"Ven, quiero decirte algo en la boca"

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Habían pasado unos días después de que Jungkook y Momo fueron a su casa.

Jungkook había estado muy idiota y molesto, pero JiMin se lo tuvo que aguantar. No hubiera quedado bien que lo echara de su casa sin más.

Después de ese día, Jungkook estuvo igual de idiota en clases y en el almuerzo, dándole toques suaves y ligeros, pero que con el tiempo e insistencia se volvía bastante molesto.

Ahora, JiMin estaba en una fiesta, por culpa de Nayeon. Ella quería ir porque iba a estar Momo, al comienzo no le prestaba atención, pero ahora se besando. Lo que le sorprendía bastante, pensaba que esa chica era heterosexual y hasta homofóbica, pero ahora estaba besando a su amiga. Quizás estaba un poco borracha, pero JiMin no iba a tirar malos pensamientos.

El tema era que JiMin odiaba las fiestas, nunca iba a ellas y mucho menos a las que hacían las personas que no le caían bien pero esa noche estaba haciendo una excepción a estás tres cosas.

Estaba en la fiesta de Jeon Jungkook, el chico que contaminaba el ambiente con sus malditos cigarrillos y lo molestaba con toques suaves.

A los minutos, Nayeon se acercó a JiMin con un vaso y Momo colgada de su otro brazo, mientras reía torpemente contra el cuello de su amiga, haciéndola sonreír. JiMin levantó una de sus cejas, tomando el vaso a la vez.

— ¿Puedes quitar esa cara? ¡Estamos en una fiesta! — La castaña le gritó para que pudiera escucharla, el sonido se iba fácilmente en el lugar.

—Precisamente por esa razón la tengo así.

Su amiga solo bufó y puso los ojos en blanco para luego sonreírle a la nada y caminar hacía quien sabe dónde, con la rubia. JiMin se alteró ante aquella acción, ella no le dejaría solo, él había sido obligado a ir allí.

—Hola, JiMin. — Él reconocía bien esa voz y no quería a esa persona cerca.

—Hola. — Dijo JiMin secamente, y el castaño lo tomó por la cintura, acercándose peligrosamente a él. — ¿Qué haces? Aléjate de mí, borracho. — Murmuró molesto y dio unos pasos hacia atrás, alejándose del castaño.

Jungkook rió un poco. — No estoy borracho, Minnie.

Antes que JiMin pudiera contestar, esté capturó sus labios con los propios en un beso brusco pero a la vez dulce y lo atrajo más hacía sí hasta que sus cuerpos chocaron, el castaño no quería que el otro chico se alejara, le había costado mucho conseguir el valor que necesitaba para besarlo, aunque mentiría si dijera que el alcohol no lo ayudó.

JiMin un poco inseguro y lento al principio correspondió a su beso, el castaño feliz por esto ladeó su cabeza para profundizarlo, adentrando la lengua a la boca del rubio cuando esté la abrió, cediéndole el permiso que había pedido con anterioridad.

Jungkook se separó primero, por falta de aire, le sonrió ampliamente y lo abrazó, entrelazando sus manos en la espalda baja del otro, porque no quería dejarlo ir.

Sonreía amplio y tontamente, JiMin quería pegarle, pero esa sonrisa lo dejo sin pensamientos por unos segundos. Mientras que JiMin estaba confundido, nunca pensó en él de ese modo, tampoco que sentiría lo que sintió y mucho menos que querría volver a hacerlo.

Sin pensarlo mucho, tomó a Jungkook por el cuello, pasando sus brazos por sus hombros, lo besó, de forma desesperada y brusca, pero mostrándole que también lo quería.

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