cristal con una malteada de fresa y dejarla frente a la rubia.

-Oye. ¿Eres nueva, verdad?. -Preguntó Collin, volteando a ver a la joven que tomaba un trapo para secarse las manos.

-Estoy a prueba.-Respondió Kath, levantando la vista, mirando al castaño a los ojos.

Todo pasó rápido. Ni Brady ni Camila lo vieron venir, pero Collin, quien tenía una galleta en su boca, se ahogó con esta cuando sintió que su mundo paró y cambió al cruzar su mirada con la de la castaña que lo veía confusa. Brady de un saltó quedó detrás de su amigo y palmeó su espalda, tratando de sacarlo de aquel trance.

-Lo que faltaba.-Oyó susurrar a la rubia, mordiendo su labio inferior mientras miraba a su hermano ahogarse.

Brady lo tomó de los hombros y lo arrastró hasta el exterior de la cafetería, dejando a la rubia que miraba su malteada con desconcierto.

-¿Tu amigo estará bien?. -Preguntó Kath, mirando a la rubia.

-Estará bien.-Dijo Camila, levantando la vista.-Aunque es tan dramático que dirá que casi muere por esa galleta.

-¿Dramatismo severo?. -Dijo Kath, tomando nuevamente el trapo para limpiar la barra.

-Demasiado severo.-Respondió Camila.

En ese momento, Bautista entró al lugar, saludando a la rubia con un abrazo. Y se dirigió a su puesto junto a Kath.

-¿Y los chicos?. -Preguntó Bau, sirviéndose un café.

-Collin se ahogó con una galleta.-Dijo Camila, dándole un sorbo a su malteada.

-No me sorprende.-Dijo Bautista, negando con la cabeza.-Y no sé porque no lo hace.

Kath se sintió como una tercera rueda, por lo que se dirigió al otro lado de la barra para atender a un cliente que estaba pidiendo un café, dejando solos a los hermanos.

-Bau.-Susurró Camila.

El joven le miró.

-¿Qué?.

-Sucedió. -Dijo Camila, con los ojos abiertos.

-¿Qué cosa?. -Preguntó Bautista, confundido.

-Collin...-Dijo, mirando a la castaña que hablaba con una señora mientras le daba un pastelillo.

Bautista no comprendió lo que su hermana le decía, hasta que miró por los ventanales, viendo a Collin saltando de un lado a otro con una sonrisa en su rostro y Brady riendo. Abrió la boca como un pez fuera del agua y miró a su hermana.

-Bueno. Creo que te quedarás sin hermano adoptivo.-Dijo Bautista, mirando a la rubia con los ojos abiertos.

-¿Por qué?. -Preguntó Camila, confundida.

-Porque esa chica es Katherine Cameron. Hermana de Jared Cameron. El mismo que matara a Collin esta noche cuando estén de guardia.-Dijo Bautista, imaginando el drama que habría en la casa Uley esa noche.

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