Secreto
Trama:
¿Qué es lo que quieres?
Un pequeño polluelo albino juega en el regazo de su padre.
El rey en su trono lo mira con una sonrisa.
- Shen. -Llama con cariño.-
- Si Padre. -Detiene su juego para escucharlo.-
Esa muestra de educación y respeto en tan temprana edad, solo hace que su padre se sienta mas orgulloso.
- Cuando crezcas seguro serás un buen Rey. -Acaricia su cabeza.-
- Pero tu eres el Rey. -
- Si, pero un día este trono será tuyo. -
- ¿Y tu donde te vas a sentar? -
- Uh. . . Bueno. -Lo descoloco la pregunta de su hijo.-
- He he. -Ríe la reina que escucho la conversación.- En ese momento tu padre y yo estaremos disfrutando nuestra jubilación. -
La pareja se sonríe con cariño.
- ¿Y porque tengo que ser Rey? -Pregunta inocente.-
- Es tu derecho de nacimiento. -Explica su madre con paciencia.- Todo lo que hay y es Gongmen, será tuyo cuando crezca. -
El polluelo la mira asombrado, sus ojos voltean en dirección a la venta, y observa el gran paisaje de la ciudad que parecía brillar con el sol.
- ¿Todo será mío? -Sus ojos rojos parecían brillar con el sol.-
- Si. -Asiente su padre con una sonrisa.-
Este momento le recuerda el día en que su padre, el antiguo Rey, le dijo esas mismas palabras.
Al igual que su hijo; quedo infantilmente segado con la idea de que todo seria suyo. (En especial la dulcería)
Hablar de esto es como una iniciación para el primer día de educación de príncipe heredero.
Mientras los pavos reales disfrutaban su momento en familia, ignorantes de como sus palabras se clavaron hondo en la mente y corazón de su hijo.
Bajo sus pies, otros niños reciben su iniciación en su primer día de clases.
Los cachorros de lobo están temblando tratando de tener sus cuerpos lo mas firmes posibles.
Una vara de bambú los golpeara en cada zona de su cuerpo que no este en la posición correcta o demasiado rígida.
- El primero que llore los podre a todos a correr por una montaña. -Advierte el maestro.-
Ningún sonido se les escapa a los cachorros.
- Están aquí para ser los Guardianes Reales. -Declara.-
Los mira fijamente en un momento de silencio.
- ¿Es nuestro trabajo cuidar la seguridad y la paz? -Pregunta a los jóvenes.-
Los niños asienten con la cabeza.
- ¡¡¡Error!!! -
La vara de bambú golpea el suelo para el susto de los cachorros.
- ¡Nuestro trabajo es seguir las ordenes de nuestro Rey! Si nos ordena que nuestro trabajo es cuidar la seguridad y la paz, ¡Entonces ese es nuestro trabajo! Si nos ordena que paremos de hacerlo ¡Nos detenemos! -Grita.- ¡¿Quedo claro?! -
Sus estudiantes asienten.
Todos reciben una bofetada con la vara.
- ¡Donde esta su determinación! -Grita enojado.- ¡En una pelea no se pueden ir a esconder en la faldas de sus madre! ¡Quiero escucharlos! -
- ¡Si Señor! -Gritan con fuerza.-
- ¡Nuestro único trabajo es proteger a la familia real y seguir sus ordenes! -
- ¡Si Señor! -
- ¡Cuidar y proteger la paz es el trabajo de los guerreros del Kung Fu! -
- ¡Si Señor! -
- ¡Se les entrenara para ser los guerreros mas fieros de toda china! -
- ¡Si Señor! -
- ¡Serán adiestrados en el arte de la guerra! -
- ¡Si Señor! -
- ¡Romperán cráneos con tan solo sus manos! -
- ¡Si Señor! -
Cada palabra que les gritaba el maestro se volvía mas cripticas, asustando a los sirvientes y todo a quien que los escuchaba.
- ¡Ahora empaquen sus cosas! ¡Su entrenamiento empieza hoy! -
- ¡Si Señor! -
Los cachorros se sorprenden al ver que tenia que subir una montaña.
