"Capítulo 3"
Imagen Adjn : Andrew Froth
—¿Cómo que la verdad?—Pregunté haciéndome la que no sabía nada.
—Buena actuación Copper, pero ambos sabemos que esos asesinatos no son hechos por seres humano—Dijo casi que en un susurró en mi oído, pero no le quitaba ese toque varonil que intimidaba.
—¿Tienes pruebas?—Pregunté.
—Tú las tienes—Me dio una sonrisa que me dio escalofríos.
—¿Quién te lo asegura?
—Tus ojos lo dicen, descubriste bastante de los asesinatos y yo quiero que las personas se den cuenta del peligro que hay en esos robots—Dijo.
Su voz era de tanta preocupación, pero yo lo se, él no quiere eso, está buscando otra cosa y yo aunque sea lo último que haga lo averiguaré. Creo que acaba de empezar el juego entre el gato y el ratón.
—Bien. ¿Por qué tendría que confiar en ti?—Pregunté.
—Soy hijo de uno de los mayores, les facilitaría todo, como acceder a lugares, salas prohibidas, oficinas de los jefes e incluso el laboratorio donde se hacen los robots.—Respondió—Estoy arriesgando mucho con esto.
Exacto por eso no te creo.
—Vamos con el equipo, si ellos aceptan, eres bienvenido—Me aparté de él y se quedó con una expresión que no supe distinguir.
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—Bienvenido Kyle—Le dice Grace.
—Un placer Xix—Le extiende la mano Andrew.
Joy solo se limita a darle una sonrisa de boca cerrada ¿Pensaba lo mismo que yo?. Casi siempre teníamos una conexión inmediata así que no dudo que Joy piense que es un falso total.
En realidad yo estaba con los ojos como platos, dio una especie de mini-discurso en el cual explicó prácticamente lo mismo que yo, solo que dio más información sobre salas prohibidas o privadas, Grace y Andrew quedaron encantados, mientras Joy dudó por unos segundos para luego asentir. Estuvo a punto de convencerme hasta que vi sus ojos. Decían cosas totalmente diferente a lo que decía su boca.
Valla el dicho: "Las miradas hablan" cobra todo el sentido para mí ahora
Él me mira con una picardía enorme, como si quisiera que me diera cuenta del monstruo que hay detrás de él. Tal vez todo sea ideas mías pero esos ojos entre grises y blancos me confirmaban mucho. Aunque... tal vez exagero, pero si quiere jugar vamos a hacer el juego y es justo y que halla dos participantes.
—¿Entonces Phoebe?. Todos estamos de acuerdo—Dijo Andrew, sacándome de mis pensamientos.
—Bienvenido Kyle Xix—Dije apretando los dientes con una sonrisa forzada.
—Bienvenido—Dijo Joy con un rostro más... ¿confiado?
—Aún falta 1 hora para terminar el trabajo ¿Les parece ir a la cafetería?—Dijo Grace. Ella era el alma fiestera del grupo.
—Me apunto—Dije rápidamente, sabía que harías preguntas sobre la vida de Kyle, entre más sepa mejor.
—Ya somo dos—Dijo Kyle.
—Nos apuntamos—Dijo Andrew, refiriéndose a él y Joy.
—¡Ey!—Exclamó Joy—Yo no confirmé nada—Dijo entre molesto y gracioso.
—Si, nos apuntamos—Volvió a decir Andrew.
—Bien, todos vamos—Dijo Grace con alegría.
—Pero que no sea...
Apagón, un maldito Apagón. En realidad las horas se fueron volando y ya era casi de noche odiaba este horario ya que no se veía prácticamente nada. Nunca tuvimos un apagón en los años que llevo de trabajo así que no teníamos mínima idea de que hacer.
—Manténganse en su sitio y no se muevan—Dijo Kyle reaccionando más rápido que yo—¿Algún lugar que todos conozcan?
—Todos vallan a la puerta de cristal, saben perfectamente el camino hacia ahí—Dije.
Ya reunidos todos, Kyle y yo con el papel de jefes del equipo que nos corresponde empezamos a calmarlos.
—Bien mantengan la calma, seguro ya se están encargando de esto—Dije con voz tranquilizadora.
—Las linternas de sus teléfonos—Dijo Kyle.
—No los tenemos encima—Respondió Andrew.
—Las puertas funcionan a huella dactilar si no hay corriente no podemos salir—Dijo Joy.
—Chicos... No... no... pue... puedo... respirar—Dijo Grace.
—Rápido, busquen inhaladores, padece de fobia a los lugares cerrados y oscuros—Dije mientras me arrodillada frente a Grace quien estaba tirada en el piso hiperventilando.
