Paz

Trama:

El camino al balance.



En el Palacio de Jade.

Es un día soleado con el cielo azul.

Una flecha atraviesa las nubes.

El panda que estaba entrenando a los jóvenes guerreros junto a los Cinco Furiosos atrapa la flecha en el aire.

Los niños aplauden asombrados.

- Cuidado niños. -Dice serio el Panda.- Un enemigo trata de hacernos una emboscada. -Se pone en posición de pelea.-

- Disculpa Po. -Habla Grulla.- Seria mejor leer la nota primero. -

El Guerrero Dragon se da cuenta que la flecha tiene un mensaje.

- Oh. -El maestro mira sorprendido.- Ya lo sabia. -Miente sacando la carta.-

- ¿Qué dice? -Pregunta Tigresa.-

- Es de la provincia oriental. -Dice Po.- El Maestro Búho, la Maestra Gorila y el Maestro Oso nos piden ayuda. -Abre los ojos sorprendido.- El Maestro Ciervo. . . -Su mirada muestra dolor.-

Los Cinco Furiosos jadean sorprendidos al entender.

Los niños solo pueden mirar confundidos.

- ¿Qué paso? -Pregunta Víbora preocupada.-

- Barcos. -Responde el Panda serio.- Embarcaron en la playa con millones de solados. -Explica.- Invadieron el pueblo, los maestros trataron de detenerlos pero. . . -Abre los ojos sorprendido.- 

- ¡¿Que sucedió Po?! -Exclama Mono sin tolerar el suspenso.-

- Tienen armas que pueden derrotar el Kung Fu. -Baja la carta.- Están echas de pólvora. -

Los cinco Furiosos abren los ojos.

- ¿Pólvora? -Dice un pequeño Panda.- ¿Cómo las de Lord Shen? -

- ¿Acaso son los lobos? -Pregunta Mantis.-

Lord Shen tenia un gran ejercito de Lobos, muchos sobrevivieron, aunque los arrestaron, algunos escaparon.

Tal vez volvieron a buscar venganza.

- No dice nada sobre eso. -Dice el panda contrariado.- Lo ultimo que escribieron fue que cada vez venían mas y mas. -

- Entonces debemos ir ayudarlos. -Declara Tigresa.-

Los niños lo apoyan.

- Ustedes no. -Dice la felina.-

Los niños se quejan.

- Protegerán el valle. -Responde la guerrera.-

Los niños festejan y corren a buscar al Maestro Shifu que meditaba en una cueva.

Cae una flecha en el suelo, también tiene un mensaje.

Mono la lee.

- Es de Shanghai. -Dice.- También llegaron los barcos a invadirlos. -

- ¡Miren! -Señala Mantis al cielo.- 

De las nubes llovían flechas.

Los guerreros dragón saltan para atraparlas.

- Todas son de pedido de auxilio. -Dice la Tigre leyendo cada una.-

- Todos son de los pueblos costeros. -Dice Víbora.-

- No todas. -Refuta Grulla.- La invasión ya se esta extendiendo a los pueblos vecinos. -

- Son demasiados. -Responde Mantis.- ¿Qué hacemos? -

- ¡Que emoción! -Chilla feliz el panda.-

Todos voltean a verlo en un regaño silencioso.

- Oh no, no, no. -Dice Po al ver su error.- Esto es horrible, por eso es que tenemos que unir fuerzas. -Declara con una sonrisa.- Es hora de unir a todos los guerreros, aprendices y maestros, todos luchando juntos en una épica pelea por china. -Exclama emocionado con la idea.-

- Para ser algo horrible, estas muy feliz. -Reclama Mono con la ceja alzada.-

- No se queden ahí parados. -Contesta Po.- ¡Vallan por papel y tinta! -Sus amigos obedecen.- Escríbanle a todos los que conozcan que pueden ayudarnos. ¡Vamos a pelear por toda china! -Aúlla sin tener miedo por sus enemigos.-

En realidad son los enemigos que deberían tener miedo.

- - - - -

- - - -

- - -

- -

-

Los invasores están saqueando el pueblo.

Los habitantes solo pueden encogerse de miedo y ver como esos guerreros se roban su comida y sus hogares.