. . .
Los Reyes están sufriendo y rogándole al cielo de que su hijo no salga herido.
El Gauntlet of Wooden Warriors es el mecanismo de entrenamiento mas peligroso, con su colección de postes de madera (con tachuelas de acero) giratorios se debe tener una buena precisión y reflejos rápidos para evitar o contrarrestar sin lesionarse en el intento.
La única que parecía disfrutar el espectáculo era la Anciana Cabra, su joven príncipe esta entrenando con uno solo, no es un reto demasiado difícil para el niño.
Y una vez mas, las palabras de la adivina se cumplieron.
Shen alza los brazos victorioso.
Todos aplauden orgullosos.
- Eres mucho mejor que tu padre a tu edad. -Felicita la Reina.-
- Oye. . . -Dice su esposo.-
- Su majestad tiene razón. -Apoya la cabra.-
La mujer mayor también fue niñera del actual Rey, y aun recuerda los golpes que se dio con el Gauntlet of Wooden Warriors.
Los comentarios hacen reír al príncipe.
- Bien, Bien. -Se rinde ante las únicas mujeres que podían dejarlo en ese estado.- Excelente trabajo. -
Felicita a su hijo con unas caricias en la cabeza.
- Tienes mucho talento, si quieres, podrías practicar Kung Fu. -Sugiere la Niñera.-
- El Cai Li Fo combina técnicas de artes marciales de varios sistemas de kung fu. -Instruye Shen.-
Es el arte marcial que han practicado su familia por generaciones.
- A lo que se refiere es que si lo deseas, podríamos pedirle al Maestro Rhino que te instruya por completo en el arte del Kung Fu. -Explica su padre.-
La idea de que Shen se vuelva un discípulo del gran maestro. . .
- No gracias. -Descarta rápidamente el polluelo.- Prefiero concentrarme en el Cai Li Fo y en el manejo de la espada. -
En sus ojos, el arte marcial ancestral de la familia real es cien veces mejor, fue refinada y perfeccionada para aumentar las capacidades físicas de los pavos reales.
Si me esfuerzo, podría mejorarla. Piensa mientras sus ojos se desvían a las espadas y cuchillas colgadas en la pared.
- No descartes la idea por completo. -Pide su madre.-
Los tres adultos admiran y respetan el Kung Fu, tal vez con el tiempo, Shen pueda entender la importancia y la filosofía que tiene ser un maestro del Kung Fu.
- Esta bien madre. -Acepta con respeto pero sin ningún interés en cambiar de opinión.-
- Bueno sus majestades. -Dice la cabra tomando la mano de Shen.- Tengo que preparar al príncipe para su clase de historia, nos retiramos primero. -Les da una reverencia como despedida.-
- Nos vemos en la cena. -Se despide el Rey junto a la Reina.-
El polluelo fue cuidadosamente bañado y vestido al volver a sus aposentos.
- Aun queda tiempo antes de que llegue el maestro. -Dice la Adivina ajustándole el Hanfu de un pulcro color blanco como su plumaje.- Descanse un poco mientras le preparo un té. -
El mas joven asiente antes de irse corriendo a la estantería para continuar con su lectura de Sun Wu-Ko. . .
Sus ojos se desvían al percibir una gran mancha negra moviéndose por la ciudad.
Rápidamente se asoma por la venta y ve que esa ''mancha'' que se dirigía al palacio, era una gran manada de cachorros de lobos.
- Mira Nana. -Llama.-
- Oh, son los nuevos reclutas. -Responde la anciana sin verse sorprendida.- El ejercito de los Lobos llevan a sus niños a entrenar en la montaña por unos tres años. -
Explica dejando la bandeja del té en la mesa de jade.
- Después vuelven y continúan su entrenamiento en la ciudad. -
Shen observa como los ciudadanos les abrían el paso con miedo, un gran contraste a como recibían a los guerreros del Kung Fu.
Hubiera seguido mirando, pero su atencion es atraída por el sonido de algo rasgándose.
Con horror ve como su niñera se come su tarea.
.