—Grace Mírame, concéntrate en mi voz en lo que buscan un inhalador—Dije con una voz tranquilizante—Respira conmigo ¿Vale?. Inhala, exala—Repetí eso un para de veces—El inhalador, no funcionan los ejercicios.
—Sale de ahí Cooper—Dijo Kyle.
—No voy a salir—Dije con fuerza.
—Bueno deja que muera entonces—Se da la vuelta.
—Vo... voy.... a... morir—Dijo Grace.
—Phoebe Copper, déjalo—Dijo Andrew, sabía que hablaba en serio ya que pocas veces me decía mi apellido.
—Ven—Me levanté derrotada.
En medio de la densa oscuridad pude ver el brillo de sus ojos que me decían a gritos: Gané esta ronda.
—Mira, quiero que te concentres en mi voz Grace—Dijo tan dulce—Todo va a salir bien, horita vendrá la luz y podremos salir. Cierra los ojos y piensa que estás en tu casa rodeada de las cosas que te gustan—Grace hizo justamente lo que dijo—¿Te lo imaginas?
—S...si—Contestó Grace.
—¿Es bonito verdad?—Dijo Kyle.
—Muy bonito—Contestó Grace mientras su respiración se ajustaba.
—Ahora sigue mi respiración. Inahala, exala.—Repitió eso unas cuantas veces hasta que Grace se calmó completamente.
—Gracias Kyle. Estos ataques me están dando más seguido de lo que quisiera—Dijo Grace avergonzada unos minutos después de calmarse.
—Esto no te tiene que avergonzar para nada, es un mecanismo del cuerpo humano, solo hay que saber manejarlos y tus amigos y ahora yo estarémos para ayudarte—Dijo Kyle dándole la mano.
¿Por qué tenía que aparentar ser tan perfecto?
—Gracias Kyle—No la podía ver pero pongo la mano en el fuego que estaba sonrojada. Ella se sonrojada por todo y yo casi nunca, muy rara vez.
—El inhalador está en su bolsa que está en alguna de las otras habitaciones—Dijo Joy interrumpiendo el momento.
—No te preocupes, ya logré calmarla—Dijo Kyle.
—Si. Al final nos sirvió para algo—Dije con falsa amabilidad.
—¿Cómo lo lograste?—Dijo Joy sorprendido—Hay muy pocas posibilidades que un ataque de pánico tan fuerte se logre controlar tan rápido, de hecho, lo mínimo que dura son de 10 a 20 minutos.
—Es simple, en vez de empezar diciendo que respirara—Estoy segura que lo dijo directamente para mi—Tienes que empezar haciéndole un ejercicio sobre algo que le llame la atención, luego viene la respiración para que termine de calamarse completamente.
—Valla, si que tienes experiencia—Dijo Joy todo anonadado.
Demasiada. ¿Cómo sabía que el lugar favorito de Grace, su lugar seguro era su casa si se apenas la conocía?
—Por algo soy uno de los jefes—Me miró con esos ojos que me daban escalofríos.
Casi sentí sus pensamientos: Puedo más que tú.
—Claro. Por algo te escogí—Dije yo devolviendo la mirada.
Sus ojos grises y blancos se mantuvieron en los míos de color negro. Fue una mirada de reto, competencia y desafío. No expresaba más nada que QUIERO EL CONTROL.
Valla y eso que casi ni nos podíamos mirar debido al apagón.
—¿Interrumpo algo?—Pregunta Andrew.
—No, para nada—Digo yo apretándo la mandíbula.
—Bien conseguí un celular. Es el de Phoebe.
—Ah. Dámelo—Tenía algo de miedo porque no tenía contraseña.
Me estaba a punto de dar el celular. Cuando regresó la luz.
—Bien, al fin—Dijo Joy.
—Llegó en el momento indicado—Dijo Kyle con una sonrisa de gloria.
—Kyle...—Le advertí
No dio tiempo a nada. Ya tenía mi celular en la mano y lo estaba abriendo.
—Dame mi celular—Le grité
—Oblígame a dártelo—Me respondió calmado.
—No seas infantil—Dije yo tratando de alcanzarlo. Maldito metro ochenta—¿Cómo sabías que no tenía contraseña?
—Tú cara fue más que suficiente cuando Andrew tenía tu teléfono en la mano—Soltó una pequeña risa, mientras me acorralaba contra la pared—Creo que no te mencioné que se leer muy bien a las personas así que cuídate muy bien.
—¿Me estás amenazando?—Dije, no podía negar que en la pose en la que estaba era muy vulnerable, pero yo no me doblego ante nadie y menos de un hipócrita como él.
—Tómalo como amenaza, advertencia lo que quieras. Solo quiero que te quede claro que tu estás en un rango muy por debajo del mío—Esa última frase la Dijo tan cerca de mi que sus labios rozaron el lóbulo de mi oreja.
