•"Cielo Oscuro, Gloria Roja"
I
La atención varios la buscan por diversos motivos. No todos tienen esa necesidad de obtenerla y claro, hay diferentes niveles o tipos de atención que se conoce hoy en día.
A He Tian le gusta ser el centro de atención en ocasiones, es algo excéntrico y siempre está rodeado de gente, chicos que buscan ser sus amigos, y aún más chicas que buscan ser más que sus compañeras de la escuela. Sin embargo, existe una persona la cual él especialmente, busca ser su centro de atención de dicho individuo.
Aceptación o corresponder; nadie quiere ser marginado, todos quieren ser aceptados en algo. Por sus padres, por sus amigos, en algún equipo de la escuela, en la sociedad. Algunos quieren ser perseguidos, otros buscan también ser correspondidos por esa persona que les hace sentir diferente a lo usual, esa pizca de cariño o amor en algunos casos. Buscan ese afecto, la aceptación de sus sentimientos.
He Tian tiene una confesión. Y busca ser correspondido por esa persona que le atrae significativamente. Quiere esa mirada siempre en él, quiere ser aceptado por aquel chico pelirrojo y sobre todo, ser correspondido igual o con más fuerzas que sus sentimientos, ser deseado por aquella persona diferente al resto. Incluso ha comenzando a sentir celos de cualquiera que atraiga la atención del pelirrojo, aunque sea muy mínima.
Rechazo, es una palabra que no encaja en él junto a todos sus sinónimos. Y algo que está muy ligado a esta palabra es el dolor, algo que no busca obtener por todo lo que ha sufrido cuando era más joven. A él le ha tocado rechazar a varias chicas que le confiesan su amor, pero por otro lado, él jamás se ha confesado a nadie, y por lo tanto, no sabe lo que es ser "rechazado".
Obligación. ¿Obligar él? Claro que no lo hará. Pero puede que use un poco su fuerza o contención para que Mo GuanShan sea sólo para él. Es egoísta, sí. Pero, ¿Qué más da? Tampoco es que lo vaya a someter, no le gusta ver al chico al borde del llanto cuando se siente sometido por alguien. Él será muy bueno, lo hará feliz. El corazón de ese pelirrojo es suyo, porque quiere probar y tener ese cuerpo de gloria.
El cielo oscuro estará en él, pero ya no estará solo otra vez. Porque si es sincero y le permiten decir, prefiere estar acompañado en la temible oscuridad, que en total soledad en una luz cegadora.
II
A menudo me dijeron:
"Quédate en tu lugar",
Los logros de los ricos están más allá de ti.
La cama donde naciste te prohíbe apuntar más alto.
No es precisamente un total fanático de la música, escucha canciones de vez en cuando y siempre estando en casa. Por lo regular sus géneros favoritos suelen ser: rock y rap. Pero ya que se compró unos auriculares, se permitió darse ese lujo de poder escuchar música mientras va la escuela. Aquella canción se la había recomendado su amigo calvo, y le atrae más el ritmo que la propia letra.
A menudo se reían de mí audacia
El hábito hace al monje
Lo que sea que hagas.
Rampa en el lugar de esperar,
Eres bueno doblando la espalda.
Mo GuanShan casi siempre a dónde va ha tenido problemas en la escuela, y no siempre porque comience peleas o agreda a las personas físicamente. Tan sólo por su apariencia de chico malo no muy atractivo con mala cara y que uno de sus padres tiene "antecedentes". Sin conocerlo bien lo empiezan a juzgar, diciéndole sin vergüenza alguna, que es un delincuente, un ladrón o en el peor de los casos un futuro asesino embustero.
Cuando ingresó su primer año, apenas a un buen colegio, una escuela superior (preparatoria) en Shanghái no fue una excepción, aunque hizo de algunos contados seguidores que podría considerar tal vez amigos de la escuela o de su propio pequeño círculo social, la mayoría de sus compañeros, alumnos y algunos profesores lo juzgan, tachan de mal estudiante y delincuente o en el mejor de los casos ignoran casi por completo su presencia para ahorrarse decepcionarse.
