Regalo
Llegar a Canadá de la mano de YiFan fue un paso importante, su corazón latía desmesurado mientras él recordaba todo lo que fue la mudanza, el abandonar el que fue su lugar por tanto tiempo y al mismo tiempo el sitio que más repudiaba.
YiFan había sido paciente y cariñoso con él y aunque no podía decir que estaba completamente enamorado, si sabía que había un sentimiento muy grande invadiendo cada espacio vacío en él y reconfortando su alma cuando llegaba a sentirse solo.
El adaptarse a un nuevo departamento y por ende a otro país fue algo que lo unió más al alto.
Kris tenía una extraña obsesión con fotografiar o grabar todo y él se había convertido en el centro de atención de muchas personas cuando el peli negro lo detenía a media calle y se disponía a tomar distintas fotos que siempre acababan en el álbum que, ahora los dos estaban formando.
Las cosas nunca serían como antes y en parte le alegraba, su corazón iba sanando y todo por una persona y aunque los recuerdos le atacaban algunas noches, sabía que todo podría ser mejor algún día.
Aun así, todavía estaba fresco todo lo que sucedió en Seúl, el enfrentar a las autoridades y llevar a cabo el plan que tenía YiFan.
Fue difícil el proceso.
Es decir, ver el rostro de quien asesinó a dos personas que amaba, fue sumamente difícil y aún así, la rabia, el dolor y la mano sosteniendo la suya, fue lo que lo impulso a no sentir culpabilidad cuando acuso a aquel hombre de tantos crímenes que él había cometido.
Era una mentira.
Lo sabia, así como sabía que sí alguien llegaba a enterarse de todo, su futuro se vería reducido a un confinamiento entre cuatro paredes que lo ahogarian hasta el fin.
Pero... Al mismo tiempo, esta consiente de que esa segunda oportunidad no la tendría entre sus manos otra vez y que, ahora más que nunca debía aprovecharla.
Ahora más que nunca.
Su labio tiembla mientras sus ojos se nublan en lágrimas.
Sabía que su corazón y su cabeza se habían puesto de acuerdo para no esperar más de aquellas señales que le hacían estremecerse.
Pero, ahora, con aquella hoja confirmando todo, sentía que los pocos latidos que se escuchaban en sus oídos, correspondían a lo que estaba en él, formándose en su interior.
Y no sabía cómo sentirse.
YiFan había salido un par de días de la ciudad por cosas del cambio de jurisdicción y él, aprovechando el estar solo, realizó aquella prueba sólo para descartar todo por sí mismo y luego sufrir en silencio cuando todo resultará un mal juego de su imaginación.
Pero, en ese momento, era cuando más necesitaba al alto a su lado para calmar el desastre que había en su pecho.
Su respiración estaba acelerada y su voz entrecortada mientras el leía una y otra vez aquella pequeña palabra que lo estaba volviendo loco.
POSITIVO.
No había error ahí.
Y estaba gratamente asustado por la noticia.
Malditamente feliz, también.
Justo cuando estaba por tener un ataque de pánico, la puerta de la casa fue abierta y él miró al responsable de aquellas abrumadoras sensaciones.
Sin pensarlo demasiado corrió hasta donde estaba el peli negro y lo abrazo, dejando aturdido al alto quien, correspondiendo con un poco de torpeza, beso su frente sonriendo por aquella acción del bajito.
"¿puedo preguntar porque tan bonita bienvenida?"
"ya estas preguntando, tonto"
"Ah... Cierto"
Sonriendo dirigió su mirada hacia el rostro del alto y observó atento sus rasgos.
Eran totalmente diferentes a los de JongIn, YiFan era totalmente diferente a JongIn.
Y entonces lo comprendió.
No se quedó vivo para cobrar venganza por la muerte de JongIn, si no porque necesitaba vivir esto.
"¿y bien?"
Suspiro cuando las lágrimas en sus mejillas fueron borradas y acarició el rostro ajeno mientras se elevaba un poco para besar los labios ajenos.
"me haz dado dos hermosos regalos YiFan"
La confusión en el rostro ajeno fue algo que lo hizo sonreír y sentir su corazón latir un poco más rápido.
"tengo una segunda oportunidad para vivir, para disfrutar y para enamorarme"
La mirada de YiFan cambió, se suavizó y él más que nadie supo que si, que este era un regalo... Para los dos.
"y ahora... estoy esperando un bebé"
Debía admitir que no era algo para lo que él estuviera preparado.
Desde la pérdida de su esposo y de su bebé, se había hecho a la idea de una vida solitaria, donde noche tras noche lloraba sus muertes mientras buscaba vengar todo aquel dolor, así que estaba cien por ciento seguro de que su única oportunidad de ser padre se había ido en aquella noche de diciembre.
Pero ahora, en su vientre estaba una nueva posibilidad y él más que nunca quería ser feliz.