La gente dé repente ve la esperanza.

Guerreros con grandes armaduras; llegan del horizonte a paso firme.

La gente empieza hablar.

Los invasores empiezan a reunirse.

Empiezan a gritarle a los guerreros de armaduras en su dialecto.

Los de armaduras desde la cabeza hasta los pies no se detienen.

Los soldados apuntan sus escopetas.

Siguen sin miedo.

Disparan.

Los aldeanos aguantan el aliento.

Los guerreros disparados se detienen por un momento pero después siguen caminando.

Los invasores quedan desconcertados.

Vuelven a disparar.

No los detiene aunque las balas atravesaron sus armaduras.

Siguen disparando.

La marcha no se detiene.

Algunos se quedan sin balas o pólvora.

A un guerrero se le cae el brazo.

Otro, la pierna se le desprende después de un balazo.

Los extranjeros miran sin entender. ¿Dónde están sus extremidades?

Pero siguen disparando, esperando a que lleguen los refuerzos.

Las armaduras están perdiendo partes.

Cada vez hay mas sin balas o pólvora.

Cada armadura va cayendo en pedazos.

Hasta que la ultima se desplomo.

El ejercito se acerca para ver que eran esas cosas.

¿No hay nadie ahí dentro? 

Mantis sale de un salto de la armadura.

- ¡¡¡Ataquen!!! -Grita.-

Mas insectos del Kung Fu saltan de las armaduras y atacan a los invasores.

Son tan pequeños y rápidos que son difícil de disparar.

Los guerreros insectos acaban rápidamente con los soldados, apenas saben como defenderse cuerpo a cuerpo.

Una bomba cae.

A diferencia de las balas, las bombas son de mayor alcance.

Varios insectos son derribados.

Mantis da la señal.

Po, los tres furiosos y demás guerreros saltan de sus escondites.

Ellos no podían esquivar esas balas, así que tuvieron que hacer que se les agotaran.

Y gracias a que Po les enseño la Paz Interior, pudieron desviar las bombas cubiertas en fuego  para que volvieran por donde vino y estallaran.

Los soldados solo pueden retroceder.

Se escuchan unos gritos.

Es lo que estaban esperando, esos soldados son los mas peligrosos, ellos tienen entrenamiento de artes marciales y usan la pólvora al mismo tiempo.

Po da la señal.

Los demás guerreros salen de sus escondite para emboscarlos.

- ¡Esta funcionando! -Grita Mantis.- ¡Retroceden! -

Llegan los invasores aéreos a lanzarles bombas.

El panda sonríe, el también tiene guerreros que saben volar.

Aparece Grulla junto a sus demás compañeros aves.

Ahora el cielo y la tierra están en una batalla feroz.

- ¡Po cuidado! -Grita Tigresa.-

Una bola de acero se le acerca a toda velocidad.

- ¡Yo me encargo! -Exclama el de blanco y negro.-

Rápidamente usa la Paz Interior para devolverla.

Llegan mas bolas de acero.

Los refuerzos de los invasores llegaron.

- Se nos olvido traer catapultas. -Menciona Mono.-

- ¡Para la próxima! -Exclama Po.-

Se escucha un grito de dolor junto a Po.

Mei Ling se rompió la mano tratando de hacer la Paz Interior con la bola de metal.

- ¡¿Estas bien?! -Grita Po.-

Otro grito, esta vez es del Maestro Cocodrilo.

- ¡No se preocupe!  -Grita preocupado el panda.- ¡Cualquier error lo comete cualquiera! -Lo consuela.-

- ¡Vienen mas! -Grita Víbora.-

Disparan.

Mantis y los insectos se apresuran a derribarlos.

- ¡Cuidado! -Mono empuja a Peng antes de que le caiga una bomba desde el cielo.-

Los refuerzos del enemigo aéreo también llegaron.

Grulla esta teniendo problemas.

- Aaaah -Grita Shifu al recibir una bala.-

- ¡¡Maestro!! -Grita Po.-

- ¡¡¡Po, son demasiados!!! -Grita su Maestro.-

Lo peor es que llegaban mas.

Mas.