Sin embargo algo extraño, inusual había ocurrido estos últimos diecinueve días exactos. Y es que un chico en particular se le había pegado y no comprendía el porqué. Seguía creyéndose que lo hacía solo para molestarle, pero hasta cierto punto ya es demasiado lejos que siga haciéndose pasar por su amigo cercano cuando para el pelirrojo claramente no lo es. No son amigos, sólo conocidos de la escuela. Compañeros. Todavía no se acostumbra a su forma de pensar.
Lo que le molesta de está persona en particular es que no es cualquier estudiante de su colegio, si no un demonio. Un galán entre todas las chicas y hasta puede que maestras, también popular entre otros chicos debido a su supuesta carisma y lo bueno que es jugando básquetbol aparte de ser uno de los mejores estudiantes de la escuela.
Somos lo que somos,
Dices gracias y eso es todo.
Tienes que inclinarte sin indignarte
Hasta el final.
Naces rey, o no eres nada.
Ni siquiera quiere mencionar el hecho que descubrió hace poco, que ese chico molesto, al parecer es jodidamente rico. Lo cuál solo le hace sentir entre confundido y frustrado todavía más. Sin llegar a comprender bien las intenciones del azabache.
¿Me quiere humillar de alguna manera que no entiendo? ¿¡Y si quiere ser cercano a mí para sacar mis secretos y luego divulgarlo por la escuela!? Definitivamente no lo permitiré, menos de ese bastardo pervertido. Los pensamientos de Mo GuanShan eran casi bien conocidos por varios de la escuela sin siquiera ser popular. Todos saben que no está muy agradecido de tener al He pegado a él casi todo el tiempo.
Pero dime;
¿Por qué está vía cruzada?
Quiero la gloria a mis rodillas
Quiero el mundo o nada en absoluto
No los placeres, no los pequeños deseos, los privilegios.
Quiero las heridas del amor loco
Quiero la soga alrededor de tu cuello.
No los placeres, no las pequeñas sonrisas, los hechizos.
Aunque de hecho, en estos días ha llamado la atención tanto del alumnado como los profesores por el simple acto o hecho de que siempre, siempre el famoso He Tian lo tiene pegado a su lado. El azabache no dudaba de ir hasta su salón para buscarlo y en caso de que no se encontrará le preguntará a varias de sus compañeras o en debido caso reconocía a su amigo rapado —el chico con el que más se junta incluso antes de haber llamado la atención de Tian varios días atrás—, y de inmediato le saca información. En el almuerzo siempre se lo cruza así como en la salida.
Mo seguía pensando que está muy bien sin la hostigosa compañía del otro, aunque no va a negar que sólo había algo que lo beneficiara realmente de ser "amigo" suyo. Y es que ya no lo molestan ni con la mirada. No ha escuchado más comentarios a sus espaldas sobre él, ni nadie queriendo pelearse con su persona o algunos otros compañeros burlándose y queriendo molestarlo en público. Hasta cierto punto lo dejaron tranquilo. Incluso el matón de la escuela, She Li parece haberlo dejarlo en paz de momento. Eso es un gran logro.
¿Acaso todos estos tipejos le tienen miedo a He Tian? De todas formas, ¿Qué habrá hecho él para que dejen de molestarme? Creí que le gustaba eso...
Todavía no se siente familiarizado con la forma extraña de pensar del azabache. Le es todo un humanoide raro el cuál no puede comprender bien su manera de molestarlo. No entiende bien sus actitudes o si realmente por muy extraño que parezca, en realidad quiere ser amigo de alguien como él. Y si esté es el caso, ¿Por qué de él? ¿Qué cosa de él es tan interesante como para llamar la atención y diversión de Tian?
¿Por qué lo pienso tanto? No es como si me importará realmente...