JongIn lo comprendería, al fin y al cabo, ambos se amaron tanto que deseaban la felicidad del otro por sobre todas las cosas.
Y ahora que tenía una segunda oportunidad, no podía decirle que no.
"tendremos un hijo... Un bebé de ambos"
Sonriendo hacia el alto, sintió su corazón derretirse ante el brillo que había en sus ojos, demostrando lágrimas de dicha no derramadas.
"¿Sabes cuanto tiempo tienes? ¿Deberíamos ir al médico ahora mismo?"
"he hecho cuentas y tengo aproximadamente tres meses y medio, creamos a este bebé esa noche que estuvimos juntos, ¿recuerdas?"
"nunca podría olvidarla, ha sido una de las mejores de mi existencia"
"bueno, ese tiempo tiene nuestro bebé y sobre lo de ir al médico..."
"tienes miedo, ¿no es así?"
Se separó un poco del alto y sentándose en el sofá miró a sus manos, sintiendo su labio temblar.
"cuando... cuando sospeche que estaba esperando un bebé, yo supe que esa personita formándose en mi interior sería lo que nos haría aún más felices a Innie y a mi... Así que, esa tarde fui al médico para confirmar todo"
Lágrimas inundaban sus ojos, mientras su voz estaba entrecortada.
Los recuerdos eran dolorosos.
Yifan, siguiendo su instinto abrazo al bajito, sentandolo en su regazo mientras su diestra subía y bajaba por la espalda ajena en un intento de consuelo, de hacerle sentir que estaba ahí, para él.
"era víspera de navidad, ¿sabes?, y yo...pense que seria el mejor regalo que alguien como JongIn o como yo podrían tener, así que, hice el estudio y el chequeo y fue el momento más bonito cuando, en el ultrasonido pude ver la pequeña silueta de mi bebé, también pude escuchar sus latidos.
Fue tan bonito ver y escuchar a mi bebé que...conduje emocionado hacia nuestra casa.
Fui cuidadoso por supuesto pero, ansiaba ya llegar y decirle a Innie que esperábamos a nuestro bebito, ese pequeñito que tanto soñábamos tener en nuestros brazos.
Cuando llegue a casa y...sucedio todo...cuando lo vi tan mal, desangrandose, esos hombres notaron que estaba esperando un bebé y cuando vi a JongIn, cuando mire sus ojos... Había tanta esperanza como dolor, él sabía que no sobreviviría y aun así, sonrió con tanta ternura cuando miro a mi vientre y trato de luchar a pesar de sus heridas...
Dolió un infierno perderlo, saber que él nunca podría conocer a ese bebé que tanto quería y que mi bebé no tendría un padre para él...
Después murió mi bebé y todo fue aun peor.
Tengo miedo YiFan, tengo tanto temor de que esto solo sea una falsa esperanza y entonces... Dios"
Lagrimas inundan su rostro y mojan la camisa contraria, sintiendo como poco a poco todo aquello que callo esta saliendo y liberando su alma.
"se que duele y, aunque nunca voy a comprender todo lo que sentiste si puedo jurarte que voy a protegerte, a protegerlos..."
Llevando su mano al vientre ajeno sintió su corazón revolotear cuando una pequeña protuberancia se asomaba dejando en claro el desarrollo de su hijo o hija.
"no te pido que olvides a JongIn o a tu bebé, te pido que aun con ellos en tu corazón, nos demos la oportunidad de ser felices y de formar una familia, ahora que el destino nos ha puesto aquí... Por favor"
...
Aquella noche, sintiéndose por fin tranquilo, se lavanto de la cama y observando por unos segundos el rostro de YiFan al dormir sonrió.
Tomando aquel diario que se había visto olvidado durante algunos años, avanzó a la sala y observando la foto de casados que tenía decidió escribir lo que sería la última carta.
"Querido JongIn...
Cuando nos conocimos, en mi corazón sentí que no habria nadie como tú y así fue.
La historia entre nosotros fue perfecta y aunque el desenlace ha sido doloroso e injusto, siempre te estaré agradecido por todo, por amarme, por verme con tanta adoración que hacía mi corazón vibrar.
Nuestros sueños se volvieron realidad, sin embargo, aquel pedazito de ambos, esta contigo, en un sitio que, pienso y se que es el mejor para ustedes.
Y aunque me quería negar a esto, se que tu amor por mi es tan inmenso que me permitiste quedarme aquí y me haz dado la oportunidad de mirar a alguien más.
La prueba más grande la tengo en este momento y juro que muero de miedo, pero... Tu me enseñaste a ser valiente y por el amor que nos tuvimos, juro ser feliz.
Nunca te olvidaré, así como tampoco olvidaré a él cachito de cielo que estuvo en mi, así que, JongIn, cuidalo por mi y sonrían... Que una de estas noches nos encontraremos.
Veámonos en otra vida y seamos felices ahí, por favor.
Te amo JongIn, con toda mi alma.
Adiós"
Adiós...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top