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Rachelle

Las calles estaban vacías, no había personas recorriendo las calles a como se acostumbra en Nueva York, supongo que Londres era muy diferente. Los autos eran veloces y la fuerza con la que golpeaba el viento secaba mis mejillas de las lágrimas que no cesaban.

Miré a Erick, observé sus ojos, esos ojos que me habían enamorado ya no eran verdes, eran más obscuros y estaban llenos de rabia. Llevaba el ceño fruncido y sus manos apretaban el volante con fuerza, tanto que sus nudillos lucían blancos, estaba molesto sin razón alguna.

Estacionó el automóvil y bajó a gran velocidad de el, le rodeó rápidamente y abrió mi puerta, tomó de mi brazo y me arrastro hasta la habitación sin importar cuantas personas podían mirarnos en el camino.

—¡¿PERO QUE MIERDA SUCEDE CONTIGO?!—grité molesta una vez dentro de la habitación, limpie mis lágrimas y me alejé de su toque.

Sus dedos se habían marcado en mi piel, jamás me había tratado de esa manera.

—¡NO RACHELLE! ¡¿QUÉ MIERDA PASA CONTIGO?!...—gritó de vuelta acercándose peligrosamente a mí cuerpo.

—¡¿A QUÉ CARAJOS TE REFIERES?!... ¡YO NO HICE NADA!—grité, nada parecía poder controlarnos, ni siquiera el hecho de que no estábamos en casa si no que se trataba de un hotel en donde toda la gente podía escucharnos.

—¡¿CREES QUE NO ME DI CUENTA DE COMO LE COQUETEABAS?!–cuestionó incontrolable.

—¡¿QUÉ?!—grité exaltada, debía tratarse de una puta broma. Retrocedí unos pasos y jale de mis cabellos en forma desesperada.

—¡NO TE HAGAS ESTÚPIDA!...—me apuntó con su dedo índice mientras se acercaba a mi cuerpo violentamente. —¡SÓLO TE FALTO PEDIRLE QUE TE COGIERA!—su tono de voz aumento, se había vuelto loco. Y yo definitivamente no estaba más para tolerarlo.

—¡ERES UN IDIOTA ERICK!—dejé que mis brazos cayeran a ambos lados y me aleje de él. Las lágrimas se aproximaban pero más que ser de dolor, se trataban de lágrimas de rabia.

—¡VEN AQUÍ RACHELLE!—gritó de nuevo caminando detrás de mí.

—¡No!—bajé mi tono de voz. Estaba agotada. —No voy a hacerlo. Se acabó. Mañana será otro día y entonces si podremos hablar—expliqué suspirando, si continuabanos con esta discusión después no podríamos parar.

—¡NO RACHELLE! ¡NO HE TERMINADO DE HABLAR!—gritó tomándome de un brazo nuevamente.

—¡PERO YO SÍ! ASÍ QUE DEJAME EN PAZ ¿QUIERES?—grité, comenzaba a lastimarme, estaba a punto de marcharme.

—¡NO! SIMPLEMENTE NO PUEDO DEJAR ESTO PASAR. ESTABAS COQUETEANDO CON ESE CHICO FRENTE A MÍ, NO LO DEJARE PASAR.

—¡POR DIOS ERICK! ¡NO ESTABA COQUETEANDO CON NADIE!—lloriquee totalmente agotada, estaba harta de escucharlo, quería irme de allí, no iba a permitir que me siguiera insultando.  Me solté de su agarre y caminé en dirección contraria, recogería mis cosas y me iría a dormir a otra parte.

—¡LO HICISTE RACHELLE!—respiró profundamente y continuo. —¡ASÍ COMO LO HICISTE CON JOEL!

Me detuve. Cerré mis ojos con fuerzas y me giré en su dirección. —¡MANTÉN A JOEL LEJOS DE TODA ESTA PUTA MIERDA QUE TU SOLITO CREASTE!—
grité con fuerza frente a su rostro.

—¿POR QUÉ?...—no respondí, sólo continúe con mi camino. —¿PORQUE SABES QUE ES VERDAD?...

Mordí mi labio inferior y luego le mire de vuelta. —¿POR QUÉ NO SE LO PREGUNTAS A MARGOTT? ELLA SABÍA MUY BIEN DE ESAS COSAS—respondí cansada.

Tal vez después de decirlo me arrepentí un poco por jugar con la memoria de los muertos, pero tal vez también sentí una gran satisfacción cuando noté la reacción de su rostro.

Sonreí con hipocresía cuando la ira se apodero de él, se acercó a mi cuerpo y  sin darme un poco de tiempo para reaccionar, su mano impactó contra mi mejilla derecha produciendo un sonido que aturdió mis oídos durante un par de segundos. Un sonido que resonó durante más tiempo dentro de mi cabeza.

No lo procese, todo había sucedido tan rápido. Tragué saliva y cubrí mi mejilla con una de mis manos, el dolor era indescriptible pero era aún más mi dolor en el corazón por darme cuenta de la clase de persona que alguna vez había dicho ser el amor de mi vida. Cerré mis ojos y retrocedí algunos pasos lejos de él, tenía miedo, enojo y mucha tristeza.


Su rostro palideció, la ira se convirtió en miedo y sus ojos comenzaron a producir lágrimas.

Fruncí mis labios con fuerza, tomé las llaves del automóvil y en completo silencio salí de la habitación.

No me siguió, ni siquiera intentó detenerme, y realmente lo agradecía, no quería escucharle, no lo quería cerca, se había terminado, él lo había terminado.


Con rapidez corrí hasta el automóvil, inserte la llave y encendí el motor, necesitaba marcharme, alejarme de él, no lo necesitaba, era un completo idiota.

Me alejé a toda velocidad, tal vez si había sido una buena idea el haber rentado un automóvil deportivo.

Mis ojos comenzaron a derramar las lágrimas que tanto había intentado contener y por un momento sentí fragilidad en mí una vez más.

Buscaría un hotel y después iría por mis cosas, tal vez podría llamar a Anna o Jane, ellas podrían ayudarme y no tendría que volver con Erick.

Tomé el móvil entre mis manos y marqué el número de Jane, sonó tres veces pero jamás hubo respuesta de su parte.

Apreté con fuerza el volante y continúe con más rapidez, debía encontrar un lugar en donde dormir antes de que fuera más tarde, pise el acelerador y limpie mis lágrimas, me era difícil ver mi camino con ellas en mis ojos.

La luz roja llego pero hice caso omiso a ello y continúe mi rumbo.

Encendí la radio y puse la primera emisión que encontré "Set fire to the rain" de Adele, sonreí inconscientemente y subí el volumen.

Mi móvil vibró desde el asiento de a lado y con dificultad logré llegar hasta el.

Era Anna.

Deslice mi dedo sobre la pantalla y respondí a su llamada.

—¡Ray!... Lamento llamar tan tarde pero pensé que estará haciendo mi chica consentida.

Anna— interrumpí en medio de un  susurro.

¿Ray estás bien?cuestionó angustiada.

N... No—gemí de dolor. Estaba tan asustado de no saber a dónde ir.

—¿Ray estás conduciendo?—dejé que el sonido del motor del auto a toda velocidad respondiera. —Deben ser como las 12:40 de la madrugada es muy peligroso conducir a esas horas en Londres... Ray ¿Qué sucedió? Detente por favor, puedo escuchar que no vas a una velocidad prudente. ¡Ray!







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¡Hola! ¡He vuelto!

Estoy emocionada por lo que viene ¡YEIH! ....

-ALL THE LOVE♣

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