"Bolita pelirroja, necesito hablar contigo. Es serio. Espérame en el lugar de siempre. " _10:00 am.
"Más vale que llegues puntual. No querrás que te joda las bolas." _ 10:01 am.
Dos mensajes le habían llegado a su móvil, siendo el último el que le pareció bastante amenazante, odiando también que días atrás Tian consiguiera su número por culpa de algún profesor que de alguna forma el He habrá influenciado para que se lo diera si o sí. Lo cuál le causa más intriga poder saber cómo demonios lo hizo. Asimismo cabe agregar que durante estos varios días, Tian le había hecho tantos apodos que seguramente ya habrá perdido la cuenta pero se acuerda de cada uno de ellos por tantas veces y en varias ocasiones que se los ha dicho. Ya sea desde en privado como en público, este último siendo le más vergonzoso.
Pequeño Mo, tomatito, pimiento, No cierres la montaña, montañita, bolita pelirroja, cachorro, bebé, y el más reciente Momo. Este último se lo robó a su madre, y es el que más le hace sentir estupefactado cada vez que lo escucha salir de sus labios. Ya que ese apodo es muy infantil y sólo su madre se lo decía, hasta que llegó Tian a joderle la existencia.
Al principio habrá sido para molestarlo, pero ahora parece más como una costumbre, algo más personal y raramente cariñoso del que el He se encapricho.
Sin más opción y queriendo ignorarlo,va a verlo donde han acordado. Preguntándose un poco preocupado que es lo que quiere hablar con él que tenga que ser tan serio e importante para que sí o sí vaya.
¿Deberíamos implorar sin nunca tocar el cielo?
Me quedé clavado sin despegar mis alas
Amén a todo lleva a nada, maldita sea.
El destino, las leyes, no me someto.
No me pidas más que camine derecho
Sentiré tus errores,
Me encanta el camino que veo.
El idiota que quieren que sea...
Ni muy perezoso pero tampoco muy rápido llega al lugar acordado en cuestión de minutos, maldiciendo de no disfrutar de su segundo sandwich en la salida. El que siempre guarda en el receso.
—¿De que quieres hablar conmigo? Se rápido, tengo que ir a mi trabajo de medio tiempo y no deseo perder más tiempo contigo. — habló brusco y claramente molesto, con sus manos en los bolsillos de sus pantalones y fingiendo un poco de indignación, para darle a entender al otro que su tiempo es "limitado".
Tian se acercó y con una media sonrisa que poca emoción trasmitía en un inicio.
—Eres un bastardo insensible.
—Vete al demonio. — le alzó el dedo corazón como muestra de que poco le importa su opinión. Aunque tampoco comprendía a qué se debe que le diga específicamente insensible.
Se dio media vuelta, pues si He Tian sólo quería molestarlo como siempre no tenía tiempo para ello, como ya dijo. Prefiere ir a su trabajo.
—No te he dado permiso de irte, escúchame. — le tomó de la muñeca, deteniendo lo en su andar.
Mo se soltó de su agarre con brusquedad, pues el He le había acariciado de paso sus nudillos lo cuál considera bastante extraño. ¿Qué clase de broma le quiere hacer? Sabía que no podía confiar en ese bastardo. No le gusta para nada sus muestras de afecto hacia él. Son muy peculiares, por decirlo de alguna forma menos ofensiva.
—¡Pues sueltalo de una maldita vez!— exigió impaciente. Frunciendo todavía más su ceño.
He Tian no podía creer que Mo siguiera tan a la defensiva en esa situación. ¿Realmente el pelirrojo es tan tonto que no puede captar ni un poco la atmósfera a su alrededor? Es tan despistado que lo considera tanto irritante como sumamente adorable. Sólo GuanShan le causa ese choque de emociones fuertes.
—Me gustas mucho. — confesó con una sonrisa amplia y que cualquier chica podría considerar encantadora, deslumbrante.
