[Sugerencia: Tener pañuelos a tu alcance]

—¿Rachelle?

—Ethan—dije sorprendida de verlo, no más de una hora había pasado, era demasiado pronto para que el regresara a casa.  ¿Qué iba a hacer ahora?... —¿Qué pasa aquí?...— cuestionó confundido analizando a cada persona que se encontraba en la sala. —¿Quiénes son ustedes?...

Intenté calmar mis nervios para responder algo coherente cuando una persona nueva entró en mi casa poco antes de que Christopher terminará de cerrar la puerta.

—¿Ethan?...—Ethan se tensó al escuchar su nombre, pero no se giro en ningún momento a encararlo.

—Erick—respondió Ethan con los labios fruncidos.

Erick... Erick... Erick... aquel nombre que tanto me había atormentado. Aquel nombre que tanto había deseado saber de quien se trataba. «¿Podría estar hablando del mismo Erick?...».

—¿Se conocen?—cuestionó Christopher despertandome de mi trance.

—Sí, por supuesto. Él fue quien encontró el automóvil de Rachelle y llamó a las autoridades—mi piel se heló, miré a Ethan fijamente a los ojos pero él me corrió la mirada, simplemente no pudo verme a la cara. Su cuerpo se tensó y en un movimiento bastante lento se aparto del frente, permitiéndome finalmente ver a aquel extraño que tanto había anhelado conocer.

Como si todo fuera en cámara lenta la mirada de aquel extraño fue directamente hasta mí, sus ojos se iluminaron y las lágrimas involuntarias salieron de sus ojos abundantemente. Un fuerte sollozo interrumpió el momento y entonces la mirada de aquel extraño ya no estuvo en mí, si no en el pequeño ser que descansaba sobre su cunero en una de las esquinas de la sala.

Con las piernas temblando y la respiración agitada caminé antes que el extraño y corrí a envolver a mi bebé entre mis brazos.

—R... R... Rachelle—la voz de aquel hombre inundo mis oídos, una sensación extraña invadía mi cuerpo cada vez que decía mi nombre.

No pensé que lo haría hasta que sentí sus brazos envolver mi alrededor aún cuando sostenía entre mis brazos a Nico.

Desesperado besó mi frente sin apartar su mirada de la mía.

—Erick... Erick para—habló Anna interponiéndose entre nosotros. —Ella no puede reconocerte, no sabe quien eres. Perdió la memoria, la estas asustando—explicó llena de pánico. —Además no sé que haces tú aquí—reprocho tan molesta que casi no podía reconocerla.

—Yo le dije que viniera—intervino Christopher.

Anna le fulminó con la mirada. —No debiste hacerlo.

—¿Por qué no Anna? Él es su esposo, debe de saber que sucede con ella.

—Por supuesto que no Christopher. Él dejó de serlo desde el momento en que le puso una mano encima—grita y entonces todo comienza a llegar a mi mente.

Dejo a Nico sobre los brazos de Zabdiel, y sostengo mi cabeza con fuerza cuando empiezo a sentir un dolor muy punzante. Ethan con rapidez corre hasta mí y me sostiene entre sus brazos mientras me recuesta sobre el sofá que esta detrás de él.

Mis ojos se vuelven pesados y no puedo mirar ya lo demás, todo se nubla.

Los recuerdos me invaden de manera confusa, dolorosa y dan directo en mi corazón.

•••

Lo primero que veo es a una mujer y un hombre sentados al frente dándome la espalda, estamos dentro de un auto, a mi lado descansa un pequeño bebé de no mas de 3 años, la radio suena a volumen considerable y escucho a los adultos cantar, la mujer se gira a mirarnos y puedo ver una gran sonrisa en su rostro, un rechinido de llantas es lo ultimo que puedo escuchar y entonces despierto en un escenario completamente diferente.

Anna esta a mi lado y ambas bailamos de lo más animadas hasta que el contenido de uno de los vasos de refresco caen sobre mi vestido recién adquirido, furiosa me giro a encarar a quien quiera que lo haya hecho y cuando noto la mirada avergonzada de aquel chico no puedo evitar sonrojarme, es tan apuesto, ojos color verde y una muy hermosa sonrisa.

El escenario vuelve a cambiar y cuando menos lo imaginó aquel chico apuesto esta sobre mí, me esta golpeando. Lloró y suplicó que pare pero no lo hace, en cambio sigue gritando y no deja de golpearme.