- ¡Eso fue Terrible! -Exclama el Maestro Lobo después del entrenamiento.-
Los cachorros están en formación recuperando el aire mientras escuchan todo lo que hicieron mal y de como deben volverlo hacer hasta que lo hagan bien.
- ¡Ahora vayan! -Ordena y los niños se van corriendo.- Menos tu Joon. -
El nombrado se detiene y con las orejas bajas da una vuelta en U para volver con su capitán.
- Tu fuiste el peor. -Dice con desprecio.-
El niño aprietan los colmillos.
Le gustaría gritar y preguntar el porque, pero por experiencia propia aprendió que hacer preguntas solo empeora las cosas.
Supongo que no es una cualidad apreciada para los soldados cuestionar a los lideres.
- Has cien flexiones. -Ordena.-
Se sorprende de lo ligero del castigo.
- ¡Traigan las pesas y los sacos! -
Olvídenlo.
Fue envuelto por las muñecas, tobillos y torso con las pesas mas pesadas.
Sin querer darle la satisfacción a su maestro, no se quejo y puso sus manos y pies en posición, de inmediato le dejaron caer cuatro sacos de tierra de la mitad de su tamaño en su espalda.
- Empieza. -Ordena y el mas joven solo obedece.-
El Lobo adulto lo observa con una mirada seria.
La razón de su insatisfacción; Joon es el estudiante mas difícil de romper que a conocido.
Normalmente se tarda un año para convertir a los nuevos reclutas en soldados obedientes que seguirían ordenes sin cuestionar.
En cambio, se encontró con uno que no sabe si es de voluntad de hierro o demasiado idiota.
Y lo que mas le molesta, es que es el mejor de todos los nuevos soldado, pero su lealtad esta en la manada y no en la corona.
Lo supo desde que puso su atencion en el.
Un enclenque que parecía a punto de desmallarse en el entrenamiento de las montañas, no funciono sus comentarios de decepción o de como seria una vergüenza para la monarquía.
Pero en cuanto lo amenazo de castigar a todos por su culpa, el enano pareció tomar su segundo aire y avanzo, todo para que sus compañeros no sufrieran.
Es algo que respeta, pero a la vez le preocupa.
Logro ser el mejor por su familia, pero debe dirigir esa determinación para que sea solamente para la corona.
En esta manada.
No sirve un lobo que no tenga su disposición a la familia real.
Seria un desperdicio echar a la calle a tan buen. . .
Joon dé repente empieza a lucirse en sus flexiones.
¡¿Que rayos?! No a hecho nada aun.
Desconcertado dirige su mirada en dirección en la cual miraba fijamente su discípulo.
Un pequeño pavo albino se dirige lentamente a su dirección.
Por inercia el cuerpo del capitán se pone firme y se arrodilla con respeto.
- Príncipe. -Saluda agachando la cabeza.-
Después de ese acto de caballerosidad, gira su cabeza con fiereza para gritarle a los estudiantes.
- ¡ATENCION! -Gruje.-
Los cachorros se congelan al escucharlo.
- ¡Formen filas! -
Dejan lo que estaban haciendo y lo obedecen.
- ¡Saluden! El joven Príncipe a venido a visitarnos. -
Todos se arrodillan y bajan la cabeza.
- Disculpe esta descortesía. -Le dice avergonzado.- Aun son inexpertos. -
- No es problema. -Responde el polluelo.- Aun tienen mucho tiempo para aprender. -
- Su majestad es sabio. -Asiente.-
- Pido disculpas por la interrupción. -No esperaba detener todo el trabajo.- Solo vine para preguntar sobre el horario de entrenamiento. -
- Son cinco días de jornadas de entrenamiento continua. -Explica curioso por el interés del pequeño Lord.-
¿Tan joven y ya le interesa el entrenamiento de sus futuros soldados?
- Muy bien. ¿Y cuando tienen tiempo libre? -
- Príncipe, ellos estarán siempre disponibles para usted. -Explica.-
- No es nada importante para interrumpir, solo quería saber para poder jugar con ellos. -
- ¡Jugar! -Esta atónito.-
Mira a sus estudiantes que tienen la misma cara de sorpresa.