Mas.

Y mas.

Apenas pudieron escapar con vida.

- - - 

En un lugar apartado dentro del gran bosque.

Los guerreros del Kung Fu están recuperándose de sus heridas.

Po y sus amigos usaron el Poder de Chi para curarlos, aun así, sus heridas seguían entumecidas y menos flexibles.

El panda se quedo alejado con una mirada de pesar.

- Fue un buen plan Po. -Dice Tigresa junto a sus amigos.-

- Gracias Tigresa. -El panda sigue preocupado.- Pero son demasiados. -

Reunieron a todos los guerreros que conocen para esta batalla, pero no fue suficiente.

- Estoy empezando a creer que; aunque reunamos a todos los maestros de toda china, aun serian insuficientes para derrotarlos. -

- Es cierto. -Admite Mono.- 

- ¡Oye! -Le reclama Víbora.-

- Aunque sea cierto, no deben subestimarnos. -Dice Grulla.-

- Deberíamos construir armas. -Apoya Mantis.- Esta vez traer catapultas, mas flechas y podríamos repetir lo que hacen con la pólvora. -

A Po se le prende el foco.

- ¡Eso es Mantis! -Exclama con una sonrisa.- ¡Pólvora! Usaremos lo mismo que usan con nosotros. -

- No es mala idea. -Apoya Tigresa.- La razón por la que nos ganan en numero es porque la pólvora no necesita entrenamiento para usarla, si recreamos sus armas los ciudadanos de los pueblos podrían incluso ayudarnos. -

Hasta unas hormigas podrían derribar a un elefante si trabajan en equipo.

- ¿Pero como? -Pregunta Víbora.- Es una tecnología que no conocemos, además, tomara mucho tiempo en hacerlas y conseguir los materiales. -

- ¿Y si se las robamos? -Sugiere Mono.- No se lo esperarían, hacer un gran golpe y listo, nos dará suficiente tiempo para construir las nuestras. -

- No seria tan fácil Mono, esa es su carta ganadora. -Responde Mantis.- Deben estar fuertemente protegidas. -

- El cañón de Lord Shen. -Menciona Po.-

Los cinco furiosos lo miran sorprendidos.

- ¿Quedo alguno? -Pregunta el panda.- Ese cañón no se compara con los que tienen ellos, si lo tuviéramos, podríamos ganarles. -

- Creo que destruimos todos. -Dice Mono.-

- ¡Imposible! Tenia millones. -Exclama el de blanco y negro.- ¿Quedaron algunas piezas? Tal vez podamos reconstruirlos. -

- Los pedazos se fundieron para recuperar todo lo que se robaron, sartenes, ollas, espadas. . . -Le recupera Mantis.-

- ¿Y las que cayeron en el mar? -Vuelve a preguntar.-

- ¿Quieres que las saquemos del agua? -Pregunta incrédulo la grulla.- Esas cosas pesan mas que tu. -

- Además, la ciudad de Gongmen también a sido invadida, seria imposible meternos al agua. -Habla la tigre.-

- Entonces ese plan es un fracaso. -Declara el panda.- El plan de Mono podría funcionar, tal vez Mantis y los demás insectos puedan llevárselas sin llamar la atencion. -

- Pero. . . -Interrumpe Tigresa.- Los lobos siguen en la prisión de Gongmen. -

- ¿Ellos sabrán como hacer ese cañón? -Pregunta Po.-

- Se la pasaron años construyéndolo. -Responde la de rayas.-

- Pero es demasiado incierto y un viaje largo. -Habla el de sombrero.-

- Sera mejor hablar con Shifu primero. -Dice Víbora.-

- Si, tienes razón. -Apoya el Panda.- Mejor vayamos a descansar, el Maestro Shifu podrá ayudarnos. -

Los amigos vuelven al campamento.

La noche pasa rápidamente, pero las sorpresas no se acaban.

- Todos están enfermos. -Avisa Tigresa después de despertar al Po.-

- ¡Que! -Se levanta de un salto.-

Sin poder creer las palabras de su amiga, corre a verlo con sus propios ojos.

Todos los heridos por balas están enfermos en sus camas.

