Capitulo 1.







Lucy solía ir al puedo de vez en cuando dando pequeñas visitas de doctor, asegurándose de que todo estuviera en orden. Sin embargo, nunca mencionaba algo sobre Luna; si mandaba algún saludo, si mandaba algo o su ubicación. Ninguna nota de ella llegaba al pueblo, como si ella nunca se hubiese ido con Lucy. Como si Luna hubiese desaparecido durante todo ese tiempo.

La joven rubia de juventud eterna miraba la nieve con cierta serenidad desde la ventana del auto. Iba completamente sola hacia la casa de su hija. Todo había estado tranquilo por el lugar, pero la idea de traer a Luna de vuelta a su hogar no le pasaba por la cabeza. Miró la puerta con tranquilidad y la abrió lentamente para pasar como si hubiera vivido en esa casa toda su vida.

Tresh estaba en la sala de la casa, leyendo pacíficamente mientras que Jack preparaba algo en la cocina. Desde que Luna de había ido y había dejado el clan a manos de su hermano Diego todos los días eran iguales. Solo pasaban por la casa para comer o descansar un poco y se iban a sus rondas. Víctor había decidido llevarse a Emily a su clan por algún tiempo y Kyle solo iba a dormir a esa casa.

Todo se sentía vacío.

Lucy miró a ambos de reojo y subió las escaleras. Todo era tan tranquilo por el lugar, por lo que sentía un ambiente pesado y aburrido.

—Hola cachorro— gritó una vez estando arriba, para después abrir la puerta de la habitación de Luna.

Los hermanos simplemente lo dejaron pasar.

—¿Crees que ahora si venga a comer?— preguntó Jack entrando a la sala con una charola en las manos y la dejándola sobre la mesa del centro.

—No creo— respondió Tresh, dejando su libro de lado y tomando un sándwich de la charola—. Kyle solo viene a dormir entrada la noche y se va apenas sale el sol.

Jack asintió.

— Supongo que esta casa le trae recuerdos.

Tresh le dedicó una mirada.

—A todos.

—Alguien no anda de humor— comentó Jack.

Tresh se encogió de hombros. La puerta se abrió y Kyle entro a la sala, sentándose en el sillón individual y tomando un sándwich.

—¿Qué?— preguntó, al percatarse de la mirada anonadada de sus dos hermanos. Ambos negaron y siguieron comiendo, intentando no mirarlo. Aun que no lo lograron por mucho tiempo—. Dejen de mirarme como si no me conocieran.

Tresh y Jack apartaron la mirada de Kyle.

—Bueno— murmuró Tresh— ... es que hacia tiempo que no te veíamos por aquí a esta hora.

Kyle no dijo nada.

—Hola, cachorro— saludó Lucy, pasando corriendo por la sala como si nada en dirección a la biblioteca. Una vez en el lugar dedico un vistazo a la enorme habitación, que parecía una biblioteca publica— Esto me tomara toda la semana...—susurró recargándose en el marco de la puerta fastidiada.

Kyle ni se inmutó por la presencia de Lucy. Se había acostumbrado a sus cortas visitas.

Por inercia, tocó su dije de ópalo con los dedos.

—¿Acaba de llegar?

Tresh y Jack asintieron, mirándolo.

Kyle rodó los ojos.

—Dejen de mirarme así.

—Kyle...

El aludido levanto la vista para mirarlos.

—La verdad, estamos un poco preocupados— continuó Tresh—. Por ti.

Él arrugó la frente.

—¿Por mi?

—Bueno, es que eres algo distante desde que...— se apresuro a responder Tresh, pero fue bajando la voz hasta casi susurrar.

Negó.

—Pues no deberían—dijo—. Estoy bien, perfectamente bien. Ella dijo que volvería y yo le dije que la esperaría.

De la cocina salió Ethan, como si hubiera estado en su propia casa.

Desde que Víctor se había llevado a Emily sus tardes también eran algo aburridas. Su único entretenimiento era molestar a los licántropos. Pero esta vez estaba algo nervioso, pasándoles de largo dirigiéndose a las escaleras ignorándolos completamente. Después de unos segundos bajó con la misma actitud.

