—Byun, nada mal. — KyungSoo torció los labios en acuerdo al hechizo que el pelinegro había armado para su proyecto. El chico era muy bueno armando hechizos, aun mejor de lo que lo era él y no podía seguir negándolo. Al inicio lo frustro un poco pero Baek de verdad tenía talento que admirar.

— ¿Crees que funcione? —el chico miro emocionado al pelirrojo, levantándose del asiento. Ambos habían acordado juntarse para el proyecto en uno de los jardines del colegio, mismo que KyungSoo usaba para relajarse, sabiendo que era lo suficientemente temido como para ser molestado.

—Lo hará, es más bueno de lo que esperaba. —admitió mirando la segunda parte. —Incluso añadiste el hechizo en conjunto y no se ve nada mal.

— ¿Podemos practicarlo hoy? —pregunto con los ojos brillosos, haciendo sonrojar al prodigio, quien esquivo su mirada y se levantó.

—En ese caso empezare con mi parte. — BaekHyun chillo emocionado, no viendo la sonrisa cálida que le dedicaba el mago prodigio.

Byun BaekHyun resulto ser alguien más que curioso en el buen sentido de la palabra; si era torpe y no se le daba bien los polvos mágicos pero lo compensaba con una dedicación que pocos mostraban, sin contar con su coraje y esa confianza que tenía en sí mismo, misma que había empezado a admirar. BaekHyun siempre le había mostrado cara cuando se portaba mal con él y siempre le respondía sus desplantes, otra razón más para cambiar.

Baek también lo buscaba sin importarle su fría mirada o su cortante forma de hablar, lo trataba sin problemas a menos que le buscara pelea. Tan natural como si fueran amigos íntimos.

No solo eso había logrado en el frio prodigio de cabello rojo, si no también le estaba causando un calorcito desconocido en el pecho, una gran ansiedad por verlo o lo que más le sorprendía: lo hacía sonreír y sonrojar, cosa que nadie había logrado hacer un muchísimo tiempo.

Quizás fuera extraño pero no por eso malo.

—Baek, ¿Quieres ir a tomar un bubble tea mas tarde? — pregunto después de dos horas de practica agotadora. A ambos les dolía las manos por la magnitud del hechizo y sus gargantas estaban roncas de tanto recitar.

El pelinegro se mordió la lengua en medio de otro hechizo, mirándolo con sorpresa. — ¿Eh? ¿Me pides una cita?

Solo entonces KyungSoo noto la gravedad de sus palabras, enrojeciendo aún más que el mismo BaekHyun.

— ¡No es una cita!

— ¿No quieres salir conmigo? ¿Sigo cayéndote mal? —BaekHyun junto sus manos intentando disimular su nerviosismo.

— ¡Si! ¡No! Que diga, si quiero salir contigo y no me caes mal...—KyungSoo se acercó al pelinegro, pasando sus manos por su cabello. —Perdona que te haya tratado tan mal desde el inicio de clases, de verdad lo siento. — el pelirrojo inclino su cabeza y lo miro con decisión. —Ahora, Byun BaekHyun, ¿Quieres ir a tomar un bubble tea conmigo? — pregunto con una sonrisa.

—Eres horrible...— musito BaekHyun con la cara roja y una sonrisa brillante.

— ¿Eso es un sí?

—Solo si me dejas ordenar uno con un bollo relleno de fresa.

—Hecho. — lo que le faltaba por descubrir era que Byun BaekHyun era un total fan de los bollos rellenos y se comía mas de dos.