- Bueno. -Piensa.- En un futuro serán sus guardias, estaría bien que fueran conociéndose. -
Su rostro afable cambia a uno severo con los cachorros.
- Compórtense. -Ordena.-
- ¡SI! -Exclaman todos.-
- Príncipe me despido. -Se va pero antes les da una mirada de advertencia a los caninos.-
Silencio incomodo.
Solo se quedan mirando.
- ¿¡Quieres cabalgar por la ciudad!? -Pregunta Joon alzando su brazo.-
- ¡Si! -Responde emocionado el ave.-
Los habitantes se aterrorizan al ver una estampida de lobos arrasar por las calles y techos.
Shen ríe siendo llevado en caballito por el primer lobo que le hablo.
Los reyes miran con horror la ola peluda desde el trono.
.
El polluelo esta con la cabeza gacha frente a sus padres.
- Mira, sabemos que no hay muchos niños en el palacio. -
Van por un enfoque mas amable después de reñirlo por asustar al pueblo y salir del palacio sin su permiso.
- Si querías mas amigos podemos invitar a los hijos de los ministros o funcionarios. -
- Yo quiero ser su amigo. -
- No. . . -Parece que le va a dar un ataque de nervios.-
Su esposo la toma cariñosamente de los hombros para tomar la palabra.
- Como futuro Rey es bueno que veles con igualdad a todos los habitantes. -
Se toma un momento para pensar sus palabras.
- Pero el Ejercito Lobo no es una buena influencia. -
- Entonces es solo mi culpa. -Concluye.- Como príncipe tengo que formar mi carácter en vez de evitar las debilidades debo enfrentarlas. -
Sus padres intercambian una mirada con sorpresa.
- Por favor, quiero jugar con ellos. -Suplica.-
- ¿Por qué tanto interés en los Lobos? -Pregunta desconcertada.-
- Serán mis protectores, tendré que confiar mi vida a ellos cuando crezca. -Los mira a los ojos.- Pensé que entonces deberíamos ser amigos. -
Los reyes no pueden discutir eso.
Una relacion mas fraternal con los soldados aumentara la estabilidad de su hijo cuando sea Rey.
La pareja de pavos reales se miran con duda.
Es una realidad que su hijo va tener que estar en contacto con los lobos.
- Tu madre y yo lo discutiremos. -Contesta firme.- Nuestra respuesta dependerá de como te comportes. -
- ¡Gracias! -Abraza las piernas de ambos con felicidad.-
- Aun así estas castigado. -
Shen tuvo que rescribir cien veces el libro de las virtudes que deben seguir un gobernante.
Y tuvo que trabajar el doble porque su Nana se los estaba comiendo.
.
Joon suda exhausto haciendo abdominales de cabeza.
También fueron castigados.
Sus ojos captan un objeto blanco que se esconde detrás de los muros.
Observa a su entrenador y toma la oportunidad de escabullirse.
No hay nadie.
Se ve decepcionado.
- ¡Hola! -
- ¡¿Wow?! -El príncipe cayo del cielo asustándolo.-
- Que bueno que me vieras. -Le entrega dos bolsitas.- Son para todos, se que no son suficiente pero la próxima traeré mas. -
- ¡Dulces! -Su cola se agita.- ¡Gracias! -
- Mantelo en secreto, que aun sigo castigado. -Sonríe.-
Asiente sin dejar de agitar su cola.
.
- ¡Hola! -Llega corriendo el polluelo.-
Los lobos corren también para recibirlo entre sonrisas.
- ¡Miren los que les traje! -
Enseña orgulloso un libro.
La decepción es obvia.
- Habla del Ejercito Lobo. -Dice sin perder el optimismo.-
Muestra una pagina.
- ¿Y ese quien es? -Pregunta Joon asombrado.-
Hay un retrato de un Lobo con una vestimenta muy elegante.
Incluso se siente un aura virtuosa y recta.
En comparación a ellos; son como el agua y el aceite.
