Jeeo observó a su portador, quien yacía dormido, aquel hombre era una de las fuentes más puras de codicia y avaricia que había tenido en varios siglos, era alguien con un corazón podrido y maloliente, uno que ninguno de sus así llamados "hermanos", sería capaz de soportar más de un par horas.

Aún le causaba curiosidad saber cómo es que Nooroo había sobrevivido tanto sin caer en aquel profundo abismo de corrupción y sed de venganza, de sangre, de muerte, él se mantuvo fuerte pesé a la adversidad.

Quería saber cómo se mantuvo fuerte.

Debía averiguarlo.

Voló por encima de su portador y agitó suavemente sus alas, de estás cayó un povillo púrpura oscuro, era un somnífero, con eso mantendría al hombre dormido durante lo que restaba de la noche, aún si él sentía emociones negativas, no iba a despertar.

Abandono la habitación, ventajas de estar corrompida, no seguía las estúpidas limitaciones de su portador, fingía, pero realmente podía ir por allí sin restricciones.

El frío viento nocturno le dio de lleno en el rostro, el mundo era mucho más bullicioso de lo que solía recordar, claro, las cosas habían cambiado mucho en estos siglos que estuvo recluida por aquel maltido sello.

Era extraño poder estirar sus alas una vez más, sabía que solo era una ilusión de libertad, porque aún estaba atada a su Miraculous, bueno, el que actualmente era su joya ancla.

Tenía suerte de haber podido "tomar prestado" el Miraculous de Nooroo, sabía que él se habría negado a dejarla tomarlo, haría cualquier cosa con tal de que ella no volviera a sufrir, que no volviera a aquel círculo vicioso, donde alguien con corazón podrido la usaba y ella se iba alimentando de sus emociones negativas, todo con un único fin.

¿Por qué él era el único que aún la cuidaba a pesar de que estaba corrompida? ¿A pesar que los demás habían perdido toda esperanza de salvación hacia muchos siglos?.

Nooroo y ella eran contrapartes, todos sabían eso, lo que los Guardianes jamás supieron era que, también eran conceptos hermanos. A pesar de lo diferentes que eran, sus conceptos abstractos iban de la mano, mientras que Nooroo veía las debilidades y las convertía en fortalezas, ella usaba esas fortalezas y las hacia aún más fuertes, hacia humanos decididos y centrados.

Para una mejor eficacia, ambos debían ser usados al mismo tiempo, creando un balance.

Antiguamente, cuando aún era usada para el bien, su trabajo siempre fue fortalecer a las personas que portaban a Nooroo. Pero tiempo después, los Guardianes creyeron que era un riesgo que fueran usado juntos, así que los separaron.

Tan solo un año después de la separación, ella cayó en manos de Lee Zixuan y de ahí, su caída dio inicio.

Si los Guardianes los hubieran dejado juntos, tal como el Gran Mago había recomendado hacer, ella seguiría bien, su núcleo aún sería puro. 

Pero claro, como los Guardianes eran "muy sabios" ellos "sabían lo que era mejor", idiotas, estaban ciegos, una capa de barro seco cubría sus ojos y les impedía ver lo imbéciles que habían sido, bueno, en realidad, ellos fingían ceguera, no querían ver lo que sus decisiones erróneas habían causado.

El así llamado "efecto mariposa", nació por ella.

Una desición mal tomada desencadenó una reacción en cadena, que no solo perjudicó a la humanidad, sino que a ellos mismos.

Bien dicen por ahí: "No muerdas más de lo que puedes masticar", ellos mordieron mucho y por poco se ahogan, se salvaron después de toser un poco, pero ahora, no serían capaces de sacarlo, se les quedaría atorado en la garganta y les impediría respirar.

Jeeo se detuvo tras media hora de vuelo, había llegado a un lugar lujoso, en la habitación que se ubica en el último piso, sintió a Nooroo, él estaba allí.

Voló hasta una ventana, donde se veía una luz encendida. Dentro de la habitación iluminada, la vio,  una chica de cabellera dorada que caía como una cascada por su espalda, sus ojos eran de un tono zafiro, que brillaban con gran determinación.

Sobre su cabeza había una bellísima mariposa hecha de cristal, podía sentir la magia de Nooroo en ella, no era como talnun ser vivo, parecía que para crearla se usó alguna joya, posiblemente, sin mariposas reales a la mano, utilizo lo primero que encontró y eso parecía ser, un diamante, ¿Como pudo tener eso a su alcance, pero no una mariposa viva? Bueno, viendo donde vivía, no le tendría que resultar tan descabellado.