Quizás no lo demostrará, pues había sonado ligero y confiado, pero por dentro el corazón de He Tian bombeaba rápido. Su pecho se sintió cálido junto a un hormigueo extraño, diferente. Después de todo se acaba de confesar directamente con la persona que tanto le gusta y por supuesto, le gustaría recibir una respuesta pronto.
—... Ya deja de bromear. — respondió el pelirrojo, quién lo miraba incrédulo luego de haberse quedado en blanco por aquella confesión. Claramente sin creerle.
Quería reírse burlonamemte, pero sólo le salió una risa nerviosa y bastante fingida, sin gracia alguna. Se había tomado la molestia de escoger ése lugar porque a esas horas, nadie pasa por ahí.
—No miento, no estoy bromeando.— le dijo Tian con una expresión repentinamente seria, sorprendiendo al contrario. Más cuando esté lo acorraló contra una pared, causando que el pelirrojo se sonrojara inevitablemente.—Me gustas tanto que, no puedo soportar la distancia que a veces pones entre nosotros. No puedo soportar el deseo de besarte o tener nuestros cuerpos juntos así como soñar con tenerte desnudo en mi cama. — le murmuró, cada vez más suave y acercándose a su rostro, para que así solo el más bajo lo escuchará. Tentativo a besar sus labios y hacer suya esa boca tan grosera, que primitivamente la desea con tanto fervor.
Con una obsesión que le enferma.
—¡Estás jodido! Si esto es una maldita broma juró que yo—, empezó a decir exaltado, claramente confundido y molesto, puso sus manos como un muro entre su boca y la del más alto para que esté no le besará. Igualmente para que no lo viera sonrojado.
¿Por qué me sonrojó? ¡Soy un hombre! ¡Está tan cerca mío! ¡Esto no puede ser!
—Mo, no estoy bromeando. Si te digo esto es porque quiero escuchar una respuesta de tu parte. — demandó e interrumpió, lamiendo las manos que lo cubrían parte de su rostro causando por inercia que Mo las bajara asqueado y sorprendido.
Tian siguió acercándose hasta que no hubiese espacio entre sus cuerpos, hasta el punto de rozar sus entrepiernas una con la otra. Provocando un poco de fricción, poniendo más alterado al pelirrojo que no sabía ni siquiera a dónde esconderse. Por muy cobarde que sonará la opción, queriendo huir.
¿Esconderme? ¡Debo enfrentarlo! ¿Pero como mierda lo hago?
Asustado de que cualquier estudiante o maestro fuera a ese lugar y los cachara en tal situación, intenta pensar en algo. Sin duda se metería en muchos problemas y no quería que su madre se preocupará en vano, por eso mismo no pidió ayuda o algo parecido. Él mismo podía sacárselo de encima.
Si tan sólo deja de presionar ahí...
—...
—¿Podrías venir a mi casa este fin de semana, para la cena?— le preguntó más calmado sin presionarlo demasiado, el largo silencio de Mo le inquieta. Para la mente del He, había creído que una vez se confesara de alguna manera tendría a Mo más permisivo.
El ligero cambió de tema fue, desconcertante. Shan seguía sin saber que pensar o que decir. La situación le parece rara y muy comprometedora. Aborrece la idea de que pueda gustarle alguien como Tian. ¿Quizás es porque es un chico? No lo sabe todavía. No sabe lo que quiere. No tiene en orden sus emociones. Él no está preparado para nada de eso, solo quiere terminar sus estudios y ponerse a trabajar para ayudar a su madre.
—No se si pueda-
—No cocinaras. Pediré la cena. Sólo quiero que vayas esa noche.
—Dejame pensarlo. — respondió casi robóticamente. Siendo la única forma de que el azabache por fin se apartará y lo dejara respirar un poco, especialmente que dejará de presionarle esa zona.
Mo quería estar en su cama ahora mismo. Odiaba el hecho de sentirse así, o de ser él en esos momentos...