—¿Ahora que mosca te picó, cazador?— preguntó Jack, con rostro aburrido.

—Ninguna— dijo él con toda la naturalidad del mundo, tomando un sándwich de la bandeja para irse a la cocina —. Por lo visto Lucero ha vuelto, ¿se le perdió algo?

Jack se encogió de hombros, indiferente.

—Nunca nos dice nada cuando viene.

—¿Dónde esta ella?— preguntó Tresh.

Kyle solo se hundió mas en su lugar. El cazador solo se encogió de hombros mirando por la ventana.

—¿Creen que se vaya pronto?

—Quien sabe— respondió Tresh.

Jack suspiró.

—Esto es tan aburrido— se quejó, mientras se estiraba mas en el sillón.

Kyle rodó los ojos.

—Bueno...— murmuró Ethan rascando su nuca mientras se dirigía a la salida—Esta oscureciendo y tendré que hacer mi ronda— se despidió mas apresuradamente de lo normal.

—Ese cazador anda muy misterioso— murmuró Jack, mientras doblaba los brazos tras su cabeza.

—Jack, tu y yo también tenemos ronda esta noche— le recordó Tresh.

El aludido hizo una mueca de desagrado pero no se movió de su lugar.

Kyle se levantó con un suspiro y dejó a sus hermanos en la sala para dirigirse a donde Lucy revoloteaba libros. Ella hojeaba un libro tras otro.

—¡DIOS! Ni que decir de los cuentos que leíamos a Luna. Son demasiados.

—¿Necesitas ayuda?— le preguntó él, mientras se acercaba.

Lucy se exaltó un poco ante la presencia del licantropo, estaba tan distraída que se paró del susto.

—¿Qué? Ah... no, no cachorro. Estoy bien— miraba de un lado a otro —¿Ocurre algo, Kyle? Te noto... diferente.

—No, nada— murmuró él mientras pasaba la vista sobre algunos libros— ¿Cómo esta ella?

Lucy apretó los labios, mirando los libros.

—¿Quien?

—Luna— respondió Kyle de manera indiferente, con la vista ocupada en los libros de alrededor— ¿Cómo esta? Siempre que vienes no dices ni una palabra al respecto.

—Ah... ella, emm— tomó varios libros al azar para comenzar a acomodarlos de vuelta a los estantes—. Bien, supongo. Hace meses que no la veo, ya sabes... —se encogió de hombros sin dirigirle la vista para nada— Esta en un internado. Las visitas son limitadas, Kyle.

—Ya veo— murmuró—. Un internado ¿eh?—tomó unos libros y los acomodo distraidamente en un estante—Imagino que debe ser de humanos ¿no?

—Algo así— susurró Lucy, deseando que dejara de preguntar.

Kyle se sacudió las manos y suspiró.

—Bien— susurró, mientras comenzaba a caminar a la puerta, sin mirarla.

Una vez que se fue, Lucero dejó los libros sobre la mesa.

—Me da mala espina — susurró para si misma.

Kyle se dejó caer sobre la nieve del patio, con un bufido.

Por lo menos ya sabía que Luna estaba bien, pero, ¿cuanto tiempo mas tenia que pasar? Ya hacía dos años que se había ido sin mandar una carta o algún recado con Lucy. Suspiró.

—Aun te sigo esperando— susurró, mirando el cielo oscuro apenas iluminado por las estrellas.

Dos licántropos corrían por el bosque apresurados. Las sombras se veían entre los árboles, como si buscasen algo en especial. Ambos se detuvieron un momento.

—¿Se les perdió algo, muchachos?

Jack y Tresh aparecieron frente a los licántropos, atentos.

—Este ya es territorio de otro clan— dijo Tresh—. No deberían estar aquí...

—A menos que ya lo sepan y estén buscando algo— interrumpió Jack.

El licantropo castaño retrocedió un poco, mientras que el otro avanzó y poco a poco tomó su forma humana.