- ¡Es uno de sus antepasados! -Sonríe.- ¡El Ministro de Guerra! -
Eso agita a todos.
Esos cargos tan altos solo están para la gente noble, incluso son hereditarios.
- ¿Eso significa que tenemos sangre azul? -Pregunta su mejor amigo incrédulo.-
- ¡Si! -
Mas conmociona a sus amigos.
Sus vidas son duras pero no malas, podría decirse que es bastante privilegiada, pero no se compara a la vida de los nobles.
- ¡Increíble verdad! Su lealtad a la corona era compensada como se debe. -
- ¿Y que fue lo que sucedió? -
- Llego el Kung Fu. -Responde serio.- Y dio el comienzo de una nueva era. -Acaricia las paginas desgastadas.-
Los lobos gruñen disgustados.
En realidad no tienen ningún rencor con los maestros del Kung Fu.
Pero sus ideologías causan naturalmente conflictos entre ambos.
- Son increíbles. -
Alaba Shen viendo fijamente el retrato del Lobo.
- Cualquiera hubiera abandonado después de que sus privilegios fueran arrebatados. -
Los mira fijamente con sus ojos carmín.
- Pero ustedes permanecieron con los Pavo Reales. -
- ¡Por supuesto! -Exclama Joon.- ¡Estaré siempre contigo! -
La manada también grita orgullosa diciendo lo mismo en apoyo a su líder.
Pero Shen noto la cara avergonzada y las extremidades tiesas de su amigo.
Se pasaron el día conociendo lo que fue la vida de los nobles lobos.
. . .
- Nana. -Llama el adolescente.-
- Si Príncipe Shen. -
- ¿Por qué mis padres no les gusta hablar de las Misiones del Ejercito Lobo? -
No es lo mismo con los Guerreros del Kung Fu.
- A veces por el bien mayor se deben tener secretos, incluso con los que amas. -
- . . . ¿Cuándo volverá Joon? -Mira la montaña desde su habitación.-
- Hay muchos Rituales en un Funeral, se le dio un plazo para la piedad filia, pero aunque vuelva tendrá que observar el Duelo durante tres años completos. -
- ¿Y fueron compensados los familiares? -
- En efecto. -Se acerca para posar cariñosamente su mano en la espalda.- Es bueno que tenga un amigo como tu después de esta tragedia. -
Seria mucho mejor que aun tuviera a sus padres.
Ya cada vez se hace una idea en que posición esta el Ejercito Lobo.
A veces por el bien mayor se deben tener secretos, incluso con los que amas.
Se graba esas palabras en la cabeza.
.
- Por aquí. -Guía al lobo a un pequeño escondite en la bodega.-
Se veía mas delgado y reservado.
- ¿Qué pasa? -No se ve demasiado emocionado.-
- Recuerdas la vez que me derrotaste en combate. -
- Mmm Se mas especifico. -
- Cuando casi te gano y utilizaste tus garras. -
- Si lo recuerdo. -
No lo admitirá en voz alta pero las miradas de los Reyes después de eso lo asustaban.
- Mira lo que hice. -Entrega un pergamino.-
Son dibujos de unos zapatos con garras.
- Es el primer borrador, me inspire después del entrenamiento. -
- ¿Para su majestad? -Recobra su interés viendo los dibujos.-
- Una pequeña ayuda para la batalla. -Sonríe.- Como te habrás dado cuenta, mis capacidades físicas no se pueden comparar con muchos otros, hasta un Panda tiene mas fuerza que yo. -
- Príncipe Shen se subestima demasiado. -Se alarma por tal comentario.- Es uno de los mejores combatientes que conozco. -
Todos lo reconocen como un prodigio.
- Si, si. -Mira serio.- De todas formas tengo puntos débiles. -Su voz es sombría.- Que un enemigo puede usar en mi contra. -
- ¿Y cree que con esto lo ayudara? -
- Eso es solo uno de muchos mas proyectos que tengo. -Sonríe confiado.- No solo para mi, si no para toda China. -
Como un buen Príncipe y futuro Rey; no debe ignorar las falencias, debe estudiarlas y encontrar la Solución mas beneficiosa.
