04.
TaeHyung dormía en los brazos de su novio, quien lo abrazaba por la cintura y lo pegaba lo más posible a él.
JiMin suspiró, dándose cuenta lo ridículamente enamorado que estaba. Quería hacer todo con el menor, vivir una vida larga y emocionante, ver a TaeHyung embarazado cargando su bebé en el vientre, llegar del trabajo y ser recibido por su esposo e hija, ser un abuelito arrugado y de pelo blanco mientras sostenía la mano de su amado, ambos admirando sus fotos de jóvenes, contándoles sus aventuras a sus nietos y riéndose en familia. Quería... quería ser eterno con Kim TaeHyung a su lado.
¿En qué momento Park JiMin había llegado a ese punto? No tenía ni la menor idea. Antes de TaeHyung, el azabache era un amargado, cero romántico, detestaba a las parejas que se decían cosas estúpidamente cursis. Todo hasta que el niño de ojos grandes llegó a su vida a llenarle de color y sentido.
Pensando todas esas hermosas cosas, acarició el rostro de su novio que seguía dormitando a su lado.
No podía amarlo más.
—TaeHyung, debo decirte algo.
El corazón del menor se aceleró, asustado.
—¿Qué pasó, amor? ¿Todo bien?
—Sí, solo que... —apretó sus labios, extremadamente nervioso—, les dije a mis papás que estaba con un chico.
TaeHyung quedó boquiabierto, sin poder hablar.
—Tae-TaeHyung, yo estoy muy enamorado de ti y no aguantaba más tenerte en secreto. Me hubiese dado lo mismo si ellos me hubieran dado la espalda, y-yo... yo te amo tanto que daría lo que fuera por ti.
Una inevitable lágrima cayó por su mejilla y se sonrojó, totalmente avergonzado por su confesión. Él no era tímido, ese era TaeHyung, pero confesarle que lo amaba era algo nuevo que nunca antes le había dicho y sentía mucha vergüenza.
—JiMin, yo... —ver a Park JiMin llorar fue impresionante para él, su chico jamás se demostraba débil y verlo en ese estado se sintió un acto completamente sincero para TaeHyung—. Yo también te amo, amor —rió nervioso; rió de felicidad.
Se abalanzó rápidamente a los brazos del mayor y lo rodeó por los hombros, aspirando su exquisito olor a frambuesa.
—¡Te amo, te amo, te amo! —llenó de besos el rostro del mayor, demasiado contento—. ¡¿Qué te dijeron tus padres?! ¡¿Estás bien?! ¡¿Lloraste?! —JiMin rió también, limpiando sus lágrimas. Ver a Kim con tanta energía era extraño, pero agradable.
—Sí, lloré un poquito, pero no fueron malos. Mamá me dijo que ella me iba a apoyar siempre, y para mi sorpresa, papá me confesó que ya lo sospechaba porque siempre te miraba con ojos de enamorado.
Ambas rieron, y el de ojos grandes se separó, sin dejar de tocarlo.
—¿En serio? Eso es increíble, ¡amo a mi suegro!
JiMin rió otra vez y tomó las manos de su novio entre las suyas.
—Te amo, TaeHyung.
—Te amo más, JiMin.
—Mamá, JiMin es mi novio.
Aquello fue una confesión inesperada.
Luego de que JiMin hablara con sus padres y saliera oficialmente del closet, TaeHyung comenzó a sentir las ganas de hacer lo mismo para que así por fin los dos pudieran andar tranquilos de la mano y besarse sin miedo a que los vean.
Aunque JiMin, quien ahora estaba impactado al lado de su novio, sentado en la mesa con la señora Kim frente suyo, sintió algo de miedo al ver los furiosos ojos de la mujer.
—Mamá... estamos en otras épocas, y-yo realmente amo a JiMin y-
—¡Así que este enano es el que le deja chupones en el cuello a mi inocente hijo! —saltó la mujer, levantándose de la silla.
JiMin quiso salir corriendo de ahí.
—¡Mamá, no seas grosera!
—Señora Kim, yo...
—¡Señora Kim nada! ¡Monstruo!
Esa tarde fue todo un lío para los jóvenes.
Aunque con el pasar de las horas la señora Kim logró calmarse -solo luego de que JiMin le prometiera que jamás volvería a hacerle esas cosas a su hijo-, y les explicó que en realidad a ella no le importaba que TaeHyung gustara de chicos y que de hecho, estaba segura que al señor Kim le agradaría oír la noticia de que su hijo jamás estaría con una chica y sólo estaría con JiMin, en quien sí confiaba.
Luego de ese día, JiMin ya se sentía libre de tomarle la mano en público a su lindo gatito, de besarlo frente a sus amigos y llevarlo a reuniones familiares donde lo presentaría oficialmente como su novio.
E igual después de todo, JiMin se las ingenió para seguir dejando chupones en el cuello de TaeHyung, sin que nadie los viera.
Porque JiMin amaba marcar a su novio y TaeHyung amaba a su novio.
¡gracias por leer! ♥︎
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