31
Miré la habitación una vez más mientras me acomodaba sobre la cama, el olor a medicina se hizo presente en mi nariz, odiaba tanto que los recuerdos aparecieran después de tanto. De inmediato Ethan, quién se encontraba sentado en la vieja silla que permanecía al fondo de la habitación corrió hasta mi lugar y sacó su estetoscopio para comenzar a revisarme.
—¿Qué haces tú aquí?—me atreví a preguntar completamente molesta. —¿En dónde esta Nicolás?... ¡Quiero ver a Nicolás!— intenté levantarme pero las manos Ethan me detuvieron.
—El está bien. Anna lo está cuidando.
—Bien, ahora ¿Qué haces tú aquí?—volví a repetir completamente molesta. No quería verlo, por lo menos no hasta que supiera quién era en realidad.
—Soy médico ¿Lo olvidas?—volvió a lo suyo, ahora ni siquiera me miraba.
—¿Quién eres en verdad Ethan?...—lo conocía hace ya bastante tiempo sin embargo me aterraba pensar que el realmente no era la persona que yo realmente pensé que conocía.
—Bien, ¿Quieres saber la verdad?...—asentí con la cabeza. —Bien, mi nombre real es Amadeo, Amadeo Brown. Soy británico, eso es verdad. Mi madre me abandonó apenas cumplí cinco, Aline Johnson fue quien me acogió en su hogar, su hijo jamás me acepto, siempre me golpeaba, decía que su madre parecía quererme más a mi que a él que era su propio hijo. Nunca pudimos llevarnos bien, por ello cuando sus padres se divorciaron él se marcho con su padre, según supe a Estados Unidos y luego a México, ahí fue donde tú lo conociste...
—¿Yo?—interrumpí.
—Desgraciadamente sí—se detuvo a tomar una gran bocanada de aire. —Mi "hermano" es Harv—mi mente se puso en blanco.
—¿H-Harv?—titubeé con miedo.
—Sí Rachelle. Hace 3 años que él volvió a Londres, me prometió que firmaríamos un tratado de paz si estaba de acuerdo en ayudarlo con algo. Aline, la mujer que considere como mi madre, me pidió que aceptara, ella quería que finalmente pudiéramos llevarnos bien. Sólo quería su felicidad así que acepte sin saber bien a lo que se refería—mi mirada viaja hasta la suya, no puedo ni siquiera creerlo.
—¿Cuál fue ese trato?
Sin mirarme deja los papeles sobre la pequeña mesa de mi lado y se sienta en el borde de la cama llevando sus manos a su cara. —El sabía cada uno de tus movimientos, no era difícil cuando se trataba de la pareja de fotógrafos más importantes de todo el mundo, ustedes dos se encargaban de casi cada una de las sesiones fotográficas en el mundo, conseguir información acerca de ustedes dos fue demasiado sencillo para él.
Imaginarlo me producía escalofríos, Harv sabía todo de mí, nunca se había marchado de mi vida. ¿Cómo se supone que iba a vivir con ello?
—Espero tanto tiempo a que fueras a Londres que hubo un punto en el que realmente pensó en volver a México, pero cuando iba a hacerlo una mañana googleo tu nombre y ahí apareció toda la información que el deseaba leer. Finalmente viajarías a Londres y ahí fue cuando comenzó a idear su plan perfecto.
Cada palabra rompe mi corazón, confíe en la persona incorrecta.
—El plan consistía en que yo fuera quien causara un accidente a ambos, Erick estaría inconsciente y así Harv tendría la oportunidad de raptarte y tenerte sólo para él. Yo- yo no quería hacerlo, no tenía porque hacerte daño, no cuando ni siquiera te conocía, y sabía bien que clase de persona era, por ello no deseaba seguir con su juego. Pero no pude negarme. No cuando mi madre estaba de por medio—su voz comenzaba a quebrarse pero ¿De verdad debía creerle, debía de hacerlo a pesar de todas sus mentiras?
Sentí las lágrimas resbalar a través de mis mejillas pero me negué a dejarlas recorrer mi rostro limpiándolas con el dorso de mi mano.
—Seguimos tus pasos desde que llegaste a Londres. Cada lugar que recorriste lo recorrimos contigo—el miedo invade todo mi cuerpo y me hace sentir indefensa, ¿Con qué clase de persona viví durante todo este tiempo?.
Se mantiene inmóvil durante unos minutos hasta que me mira de nuevo, pero yo no quiero mirarlo, no deseó hacerlo, no cuando no le conozco, y estoy muy asustada de tenerlo tan cerca.
—Pensé que causaríamos el accidente cuando ustedes dos iban de camino a su hotel pero supongo que Harv ya había detectado algo de lo que yo no tenía la menor idea, así que detuvo el plan y espero con paciencia hasta que saliste de nuevo, llevabas tus mejillas completamente rojas y empapadas de lágrimas, toda tú lucías destrozada, Harv fue directamente hasta su automóvil y me dejó la tarea de seguirlo, sería el quien causaría el accidente, dijo que yo era muy torpe y de ningún modo podría lograrlo. Tenía razón—limpia sus lágrimas sin apartar su mirada de mi y suspira pesadamente.
Siento una opresión en el pecho y unas inmensas ganas de abrazarle invaden mi ser pero no puedo hacerlo, el me hizo daño, no lo merece.
Los recuerdos de aquel día comienzan a reproducirse en mi cabeza, duelen incluso. —Conducías a toda velocidad, casi no podía seguirte el paso hasta que finalmente apareció Harv y te estrellaste contra la acera, vi tu automóvil desaparecer entre la maleza, me detuve y bajé del automóvil a toda velocidad, mi móvil vibro desde mi bolsillo, no pensaba responder hasta que vi el número de mi mamá en la pantalla principal, respondí a toda prisa, se trataba de Joshua, el hermano mayor de mi madre—se detuvo a tomar aire, las lágrimas eran cada vez más frecuentes, lucía devastado. —Mi madre había muerto—sollozó con más fuerza.
Da un respiro y continua—Lleno de dolor corrí hasta ti, Harv se había marchado, debía buscar a aquella chica que supliría tu lugar así que no hubo ningún problema y te saqué de tu ya inservible automóvil, llamé a la policía, a la ambulancia, incluso pensé en devolverte a tú familia pero espere demasiado, ni siquiera me dio tiempo de meterte en mi automóvil pues Harv regreso tan pronto como pudo y metió a aquella chica que te supliría en el automóvil. El trabajaba en el servicio forense por lo cual fue fácil conseguir aquel cuerpo, te llevo entre sus brazos hasta su casa y me obligo a cuidar de ti, ni siquiera me permitió ir al funeral de mi madre—sus sollozos son graves y rompen mi corazón, él parece ser una víctima más, al igual que yo.
Sorbe su nariz y nuevamente limpia sus lágrimas apartando su vista de mí. —Ya no me quedaba nada, así que huí contigo, sentía una gran necesidad por protegerte, de verdad deseaba tenerte conmigo y...—fuertes ruidos provenientes desde afuera interrumpen a Ethan, escucho gritos y mi corazón se acelera, Ethan me mira confundido y la puerta se abre, ambos nos miramos asustados cuando la persona que entra nos mira molesto.
—¿Me extrañaste?...
***
Hola, hola.
¿Cómo están?
Muchas gracias por su paciencia. Las amo.
Estamos muy cercas del final.
—All The Fucking Love.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top