Para y por fin puedo abrir mis ojos, el paisaje a cambiado y puedo sentir la libertad, giro mi rostro y me encuentro con Erick, mirándome atentamente, estamos sobre una roca y puedo verlo todo desde aquí. Giro mi rostro al lado contrario y todo cambia de nuevo, escucho sollozos y entonces camino hasta ahí, silenciosa con mis pasos entro en la habitación y no puedo evitar sentir miedo al ver como Erick se aferra al cuerpo sin vida que tiene entre sus brazos. Lloró de nuevo y retrocedo, accidentalmente choco con algo y me giro a mirarle, ojalá no lo hubiera hecho. Es Joel, y me esta mirando, luce bastante angustiado, y con señas me pide que me giré, totalmente angustiada de verlo de esa manera hago lo que me pide y escucho un fuerte sonido haciendo vibrar incluso lo más profundo de mi ser. Fulminada caigo al piso, mis oídos se han ensordecido pero aún con ello puedo escuchar la voz suplicante de Joel, escucho el mismo sonido y todo termina.

Erick me mira desde una de las esquinas de la habitación.

—Él... él murió—y todo vuelve a terminar.

—Adiós Rachelle—susurra casi inaudiblemente quien se encuentra a mi lado y suelta mi mano.

—¡Espera! ¡Por favor no te vayas!—quiero gritar pero no puedo, mi cuerpo no responde a lo que mi cerebro le indica. No voy a rendirme.  —Erick—murmullo con todas mis fuerzas y todo se detiene. El corre hasta mi al igual que los médicos. Lo he logrado pude hacerlo.

Abro mis ojos y estoy de nuevo sobre la misma roca de momentos atrás, sólo que esta vez es una ocasión diferente.

—¿Quieres casarte conmigo?—escucho a Erick decir y mi corazón da un vuelco.

—¡SÍ!—grito y me abalanzo a sus brazos llevando mis labios a los suyos.

Me separo de su cuerpo y estamos en una habitación diferente.

—¡VIAJAREMOS A LONDRES!—grita y besa mis labios mientras me abraza por la cintura. Me giro a mirarle y de nuevo a cambiado.

Las luces de lo que parece ser un gran hotel de lujo aparecen frente a mí, mis manos están sudando y mi corazón se acelera cuando finalmente aparece el gran Harry Styles a través de las enormes puertas de cristal.

Erick me regala una sonrisa y me pide que me tranquilice pero estoy muy emocionada como para hacerle caso.

Harry extiende su mano y me saluda al igual que a Erick, pero todo comienza a tensarse cuando empieza a alagar mi atuendo y es amable conmigo.

La noche se hace tan corta y no podría ser para más ya que teniendo a Harry diciendo sus chistes sin sentido había alegrado la noche.

Cuando llega la hora de despedirse el se acerca a mi oído tanto como puede y sonríe. —Ojalá Lou pueda conocerte pronto, estoy seguro de que vas a encantarle—susurra tan bajo como para que sólo nosotros dos lo escuchemos y Erick me aparta tan brusco como le es posible. Confundido Harry vuelve a abrazarme y vuelve a pegar su boca a mi oído —Que sea nuestro secreto—dice pero esta vez no es tan silencioso como antes.

—Hasta luego—dice Erick con la quijada muy apretada y con su brazo firme me conduce hasta el auto ejerciendo bastante fuerza.

—Hasta pronto—me grita Harry y termina guiñando un ojo.

Sonrió para mis adentros pues he confirmado mis sospechas acerca de Larry y rió muy internamente de ver a Erick tan celoso, si sólo supiera la verdad.

El camino a nuestro hotel, es silencioso, Erick luce tan molesto que ni siquiera he intentado cruzar palabra alguna con él.

Estaciona el auto y antes de que siquiera pueda bajar el me arrastra todo el camino a la habitación. Y yo que tenía pensado darle la noticia de que pronto íbamos a ser padres.

Intenté ignorarlo, no quería que pasara a mayores. Pero no le ha  importado.

Gritamos tantas cosas sin importar un poco el lugar donde nos encontramos. Las palabras simplemente salían de nuestras bocas sin siquiera ser procesadas.

Grité sintiéndome victoriosa cuando su mano se impacto con mi rostro, jamás pensé que el sería capaz de hacer algo como esto. Lloré tanto como pude. Estaba asustada.

Corriendo entre en el automóvil que habíamos rentado y conduje a través de la carretera en un intento por huir de la realidad.

Llamé a Anna y le dije todo o al menos eso intente cuando aquel auto que salio de la nada me hizo impactarme con la acera, caí lo más profundo y sentí cada centímetro de mi cuerpo romperse.

Una luz ilumino mi vista y las manos de alguien se envolvieron a mi alrededor, todo volvió a nublarse. Pensé que sería el fin. Ojalá lo hubiera sido.

♣♣♣
Hola hola.

Levante la manita quien lloró con este capítulo tan esperado por todos.

—All the fucking love♣