- Imposible. -El panda mira desconcertado.- Usamos el poder del chi, esa cosa cura lo que sea. -Exclama.- Todos juntos. -Ordena.- Les vamos a dar un poco mas de Chi. -

Todos levantan sus palmas.

Una luz dorada envuelve a los enfermos.

El calor y sus caras de malestar desaparecen lentamente.

- Maestro Shifu. -Corre el panda para estar a su lado.- ¿Cómo se encuentra? -

- Mejor, gracias. -Su cara es de cansancio.-

- No se preocupe Maestro, usted descanse. -Dice Víbora.-

- Nosotros nos encargamos. -Apoya Mantis.- Mañana se sentirá mejor. -

- - - 

No fue así.

Todos volvieron a enfermar y otra vez, tuvieron que usar el poder del chi para curarlos.

- No lo entiendo. -Dice panda.- ¿Qué clase de poder usaron para que sigan enfermándose? -

- ¿Maldiciones? -Sugiere Mono.-

- O veneno en las balas. -Sugiere Grulla.-

- ¡Que rastreros! -Critica Mantis. Víbora lo mira enojada.- Perdón. -Se disculpa avergonzado.-

- No puede ser veneno. -Dice Po.- Eso lo debería curar el Chi. . . ¿O no? -Le pregunta a Tigresa.-

- . . . Deberíamos investigarlo. -Sugiere la felina.- Víbora, podrías pedirle al Gran Maestro Viper que revise las balas que les sacamos. -

La serpiente asiente antes de ir con su padre.

- Mantis. -Llama la de rallas.- Puedes infiltrarte y buscar algo relevante para esta situación. -

- ¿Solo para esta situación o en generar? -

- Lo que sea de ayuda. -Responde la de rayas.-

Po se queda relegado.

- No te preocupes, lo resolveremos. -Consuela.-

El panda le sonríe, pero se le borra a ver a Shifu inconsciente en su cama junto a los demás.

Esa misma noche, Mantis y su escuadrón corren al campamento enemigo.

Sus amigos lo esperan toda la noche.

Mantis llega al amanecer.

- ¿Y bien? -Pregunta la tigresa.- 

- No encontramos nada sobre un veneno. -Sus amigos se ven desanimados.-

Eso mismo dijo el padre de Víbora.

- Lo bueno es que escuchamos muchas de sus estrategias a seguir. -Sus amigos sonríen.- Lo malo es que vienen muchos mas. -Se les borra la sonrisa.-

- Debemos hacer algo o estaremos perdidos. -Habla Víbora preocupada.- 

- Debemos igualarnos en fuerza. -Habla Grulla.-

- Debemos buscar el cañón de Lord Shen. -Declara Po.- 

- ¿Estas seguro? -Pregunta Tigresa.-

- ¿Qué mas podemos hacer? -Pregunta el panda.- Tienen las artes marciales y armas mucho mas avanzadas. -

Sin mencionar al ejercito que parece que nunca se acaba.

- Nosotros seis podemos ir por los lobos. -Sugiere.- Los demás se quedan aquí, con los insectos como espías, robando una o tres armas cada noche, y usando la información que obtuvo Mantis. Podrán valerse por si solos hasta que volvamos. -

- ¿Y si no hay arma? -Pregunta Mono.-

 - No lo sabremos sin intentarlo. -El panda los mira fijamente.- ¿Quién están conmigo? -

Sus amigos no dudaron y asienten.

Se prepararon para irse, le dejaron el mando a los maestros, y les pidieron que cuidaran a todos los enfermos.

Los amigos se despiden del inconsciente Shifu, prometen ayudarlo y regresar antes de la batalla final con mas ayuda.

Cada uno corren para volver a la Ciudad Gongmen.

- - -

- -

-

La cárcel de la ciudad esta en silencio, solamente iluminada por el centellante fuego.

Se escuchan pasos.

La puerta se abre y entran corriendo los guerreros del Kung Fu.

- ¿Por qué siempre que venimos tratan de matarnos? -Dice Po con su asma de panda.-

- ¿Todos están bien? -Pregunta Tigresa.-

La llegada a la ciudad fue mucho mas difícil que la ves anterior.

