(Narrado desde la perspectiva de Jimin)

Dae me tenía tan sostenido por la espalda que me costaba mucho trabajo alejarme. Mientras más me rehusaba a responder su beso, más me apretaba. Su boca trataba de abrir mis labios para colar su lengua. El asco me estaba desesperando y fue por eso que entreabrí la mía solo para morderlo. Me empujó para tocarse el labio y ver si estaba sangrando - ¿Eres imbécil o qué? - dijo frunciendo su ceño de lo enfurecido que estaba.

- Te dije que te detuvieras. Te dije que me soltaras y no lo hiciste. Joder, Dae. Que tengo novio ¿cuál es tu problema? - me sentía tan vulerado que me limpié la boca con mi polera. Incluso se me quitó la borrachera por toda esta situación.

- ¿Sabes cual es mi problema? que tu me provocas. Me coqueteas con descaro, te he visto mirarme en el almuerzo. He visto como me dejas los postres para que yo los tome -

- Pues claro. ¿O crees que me arriesgaré a una paliza por tomar las mejores cosas? ¿te piensas que soy idiota? lo hacía por miedo, no porque me gustaras. ¿Tu crees que yo sería tan estúpido como para tratar de conquistar a quien me maltrató física y psicológicamente? honestamente, tienes un problema serio. - 

- Pero... ¡eres gay! -

- ¡¿Y QUÉ TIENE?! Que sea homosexual no significa que me deba gustar cualquier hombre. Yo tengo novio, llevamos años juntos y no voy a traicionarlo por un... tonto - no se me ocurrió un mejor insulto.

Su mirada proyectaba soberbia y egoísmo - él no está aquí, Park. Probablemente ya está follando con otro chico -

Suspiré pesado mirándole ya harto de esto - ¿Sabes? no todo es físico. Con él nos conocemos hace años. Ni siquiera estaba en nuestros planes enamorarnos, simplemente pasó. Además, lo conozco lo suficiente para saber que él jamás me haría algo así. - guardé silencio mirándole - Nos amamos, Dae. Cuando hay amor, nada puede separar a esas personas. Es verdad que el amor no lo puede todo, pero hay que ser demasiado iluso para pensar que el amor es solo coger y ya. El amor es acompañarse, es perdonar y ser perdonado, enmendar errores, demostrar el cariño con hechos y por sobre todo, brindar confianza. No lo traicionaré y espero que esa mierda te quede muy clara. Si vuelves a tocarme un pelo, te denunciaré y por Dios que tu no quieres que eso ocurra - dije como punto final para poder salir del baño volviendo  la fiesta sentándome al lado de Sung.

- ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? - 

- No, no estoy bien. Este encierro me tiene agotado y hasta la coronilla. Estoy harto de vivir con miedo. Estoy cansado de que crean que no valgo nada. - me quedé mirando la fogata - voy a renunciar a todo esto. No me interesa que me den de baja por deshonor. Hablaré con el comandante y le diré que ya no aguanto esta situación. Le diré que soy gay y por fin me iré de esta prisión -

- Park, no seas cobarde. No puedes renunciar. Todo el tiempo que has estado aquí y has sufrido no tendrá valor si renuncias - 

- ¿Qué más puedo hacer, Sung? ¿Qué otra alternativa tengo? -

- Defenderte. Así como lo hiciste el otro día con Dae -

- Ese imbécil. Me trata de marica y me humilla para luego besarme en el baño como si nada hubiese pasado -

- ¡NO JODAS! - gritó llamando la atención de todos. Guardó silencio un momento y volvió a murmurarme de manera discreta - ¿Dae? ¿el mismísimo que casi te jode la vida? -

- Sí. Por favor no le digas nada a nadie. Lo puse en su lugar, así que espero que no me joda. Al menos no hasta que renuncie - me tomé la cabeza pensando en aquel beso - mierda ¿qué le diré a Jungkook ahora?

- No se lo digas. Si no se entera no pasará nada -

- Como se nota que nunca has tenido una relación. Imagina se entera por otra persona. No quiero problemas más graves de los que podría tener si se lo digo -

- ¿Y qué piensas hacer entonces? -

- No lo sé, realmente no lo sé - 

─── ∙ ~εïз~ ∙ ───

Ya era domingo y el furgón vino por mi. Era el último de los 7 soldados a quienes que debían dejar en casa, ya que los traslados estaban ordenados por orden alfabético. Al menos agradecía estar en la misma ciudad que el hogar de mis padres - Llegamos - dijo el chófer. Me puse los anteojos y el cubrebocas para agradecerle y bajar. Cerré la puerta viendo como se iba. Desearía que no volviera por mí el martes.

- ¿Necesitas ayuda? -

- No gracias estoy bien - dije borde y sin prestar atención.

- Pues yo creo que si necesitas ayuda - alcé la vista para negarme aun más antipático y no podía creer lo que mis ojos veían.

Mis mirada se tornó cristalina y dejé caer el bolso para lanzarme a sus brazos. Era Jungkook, mi pequeño Jungkookie. Me quité el cubrebocas solo para besarlo. No me importaba estar en vía pública, no me importaba si alguien nos veía, no me importaba absolutamente nada. Saboree sus labios buscando su lengua de manera apasionada. Estos labios si eran lo que yo quería sentir y sus besos eran los únicos que sí quería responder.

- ¿Me extrañaste Jimin-ssi?- murmuró entre besos.

- Como no tienes idea - me sentía como en una película. Sentía que el tiempo de verdad se detuvo solo para dejarme disfrutar este momento con mi chico. Mi abdomen estaba contraído y es que esto se sentía tal cual nuestro primer beso.

Me bajó despacio dejando unos tiernos besos breves en mis labios. Nuestros padres sabían de lo nuestro, así que con mayor razón no me preocupaba de ocultarnos. Tomó mi bolso y caminamos juntos de la mano por el antejardín hacia la entrada de la casa - ¿Y bien? ¿cómo te han tratado en el servicio militar?

- ¡Uf! creo que debemos hablar. Y mucho. Pero primero quiero celebrar que estamos juntos ¿me trajiste Soju? - pregunté sonriente mientras mi pulgar acariciaba parte de su mano.

- Te traje algo mucho mejor que eso - cuando abrí la puerta, estaban todos mis amigos. Incluyendo Taemin. 

- ¡Bienvenido! - gritaron todos al unísono. Estaba feliz, realmente valió la pena esperar tanto por este momento. Definitivamente, hoy era un día para recordar.

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Nota de autor
╚══════.♥.═╝

Fin~

jajajaja mentira.

Que bello volver a casa y ver a toda la gente que te quiere esperarte y darte la bienvenida. La verdad es que admiro muchísimo que Jimin pusiera a Dae en su lugar ¿Y tú?.

¿Qué se creían? ¿Qué le iba a responder el beso? ni de coña. Uno no come donde caga y si este tipo casi le cagó la vida ¿ustedes creen que se mercía un besito del mochi? más lo merecemos nosotrxs.

Gracias a ustedes por leer y gracias a Wattpad, por no hacerme perder la cabeza este viernes. xd

Sinceramente,
Sara Inés Winter

PD: Les amo.