Orgánico.



Comenzó por una promesa, hecha a aquel caído que amé. Milenios después, me aferraba con garras e interfaces a mi parte orgánica.

Hombres cibernéticos por doquier. De entre todos ellos, ¿era mi alma "mecánica" la única defectuosa?

Por supuesto que no, sé que si ella seguía en alguna ruta, conseguiría ocultarlo mejor que yo.

Debía localizarla sin dudar. Esta última actualización no me permitiría seguir funcionando. Al menos no del modo que yo deseaba.

Odio admitirlo, pero mi habilidad para decodificar y ensamblar prototipos, no es nada sin su desquiciada nube de datos.

Transmite una señal, di que sigues encendida.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top