—¿A quien llamas muchacho, saco de pulgas?

De las sombras salió una chica de estatura mediana, cabello a media espalda rizado de un rojo anaranjado, piel pálida con un par de pecas adornando sus mejillas, y sus ojos, aun en la oscuridad, se miraban de un verde profundo.

—¡Megan! ¡No nos metas en problemas!—protestó su compañía al tomar su forma humana.

Otra chica, pero de piel aperlada,alta, cabello negro lizo y largo, ojos de un tono avellana.

Ambas portaban uniforme.

—Ya nos íbamos... — anunció la chica pelinegra tomando a la otra del brazo.

—Mujeres— murmuró Jack.

Tresh le dedicó una mirada a su hermano para después mirar a las dos chicas.

—En cualquier caso ¿qué hacen aquí?

—Paseo nocturno.

— Excursión..

Habían respondido al mismo tiempo, por lo que se miraron una a la otra.

—Y además ni saben mentir— se quejó Jack, cruzándose de brazos y alzando una ceja—. Dejen los cuentos para otro día y digan qué están haciendo aquí.

—Empezando por decir a que clan pertenecen— continuó Tresh.

Ambas se miraban de una a la otra.

—Em... ¿clan?—preguntaron las dos. Era mas que evidente que ninguna había estado en un bosque antes. Y si lo habían estado solo era por un día de campo.

—Soy Megan— respondió la pelirroja—. Por lo que tengo entendido provengo del los licántropos de... algún bosque, creo.

—Yo soy Indie— continuó la otra chica—, soy de... de un clan desértico ...creo.

—¿"Creo"?— repitió Jack, mirándolas con el ceño fruncido— ¿están tratando de decir que no tienen un clan?

—Eso explica porque no tienen rasgos parecidos— comentó Tresh— ¿Deberíamos decirle a Kyle?

Jack miró por segunda vez a las chicas.

—Yo creo que si.

—Kyle—pronunciaron las dos al mismo tiempo. El plan de señalar al vacío y salir corriendo ya no era una opción para ellas.

—Por un momento pensé que eran esos Exiliados — dijo Megan algo aliviada.

—Aun así no estamos seguras. Recuerda que nos dijo que no confiaríamos en nadie— se excusó Indie escondiéndose detrás de Megan.

Jack alzó una ceja.

—¿Qué saben de los Exiliados? Casi pareciera que huyen de ellos...

Tresh levantó la mano, deteniéndolo.

—Vengan con nosotros— dijo—, hay cosas que queremos preguntarles. Pueden irse después si quieren.

—Negativo—pronunciaron ambas al unisono, retrocediendo un poco.

—No podemos irnos, no sin saber cuales son sus nombres...— dijo Indie, nerviosa.

—A parte, cualquier pregunta que quieran hacer, pueden hacerla aquí. Por que no nos moveremos de este lugar.

—Si quisiéramos lastimarlas ya lo hubiéramos hecho— respondió Jack, con una sonrisa burlona.

—Soy Tresh, y este es mi hermano Jack— dijo—. Pertenecemos al Clan de los Lobos Negros, pero por ahora estamos con los Lobos Grises.

—Nuestro hermano Kyle es el encargado, por así decirlo, de lo que suceda alrededor del territorio, así que vamos a ir con él— determinó Jack.

—Eso ya lo sabemos— respondieron las chicas.

—Pero no podemos irnos de aquí — aclaró Indie un poco mas tranquila—No sin encontrar al saco de pulgas.

—¿A que "saco de pulgas" se refieren?— preguntó Tresh, mirándolas.

—Orión — pronunciaron al tiempo, encogiéndose de hombros.

—Al estar aquí cerca salió corriendo— explicó Indie.

—¿Orión?— repitieron ahora Tresh y Jack al mismo tiempo.

—¿Crees que sea...?—Jack se giró a ver a Tresh.

—Es posible— respondió, para mirarlas—¿De casualidad Orión es un perro raza Husky ?

