4
La brisa recorrió mi rostro, secó mis lágrimas y sacudió mi cabello. Estaba asustada.
Sentado a mi lado, me observo algunos segundos. Respiró profundamente y miró al frente.
—¿Mejor?…
Negué con la cabeza.
—¿Por qué no entramos?… Podríamos hablar más cómodos ¿no?…
Suspiré.
—Tomaré eso como un no.
Limpie mis lágrimas. —¿Quién eres tú?…—sorbí mi nariz. —¿Me conoces al menos?…
Negó con la cabeza. —No—confirmó como si no lo hubiese comprendido desde un principio.
—¿Entonces?... ¿Por qué estoy aquí? —bufó cansado.
—Te lo diré sólo si aceptas ir con un médico—me miró de nuevo.
—No—rápidamente conteste. —No. No lo haré—gruñí.
—Pero haz estado con uno desde hace dos semanas—me giré a mirarle.
—¿Qué?...
—Soy médico. Intenté varias veces trasladarte hasta un hospital pero me fue imposible debido a tu condición médica—explicó.
Bajé la cabeza y escondí mi rostro.
—¿Cuánto tiempo haz dicho?
—Dos semanas—reafirmo y sentí que me partiría en dos de sólo escucharlo.
—Lamento que hayas tenido que enterarte de esta manera—volvio a mirarme con atención.
Guardé silencio y me acomode aún mejor en mi lugar.
—Necesito de verdad que me acompañes. Tengo que hacerte unos estudios para saber que es lo que realmente sucede contigo y como podemos solucionarlo—pauso unos segundos y volvió a hablar. —No puedo ayudarte si no me dejas hacerlo.
Escuché atentamente cada una de sus palabras. Tal vez tenía toda la razón del mundo. El sólo quería ayudarme.
—Está bien—terminé por convencerme.
—Eso es lo que quería escuchar—sonrío tiernamente y levanto mi cuerpo. —Te llevaré en mi automóvil. ¿Está bien?—asentí con la cabeza.
Caminando conmigo en brazos me metió dentro de su automóvil en la parte trasera y abrocho mi cinturón. Condujo hasta el centro medico y volvió a llevarme entre sus brazos dentro del lugar.
—Una camilla por favor—dijo a una chica con cabello corto y ropa extremadamente blanca.
—Enseguida Doctor—dijo ella tecleando en su computadora rápidamente.
Una camilla entro con rapidez, Ethan me dejo sobre esta y una enfermera comenzó a revisar todo de mí.
—Aquí tiene—dijo la chica de un principio entregando a Ethan su bata blanca.
—Necesito que me tengan preparada la sala de tomografía. En un momento voy para allá—dijo acomodando su ropa ágilmente. —Lucy revisa que todo este en orden internamente.
Ella asintió con la cabeza y junto con los camilleros me llevaron a una habitación.
—Tranquila. Todo esta bien—dijo en un intento por reconfortarme. —Soy Lucy y seré tu enfermera. Estaré a cargo de ti ¿de acuerdo?…
Asentí con la cabeza y ella sonrió.
—El doctor Morgado me a hablado tanto de ti. Ha dicho que eres muy linda y creeme estoy totalmente de acuerdo con el—sonrío nuevamente.
Sonreí levemente.
Comenzó a revisarme. Era tan atenta que me parecía increíble. Ella si que amaba su empleo.
—Lu, el doctor Morgado dice que esta listo. La chica ya puede pasar a la sala—llamó otra chica detrás de la puerta.
—Vamos para allá—dijo ella tomando al mando el manejo de mi camilla.
Subimos por el ascensor y me guió a través de unos pasillos. La última puerta se ilumino y me llevo hasta ella, entramos en ella y sonrió una última vez antes de salir de la habitación.
—Aquí vamos—dijo el caminando hasta mi. —Te recostaras aquí y no te moveras por nada ¿Esta bien?…
Sólo asentí con la cabeza.
—Bien. ¡Aquí vamos!—dijo tomándome una vez más entre sus brazos.
Me acomodo sobre la máquina y comenzó a darme todas las indicaciones que se suponía debía seguir.
Cerré mis ojos y la máquina comenzó su trabajo.
Todo fue rápido o al menos así lo sentí. Fue más rápido de lo que pensé.
Ethan tomo de mi de nuevo y mando a llamar a Lucy. Ella me llevo de nuevo a mi habitación.
—Necesitas dormir—dijo Lucy. —Si necesitas algo. Estaré por aquí sólo toca este pequeño botoncito—me mostró el pequeño aparatito. —¿Esta bien?—asentí con la cabeza.
—Gracias.
—Para servirte—respondió y sin más salio de la habitación no sin antes permitirle el paso a Ethan.
—Sólo vine a darte las buenas noches—habló el.
—Buenas noches—sonreí. El hizo lo mismo e intento salir. —¡Espera!—le detuve.
—¿Si?
—¿Ya sabes que es lo que tengo?—cuestioné.
—Aún no—respondió. —Pero mañana a primera hora prometo tenerlos—asintió.
—¡Espera!… eso significa que tendré que pasar la noche aquí?
—Sólo será una noche.
—Pero...
—Lo prometo—sonrío. —Además me quedare aquí para cuidarte ¿Eso te parece?...
—Esta bien. Pero… por favor—suspire. —Quedate conmigo ¿Si?…
El sonrió. —Si.
♠♠♠
Hola hola.
Pobre de nuestra Rayis :'v
—All the fucking love♣
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top