CAPÍTULO 3
Cuando un espíritu demoníaco esta cerca es común que se presente un olor pestilente como de putrefacción.
"El mayor logro del diablo es hacer creer que no existe".
Eren
—Mamá— susurré.
Me levanté de la cama sin despegar mi vista de la puerta. Usé el dorso de mi mano para secar el sudor de mi frente. Busqué mis pantuflas con los pies con algo de dificultad y me las coloqué una vez que las encontré.
Caminé con prudencia hasta la puerta y asomé un poco la cabeza.
Esa cosa blanca estaba bajando las escaleras, podían escuchar las pisadas de sus pies, si es que tenía pies.
Lentamente, salí de mi habitación siendo lo más sigiloso posible, evitando pisar las tablas de madera que estaban ligeramente levantadas del piso. La casa crujía de vez en cuando, pero eso era normal, ya que la casa era muy vieja y la madera que la forraba a veces se expandía.
Un extraño cántico se escuchaba por la casa, era muy suave y quedo, como la voz de varios niños, era un cántico parecido al de la iglesia, solo que este resonaba por toda la casa.
De las paredes se escuchaba como si algún liquido brotara y escurriera, pero no había absolutamente nada.
Un aroma dulce se hizo presente, conocía ese aroma, era el perfume que me madre usaba todos los días, ese perfume que tanto me gustaba.
Llegué a las escaleras y bajé lentamente escalón por escalón.
Arrugué mi nariz al notar un asqueroso olor que opacaba el perfume de mi madre, un olor a animal muerto y en etapa de putrefacción. Era tan asqueroso que me hacía dar arcadas.
A cada paso que daba, el olor era más penetrante hasta el punto en que cuando bajé las escaleras por completo mi nariz y boca estaban tapadas con la manga de mi playera.
Miré a mi alrededor buscando lo que parecía ser la silueta de mi madre, pero con lo único que se topó mi vista fue con la puerta del sótano abierta.
Abrí mis ojos a topé y no muy seguro me acerqué. El olor se hizo insoportable, incluso mi cabeza había empezado a doler por el olor putrefacto.
Cuando estuve a punto de cerrar la puerta, esta se cerró de un portazo por sí sola.
Exaltado tomé la manija y la abrí de nuevo decidido a entrar. No estaba muy seguro, pero era la única forma de saber si lo que había visto estaba ahí.
Encendí la luz y no muy seguro pisé el primer escalón haciendo que rechinara. Las escaleras se podrían venir a bajo en cualquier momento.
Cuando me aseguré que el escalón no se rompería coloqué el otro pie en este. Comenzé a bajar las escaleras. Hasta que en el tercero sentí que me detenía. No podía seguir. Mis pies no se movían.
Cuando miré hacía abajo me quedé petrificado.
Dos manos huesudas, pálidas y sucias que salían de entre los escalones sujetaban mis pies. Eran un poco pequeñas, pero estaban apretando mis tobillos con fuerza.
No sabía que hacer. Comenzé a hiperventilar y a sollozar a pesar de que realmente no estaba llorando.
—No bajes— susurró una voz infantil detrás de mí.
Despertando de mi trance me giré rápidamente para mirar si había alguien. Giré tan bruscamente que perdí el equilibrio y caí rodando por las escaleras.
Grité cuando sentí un dolor punzante en mis costillas. Me había golpeado con un escalón.
Cuando llegué al final de las escaleras un gusto metálico atacó mi lengua. Con un dedo toqué suavemente mi labio inferior. Estaba sangrando.
Tomé el barandal de las escaleras y me puse de pie con dificultad, un pequeño mareo se hizo presente haciendo que me sentara en uno de los escalones.
Una grave risa hizo que mis nervios regresaran. Ni siquiera podía averiguiar de donde venía la risa. Es como si sonara de todas partes.
Me levanté tambaleante y caminé al centro del sótano. La risa paró en seco.
Miré alrededor buscando una señal de alguien, una persona que me estuviera jugando una broma, pero era inútil, porque sabía que todo era real. Solo me estaba engañando a mi mismo.