Sus amigos asienten.

- ¿Qué hacen ustedes aquí? -Pregunta un lobo desde su prisión.-

- Vinimos. . . -Respira hondo.- Por ustedes. -Sigue recuperando aire con dificultad.-

Los lobos se miran confundidos.

- ¿Porque? -Pregunta uno de ellos.-

- Queremos que construyan de nuevo el cañón. -Declara Tigresa.-

Los prisioneros los miran sorprendidos.

- Nosotros no sabemos como se construye. -Informa otro.-

- No mientan, ustedes ayudaron por muchos años a Lord Shen. -Refuta el mono.-

- Si, pero cada uno se encargaba de solo una parte de la construcción. -Responde.- Unos fundíamos el metal, otros lo soldaban, etc. -Explica.- Nadie sabe como se construye por completo. -

Los amigos se miran preocupados.

La decepción invade sus corazones.

- ¿Qué me dicen de su Jefe? -Pregunta la de rayas.- Era la mano derecha de su señor. -

Los lobos se quedan en silencio.

Su Jefe sobrevivió y desde entonces, en los últimos años a tratado de liberarlos.

Podrán decir lo que quieran de su Jefe, pero nadie puede negar su fuerte lealtad.

- El si sabe. -Responde uno de ellos.-

- ¿Dónde esta? -Exige la tigre.-

Los caninos no responden.

- ¿Sera que quieren decirlo por la malas? -Pregunta Mantis.-

Los miran con odio.

- Entonces a las malas será. -Tigresa truena sus dedos.-

Los lobos aprietan la mandíbula, prefieren morir antes de traicionar a su manada.

- Esperen. -Los detiene el panda.- Hagamos un trato. -

Todos lo escuchan.

- El cañón que diseñaron fue para destruir toda china, pero ahora lo construirán para salvarla. -Declara.- Salvaran a millones de vidas y será una gran contribución al pais. -Dice los hechos.- Por ello, será suficiente para pagar todos sus crímenes. -

Lo miran con los ojos abiertos.

- Po. . . -Llama Tigresa.-

- ¿Me equivoco? -Le pregunta.-

La tigre y sus amigos no pueden cuestionar su lógica, no seria la primera vez que algo así; sucede por el bien mayor, pero había un ambiente de incomodidad.

- ¿Lo dices en serio? -Pregunta un lobo desconfiado.-

- Lo juro. -Promete con honestidad.- Pero solo se les perdonara los crímenes pasados, si vuelven a cometer, aun que sea un robo, mis amigos y yo, los devolveremos aquí. -Jura.-

Sus amigos ahora lo ven mas razonable.

Los lobos intercambian miradas y asienten.

- Aceptamos. -

Los guerreros sacan a un lobo. 

-Tu, nos llevaras con tu líder. -Tigresa le pone las esposas de 8 puntos de acupresión.- Los demás serán intercambiados por los cañones. -

Los guerreros escoltan al lobo.

Al salir, Tigresa se aparta del grupo junto a Po.

- ¿Estas seguro de esto? -Pregunta preocupada al conocer el trasfondo.-

- No te preocupes Tigresa. -Le sonríe.- Ya estoy en paz con mi pasado, ahora solo me preocupo por el bienestar de toda china. -

La tigre lo mira fijamente, el panda le sonríe demostrando que no tiene ningún problema.

- Esta bien. -Decide confiar en su amigo.-

- ¿Por donde debemos ir? -Pregunta Víbora mientras se esconden en un callejón.-

- No lo se. -Responde el lobo.-

- ¡Que! -Exclaman los amigos.-

- Estuve en prisión todos estos años. -Responde.- No se donde pudo ir mi manada. -

- ¡Debes estar bromeando! -Dice Mono.-

- ¿No tienen una guarida? -Pregunta Mantis.- ¿Dónde estuvieron escondidos tantos años? -

- Tenemos una. -Admite.- Pero no se si mi manada siga viviendo ahí. -

- Empecemos buscándolos ahí. -Declara la felina.- ¿Dónde esta? -

El canino señala las montañas.

- Vayamos. -Dice Po.-

- - - 

Por cada paso que daban, mas frio hacia.

