Autor: Maggio, M.

Editorial:Paidós

Año: (2012)

País, Ciudad: Argentina, Buenos Aires

Título: Enriquecer la enseñanza

Los ambientes con alta disposición tecnológica

Contenido textual entre comilla, y número de página/s entre paréntesis (p.3) (pp. 60-61)

Resumen o comentario

Mariana Maggio en su obra retoma la historia que narra Humberto Maturana sobre un docente que le deja una grabación de su clase a su suplente. Cuando el docente regresa al aula, se topa con un grabador rodeado de otros once grabadores. Esta historia ilustra, en parte, el mito de la tecnología educativa en la escuela, la creencia de que el docente podría dejar de ser necesario al verse reemplazado por la tecnología.

La autora distingue dos tipos de usos que los docentes le dan a la tecnología. Por un lado, es posible encontrar lo que ella llama inclusiones efectivas, en donde la inclusión de la tecnología no se hace con la intención de mejorar las propias prácticas docentes. En este marco, el docente no reconoce el valor de la tecnología en la enseñanza, ni la integra en sus clases didácticamente. El uso que se le da a la tecnología es meramente superficial.

Para que la tecnología pueda aplicarse al aula desde lo que la autora denomina como inclusión genuina, los docentes deben reconocer el gran valor de la tecnología. Es necesario que los profesionales de la educación se formen tanto en didáctica, como en tecnología y que además, dominen el contenido que enseñan y de esta forma integren estos saberes y logren una inclusión genuina de la tecnología en sus clases. Se debe tener en cuenta que las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) atraviesan las formas en las que se construye el conocimiento y por ello, es necesario una inclusión genuina que los integre al momento de elaborar propuestas didácticas.

Cabe destacar, que los estudiantes se relacionan con las nuevas tecnologías desde edades muy tempranas y que estas constituyen, en parte, su forma de entender el mundo. Las TICs atraviesan sus formas de conocer, pensar y aprender diversos temas.

Cobra especial necesidad, crear propuestas pedagógicas que incluyan tanto lo epistemológico, como lo cultural. Esto es uno de los mayores desafíos para los docentes. Parafraseando a Maggio, es posible afirmar que las tecnologías marcan desde una perspectiva cognitiva a los estudiantes y desde una perspectiva epistemológica, a las disciplinas que se enseñan.

Al incorporar las nuevas tecnologías en las prácticas de la enseñanza, es necesario considerar el sentido didáctico con el que se utilizan, así como, el valor que tienen en la construcción del campo disciplinar.

La autora desarrolla cuatro escenarios posibles con diferentes formas de utilizar la tecnología. En primer lugar, es posible pensar en escenarios incipientes en el uso de la tecnología, en donde contando con apenas una computadora y conexión a internet, los docentes pueden planificar clases en donde, por ejemplo: a través de la investigación de noticias en internet, se propicien espacios de construcción ciudadana.

En segundo lugar, es posible pensar en escenarios enriquecidos por la tecnología, en donde la incorporación de esta en la enseñanza se da en forma compleja y exige un alto grado de compromiso y dedicación. Este tipo de propuestas requieren de una fuerte estructuración y de plazos largos de trabajo. En este escenario es necesario tener bien claros los propósitos de enseñanza y apuntar a la construcción de conocimientos de calidad.

El tercero, es el escenario de la paradoja, en el que, podemos hallar por ejemplo: un escenario en donde los alumnos esperen con ansias la llegada del recreo para poder utilizar la computadora que les fue entregada con fines pedagógicos. También es una paradoja que los docentes les permitan utilizar la computadora en el aula tan solo a los alumnos que ya terminaron de hacer la tarea escrita en papel o bien, que los equipos no se usen por miedo a que se rompan o los roben.

Los docentes, muchas veces, le temen a la tecnología, porque sencillamente no le han dado una oportunidad. Es normal sentir miedo ante lo desconocido y ante los desafíos que generan los cambios, pero, al mismo tiempo, es necesario comenzar a utilizar los dispositivos tecnológicos y las redes sociales, para así poder comprender las realidades de los estudiantes.

Las TICs atraviesan nuestras vidas y hoy resulta absurdo pensarlas como algo ajeno a la educación. Sin embargo, no basta con que los alumnos utilicen las TICs, sino que el docente debe guiarlos en un uso responsable y en pos de que se generen aprendizajes con sentido.

Por otro lado, es posible encontrar un escenario dramático, en el que la tecnología se usa de modo perverso. Se puede dar al afirmar que por el simple hecho de que una institución cuente con acceso a las TICs, es mejor que otras. La accesibilidad por sí sola no es sinónimo de que se realicen mejores prácticas ni de que ofrezcan una mejor educación. Este mismo juicio equivocado podría aplicarse también a los docentes. Es decir, que al incorporar la tecnología al aula esta debe tener relevancia y enriquecer el conocimiento. No sirve obligarse a utilizar la tecnología disponible solo porque sí, si esta no aporta algo a lo que se busca enseñar. El uso de la tecnología no es un fin en sí mismo, sino que es una herramienta más con la que pueden contar tanto alumnos como docentes.

Dentro de las características que la autora menciona con respecto a una "buena clase" con enseñanza poderosa se puede destacar: que sea memorable, es decir que deje una huella y de la que los estudiantes y su docente salgan transformados. Una buena clase va más allá de lo racional y en ella se reconstruye la subjetividad de los involucrados. "La enseñanza poderosa crea una propuesta original que nos transforma como sujetos y cuyas huellas permanecen. Es rica". (p.46)

La tecnología permite que de un modo rápido y eficiente se pueda obtener información actualizada de diferentes disciplinas. Esto resulta sumamente útil para que en las clases se trabajen contenidos actualizados, relevantes y contextualizados.

Muchos profesores proponen trabajar en forma colaborativa en donde los estudiantes puedan intercambiar distintos puntos de vista a fin de enriquecer la tarea de todos y en donde se aproveche la heterogeneidad socio-cultural del grupo. Esto sucede, por ejemplo: con el intercambio de las tareas realizadas para su posterior lectura y análisis. A partir de esta propuesta los alumnos pueden observar y comparar de forma constructiva las producciones realizadas por sus compañeros. También se pueden proponer juegos de roles en los que todos los estudiantes adopten un papel diferente y luego se lleven a cabo situaciones simuladas en las que cada uno haga aportes desde su rol a fin de resolver problemas en forma grupal. El análisis de casos puede ser también una propuesta interesante para llevar a cabo una enseñanza poderosa.

La autora defiende que una enseñanza poderosa tiene que llevarse a cabo en tiempo presente. Desde este marco se planifica en el sentido de concebir acciones que se llevarán a cabo, sabiendo que puede modificarse, pero que hay cosas que deben suceder para que la propuesta de trabajo tenga sentido. Es decir, que la planificación debe ser flexible. Además, tiene que dar cuenta del abordaje teórico actual de la disciplina a enseñar y considerar el presente de la institución y del grupo a fin de llevar a cabo clases originales y significativas. Es necesario mirar el presente reconociendo el pasado y pensando el futuro y enseñar siendo conscientes de la realidad.

Es decir, que "la enseñanza poderosa da cuenta de un abordaje teórico actual, permite pensar al modo de la disciplina, mira en perspectiva, está formulada en tiempo presente, ofrece una estructura que en sí es original, conmueve y perdura". (p. 62) La enseñanza poderosa se distingue por ser coherente. Siendo la coherencia la constatación de una práctica ética que se profundiza al revisarse y reinventarse a sí misma.

TEMA: Inclusión de la tecnología en las aulas y prácticas docentes poderosas