Me enfoqué en el viejo escritorio de madera. Habían muchas cosas sobre él, pero algo qe sobresalía era un pequeño cuaderno azul con rayas amarillas. Me acerqué a paso lento mientras vigilaba a mi alrededor.
Cuando estuve frente al cuaderno lo tomé y abrí la pasta para ver la primer hoja que estaba adornada por pequeñas pegantinas de estrellas amarillas y azules. En la siguiente hoja estaba pegada una fotografía de un niño pequeño. Un pequeño de ojos azules y cabello rubio peinado en un simpático y adorable corte de hongo largo, casi llegando a sus hombros.
Vestía una pequeña camisa blanca, un sueter azul y unos pantalones cortos cafés. Miraba hacía la cámara con una hermosa y grande sonrisa, sin olvidar sus mejillas ligeramente rosadas. Se podía notar a simple vista que era un niño adorable.
Después de admirar un poco la imagen pasé a la siguiente hoja.
"Armin Arlert" era lo que ponía en una hermosa pero aún infantil caligrafía.
Un grave gruñido se escuchó de uno de los rincones del sótano.
Pasé rápidamente las hojas del cuaderno notando que habían escritos en el cuaderno.
Me dí media vuelta y subí las escaleras para salir del sótano. Cerré la puerta tras de mí y subí hasta mi habitación. Cerré la puerta con pestillo, encendí la luz y me senté en la cama. Saqué la cruz de debajo y la puse en la mesita de noche. Recargué mi espalda en el respaldo de la cama y dándole un último vistazo a la puerta abrí el cuaderno de nuevo.
Pasé las hojas que había visto con anterioridad deteniendome un poco en la imagen del pequeño. De verdad era adorable.
Después de esas páginas, un pequeño escrito apareció.
"2 de Mayo de 1997:
Soy Armin Arlert, tengo 8 años, mi color favorito es el azul, tengo un hermano llamado Jean, el tiene 17 años y aunque a veces me trate mal yo lo quiero mucho. Mis padres me regalaron este cuaderno, así que lo usaré como un pequeño diario.
Tengo un problema en el corazón, mi mami dice que tengo una venita atravesándolo. A veces me falta el aire, y por las noches mi papi me pone un aparato para poder respirar mejor.
No tengo amigos en el colegio, dicen que soy raro por mi problema en el corazón pero mami dice que no les haga caso porque yo soy especial y porque ella me ama.
Te contaré más después, adiós. "
Sentí un poco de pena por el pequeño, era un niño después de todo.
Miré el reloj en la mesita de noche, eran la 4:57 a.m y sabía que no recuperaría el sueño fácilmente. Leería el diario. Seguro era de una persona que había residido aquí, así que tal vez tendría respuestas a todo lo que estába pasando.
"4 de mayo de 1997:
Hoy iremos de día de campo. Aunque mi hermano no quería ir le pedí que por favor fuera, lo quiero mucho y sería muy aburrido si el no fuera. Cuando llegamos le pedí que jugara conmigo, dijo que no, pero aceptó cuando hice un puchero. Corrimos por todo el lugar mientras el intentaba atraparme y yo a él, y aunque a veces tenia que parar para recuperar la respiración fue un día muy divertido. Volveré para contarte más, es hora de que me vaya a la cama, adiós."
Sonreí al ver una foto del pequeño con un sombrero tejido y una gran sonrisa junto con un chico castaño.
"7 de Mayo de 1997:
Hoy mami y papi pelearon, lo escuché todo desde mi habitación. No quise escuchar más y fui a la habitación de mi hermano. Estaba dormido así que me acosté junto a el y lo abrazé. Cuando desperté el estaba acariciando mi cabezita y estaba cantándome una canción de cuna así que volví a quedarme dormido".
Sonreí al imaginar al pequeño durmiendo. Siempre quise tener un hermano pequeño.
"28 de Mayo de 1997:
Hola, te tenía un poco abandonado, pero es que estuve un tiempo en el hospital. Mami dice que dejé de respirar cuando estaba durmiendo, pero dijo que me llevaron al hospital.