- ¿Por qué escogieron este lugar? -Pregunta Panda temblando de frio.-

- Lava gratis para fundir el metal. -Responde.- No se preocupen, el ambiente se volverá mas cálido cuando nos acerquemos. -

Todos juntos suben al volcán.

- Esperen. -Detiene el lobo justo cuando pasaban por un acandilado.- 

- ¿Qué pasa? -Pregunta la de rayas.-

El canino toma aire y aúlla, provocando un gran eco que resuena en la montaña.

Esperan en silencio.

Varios aullidos responden al llamado.

- Mis compañeros ya vienen. -Sonríe.-

Nunca tuvo la intención de revelar el escondite, jamás pondría en riesgo a su manada.

- Espero que con buenas intenciones. -Comenta Po.-

- El Jefe tiene la ultima palabra. -Responde.- Si quieren que lo ayuden, deberán hablar con el. -

Los guerreros se preparan para la confrontación.

Al poco tiempo llegan los lobos corriendo, dirigidos por su Jefe.

Se detienen al a ver a los guerreros.

Les enseñan los dientes y les gruñen, mostrando su hostilidad.

- Venimos en paz. -Declara Po.- 

- ¿A que vinieron? -Pregunta el Jefe.-

Los guerreros le explican la situación y piden su ayuda a cambio del perdón.

El Jefe Lobo los mira fijamente con hostilidad.

- Jefe. -Llama el lobo rehèn.- No se vea obligado por nosotros, estamos dispuestos a esperar hasta que. . . -Tigresa le cierra el hocico.-

- ¿Entonces tenemos un trato? -Pregunta Po.-

- Diré mi decisión hasta mañana. -Se da la vuelta y se van.-

- No me esperaba eso. -Dice el panda sorprendido.-

Estaba seguro que aceptaría el trato.

- Tal vez no le importen sus demás compañeros. -Dice Mantis.-

El trato era demasiado beneficioso para ellos, le parece una ridiculez que duden.

- ¡Cállate! -Exclama el lobo.- El Jefe tiene sus razones. -

- Sea lo que sea, volverás a prisión si no acepta. -Le recuerda la tigre.-

El lobo no le afecta.

- Será mejor hacer el campamento. -Dice Víbora.-

La manada llega a la fábrica.

Los lobos que lo acompañaron se mantienen en silencio.

El Jefe con cara enojada los ignora y se encierra en su estudio.

Sus compañeros solo pueden verlo con impotencia.

Arrasa con todo lo que había en la mesa.

No quiere volver a construir ese cañón.

Ese maldito cañón que Lord Shen construyó sin descanso.

Y que puso todas sus esperanzas.

Sus garras perforan la mesa de madera.

Se sentía mal y odiaba sentirse así.

No le importa lo que le suceda a china.

Desde que nació, le educaron a ser leal.

A él, solo le importa proteger a su manada, a su familia y a sus seres queridos.

La imagen del pavo real aparece en su cabeza.

El Jefe gruñe ante su debilidad.

Cuando un lobo jura lealtad, es para siempre.

Se incrimina por a verle jurado lealtad.

No le importa a ver sido desterrado.

No le importa que sea un criminal.

No le importa a ver perdido su ojo.

Le importa que su líder no los hubiera puesto en sus ojos.

Una cosa es morir en la batalla, otra a que tu propio líder te traicione.

Sus compañeros, su familia, murieron a manos de Lord Shen.

Y el. . .

Se lleva su mano a su pecho.

Ahora tiene tres cicatrices en su cuerpo.

Gruñe.

- - - 

Cae la noche.

Los guerreros duermen bajo el oscuro cielo.

Po se despierta al escuchar que alguien venía.

Se levanta y se dirige en la dirección donde provenía el ruido.

Tigresa también se despierta.

