Maratón 3/3

Me deje guiar por él hasta llegar a la parada del bus. Pasadas dos horas llegamos hasta nuestro destino, mi cuerpo parecía que se quebraría en cualquier momento por lo que sólo corrí en dirección a mi habitación lanzándome de un sólo salto hasta la cama.

Cerré mis ojos.

"¡Ella estaba embarazada! ¡Ibamos a ser padres" grita Erick mostrándome el cuerpo sin vida de Margott, sus ojos me miran y me culpan de su muerte mientras se aferra al cuerpo sin vida, ella sabía que yo había sido la causante de su muerte. Erick me había preferido a mí por eso es que la había dejado sola. Yo debía haber sido la muerta y no ella. Ella merecía ser feliz junto a su pequeña familia, la pequeña familia en la que se convertirían.

—¡RACHELLE!—grita Joel sacudiendo mi hombro con suavidad. —¡Rachelle, sólo fue un mal sueño!—dice trayéndome a la realidad de nuevo.

—¡JOEL!—sollozo abrazándome a su cuerpo.

Sus brazos me envuelven y con una de sus manos acaricia mi cabello dándome el confort y la seguridad que necesito.

—Ya todo está bien. Sólo fue un mal sueño—dice acariciando mi cabello. —¿Quieres que duerma contigo?—cuestiona apartándose de mi cuerpo.

Limpio mis lágrimas y asiento con la cabeza.

—Bien—dice el acostándose en la cama yo sólo me acomodo a su lado. —Ven aquí—me ordena abriendo sus brazos.

Sonrío tímidamente y me recuesto en su pecho, el envuellve sus manos a mi alrededor y planta un beso en mi cabeza. —Todo estará bien. ¿Okey?—vuelve a besar mi frente y termina por darme un último beso en la mejilla. Lleva sus manos a mi espalda y la masajea con suavidad.

Escucho el latir de su corazón me siento tan segura estando a su lado, dejo que sus latidos me arrullen y termino por quedarme dormida.

*****

Joel condujo hasta el lugar que le dije, no mencionamos nada acerca de Erick. Cuando llegamos aparcó el automóvil y caminamos dentro del edificio buscando el que pertenecería a Erick. Lo encontré al cabo de unos minutos y llame a la puerta hasta que esta se abrió. No fue Erick quien me atendió, sino una mujer de cabello rubio ondulado, llevaba grandes ojeras y sus ojos hinchados y rojos aún con lágrimas en ellos.

—Hola—saludé. No tenía idea alguna de cómo hacerlo. —Me llamó Rachelle. ¿Se encuentra Erick?

—¿Eres amiga de él?—cuestiona llevando un papel a su nariz.

—Si.

—Está dentro. No ha querido salir de su habitación. Soy Karen mamá de Margott—mi corazón cae al piso. Por eso su mirada.

—Lo... lo lamento.

—Ve anda. Quizás puedas ayudarle—me dice la mujer guiándome hasta su habitación. —Sólo entra—me ordena al ver mi intención de llamar a la puerta.

—Gracias—agradezco adentrándome a la habitación, me giro a mirar a Joel y el sólo asiente con la cabeza. Sonrío en su dirección y entro con seguridad a la habitación. —E-E-Erick—balbuceo nerviosa entrando en la habitación. No parece haber rastro alguno de él.

La luz del cuarto de baño estaba encendida y la puerta entreabierta, camino muy silenciosamente hasta allá y entro sin aviso previo.

Erick llora desconsoladamente a un lado de la bañera, su cuerpo tiembla y luce frágil. Me acerco hasta él y me siento a su lado, guardo silencio algunos minutos y tomo de su cuerpo envolviéndolo con el mío, no respinga en ningún momento sólo se dedica a llorar sobre mi pecho.

—Ray—habla finalmente con la voz rota.

Le miro preocupada.

—¿Por qué sigues conmigo?... Siempre te hago daño... ¿Por qué no simplemente te alejas?—pregunta aún envuelto en su propio llanto.

—Porque a pesar de todo te sigo amando—confieso con pesadez. Él me podría hacer el daño que quisiera y yo seguiría amándolo, llámenlo irónico o tal vez masoquista pero en el corazón no se manda y aunque solo reciba dolor, estaba dispuesta a darlo todo por él.

—No lo merezco—gruñe apartándose de mi cuerpo.

—Losé. Pero aun así te amo.

***
Hola hola.

¿Qué tal todo?

Ya se viene lo bueno.

*←Stephanie (derecha) y Estella→ (izquierda) en multimedia.

Tengan un lindo día. Los amo ♥

—All the love♥