Conocí a Krista, ella fue mi enfermera cuando estuve en el hospital.
También conocí a Sasha, a Connie y a Marco, ellos eran unos niños que estaban internados en el hospital y que tenían el mismo problema que yo.
Cuando me recuperé volví a casa y jugué con mi hermano. Te dejo, mami me llama para que bajemos a comer, adiós".
Sonreí al ver el dibujo de una carita feliz. Apesar de todo lo que pasaba era un niño alegre.
"3 de Junio de mi 1997:
Hoy mi hermano invitó a sus amigos a venir a la casa, mis padres estaban con mis abuelos. Bajé por un vaso de agua a la cocina y cuando subí a mi habitación de nuevo, noté que mi hermano y sus amigo estaban en la habitación de mis padres, pero las luces estaban apagadas. Estaban sentados alrededor de una tabla y tenían sus dedos sobre un triangulo de madera. Estaban haciendo preguntas, pero nadie respondia, solo el triángulo de madera se movía. Quiero saber que era esa tabla, así que cuando todos duerman voy a tomarla. Después te cuento que pasó, adiós".
Fruncí el ceño y miré la tabla en el suelo de mi habitación, ¿será la misma tabla?
Cambie de hoja para seguir leyendo.
"3 de Junio de 1997:
Hola de nuevo, ya hice lo que te conté.
Entré a la habitación de mis padres y tomé la tabla que estaba sobre el escritorio, aunque me costo algo de trabajo por mi estatura lo hice. Pensé en hacerlo en mi habitación, pero se darían cuenta de que estaba despierto, así que bajé al sótano. Cuando estuve ahí me senté debajo de las escaleras y miré la tabla.
Tenía letras y números y un "si" y un "no" en cada esquina, era muy rara. El triángulo tenía un círculo en medio. Volteé la tabla y atrás tenía las instrucciones, hice todo que venía en la parte de atrás y cuando pregunté si había alguien el triángulo se movió hacia el "si".
Vi a un señor parado frente a mí, tenía el cabello negro y unos hermosos ojos grises y aunque daba un poco de miedo me había dicho que era bueno, que su nombre era Levi y que quería ser mi amigo, era un buen señor así que le dije que sí. Justo ahora está conmigo, te cuento más después."
Conforme leía, mis ojos se abrían cada vez más.
—Levi— mi ceño se frunció.
Pasé la hoja para seguir leyendo.
"5 de Junio de 1997:
Hoy cuando estaba jugando con Levi, mi hermano entró a mi habitación preguntándome porqué me reía, Levi se levantó del suelo y se puso detrás de Jean haciendo caras graciosas, mientras yo solo me reía , mi hermano me preguntó que pasaba y yo reí más cuando Levi lo arremedó en silencio, mi hermano me miró extrañado y salió de mi habitación. Te dejo, Levi quiere que juguemos de nuevo, adiós".
Me llevé una mano a la cabeza. Todo estaba siendo muy extraño, solo esperaba que no le hubiera sucedido algo malo a esa familia, específicamente al niño.
"9 de Junio de 1997:
Hoy Levi está algo raro, aparece y desaparece de mi habitación, apenas me habla, incluso cuando le pregunté que si queria jugar me dijo que no, hablaré con él y después te contaré que pasa, adiós".
Pasé a la siguiente hoja.
"17 de Junio de 1997:
No se donde está Levi, no volvió desde la última vez, tengo miedo de que se vaya y me abandone, el es el único amigo que he tenido".
"21 de Junio de 1997:
Levi volvió, estoy muy feliz. Cuando lo ví corrí a abrazarlo, estaba muy frío y aunque siempre estaba frío lo extrañaba, le he tomado mucho cariño a Levi, voy a estar con él un rato, nos vemos, adiós".
"26 de Junio de 1997:
Levi volvió a la normalidad, juega conmigo siempre, aunque cuando mi familia entra a mi habitación se enoja y cuando se van empieza a tirar mis juguetes, pero después se tranquiliza. Mami a veces me pregunta con quien hablo y yo le digo que hablo con Levi, ella cree que es mi amigo imaginario, pero yo se que es real, creo que ni ella ni papá ni Jean pueden verlo. Jugaré en el patio con él, nos vemos".