- Oh. -Dice el panda al verlo.- Eres tu. -Mira al Jefe Lobo sosteniendo una antorcha.- ¿Ya decidiste? -

- Tengo una pregunta para ti. -Lo mira serio.-

- ¿Y que es? -

- ¿Cómo puedes venir a pedir mi ayuda y liberar a mi manada? Destruimos tu vida. -

- Si lo hicieron. -Contesta sin enojarse.- No lo eh olvidado. -

- ¿¡Entonces!? -

- Ya sanaron mis cicatrices. -Responde con simpleza.-

- Las cicatrices no sanan, son las heridas. -Responde el lobo.-

- Lo que sea que hagan las cicatrices. -Contesta.- No caeré en una profunda venganza contra ustedes o con Lord Shen. -

- ¡¿Porque?! ¡Deberías odiarnos! -Exclama molesto.-

- No me agradas y desapruebo todo lo que hiciste. -Declara molesto.- Y si un día voy a por ti y toda tu manada, será por los delitos que hiciste y no por venganza. -

- No te entiendo. -Dice como si estuviera viendo a un loco.-

- Yo tampoco me entiendo. -Se sube de hombros.- Pero esto me trae paz y felicidad. -

El lobo lo mira fijamente.

- No voy a llorar más por el agua derramada. -Declara mirándolo al ojo.- ¿Qué es lo que te traerá paz a ti? -Pregunta al ver que el lobo parecía estar en una situación complicada.-

El Jefe lo mira por un momento antes de darle la espalda e irse.

Po sólo mira desaparecer en la noche mientras Tigresa permanecía oculta detrás de un árbol.

Vino para cuidar de Po, pero no hacia falta.

- - - 

Al día siguiente el Jefe Lobo acepta el trato.

Les ordenó a su manada y a los guerreros que trajeran todo el metal que buscarán.

Los del Kung Fu tuvieron que pedir todo el metal a las aldeas mientras evitaban que los lobos intimidaran a los pueblerinos.

El Jefe se dedico a estar en la fábrica con sus demás compañeros construyendo el cañón.

Pasaron días y noches sin dormir para hacer una fila de armamento.

- - - 

- ¿Cómo moveremos estas cosas? -Pregunta Po al ver los pasados cañones.-

Los lobos le explican que hay un río que conecta al mar.

Los guerreros tuvieron que pedir barcos prestados.

Y cumplieron su promesa liberando a los demás lobos.

- Muchas gracias. -Habla Po.- Su ayuda será recordada. -

- Toma. -El Jefe Lobo le entrega un viejo pergamino.-

- ¿Qué es? -

- Son los planos del cañón que Lord Shen hizo. -Explica.- Llévenselos, así podrán construir los propios. -

- Gracias. -Vuelve agradecer el panda antes de subirse al barco.-

- Y también deberías revisar las heridas de esas balas. -Dice el Jefe.-

Los guerreros le ponen atención.

- Esas cosas pueden fracturarse dentro de la gente, provocando que los pequeños residuos enfermen a las personas. -Explica.-

- Gracias. -Dice asombrado.-

El viaje fue más fructífero de lo que esperaban.

Los amigos parten a la batalla.

La manada los ve irse antes de volver a la fábrica.

El Jefe se va a su habitación y saca una vieja caja de madera.

Sin decirle nada a nadie, se encamina a bajar la montaña.

En el bosque, en una pradera donde los rayos de luz se reflejaban a través de las ramas de los árboles de cerezo.

Había una espada guandao de hoja curva con un eje extendido, enterrada en el suelo.

El Lobo se detiene frente a ella.

Una tumba improvisada que el mismo hizo para su señor.

- . . . Eh cumplido parte de tu deseo, ahora todo el mundo sabrá que solo fuiste demasiado avanzado para la época. -

Le habla a la espada.

- Todo el mundo vivirá sabiendo que tu trabajo con la pólvora los beneficio. -

El bosque está en silencio.

- Que tus Padres y la Adivina se equivocaron en juzgarte. -

Abre la caja.

- Tu nombre y legado pasará a la historia. -

Saca unas pinturas.

- Esto es lo último que hago por ti. -

Son retratos de ellos dos de niños.

- Mi deber contigo lo eh cumplido. -

Enciende un fuego.

- Adiós Lord Shen. -

Quema los recuerdos frente a la tumba.

Se queda hasta que el último trozo de papel se convierta en cenizas.

Con una última mirada en la espada, se va.

