Capítulo 12

DÍA DOCE



La alarma del móvil sonaba a todo volumen mientras yo miraba el techo maldiciendo en voz baja, lo último que me apetecía hacer ese día era ir a clase.


Mire el móvil y tenía varias llamadas perdidas de un numero desconocido y varios mensajes de Zabdiel, aún sorprendida abrí los mensajes y lo que ponía en ellos me desconcertó.


De: Zabdiel


Leah, ¿Dónde estás?


Tengo que verte ahora


Contéstame joder


¿Estás bien?


Enserio Leah, necesito hablar contigo


Mis ojos se abrieron como platos ¿A que venían esos mensajes? Estaba preocupada, no encontraba una razón para que mandara esos mensajes, ayer solo estuve con Erick... me deje caer de nuevo en la cama, un largo suspiro salió de mí, no entendía nada, no entendía a la gente de esta ciudad, no entendía porque me tenía que pasar estas cosas tan extrañas a mí. Por un momento pensé en llamarlo pero estaba segura de que nos veríamos en la universidad y prefería aclarar el tema cara a cara.

No me apetecía arreglarme demasiado y parecía que iba a hacer calor ese día así que me puse unos pantalones deportivos grises, un top negro y las nike blancas. Ya en el baño recogí mi pelo en una coleta y me puse algo de maquillaje.

Al salir de casa Rebeca ya me estaba esperando junto al coche de su madre.

El viaje hasta la universidad fue muy entretenido, Rebeca no paro de hablar y prácticamente me olvide de Zabdiel y de sus extraños mensajes de anoche.

Al llegar Rebeca tenía prisa por entrar porque tenía que ir a ver a quien sea, así que rápidamente se despidió de mí y entro en el edificio, a lo lejos vi a Joel sentado en los bancos de la entrada con la mirada fija en el móvil.


-Hola Joelito – dije mientras nos acercábamos por detrás del banco.

Rió - ¿Joelito? – dijo girándose hacia mí con una sonrisa impecable.

-Eso he dicho, Joelito - reí - ¿Y ese nuevo look? – dije señalando la bandana que adornaba su cabeza.

-¿Te gusta? – pregunto con una media sonrisa.

- Me gusta muchísimo– sonreí. Y era cierto, además de que le quedaba muy bien hacia que se viera condenadamente sexy.

-Me encantaría seguir aquí hablando pero deberíamos entrar a clase ¿No crees? – pregunto finalmente.

-Si no queda otra solución... - dije suspirando.


Mientras recorríamos los pasillos mi cabeza comenzó a darle vueltas a los mensajes de Zabdiel, quizás le estaba dando más importancia de la que en realidad tenían pero no podía evitar preocuparme y ponerme en la peor de las situaciones. Soy así de paranoica.

Las primeras clases pasaron sorprendentemente rápido, cuando quedaba todavía media hora de la clase de Economía, avise a Joel y me ausente un momento para ir al baño.


Iba un poco perdida y tras dar varias vueltas por fin encontré los baños. Al salir, una mano agarró mi brazo firmemente y prácticamente me arrastro hacia la pared de enfrente, cerré los ojos y note como mi espalda quedaba pegada a la pared. No podía estar más asustada, no había podido ver quién era y no sabía qué hacer.


Aún en shock comencé a hablar como pude mientras abría los ojos lentamente - ¿Qué... que quieres de... ¿ZABDIEL? – Chillé - ¿Pero qué estás haciendo? ¿Estás mal del cabeza o qué? ¿Por qué has hecho? – grite mientras su fría mirada me atravesaba por completo.

-No me grites – dijo secamente mientras colocaba sus brazos a la altura de mis hombros contra la pared en la que seguía apoyada haciendo que no pudiera moverme.

Fue entonces cuando noté las heridas de sus nudillos, parecían recientes y debían de haber dolido bastante.

-¿Que te ha pasado en las manos? – dije sin pensar.

- Tenía asuntos pendientes con alguien – respondió como si fuera algo normal.

No sé porque pero lo primero que se me paso por la mente fue Erick.

*Flashback*

- ¿Qué te ha pasado? – dije secamente sin apartar la mirada del lado derecho de su cara.

(...)

