Año 2000

Lunes 09 de Febrero

El timbre retumbó la espaciosa habitación blanca cubierta de espejos en casi todas las paredes,  indicando así que el gimnasio cerraría dentro de poco, era de esperarse ya que casi eran las 6 de la tarde y la universidad no tardaría en cerrar sus puertas.

Sin perder más tiempo apagué la maquina de correr y baje con cuidado de alli, tomé mi toalla blanca y la envolvi sobre mi cuello para secar las pequeñas gotas de sudor que emanaban mi ser.

Y mientras mi mente repetía una molesta melodía de piano, que no podia quitar de mi cabeza, me dirigi a los vestidores donde se suponía estaban mis pertenencias; sin embargo, a penas abri el casillero de metal blanco una nota cayó al suelo.

Se me fue imposible ignorarla ya que parecia tener algo escrito

Inmediatamente recuerdos desagradables de mi secundaria vinieron a mi mente, notas de acoso y burlas sobre mi apariencia.

Hace años que no me pasaba algo así.

Mis manos empezaron a sudar, pero aun asi me agache a recoger la nota y enfrentar mis peores temores, desenvolvi la hoja  con cuidado y leí las primeras lineas esperando lo peor.

De: L
Para: G

Frunci el  ceño ¿Es una nota romántica? Negué con la cabeza por lo extraño que sonaba eso, se puede decir que no soy nada popular entre las chicas de la universidad.

Continue leyendo la parte externa de la nota

Aunque hagas mucho ejercicio para lucir más bella de lo que ya eres, sin duda mi curva favorita siempre será tu sonrisa.

Sonríe más y dejame ver el blanco de tus dientes, igual de blancos que esta rosa.

Sip, tienes un admirador secreto.

¿Mañana que color de rosa crees que sea?

Atte : L

— ¡Oh no me lo creo! —hablo una familiar voz, como una reacción natural lleve el pedazo de papel a mi pecho y agache la mirada avergonzada, mi mejor y única amiga acababa de llegar — ¡¿Es una carta de amor?! ¡Mira como te has puesto!

— Si... bueno no sé quien me lo haya dejado, apareció derepente.— Intente explicar torpemente.

— Alguien dificilmente envia cartas en estos tiempos.

— Tambien dice que me dejara una rosa mañana ¿Crees que deberia preocuparme o reportarlo? No sé... ¿Cómo acoso? Aunque, la carta sólo dice que sonria más.

— Creo que exageras, a mi me parece un gesto romántico, aunque no digo que lo que dices no sea posible.

— Tienes razón, ya se me hacia extraño que alguien se fije en mi tan repentinamente, de seguro es una broma de mal gusto.

Me preparaba para arrojar la nota cuando mi amiga sostuvo mi mano.

— Hey hey, pero que pesimista eres, veamos como va en el transcurso de los días, supongo que poco a poco ira dejando pistas de quien es, ¿verdad?

Asentí un poco convencida, Ret, mi amiga, sacó su ropa limpia y se fue a los vestidores, una vez que se alejó me apresure a guardar el papel y alcanzar la rosa blanca que reposaba encima de mi casillero.

Quizas Ret tenía razon, en estos momentos seria bonito pensar que mi existencia le es importante para alguien más.