- ¡Nos mudamos! -Avisa al llegar a la fabrica.- Recojan sus cosas, los guerreros del Kung Fu ya saben donde vivimos, ya no es seguro permanecer aquí. -

Sus compañeros obedecen.

Recogen lo más rápido posible todas sus cosas.

Cuando todos estaban afuera.

El Jefe Lobo ordenó prender fuego a la fábrica.

Los arqueros no cuestionaron y prendieron sus flechas.

La gran estructura se prende en llamas.

- Vayan bajando. -Ordena.- Yo los alcanzaré. -

Los lobos obedecen.

Al quedarse solo, admira como el edificio que construyeron, cae en pedazos.

- Nunca sabré porque no me mataste esa noche. -

Esos Cuchillos arrojadizos, que apuñalaron sin piedad su cuerpo.

Fueron lanzadas evitando sus puntos vitales.

No entiende por qué Lord Shen se tomaría la molestia para hacerlo.

Está seguro que lo hizo a propósito.

Si hubiera sido una cuchilla, estaría de acuerdo de que hubiera sido por accidente.

¿Pero tres? Es demasiada coincidencia.

La fábrica no aguanta y cae dentro de la lava.

Lentamente se hunde en ese mar rojo.

Eso es todo.

El Lobo, se siente en paz después de tantos años.

Se da la vuelta y regresa con su manada.

- - - 

- -

-

Los guerreros volvieron a la batalla y esta vez, la pelea es mas equilibrada, los ciudadanos se unieron con ellos para combatir por toda china; su hogar.

Po, tenia razón; tenían que unir fuerzas. 

Pero no solo con los guerreros del Kung Fu, si no, con todos los habitantes que forman china.

Amigos o enemigos, con o sin Kung Fu, todos juntos luchando en equipo. 

Al final, se coronaron como los ganadores y expulsaron a los invasores.

La historia hablara por siempre de esta batalla y una nueva era se avecina para el Kung Fu.

Ahora tienen que mejorar y tener equilibrio con las nuevas tecnologías de batalla.

El tiempo es un buen maestro, pero mata a todos sus estudiantes.

Lo único podemos hacer, es avanzar junto con el.

Y los cañones de Lord Shen, se distribuyeron a las ciudades, para proteger a toda china.

* * *

* *

*

Un pequeño grupo de jóvenes lobos juegan al Jianzi en el patio trasero de la Torre de la Llama Sagrada; El Palacio de los Pavo Reales.

El Jianzi sale volando del circulo después de que uno de los niños lo pateara con demasiada fuerza.

El viejo Jianzi brinca por el suelo hasta caer a los pies del heredero al trono.

Los lobos al verlo se sorprenden y se arrodillan para saludarlo.

El Pavo Real los mira con una sonrisa.

- ¿Puedo jugar? -Les pregunta.-

Las miradas de los lobos pasan a todos los rostros de sus compañeros.

Esto no parecía normal, los Pavo Reales nunca antes se interesaron en ellos, en sus jóvenes cerebros ya estaba la imagen de que los gobernantes de Gongmen están a otro nivel, uno superior.

La manada mira a su compañero mas fuerte, considerándolo el Líder del grupo por ser el mas capaz.

El pequeño lobo se da cuenta que esperan su respuesta.

- Claro. -Responde con una sonrisa de inseguridad.-

No se atreve a decirle que no a la realeza.

- Pero jugamos un poco brusco así que tal vez. . . -

El albino con sus controlados movimientos, levanta el Jianzi con solo sus patas, sus movimientos destacan con la velocidad del rayo y una precisión mortal.

Su estilo es elegante y letal. 

Los lobos quedan impresionados por el espectáculo de sus habilidades.

El joven Lord patea el Jianzi hacia los cachorros.

Los lobos no pudieron reaccionar, solo pudieron mirar como el Jianzi volaba a toda velocidad hasta estrellarse en la frente de su Líder.

El impacto lo hizo caer de espaldas al suelo.

Sus compañeros le preguntan si está bien.

Pero el joven Líder solo sonríe como bobo sin apartar la mirada del joven Lord.



FIN

Gracias por leer.

Leyeron 4878 palabras.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top