"1 de Julio de 1997:
Hoy saldré con mi familia. Iremos a la casa de mis abuelos. Le dije a Levi y él pareció estar bien, le dije que volvería en un par de semanas y dijo que no me preocupara. Antes de irme bajé al sótano sin que se dieran cuenta y me despedí de Levi. Fue extraño cuando me abrazó y me besó la frente, cuando se separó de mí volvió a poner su cara sería y me dijo que me fuera, le sonreí y salí del sótano para irme, te escribiré cuando llegue a casa de los abuelos, adiós".
Fruncí el señe extrañado, ¿Un demonio mostrardose cariñoso con un niño?, ¿acaso... le había tomado cariño al pequeño?
Cambié la página y seguí leyendo.
"3 de Julio de 1997:
Estos días han sido maravillosos, mis abuelos son muy divertidos, extrañaba los deliciosos bizcochos que mi abuela preparaba y extrañaba jugar con mi abuelo. Mis abuelos adoptaron a un pequeño pastor alemán, dicen que llegó justo a la puerta y mi abuela lo cuidó hasta que el perrito se encariñó y ahora vive con ellos. Es muy bonito y he estado jugando mucho con él, justo ahora nos estamos preparando para bañarlo, nos vemos luego"
"7 de Julio de 1997:
Hoy pasó algo que me hizo muy feliz, cuando desperté Levi estaba junto a mí y acariciaba mi cabello, lo abracé muy fuerte y le dije que lo había extrañado, pasaré tiempo con el, adiós".
"8 de Julio de 1997:
Hoy Levi se enojó porque estuve jugando con Thomas, el perrito de mis abuelos. Le dije que el solo era un animalito que necesitaba mucho cariño y que no se pusiera celoso y para que lo creyera le dí un beso en su mejilla, estaba muy fría pero me dió igual. Me reí un poquito cuando abrió sus ojos, los abrió muy muy grande, pero después de eso se fue, tengo que irme a dormir, hasta mañana".
"9 de Julio de 1997:
Hoy estoy muy triste. En la mañana me desperte cuando escuché a mi abuelita llorar, bajé las escaleras con mi osito y ví a todos juntos reunidos en el patio.
Cuando salí con mi mami vi a Thomas acostado en el piso, pero no se movía, le pregunté a mi papi porqué el perrito no se movía y el me dijo que estaba en un lugar mejor, cuando le pregunté cual era ese lugar mejor me dijo que era en el cielo, y me dí cuenta que Thomas estaba muerto. Me puse a llorar, entré a la casa y subí a mi habitación, me acosté en las sábanas y lloré hasta quedarme dormido, ni siquiera queria hablar con Levi, le había tomado mucho cariño a Thomas, me voy a dormir, es tarde y estoy cansado".
Pasé la página con algo de tristeza.
"11 de Julio de 1997:
Levi apareció, no lo había visto desde que el perrito había muerto. Le pregunté porqué a veces se iba, y el me dijo que era porque tenía cosas que hacer en su casa. Le pregunté donde estaba su casa y me dijo que estaba muy lejos de aquí, también le pregunté que tan lejos pero sólo me dijo que estaba muy lejos de ahí. Jugamos el resto del día hasta que la noche cayó. No quería que se fuera y le pregunté que si se podía quedar hasta que durmiera. Le dije que se acostara a mi lado y me cantara. Cuando estuve a punto de dormirme me quité la mascarilla de oxígeno que me ponía en las noches para respirar mejor y me acerqué para darle un beso en la mejilla pero el volteó un poco la cabeza y le dí un beso en los labios. Me reí por lo que pasó, había sido un accidente pero el solo se levantó de la cama y desapareció, confundido mi puse la mascarilla de oxígeno de nuevo y me dormí. Hoy no lo he visto, pero si viene te escribiré, adiós".