—¿Que es un desastre?— preguntó Megan cruzando se de brazos— El mismo.

Jack y Tresh se miraron y luego sonrieron.

—Creo que ya sabemos con quien esta Orión— dijo Tresh—. Debe de estar en la casa de los Lobos Grises. Ahí esta Kyle.

—Lo dudo— susurró Indie.

—Bueno, ya que parecen ser inofensivas nos vamos— dijo Jack, dándose la vuelta—. Aun así no deberían entrar a territorio desconocido.

—En cualquier caso, veremos si Orión esta con nuestro hermano— continuó Tresh, dándose la vuelta.

Ambos desaparecieron en su forma lobuna, dirigiéndose a la casa del clan y las chicas asintieron.

—¿Y por dónde vamos?— preguntó Indie preocupada.

—Podremos salir solas, no creo que sea tan difícil. Ella dijo que nos guiáramos por nuestro instinto— dijo Megan.

—Los hubiésemos acompañado...

—¡Eso seria trampa!

Una joven caminaba por el pueblo en dirección al prado. Tenia una capucha negra y su piel pálida hacia destacar sus labios rojos por el frío, su cabello negro caía como cascada a sus costados. Miraba de un lado a otro.

—Ya se han tardado en salir, Orión. Sabia que su orientación era pésima, pero no tanto— susurró la chica sentándose en la nieve, donde solía ser un campo de flores—¿Crees que debamos buscarles?— lo pensó un momento—Creo que es mejor— susurró la chica. Orión ya no era un cachorro pequeño, sin embargo salio corriendo como cuando solía serlo—¡No, Orión, compórtate!— gritó saliendo detrás del perro.

—Yo creo que debíamos traerlas para acá.

Tresh rodó los ojos.

—Tu solo las estabas espantando, Jack.

Ambos entraron a la casa, en sus formas humanas.

Jack se dejó caer en el sillón de la sala, sonriendo.

—Cierto— dijo—. Pero fue lo único interesante que pasó esta noche.

—¿Donde estará Kyle ?

Jack se encogió de hombros.

—No debe tardar en llegar.

Un viento frío sopló haciendo que el cabello se le fuera a la cara. Kyle se levantó con un resoplido y se apartó el estorboso mechón negro. Ya tenia que cortarse el cabello. Se estiró y se echó el cabello hacia atrás. Ya la noche estaba entrada.

Se iba dando la vuelta cuando escuchó un ruido en los árboles. Se acercó con cautela y se arrodilló con una pierna.

—Pues no hay nadie...— susurró, pero apenas se comenzó a levantar una gran bola de pelo se le abalanzó, lamiéndole toda la cara— ¿Pero que...?—apartó al perro como pudo y se puso en pie, sacudiéndose la ropa. Lo miró fijamente y este simplemente se sentó en sus patas traseras y le lanzó un ladrido amistoso—¿Orión? — murmuró, incrédulo.

El perro movió la cola, contento.

—¡Te dije que no corrieras!— gritó la chica corriendo detrás el ya—no—tan—cachorro. La capucha le cubría la mayor parte del rostro. Se hincó ante el perro para acariciarle un poco y regañarle entre dientes—¡Te dije que teníamos que buscar a Megan e Indie, no que salieras corriendo!— protestó la chica algo enfadada—Lo lamento, aun no sabe obedecer— susurró una disculpa.

Kyle quedó mudo por un momento.

Tenia que ser Luna. Su rostro había cambiado un poco, pero nunca la confundiría.

Tenía su aroma, su voz y hasta algunos modos.

—Igual que cuando era cachorro ¿no?— murmuró él, saliendo de su sorpresa.

Orión ladró y se levanto, corriendo en círculos alrededor de los pies de Kyle, como cuando cachorro.

Luna alzó un poco la vista, de tan distraída que estaba no había sentido la esencia del forastero. Abrió un poco los ojos de asombro, sin embargo, se había quedado muda.