- Esto es increíble Príncipe Shen, ¿Por qué me lo dice a mi? debería ir y decírselo a sus Majestades. -
- Lo hare. -Dice sin ánimos.- Pero primero quiero terminarlo. -
El lobo entiende de inmediato, Desde que el Príncipe Shen decidió concentrar sus estudios en el Arte de la Guerra, los Reyes. . . No le han dado mucho apoyo.
- Sera un secreto entre nosotros por ahora. -
Sonríe satisfecho al ver la cola agitarse.
- Veló como un agradecimiento. -Toma la pata de Joon.- Tus garras me inspiraron. -
Esta era su forma de consolarlo.
.
Toc Toc
Se despierta de su leve sueño.
En la oscuridad de la noche, abre la ventana y el lobo entra arrodillándose en un saludo.
- Eso fue rápido. -
- Estoy igual de sorprendido. -Esperaba que su primera misión fuera mas desafiante. -
- ¿Y como te fue? -
- Fue una visita a la mansión de Lord Li. -
Por el momento, había cinco ministros en el gabinete.
Entre estos cinco, también se clasificaron de manera diferente.
Este Li era el hombre que tenía el estatus más alto entre el gabinete.
Esta solo un rango por debajo del Escriba Imperial, un verdadero oficial de primer rango.
Lord Shen lo conoce bien.
Como primer académico de la Academia Imperial, a servido a la ciudad durante tres generaciones y tenía una posición inquebrantable en la mente de todos los académicos.
Su única opinión ejercería un gran impacto, Si Lord Li criticaba a alguien de malas virtudes, entonces el futuro de esta persona se arruinó.
Por lo que su padre, el Gobernante siempre trató de obtener su apoyo.
- En especifico al Segundo hijo. -Enseña una botella de contenido desconocido.-
El Joven Maestro Mayor de la familia Li ocupa una posición cómoda dentro de la capital.
También necesitaría heredar el título de su padre en el futuro, por lo que no había forma de que se convirtiera en el próximo jefe de la familia.
Los soldados de la familia seguirían las órdenes del jefe de la familia Li, no el sucesor del noble título de Lord Li.
Si hubiera algunas circunstancias especiales, sería posible heredar el título Noble y convertirse en el jefe de la familia.
Sin embargo, a juzgar por la situación actual, parecía que el Segundo Joven Maestro tenía la mayor posibilidad de convertirse en el próximo jefe de la Familia Li.
Si el Segundo Maestro alguna vez se convirtiera en el jefe de la familia Li, entonces la relación con la Familia Real definitivamente se rompería cuando el Príncipe Shen tome la corona.
El joven Pavo Real se queda en un frio silencio.
Hace tiempo su madre se enfermo y estuvo en cama por un mes sin mejorar, en desesperación su padre llamo a una monja para rezar.
La monja dijo que la enfermedad de la Reina no mejora debido a los elementos en conflicto, con el elemento de Madera de su madre siendo suprimido por alguien de un elemento Metálico.
El metal simboliza riqueza y suerte, pero también tiene las características de ser afilado y violento.
Si el impulso del metal es demasiado fuerte, obstaculiza a otros elementos de la familia y es demasiado dominante en detrimento del conjunto.
Sobre todo porque el metal supera naturalmente a la madera, que es la que sufre el mayor impacto.
Y la madera gobierna sobre la longevidad, que se nutría de los elementos del suelo y la madera. Lo que hace que un metal demasiado fuerte no sea adecuado para los ancianos de la familia.
Lo que le impedía recuperar energía y prolongaba su enfermedad.
La única solución es separando a la persona con el fuerte elemento metálico para evitar la colisión.
Lastimosamente Shen aun no estaba listo para salir de la barriga de su madre, y mucho menos la reina quería perderse los primeros momentos con su huevo cuando naciera.
Entonces el Rey desesperado, ordeno expulsar a todos los del elemento Metálico y traer a todos los del elemento madera para volver a equilibrar la circulación de los elementos.
Lo que funciono ya que la reina mejoro y pudo dar a luz sin demasiadas complicaciones.
