México tiene muchas cicatrices, tantas que es difícil contarlas, el moreno jamás dejaría que alguien las viera, estaban escondidas entre un montón de ropa y vendas que difícilmente se llegaría a quitar. No deseaba que alguien descubriera esa parte de él, el país que era conocido por su felicidad no podría permitirse estar triste y mucho menos esconder algo tan vergonzoso como millones de marcas en su pequeño cuerpo. Todas y cada una de ellas significaban algo. Cuando México noto que no había ningún espacio en su piel a salvo de heridas decidió que nadie más lo vería.

Pero Estados Unidos había arruinado todo, de alguna forma logró derribar todas las barreras que México construyó por años, lo hizo de una forma tan fácil que el latino se preocupo por la rapidez con la que cayó ante esa tierna sonrisa y ese montón de halagos.

ㅡTonto ㅡdijó el mexicano admirando como la pálida piel de Estados Unidos se había decorado de rojo ante un corteㅡ, te dejará marca.

Su voz tambalea al decir la ultima oración y sus ojitos verdes de llenan de lágrimas que comienzan a salir de forma inesperada, él siempre ha sido 'defectuoso', siempre ha tenido esas molestas imperfecciones. El estadounidense miró con preocupación al mayor, sus labios temblaron sin saber muy bien que decir ante las lágrimas de su pareja, por la falta palabras él es quien decide acorralar al mayor en un cálido abrazo.

ㅡDarling ㅡllamó con cariño.

México no responde, siente un nudo formarse en su garganta y hunde su rostro en el pecho de Estados Unidos, no esta llorando (no por completo) pero siente que el cualquier momento romperá en un ruidoso llanto. El rubió, acaricia con cuidado el maltratado cabello del mayor y es que, México ha estado muy ocupado esos últimos días, no ha tenido tiempo de estar con su pareja y muy el el fondo tiene un miedo irracional a perderla.

Ha subido de peso, su cabello se ha vuelto quebradizo y sin darse cuenta termina abrazando al menor con toda la fuerza que tiene, ocultando sus lágrimas e intentando callar sus sollozos de forma fallida. Estados Unidos lo conoce demasiado bien, tanto que le da miedo.

ㅡAmor...

ㅡ¿S-si? ㅡMéxico es quien muerde su labio con fuerza, no le gustaba que lo vieran tan débil.

ㅡ¿Qué sucede?

ㅡEres muy torpe ㅡdijó en voz baja sorprendiendo a Estados Unidosㅡ, mira ㅡsusurró tomando el brazo lastimado de menorㅡ, siempre tienes accidentes de este tipo.

ㅡDarling, sorry...

ㅡNo quiero que termines igual que yo ㅡinterrumpió México limpiando con cuidado las lágrimas que caen por sus abultadas mejillas.

ㅡ¿De qué hablas?

ㅡSabes que yo tengo muchas cicatrices ㅡdijó en un hilo de voz y no puede creer que por fin ha mencionado eso como si no tuviera importancia.

Estados Unidos parpadeo confundido y por unos segundos quedó en silencio. Podía decir que al fin entendía porque su novio esta así, tomó las muñecas de México y dejó un tierno beso en ambas. Formando una débil sonrisa en sus labios, dejo igualmente un beso en la mejilla de México.

ㅡLo sé ㅡrespondió cariñosamenteㅡ se que tienes demasiadas ㅡsusurró acercándose al mayorㅡ pero, yo también las tengo.

ㅡNo es lo mismo...

ㅡMéxico, tú eres lo más hermosos que he visto en el mundo con o sin ellas ㅡdijó Estados Unidos acariciando con cuidado el cabello del mexicanoㅡ eres más de lo que esperaba encontrar.

El latino levanto la mirada encontrando los ojos del rubió, por primera vez en el día se permitió llorar de verdad, con sollozos escandalosos y lágrimas que no dejarían de caer hasta dejar la camisa de Estados Unidos empapada sin embargo no era como todas las veces que lloraba por tener que ocultar su cuerpo o aquellas donde se crítica a tal punto de terminar encerrado en el baño, en esta ocasión no estaba solo y por más que susurrará lo 'horrible' que era, Estados Unidos estaba ahí, diciéndole al mismo tiempo cuanto lo amaba y lo perfecto que es ante sus ojos.