Kyle tenía los ojos ligeramente abiertos, como si aun no creyese que la tenia frente a él. Se acercó para arrodillarse frente a ella, teniendo cuidado. Tomó delicadamente la mejilla de Luna en su mano, con un atisbo de sonrisa asomándose en su rostro.

—Eres de verdad— susurró para si mismo—. Es como... una ilusión.

Luna sentía su sangre helar, y su corazón latir al mil por hora, se encogió de hombros.

—He vuelto a casa— susurró con una sonrisa que se comenzaba a dibujar en su rostro.

Ella se inclinó un poco, abrazándolo lo fuerte que podia. Dos años habían sido eternos. Kyle también la envolvió fuertemente entre sus brazos, respirando su aroma.

Un ligero viento helado sopló, pero no importaba.

—Ya no te vayas— le murmuró.

Luna solo sonrió un poco, el forastero tenia el dulce aroma de su hogar.

—Es lo que menos quiero...quiero quedarme aquí— susurró ella a lo bajo.

Kyle sonrió y la apretó un poco mas a él, sintiendo que si la soltaba tan solo un poco podría esfumarse.

—Lucy dijo que estabas en un internado— dijo, recordándolo de pronto.

La sonrisa de Luna se borró al instante., separándose un poco.

—¿Lucy?— entrecerró sus ojos algo molesta— ¿Ella ha venido al pueblo, a casa ?

Kyle la miró extrañado.

—Si... viene de vez en cuando pero nunca dice nada sobre ti— respondió, para después pensarlo un poco— ¿Quieres decir que nunca estuviste en un internado?

—Si estuve en un internado— Luna se puso de pie caminando de un lado a otro— ¡Pero nunca me dijo que venia aquí!

Estaba verdaderamente molesta caminando como si fuese un león enjaulado. Orión ladro mientras Kyle se ponía en pie y lo acariciaba. Había crecido bastante.

—¿Por qué no te lo diría?— preguntó en voz alta— Para empezar, ¿ella sabe que estas aquí?

Luna se detuvo para negar levemente con la cabeza.

—No creo que lo note, ella no tiene por que enterarse.— murmuró.

Él la miró con incredulidad.

—Viniste sin decirle— adivinó él—. Ella cree que estas en ese internado aun, pero sabes que ella de todo se entera.

Orión ladeó la cabeza.

—Nos vamos a meter en problemas— continuó Kyle—, pero si es la única manera de verte— se encogió de hombros, intentando ocultar la sonrisa de diversión.

—Al fin y al cabo ni que estuviera aquí— ella sonrió de oreja a oreja, algo aliviada.

Él rió ligeramente.

—Entonces... ¿cómo hiciste para llegar hasta acá?— preguntó con curiosidad.

—Pues...

—¡LUNA!

Ambos miraron de un lado a otro. Hasta que Luna vio a Indie salir de entre los arboles y la nieve, seguida de Megan.

—¿Qué sucede?— preguntó la aludida.

—Es que... aquí se... se sienten... problemas...— gritaba Indie mientras se acercaban, a la vez que intentaba tomar el aire.

—Indie no se te entiende nada, habla claro.

—La presencia de Lucy... está cerca. Ella está aquí...— explicó Megan.

—¡¿Qué?!

—¡Tenemos que volver!— dijo Indie, logrando tomar aire.

—¡No podemos volver, a estas alturas ya se habrán dado cuenta que nos fugamos de la escuela!— protestó Luna para enseguida tapar su boca.

Las tres chicas estaban vestidas de la misma forma, salvo que Luna traía su capucha.

Kyle frunció el ceño.

—¿Fugarse?— repitió, mirando a Luna y a las dos chicas alternativamente, para después dejar la vista otra vez en Luna— No dijiste nada de eso.

Orión ladró, como apoyando a Kyle.

Luna sonrió un poco, aun que sabia que eso no solucionaría nada.

—Pensé que ya lo sabias, le mandé una carta a Ethan — susurró, esperando no obtener ningún regaño al respecto.

—Ethan no dijo nada de ninguna carta— respondió Kyle, arrugando la frente.

Orión ladró.