Este suceso solo hubiera terminado en una anécdota si no fuera por su plumaje blanco que sorprendió a todos cuando rompió el cascaron.
Desde ese momento se extendió un rumor en el palacio, diciendo que nació siniestro y traería mala suerte a la ciudad y a la familia imperial.
Sus padres hicieron todo lo que pudieron para suprimir el rumor, incluso desde los cinco años debe ir a encerrarse en el templo para rezar por el bienestar del reino cada año.
Lastima que no es suficiente para todos.
- Es veneno. -Declara con seguridad.-
- Depende de la cantidad. -Sonríe con diversión.- Unas gotas es suficiente para enfermar a la gente, Lord Li no podrá escoger un Jefe de Familia con el cuerpo débil. -
- El Rey es compasivo. -Su voz esta discreta de la emoción que vendría con ese elogio.-
Este tema es muy complicado.
Todas las principales familias y poderes estaban esperando.
Porque cuanto más desordenado, más fácil para ellos obtener beneficios.
La mayoría de ellos tenían claro esto.
Mientras el Rey estaba trabajando en un esquema, todos los demás pensaban lo mismo, en cuanto a cómo aprovechar el máximo beneficio en la próxima ronda de peleas.
Nadie podía decir quién era el cazador y quién era la presa hasta el último segundo.
- Yo lo hubiera matado. -Sentencia sin arrepentimiento.-
Como líder, lo que debe prestar más atención es cortar las ramas torcidas o podridas a tiempo.
De lo contrario, estas partes seguirán absorbiendo nutrientes.
Con el tiempo, aquellos que antes se consideraban importantes se convertirán en los pecadores que harán que todo se seque.
- Su majestad no es solo compasivo, también es sabio. -Consuela Joon entendiendo lo que pensaba su amigo.-
Estas cosas podrían desencadenar en un conflicto socio político si no se detiene de inmediato.
Lastima que los poderosos del Kung Fu no pudieran llegar a un acuerdo cuando los Reyes le pidieron ayuda.
Así que una vez mas, su manada fue hacer el trabajo sucio.
- Aunque pierda el titulo y el puesto de jefe en la familia, sigue siendo una de las personas mas respetadas. -Masculle mirando la ciudad.-
El problema aun permanece.
Lord Li se considera el representante de la ética.
Por supuesto que sus hijos no se quedarían atrás y con el respaldo de su padre, son las personas mas influyentes dentro de Gongmen, en especial en la academia donde se desarrollan los futuros funcionarios que trabajaran a su lado.
Pensar como el Segundo Maestro puede aumentar su sequito contra su capacidad como Rey le hierve la sangre.
Sera una espina clavada en su reinado.
- Bueno. . . Existen otras formas. -Sugiere el lobo parado a su lado.- Un escandalo y perderá esa reputación construida desde hace años. -
- No te conocía ese lado tan cruel. -Comenta cruzándose de brazos.-
Ve la muerte como algo mas compasivo, mejor morir en lo alto y ser recordado en su mejor momento, antes que vivir en el barro y ser olvidado.
- ¿Entonces? -
- Te lo encargo. -Lo dice como si le estuviera pidiendo un sencillo favor.-
Ahora, el Príncipe Shen a probado la dulzura.
Nació como príncipe.
Confiando en el poder que le otorgaba su estatus, gradualmente se consideró a sí mismo como un dios que podía manipular arbitrariamente el destino de los demás.
No le importaba.
El camino ante el estaba pavimentado con espadas.
Si quería sobrevivir, debía pisar las puntas de las espadas y luego apuñalar las espadas a los que intentaron dañarlo.
- Confié en mi. -Sera otro secreto entre los dos.-
Se le queda mirando.
- ¿Que? -
- ¿Cómo le fue en la corte? -No era el único que empezó a trabajar.-
- Fue difícil, pero convencí a Padre. -Sonríe.- Ahora soy Comandante de Infantería. -
Esa posición tenía una participación directa en la seguridad de la ciudad.