¿Así quieres jugar?. Pues te complazco.
—Y creo que no te mencioné a ti que aunque esté en el último rango no te tengo miedo y me da igual que finjas que eres un niño dulce que ayuda, pero tú sabes perfectamente que no es así. A mi no me vas a manipular y ¿adivina? Tampoco me intimidas.
—Te di la oportunidad Cooper-Me dio una sonrisa, mientras me devolvía el teléfono
—Me voy a vengar Xix—Dije en un susurro en su oído.
En ese momento él se alejó de mi y fue que caí en cuenta de que Grace, Andrew y Joy nos miraban.
Grace tenía cara de felicidad pura, su sueño era que me casara y le diera sobrinos, la pobre si supiera que entre ese y yo hay todo menos amor.
Andrew miraba con indiferencia, como siempre, no se si es que no le sorprende nada o que de cierta manera ya lo esperaba.
Joy, él era una confusión total.
Lo que no podía negar es que sus caras eran para morir de risa.
—¿Van a quedarse parados mirando el espectáculo o van a salir de aquí antes de otro apagón?—Pregunté aguantando la risa.
—Creo que nos vamos—Dijo Grace mientras empujaba a todos los chicos hacia la sala donde estaban sus cosas.
Estaba recogiendo papeles y organizando el reguero que había.
Hacía unos minutos ya habían salido todos, estaba yo sola. O al menos eso creía.
—¿Por qué no pides ayuda vengativa?—Preguntó Kyle.
—Reí—Que cliché, chico malo que aparenta ser bueno y pone apodos a la chica difícil para que caiga rendida a sus pies y ella logra cambiar su corazón oscuro—Dije en forma de burla.
—¿No te gustan esos clichés?—Preguntó curioso.
—No—Respondí secante mientras seguía en mi trabajo.
—Valla, valla ¿Qué te gusta entonces?—Dijo acercándose a mi.
—¿Qué te hace pensar que te lo diré?—Dije probando fuerza.
—Me lo dirás.
—Oblígame a decirtelo—Usé sus palabras, mientras me acercaba a él para quedar tan cerca que nuestros labios sentían el calor de nuestras bocas.
—Me sorprende que no me temas Copper—Me dijo mirando fijamente mis labios.
—Te dije que no me intimidabas—Lo Agarré por el cuello de la camisa—No me manipulas, no creo tú cuartada de niño perfecto. Para mi no eres más nadie que un hipócrita—Hice un gesto como si lo fuera a besar, pero a milímetros paré de acercarme—Deja de pensar que estás niveles por arriba de los míos—Con eso me alejé de él para seguir en mis labores.
—Después dicen que no tengo corazón—Lo oí murmurar, pero ni hice caso solo súplica atención.
—¿Has oído la frase. Que lo fácil aburre, lo difícil atrae y lo imposible obsesiona?—hablé nuevamente.
—¿Quién no a oído esa frase? —Respondió con obviedad.
—Pues lo mismo pasa conmigo, no me gusta el cliché cursi. Prefiero algo diferente a lo de las películas o los libros. No busco alguien que me salve o sea perfecto, si no alguien que se atreva a explorar su propia oscuridad y aceptarla como parte de si mismo—Paré unos segundos—Se que parece extraño pero es la verdad. Me gusta lo oscuro, lo que te atrae no solo a besos y cariños, que no busque una imagen idealizada de la persona que quiere tener a su lado, si no una aventura a la cual jamás pensó tener. Algo que haga la diferencia entre tanta luz—Concluí mis palabras con mis labores.
—¿Te gusta lo imposible, lo que te obsesiona?—Preguntó.
—Muy inteligente Kyle—Respondí mientras aseguraba todo.
—Eres diferente Phoebe—Y de nuevo esa sonrisa cínica. Pero sus ojos decían la verdad, tenía curiosidad por mi, justo donde te quería—Y al final si me respondiste la pregunta.
—Soy única. Y respondí la pregunta cuando yo quise no cuando a ti se te antojó—Respondí—Si no quieres que cierre la puerta contigo adentro, sale—Dije directa.
—Eres única. Pero no en es sentido, si no que eres la única que hasta ahora a pensado que puede jugar conmigo—Soltó una carcajada—Si yo lo deseo en un movimiento te quito del trono en el que estás, ese que te crees la dueña de todo ese equipo.
—Sigue soñando—Quería intimidarme y no iba a lograr que me acobardara.
—Como digas vengativa—Rió—Entonces se dio la vuleta y empezó a caminar por el pasillo que daba a la salida—Ah, deja de pensar que esto es juego, es ridículo y la infantil en este momento eres tú—Usó mis palabras.
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