—¿Entonces qué haremos?— preguntó Indie mordiéndose las uñas.

—Estamos entre enfrentar la furia de Lucy o de la Directora— susurró Megan.

Luna solo suspiró intentando que algo se le viniera a la cabeza. Kyle observaba a Luna sin dejar de fruncir el ceño.

¿Por qué Ethan no le habría dicho nada de la carta? Era verdad que esa tarde había estado muy raro, pero no era excusa.

—Quedarse aquí fuera no es opción— dijo— ¿Por qué no en tu casa, Luna? Solo estamos mis hermanos y yo ahí, los tuyos ni siquiera van.

—Pero ¿ Y Lucy? Probablemente se quede en mi habitación. Si siente nuestra esencia va a obligarnos a volver al internado— apuntó Luna, descantando la idea.

—Sin contar que la Directora nos torturará— añadió Indie algo nerviosa.

—No, ya no quiero lavar el baño de los varones de nuevo— dijo Megan con la mirada en el vacío.

Kyle torció la boca. Era verdad.

—Tal vez Ethan les pueda dar asilo mientras busco que hacer— propuso, sin encantarle la idea—. Les diré a Tresh y Jack, tal vez ellos tengan una idea que sirva.

—¡Es una estupenda idea! ¡Siempre he querido conocer un cazador! — Indie estaba mas que encantada.

—Pero su abuelo conoce a Lucy, sin mencionar que no le agrado a muchos de su familia, Kyle— descartó Luna. Las opciones se acababan.

Él chasqueó la lengua y se quitó el cabello de la frente.

—Jack— susurró, recordando algo—. Ya se que podemos intentar.

—¿Qué cosa?— preguntaron las tres al unisono.

—Espera ¿Jack no es uno amargado con cara de pocos amigos?— preguntó Megan.

—El mismo— contestó Kyle, encogiéndose de hombros—. Pero en el verano mi amargado hermano estaba construyendo una especie de "guarida" para desaburrirse— se cruzó de brazos—, supongo que podría prestárnosla.

—¿Una guarida?— preguntó Indie.

—¿De tu hermano?— preguntó Luna.

—¿El gruñón cara de acosador?— preguntó Megan.

—No me gusta esa idea— negaron las tres al mismo tiempo.

—No es precisamente de Jack—dijo, riendo por la reacción—, él dijo que la construiría para lo que se ofreciera— sonrió divertido—. Es eso o limpiar los baños de los varones de nuevo.

—¡Tu no serias capaz!...¿verdad?— preguntó Luna algo preocupada.

Las otras dos chicas se pusieron delante de ella.

—¿Guarida has dicho? Suena divertido ¿no es así, Megan?

— ¡Claro, Indie! Suena interesante ¡y acogedor!

Kyle se encogió de hombros, aun sonriendo.

—Sabía que les gustaría la idea— dijo—. Ahora solo hay que pedirle a Jack su ayuda—se giró y lanzó un fuerte "¡Jack!" para después volverse a las chicas de nuevo—En un minuto viene.

—Por cierto, por las prisas no nos hemos presentado, que maleducadas somos. Mi nombre es Indie— susurró la chica con una sonrisa.

—Yo soy Megan—  siguió la otra, desinteresada.

—Tú has de ser Kyle ¿cierto?— preguntó Indie con una sonrisa.

—Si, es un gusto— contestó sonriendo de manera amable.

Orión se paró de repente, mientras que se escuchaban unos estridentes pasos acercarse.

—¿Se puede saber por qué carajo gritas como anciana desquiciada a estas horas?— renegó Jack, saliendo de entre los árboles. Arrugó el ceño confundido al verlos reunidos a todos— ¿Me perdí de algo?

Kyle rodó los ojos.

Luna apartó la capucha de su cabeza, para alzar un poco la vista.

—Hola, Jack. Vaya, dos años ¿eh? Si que a pasado tiempo, jejeje...

—¡Hola!— dijeron Megan e Indie con una sonrisa en sus labios.