- ¡Nunca lo dude! -Felicita.- Podremos pasar mas tiempo juntos. -Sus labios se cierran al escuchar lo que dijo.-
- Si, seremos imparables trabajando juntos. -Fácilmente le da una salida.- . . . Eso es lo que quieres ¿Verdad? -
- Por supuesto. -No entiende el punto de esa pregunta.-
Recibe una mirada que fácilmente lo señala como idiota.
.
- Esta es la ultima Príncipe Shen. -Baja una caja llena de pólvora.- ¿Necesita algo mas? -
- ¿Qué opinas del Kung Fu? -Esta concentrado en su mesa de trabajo.-
- Son unos arrogantes que creen que todo lo que representan es la norma. -
- Mas haya de tu opinión personal. -Especifica frustrado.-
- Que causan mas problemas de los que arreglan, siempre hay genocidas que pierden la cordura por culpa del Kung Fu. -
- Mmm Veo tu punto. -Hay una pequeña explosión que le llena la cara de carbón.-
- Pfff. -Se tapa la boca para no reír.-
- La verdad es que. . . -
Se limpia la cara mirándolo molesto.
- China tiene un alto índice de delincuencia, se necesita nuevos avances para terminar con estos crímenes, mas haya de tipos dando patadas en el aire. -
- Mas subsidios para los soldados. -Sonríe de oreja a oreja.-
- No. -
- Oh. -Se le caen la sonrisa y las orejas.-
- Ambos han echo un buen trabajo, pero seguimos en un punto en el cual la gente teme por sus vidas. -
No tiene nada en contra del Kung Fu.
Aunque tienen una autoridad y popularidad demasiado grande en toda China, además de poseer las herramientas, conocimientos y el ejercito para conquistar el pais.
Se han mantenido decentemente al margen de la política y no han mostrado ningún interés en gobernar.
Mientras eso siga así, y no se metan en su camino; todo estará bien.
- Estoy en busca de ese nuevo avance que no solo termine con los criminales de poca monta, si no también con esos Rengados del Kung Fu. -
- ¡Por fin! -Se carcajea.- Algo que pueda mantenerlos a raya los sacara de esa nube. -
No le ve ningún problema que deban seguir las leyes como el resto del mundo.
Shen solo sonríe.
- ¿Y los Reyes? -
- Son muy sensibles. -La sonrisa desaparece.- Si descubren lo que estoy haciendo prohibirían la investigación. -
No le sorprendería que el Consejo del Kung Fu exigiera la detención de su proyecto por sentirse amenazados.
Incluso si espera a volverse Rey, deberá seguir las leyes que impusieron los antiguos gobernantes o cometería un gran tabú.
- Sera otro de nuestros secretos por ahora. -
- Entonces me retiro. -El lobo solo alza el pecho orgulloso.-
- Espera. -Sigue sin voltear a verlo.- Siempre guardas mis secretos, ¿No quieres que guarde uno tuyo? -
- No. . . No tengo ningún secreto importante. -Esta debatiendo seriamente si eso es un tipo de acusación.-
Se le ponen los pelos de punta, a la velocidad de un parpadeo el Príncipe esta a unos centímetros de su rostro.
- No soy ingenuo. -Lo mira enojado.-
- Nunca dije eso. -Suda frio.-
- No me sirve tener a un cobarde que no hará nada. -
- ¿¡Quien se atreve a chismear a mis espaldas!? -Esta insultado.- ¡Le cortare la len. . . -
- Soy yo. -
- El lenguado para su cena. -Corrige.-
Se miran en silencio.
- Solo piénsalo, estoy dispuesto a tener otro secreto. -
Le da la espalda para seguir con el trabajo.
El lobo procesando la situación, lentamente retrocede hasta salir del laboratorio.
Desde la antigüedad, aquellos con carácter noble cumplieran las promesas, siempre dándole gran importancia a los contratos.
Así que las palabras del príncipe no eran juego.
Lastimosamente no hubo tiempo.
La adivina fue invitada.
FIN
Gracias por leer.
Leyeron 4808 Palabras
Espero que les haya gustado.
23/08/2022
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