Estuvimos todo el rato hablando sin parar, me dio una media explicación de lo que le había pasado en la cara, y digo media porque no estaba segura de sí una simple pelea entre hermanos podría acabar con un corte así en la cara pero bueno preferí dejar ese tema a un lado y centrar la conversación en conocernos mejor, que era para lo que habíamos quedado.

*Fin del flashback*


- Ya veo... - respondí insegura – Bueno, ¿Puedes explicarme los mensajes y las llamadas de ayer? – dije intentando tranquilizarme, necesitaba respuestas.

-¿Qué llamadas? – preguntó sorprendido.

Si no había sido él... -Da igual, no importa ¿de qué necesitabas hablar ayer?

-¿Quién te llamo? – pregunto rápidamente.

Me quede callada, no sabía cómo responderle exactamente.

-¿Quién te llamo Leah? – pregunto esta vez tanta dureza que hizo que me asustara.

Suspiré – No... no lo sé, era un número desconocido. ¿Me puedes decir ya de que necesitabas hablar ayer? – pensaba acabar con el tema hoy mismo y alejarme lo antes posible de Zabdiel.

-Nada importante solo... - comenzó a decir.

-Tus mensajes no daban a entender eso – dije con frialdad.

- No es nada importante – no había acabado la frase cuando ya se estaba dando la vuelta para marcharse.

- Espera Zabdiel, no hemos acabado de hablar – grité, estaba furiosa, no entendía a que estaba jugando.

Se paro y girándose sobre sus talones me volvió a mirar – No te fíes de nadie y menos de Erick, no todo es tan bonito como parece.

Y dicho esto continúo su camino como si nada hubiera pasado, como si nunca hubiéramos tenia esta conversación.Tenía que volver a clase, había pasado unos quince minutos fuera y Joel estaría preocupado.

Al entrar a clase su mirada siguió cada uno de mis movimientos hasta llegar a la mesa que había junto a él.

-Hey ¿Por qué has tardado tanto? – pregunto con curiosidad.

-Oh, es que me he perdido – reí nerviosa.


Por suerte para mí el resto del día pasó rápido y por fin era hora de volver a casa.

Al salir del edificio de la universidad no pude creer lo que veían mis ojos.

Al otro lado de la calle, un grupo de personas rodeaban a dos chicos mientras estos se peleaban, me estaba dirigiendo hacia Rebeca cuando vi a Chris entre la gente y automáticamente lo supe, supe quienes estaban en el centro.

Rápidamente corrí hacia la gente con Rebeca siguiéndome mientras gritaba que me detuviera, pero le hice casi omiso y continúe mi camino hacia Chris.

Al verme se acerco hasta mí evitando que llegara hasta el grupo de gente.

-¿Qué está pasando Chris? ¿Por qué se están peleando y porque nadie los separa? – pregunté alterada.

- Vete de aquí Leah, hazme caso – dijo en tono serio.

- No me voy a ir, quiero saber que está pasando – le grite.

Dirigió su mirada hasta mi amiga que ahora se encontraba a mi lado – Llévatela de aquí.

Rebeca asintió y agarró mi mano. Agotada ya, no me moleste en ponerle contras y fui tras ella.

Durante el camino de vuelta ninguna de las dos dijo nada, yo seguía dándole vueltas a todo. Desde el principio, desde el primer día que llegue aquí sentí una extraña sensación y día a día la gente no paraba de demostrarme que no me equivocaba.

Cuando llegué a casa me encerré en mi cuarto, no quería ver a nadie, estaba agotada, furiosa, confundida y cansada ya de tanto misterio. Nadie respondía a mis preguntas y nunca nadie me explicaba nada con claridad.Estaba tan frustrada y me sentía tan fuera de lugar aquí que no pude contener las lágrimas.

Deseaba más que nunca volver a España, este sitio no era para mi.


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Hola gente bella de Wattpad, hoy quería aprovechar que subo nuevo cap para recomendaros una historia que a mí personalmente me ha gustado bastante y que estoy segura de que ha muchas también, la trama de la novela es muy buena y pinta muy bien, se llama Adiós... con nuestro guapísimo Christopher Vélez, su autora es @XimenaTarrilloAlva

PD. Un millón de gracias, casi hemos llegado a los 5k y aun no me creo que Cien este llegando a tanta gente, sois los mejores aw ❤

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