—¿Luna? ¡Que sorpresa!— dijo— Pensé que seguías en ese internado que Lucy...— miró a Indie y Megan con extrañeza, para después percatarse que las tres chicas llevaban el mismo uniforme— ¿No están grandesitas para ser niñas exploradoras?— preguntó, señalando a las tres.

—¡Jack!— Tresh salió de entre los árboles, sosteniendo una sarten quemada en las manos— ¡Se te quemó la comida! ¿Ahora qué vamos a...— se detuvo bruscamente al darse cuenta de la reunión—... comer?

—La familia se junta— murmuró Kyle.

—Hola, Tresh. Me alegra volverte a ver — Luna sonrió un poco, la situación parecía volverse mas complicada.

—¿A eso le llaman comida?— preguntó Megan en un murmuro mirando el sarten.

—¡Luna! También me alegra volver a verte— saludó Tresh, lanzandole la sarten a Jack, quien la atrapo haciendo una mueca.

—No se ve tan mal...— murmuro Jack, mirándola desde varios ángulos— Tal vez aun sirva.

—¿Vienen de excursión o algo así?— preguntó Tresh, ignorando a Jack y reparando en los uniformes de las chicas.

Jack acercó la ensarte a Orión, quien en seguida se alejó.

—De hecho, de eso tenemos que hablar— dijo Kyle—. Jack ¿recuerdas la guarida que construías en el verano?

—¿Qué pasa con ella?— preguntó Jack distraidamente, mientras arrojaba la ensarte a alguna parte.

—Necesito que nos la prestes.

Jack lo miró entrecerrando los ojos.

—Dijiste "nos" ¿A quien te refieres?

—Pues...— Kyle miro a las tres chicas.

Megan e Indie miraban a Luna. Esta solo jugo con sus dedo.

—Pues... digamos que, hipotéticamente, tres chicas se escaparon de su internado, y éstas no pueden regresar pero tampoco pueden quedarse, debido a que una persona QUE NO puede saber que están aquí se esta quedando en el hogar de una de las tres chicas — hizo una breve pausa entrecerrando sus ojos — ¿Qué pensarían?— sonrió nerviosa.

—¿Qué? ¿Tres prófugas de la justicia en MI guarida? No. Ni hablar.

Kyle bufó.

—Dijiste que esa guarida era para cuando la necesitaríamos. Bien, la necesito ahora.

—Y tú dijiste que no querías saber nada de esa guarida cuando YO la estaba construyendo, Kyle— respondió Jack, cruzándose de brazos.

—Yo te ayude a hacerla— le recordó Tresh—. Y digo que las chicas se pueden quedar ahí si lo necesitan.

Jack lo miró entrecerrando los ojos.

—Traidor...

—Bien— sonrió Kyle— ¿Nos guían hasta ella?

—"¿Nos guían hasta ella?"— le imitó Jack en voz baja mientras comenzaba a caminar.

—¡Eso es grandioso!— gritó Indie.

—Por cierto, están apunto de cumplirse las 24 horas desde nuestro escape, así que no tardaran en llamar a nuestros tutores — dijo Luna

—Al llegar aquí le mande un mensaje a mi padre y Megan hizo lo mismo que sus padres.

—El problema aquí no son nuestro padres, Indie. El problema es Lucy, ella tomará cartas en el asunto— le aclaró Megan.

—Necesito que nos hagan un favor — pidió Luna —. Lucy tiene un celular.

—Ese teléfono es especial ya que es el único que tiene— añadió Indie.

—Dentro de poco tiempo al amanecer, recibirá una llamada del subdirector avisándole de nuestra desaparición— dijo Megan.

— Ella sabe que no tengo a donde mas ir, así que es probable que no se marche asta encontrarme—terminó Luna.

—Y supongo que ahora tenemos que tomar el celular— adivinó Tresh—. De acuerdo, supongo que eso lo haré yo.

Jack rodó los ojos.

—Si Lucy se entera de esto nos va a cortar la lengua con unas tijeras sin filo.

—Tú lo has dicho— dijo Kyle—. Sí se entera...

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