Si todo lo que dice He Tian es verdad, ¿Por qué a él? ¿Debe de aceptarlo? Todavía no se familiariza con él en su totalidad, como un amigo, ¿Y ya quiere que sean pareja? No puede creerlo.
No quiere ni pensarlo. Pero tampoco quiere perder su amistad con él, ya que después de todo, ningún otro chico ha querido protegerlo tanto como He Tian...
—Odio la pubertad. — se dijo para si mismo irritado y tan confundido.
Él no es homosexual, y aunque hasta el momento ninguna chica le ha llamado especialmente la atención, está más que claro que tampoco gusta de algún hombre. No se siente para nada atraído del físico de otro chico.
En un gran intento de dejar de pensar en ello, fue hasta la salida para distraerse, de camino a su trabajo. Quizás debería empezar a ser un estudiante regular, si se centra en los estudios lo suficiente, podría dejar de pensar demasiado en los conflictos interno que posee y que por culpa del estúpido He Tian, no deja de tener en mente.
III
GuanShan quizás fue obvio. Porque los siguientes tres días ignoró olímpicamente al azabache o en su defecto trato de evitarlo lo mejor posible, lo cuál fue un éxito que hasta el mismo se felicitó por conseguir no toparse con él, ni con los otros chicos. Si Zhang Zhen o Jian Yi específicamente lo encuentran o saben dónde esta o estará, no cabe duda que se lo dirán si o sí a He Tian.
Pero claro, no podía evitar a alguien tan insistente y egocéntrico como lo es He Tian por mucho tiempo. Ya que si no eran ese par, cualquier otro estudiante — más si es una chica— le dirá su ubicación. ¿Por qué todas ellas caen rendido ante ese cara de polla? ¡Simplemente no lo entiende!
Oh, cierto. El chico es popular. Eso le da influencia entre las femeninas. Además de ser un excelente estudiante y atlético. Sigue creyendo que no tiene nada de especial.
Ignorarlo en la escuela pese a no ser fácil, lo consiguió. Sin embargo, Mo había prometido ir a casa de Tian en las montañas. Durante el recorrido, se había pensando seriamente la confesión del He.
—Creí que seguirás ignorando me, que ni siquiera vendrías. — habló primero Tian para romper el hielo. Sonando bastante relajado, despreocupado pero con sutileza, curioso.
—Yo tampoco, pero tampoco me parecía justo dejarte plantado sin siquiera avisarte. — suspiró luego de contestarle. Rezaba porque el momento no se pusiera incómodo después.
Mo veía a todos lados. El lugar le seguía pareciendo increíble. Y cuando fueron al comedor, la gran mesa llena de platillos y demás se le hizo aún más sorprendente. Olía delicioso todo, así como que hasta le mesa y las sillas se veían elegantes. ¿Iba a comer con el emperador de China o qué?
—Espero que el pequeño banquete que pedí sea de tu agrado.— amablemente le indicó sentarse, poco después él lo hizo.
—¿Se supone que esto es pequeño?— preguntó aún con sorpresa e incrédulo Mo. No iba a negar que a pese no tener mucha hambre, su estómago rugió y la boca se le hizo agua apenas se sentó muy cerca de toda esa comida. Siendo una gran distracción para su propósito inicial.
—Para dos personas, sí. Pero créeme que tú comida siempre será mi favorita. — le sonrió cálido.
Cálido de una forma que, a Mo le hizo reflexionar. Hasta el punto de ponerse serio y querer aclarar las cosas de una vez, o si no ese sentimiento, esa tensión en su cuerpo no acabaría.
No podía sentirse bien consigo mismo, no quería hacerle eso a He Tian. Ya podía comprender y ver ahora todo con claridad. Las indirectas del otro, sus miradas, cuando sutilmente lo toca en ciertas zonas creyendo que no se dará cuenta, y de hecho, la mayoría de las veces no se da.