En su cuello descansaba un collar de oro, de este colgaba una mariposa del tamaño de una moneda, sin dudas, ese era el nuevo Miraculous de Nooroo, la pregunta era ¿Cómo es que aquella joya era ahora una Miraculous?.

Posiblemente, esta chica recibió ayuda del nuevo Gran Mago, su nueva marioneta... Portador, se quejaba constantemente de él, diciendo que por poco y lo mata, no sabía que hizo su actual portador para enojar al Mago, se perdió esa parte (no le prestó realmente atención a su diatriba, era aburrido).

Iba a ingresar a la habitación, quería saber cómo era tratado ahora su pequeño hermano, seguramente, para él sería mejor cualquier cosa a estar con los Guardianes o con Gabriel Agreste.

La Kwami no pudo atravesar aquella ventana, algo la había frenado.

Más bien, alguien la freno.

—No dejaré que te le acerques, pequeña y repugnante cucaracha— Arwin había sentido la magia maligna que se acercó a la habitación de la Bourgeois, al venir a ver, se encontró con la pequeña mariposa corrupta. —Me voy a deshacer de ti, ya no tienes salvación...—

Y era cierto.

La Kwami del Control ya no tenía salvación, aún si intentaba purificar su núcleo mágico, no podría hacerlo, era tarde para ella, lo único que podía hacer, era matarla, así se liberaría del sufrimiento.

La Bourgeois estiró su cuerpo, había estado varias horas pensando en la conversación que tuvo con Pollen, era una especie de cierre para ambas, o al menos eso creía.

Ahora estaba planeando una manera en la cual vengarse de los Guardianes, ellos habían tratado a los Kwamis como esclavos y fue su propia estupidez lo que condenó a Jeeo, que por lo que sabía, solía ser tan amable y dulce como lo era Nooroo.

Se preguntaba si el mago sería capaz de curarla, pudo con Nooroo, ¿Tal vez con ella igual? ¿O sería difícil ya que la Kwami estaba en un estado más avanzado de corrupción? Bueno, en realidad, estaba corrompida en su totalidad, pero presentía que aún había bondad en ella.

Iba a prepararse para ir a dormir, pero unos murmullos en su balcón la hicieron voltear, ahí estaba el Hebrim, cerca de él flotaba una pequeña esfera brillante de color rojiza, era una burbuja de contención.

Aquello le dio un mal presentimieto.

Se puso de pie y corrió hacia él balcón, abrió la puerta y escucho la última oración que había dicho el Mago.

—Me voy a deshacer de ti, ya no tienes salvación...—

Antes de que el Hebrim pudiera poner sus manos en la burbuja de contención, está fue tomada por la Bourgeois, que recibió una descarga eléctrica, que le quemó las manos, pero no le importaba, tenía que proteger a la Kwami.

—¡¡NI SIQUIERA TE ATREVAS, CABRÓN!!— La burbuja le seguía dando descargas, pero no le daba mucha importancia. —Más te vale liberarla o...—

El Mago movió sus dedos para que la esfera no le siguiera dando descargas a la rubia, ahora tendría que tratar sus heridas. —¿O qué? ¿Qué harás, pequeña Tinkerbell?—

—¡Te haré conocer al "cascanueces"!— Le amenazó con toda la valentía que tenía, claro, tal vez no era valentía y solo era estupidez.

Desde el interior de la burbuja, Jeeo contempló a la portadora de Nooroo, se hirió y ahora amenazaba al Gran Mago.

Lo hacía por ella.

Por ella de todos los Kwamis.

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Su-Han no podía dejar de pensar en aquella chica, en como el nuevo Gran Mago la defendió, esa muchacha sería una amenaza para la Orden, tenían que encargarse de ella lo antes posible y quitarle el Miraculous de la Transmisión, porque con ayuda de Nooroo, serían capaces de encontrar a Jeeo y encerrarla una vez más, esa Kwami no tenía que estar libre, era como una bomba sin seguro.

Además de tener que planear una manera para neutralizar a la nueva portadora del Miraculous de la Trasmisión, también tenía que encontrar a quien ahora cuidaba de la Caja Madre de los Miraculous.

Le sería difícil el localizarla debido a que no tenía el cetro, este aún estaba en poder de Wang Fu, una decepción.

Tenía mucho que hacer, mucho que planear.