No podía creerlo, estaba sorprendido, y de alguna forma tenía miedo de seguir leyendo el cuaderno, sabía que esto acabaría mal, pero aún así cambié de página y leí en siguiente párrafo.
"16 de Julio de 1997:
Levi no ha vuelto y ya hemos vuelto a casa, no lo he visto y tengo miedo de que no vuelva, he estado diciendo que me perdone por lo que había hecho, pero ni siquiera se si me está escuchando, mi mami dice que volverá y que no me preocupara, pero ella cree que Levi es un invento de mi imaginación, ella de verdad no lo entiende. Te escribiré después, adiós".
"25 de Julio de 1997:
Levi volvio y estoy muy feliz solo que ya no es el mismo de siempre, se ve enojado y ya no me habla, está todo el día en el sótano y no sale de ahí, cuando bajo a verlo el desaparece, estoy triste, ve a mi familia muy feo y a veces me da miedo".
Pasé la siguiente página y me dí cuenta de que era la última que tenía algo escrito, se notaba que la caligrafía era un poco más difícil de leer, estaba escrita más rápidamente, sabía que esa página tenía algo malo, pero aún así la leí.
"26 de Julio de 1997:
Levi estaba en el comedor con mis padres y mi hermano. Mi papi estaba desayunando cuando de repente cayó en la mesa y sangre empezó a salir de su boca, Levi apareció junto a mi mami y puso sus manos alrededor de su cuello, mami abría la boca para conseguir aire, pero Levi apretaba su cuello muy fuerte. Mamá calló al piso y miré a Levi. Estaba enojado, podía ver el odio en sus ojos, pero también la tristeza. Llorando le pregunté porqué había hecho eso, pero el solo se acercó a Jean que miraba a todas partes asustado, antes de que pudiera decirle que se fuera, Levi ya había atravesado su pecho con su mano. Ahora estoy en mi habitación, no se donde está Levi, tengo miedo de que me haga lo mismo que a papi o a mami, yo quería a Levi, pero me quiere hacer daño, tengo qu...".
Una gran raya estaba en la hoja. Como cuando alguien está escribiendo y mueven su mano para que la pluma pinte una raya y lo que estaba escribiendo se eche a perder. El párrafo estaba incompleto, tenía miedo, un gran nudo se había formado en mi garganta, le había hecho algo al pequeño, de eso no había duda.
Unos golpes en la puerta principal hicieron que me sobresaltara. Miré la hora en la mesita de noche. Eran las 8:30 de la mañana, había estado horas leyendo el diario, me levanté de la cama y baje a la primera planta para mirar quien era. Cuando abrí la puerta la tía Annie estaba ahí, junto a mis primos pequeños.
—Hola Eren— dijo mi tía.
—Hola— sonreí—. Hola pequeños—me incliné para abrazar a Bertholdt y a Reiner.
—Hola— dijeron abrazándome cariñosamente.
—Pasen— abrí la puerta y pasaron. Los pequeños corrieron y jugaron—. No creo que haya sido conveniente traerlos— le susurré a Annie.
—Lo sé, pero está ocurriendo algo en mi casa, no como aquí, pero algo parecido— dijo viendo a los pequeños.
—¿Qué?— dije atónito.
—¿Qué es lo que tienes aquí?— dijo haciendo a un lado mi cabeza—. Tienes moretones, y tienes muchas mordidas— caminé hacia el baño y me miré en el espejo. Era verdad. Recordé el sueño que tuve, los moretones y las mordidas estaban en el mismo lugar en donde esa cosa me habia mordido.
¿Acaso no habia sido solo un sueño?
Mi tía apareció detrás de mi con una expresión de preocupación.
—¿Que sucede?
La miré y salí hacia el salón. Mis primos estaban sentados en el piso jugando entre ellos. Me senté en el sofá e intenté procesar todo lo que estaba pasando.
—Hola— la voz de Reiner hizo que levantara la mirada extrañado.
Él y Berthold miraban hacia la puerta abierta del sótano—. Eren, ¿Quién es él?— dijeron señalando la puerta. Miré en esa dirección. No había nadie.
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