—... Quiero...— habló luego de un largo silencio, dándose una pausa para inhalar y exhalar, buscando las palabras adecuadas y transmitir sus pensamientos de la mejor manera. El contrario no dejó de mirarlo en ningún momento.
—¿Si?
—Lo estuve pensando bastante, y realmente no quiero hacerte esperar o impacientar por una respuesta de mi parte. Yo jamás he recibido alguna confesión romántica, mucho menos lo esperé de otro hombre. Y realmente quiero ser sincero, sin ser grosero contigo. — explicó luego de haber reunido valor y tener su mente ordenada, clara, sin dejar de sentirse nervioso pero no tanto.
—Pequeño Mo, tú enserio...
Nunca te adelantes ni te ilusiones.
GuanShan se puso de pie repentinamente, causando un ruido sordo al mover bruscamente la silla hacia atrás al haberse parado. Se inclina ligeramente hacia adelante, por un largo rato.
—Lo siento. Pero solo te veo como un amigo. Agradezco mucho las cosas que has hecho por mí, aunque muchas veces seas un idiota, engreído y pervertido, realmente te aprecio como amigo. Todavía no me familiarizó del todo con tus pensamientos, pero sé que no eres una mala persona.
Hay cosas que uno no quiere escuchar.
A nadie le gusta la sensación del rechazo.
¿Por qué había creído que podía conseguirlo? Hubiera sido demasiado bueno para ser cierto...
—¿Me estás escuchando?
La gloriosa voz de Mo lo sacó de sus pensamientos. Un tanto ido. No tenía muy en claro que responderle, su cuerpo actuó por instinto. Cómo un animal.
Se paró hasta darle la vuelta la mesa y acercarse a él, sin darle espacio.
—Tenemos que hablar sobre el espacio personal. Definitivamente es una mala maña tuya y,—
Lo besó.
Y maldita sea, es tan jodidamente bueno. Sus labios encajan con los suyos, incluso deberían estar juntos de esa forma, humedeciendo se entre sí. El pelirrojo no parece reaccionar al principio, está desconcertado, callado e incómodo. No se mueve, pero Tian desliza su lengua enmedio de los labios ajenos, queriéndose meter dentro hasta juntar sus lenguas. Sus labios pegados están ardiendo, son suaves también. He Tian parece ser que ignoró el significativo hecho de que lo acaban de rechazar, se lo pasó por las bolas y quiso tomar posesión de los labios ajenos. El pelirrojo seguía aturdido que reaccionó bastante tarde.
El He no aguantó, es mucho para él. Sus manos recorrieron su cintura hasta sus sentaderas. Pensando lo bueno que sería si pudiera llevárselo a su cuarto y hacerlo suyo. No dejarlo salir hasta que acepte sus sentimientos y doblegarlo, dominarlo. Marcar ese cuerpo de gloria hasta que se supiera que es de él.
Pero está consiente de que está mal. Tan sólo es un pequeño deseo ambicioso. Él que lo ha tenido todo, que nació en cuna de rey, ahora quiere algo de ése pelirrojo. Algo que no es fácil de ceder.
Cómo fue de esperarse, un golpe en le pecho recibió, fuerte y certero que consiguió sacarle al aire por un momento. Antes de que llegarán más, el pelirrojo pudo detenerlos.
—¿¡Qué mierda te pasa!? ¿¡Quién te crees tú para besarme!? IMBÉCIL.— gritó mientras intentaba zafarse del agarre fuerte del azabache y a su vez, intentar patearlo.
Está exaltado, disgustado y decepcionado. Cómo si la confianza que tenía en él haya sido rota. También por el hecho de no haber sido escuchado. Confundido, ¿Por qué Tian le besó de esa manera luego de haberlo claramente rechazado?
—Pequeño Mo, para. Cálmate.
—¿¡Cómo quieres que mierdas me calme!?— le respondió con justa razón. No le tiene miedo pero, estaba tan frustrado. La forma en como lo besó y tomó por la cintura, muy en el fondo aparte de aturdirlo, lo estremeció.
—Escuchame. — le abrazó, apretándolo para que dejará de resistirse y seguir intentando golpearlo.
—... ¿Por qué me besaste?— le preguntó indignado, calamandose un poco entre los brazos del azabache.
—Porque quise. No hay mucha explicación en eso. Es mi deseo.— admitió, y antes de que el pelirrojo le contestará de alguna otra forma, prosiguió.—¿Soy un egoísta por no querer que te vayas de mi lado? ¿Por qué nunca me olvides y aspirar a ser algo más que un amigo tuyo? Se que estoy mal, pero no puedo dejar de pensar en ti de está forma...
Hubo una breve silencio, no incómodo pero tampoco del todo agradable. Solo tranquilo. Mo no sabía dónde poner sus manos que no sea en el cuerpo ajeno. Sus pechos están cercas. A esa cercanía, puede sentir el calor del mayor.
—He Tian, no... No puedes obligarme a quererte de esa forma, a corresponderte. No seas tan idiota.
—Tampoco puedes obligarme a mí que dejé de quererte.
—¿No vas a dejar de molestarme, verdad?
—Quedate está noche. — pidió, abrazándolo un poco más fuerte.
—Lo haré.— suspiró, sin poder creer lo que acaba de decir.
—¿Eso significa que me darás una oportunidad?— se separó un poco del pelirrojo.
—Eso significa... Que te dejaré ser mi amigo y estar a mi lado. Pero no prometo más. — aclaró, aprovechando el espacio para separarse más. Todo le fue tan raro y ahora mismo se sentía cansado.
—Pequeño Mo, haré que seas mi amante. No te decepcionaré. — añadió divertido, pero sin mentir. Con ese tono seductor.
—Eres un jodido arrogante.
¿Qué se puede esperar de esté par?¿Cómo sera su relación?
Un extenso cielo oscuro, y una montaña en gloria roja.
Palabras: 4,144
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: sábado 07 de noviembre del 2020
Fandom: 19 Days
Historia: "Cielo Oscuro, Gloria Roja"
Nota del escritor:
¡WOW! ¡Una pequeña y nueva historia de estos dos!
Tengo que confesar que la tenía planeada y adelantada desde hace varias semanas atrás, pero por uno que otro motivo no me animan a subirla. Pero por fin, aquí se las traigo.
♦Mini Curiosidades:
•Esta historia es mi 59° oficialmente terminada de todas mis historias.
•Para crearla me inspire en una canción. De hecho su letra la puse en este capítulo, solo un par de fragmentos.
La canción originalmente está en francés, se llama: "le rouge et le noir la gloire à mes genoux" que significa: Gloria roja y negra en mis rodillas.
Me gustó mucho el ritmo. Y la letra me hizo sentirla identificada con Mo.
•Titulo.
Si bien para el título igual me base mucho en el nombre de la canción, hubo notable cambio. La Gloria Roja le quedaba perfecto a Mo, pero tuve que agregarle y cambiarle a Cielo Oscuro.
Cielo por el significado del nombre de He Tian, y oscuro por qué es el color que le representa al personaje. O eso creo yo.
•Frase
La frase de la descripción de la historia, o al menos las primeras líneas que dice "no puedes obligarme a qué dejé de hacerlo", es una frase del Dios Apolo de la mitológia griega, para Dafne. Ya algunos sabrán que pedo con esto... Jajaja se mamo Eros en esta parte.
Los que entendieron, entendieron :D
Fuera de la curiosidades; hay una historia que tengo en mente que quiero hacer de esté par. Y es algo trágica, pero todavía no me animó por ciertos factores... Si la llegó a escribir y publicarl, ahí la verán en un par de semanas.
Lo único que tengo que decir sobre esa historia, es que es algo que llevo varias semanas deseando. Un He Tian emperador.
En fin; no prometo nada, si llega pues llega, y si no, pos ni modos xd. Nos vemos la próxima!
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