Prologo.
Surgió un accidente...- susurraba una voz masculina.
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-Del cual creímos que se convertiría en un sueño hecho realidad...- susurraba otra voz masculina.
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- Nuestras mentes solo se emocionaron y enfocaron en una sola idea...no fallar y ser los mejores..- narro la otra voz esta vez con un tono más bajo.
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- Ser siempre los mejores y demostrarles que podían confiar en nosotros, a la hora de pelear... -decía la otra voz masculina con seriedad.
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- Peleas con las cuales ellos no podrían...sin embargo, esto no salió como esperábamos... -una silueta borrosa se haría presente en lo que parecía ser un campo de guerra.
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- Sin darnos cuenta, nos metimos en una guerra de la que ni siquiera nosotros podríamos salvarnos... -decía la otra voz mientras otra figura borrosa se veía en los grises y oscuros cielos.
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- ...¿En donde nos metimos...? -susurraron ambos al mismo tiempo.
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Todo era oscuro, no se lograría observar nada, ni siquiera parecía haber un suelo bajo los pies de un chico de aproximadamente unos 18 o 19 años de edad. Este solo parecía estar flotando en medio de la nada, como si estuviera flotando en medio del agua, solo que sin respirar liquido por sus fosas nasales o algo similar. Solo estaba allí, quieto e inconsciente. En eso, un pequeño agujero se haría presente por encima de su cabeza, algo de luz entraba por esa forma circular y poco a poco este se iba acercando al pequeño agujero transparente. En eso, el cuerpo del joven saldría disparado de dicho lugar, pero en vez de caer reventado contra el suelo, su gran cuerpo iría cayendo lentamente, como si la gravedad fuese menos en aquella zona en particular. El joven caería suavemente sobre el césped que cubría el suelo, no había ruido, solo una "sensación" de tranquilidad pura. Estaba repleto de arboles que se movían delicadamente y a su vez, seguían naciendo más y más. Ante la luz que había en aquel lugar, el cuerpo del joven finalmente lograría verse por completo.
A pesar de estar acostado, se veía muy alto, ancho de cuerpo. Tenia unos lentes puestos sobre sus ojos, vestía una camisa negra con manchas marrón, unos pantalones negros completos y unos zapatos de color blanco y sobre su camisa, traía una sudadera de color marrón claro. Dicho joven no mostraba señales de querer despertar, ni siquiera movía un musculo, solo se lograba ver su estomago inflarse y desinflarse al estar respirando. Pasaron al rededor de unos 5 minutos, para que este finalmente fuera moviéndose y fuera moviendo sus parpados. Sus ojos finalmente se abrirían, mostrando aquellos grandes ojos color café, sus labios se abrirían levemente para respirar un poco por su boca y luego se iría incorporando lentamente, mientras su brazo derecho tocaba su cabeza. Aquel chico parecía estar confundido, no entendía nada de lo que pasaba o tan siquiera en donde estaba. Solo sabia que se sentía en paz, no sentía nada en su cuerpo. Ni ansiedad, ni tristeza, ni apuros, ni nada. Se sentía en paz y por alguna razón, sentía que no era la primera vez que estaba allí, es como si llevara toda la vida visitando aquel hermoso y pacifico lugar.
Finalmente, este se pondría de pie, mostrando su gran altura, más o menos de unos 1.88. Este tocaría su cabello y lo revolvería un poco, para luego comenzar a ver su entorno.
- ¿Donde estoy? Que lugar tan cómodo...-susurre mientras respiraba el aire fresco- Y...¿quien era yo? -se pregunto mientras se tocaba la frente.
- Yahir...-susurro una voz suave a lo lejos.
- ¿Eh? ¿Que es esa voz? Y ese...¿es mi nombre? -me pregunte mientras buscaba el origen de la voz.
- Yahir...-seguía susurrando aquella suave voz.
El chico de gran altura giraría su cabeza y observaría como en mitad del aire, había una pequeña esfera de luz que brillaba con intensidad. Esta parecía tener dos pequeñas alas que se agitaban a una enorme velocidad, pues a simple vista estas parecían no moverse. Aquella pequeña esfera llamaría de nuevo al chico por su nombre, para luego pedirle sutilmente "sígueme" a lo que este tranquilamente la seguiría sin problema alguno a un paso regular. Mientras caminaba por el hermoso bosque, este observaría como en el suelo habían miles o incluso millones de pequeños estanques, todos del mismo tamaño, en algunas ocasiones, este se acercaba a algunos estanques, donde lograría ver algunas siluetas en movimiento. En una lograría ver a un hombre vestido de naranja con cabello puntiagudo, en medio de lo que parecía ser un coliseo estudiantil, rodeado de otras figuras llamativas. En otro estanque, juraría haber visto un pequeño animal antropomorfo junto a lo que parecía ser un chico peli-negro rojizo. En otros portales, lograría ver a una chica en medio de un coliseo, no podría distinguirla bien, solo sabría que esta tenia cabello rubio y ojos azules, parecía conversar con una joven de cabello negro.
En otro estanque, vería unas cuatro figuras en total, uno parecía ser de baja estatura, con un reloj verde en su muñeca, otro era alto, con un cabello rosado y las otras dos eran dos féminas. Una de cabello verde y otra de cabello rosado. Pero había algo más que llamaba su atención y eso era un enorme portal de color azul celeste. Este a comparación de los otros, era enorme, parecía una entrada, pero era resguardada por una enorme espada de fuego que ardía con intensidad. Este solo lograría distinguir una figura masculina, cubierta de pelaje, junto a otra figura femenina de cabello negro, ambos enfrentándose a lo que parecía ser un hombre o niño de piel pálida. Pero no lograría ver más, pues la pequeña esfera le diría "Estamos cerca" en un suave susurro. Esta capturaría la atención del chico, quien solo la seguiría sin problema alguno. Al cabo de unos segundos, estos dos llegarían hasta donde se encontraba el cuerpo tirado de un chico, el cual parecía dormir plácidamente en el pastizal. El chico tenia el cabello negro, con risos en este, también tenia algo de barba y bigote.
Venia vestido con una ropa algo casual, casi igual que el otro joven, el cual solo observaba atentamente al muchacho dormir. En eso, este comenzaría a despertar poco a poco, sentándose en el suave pastizal y dirigiendo su mirada hacia la única persona que estaba en frente suya.
- Oye amigo, disculpa, ¿donde estamos? -pregunto el nuevo sujeto mientras poco a poco se ponía de pie y daba un gran bostezo.
- No tengo la menor idea y eso que siempre he estado aquí -aclare con tranquilidad.
- Yo igual llevo todo el tiempo aquí, pero me siento confundido...y muy tranquilo -hablo el peli-negro con suma calma.
- Tu cara me suena, ¿te he visto antes? -pregunte un poco confundido.
- Que curioso, yo iba a hacerte la misma pregunta -contesto el muchacho de piel morena.
- Eso es porque ambos se conocen...-susurro la pequeña esfera, llamando así la atención de ambos jóvenes- Daniel...Yahir...-susurro para ambos de nuevo.
- ... -ambos se quedarían callados, sin decir nada, hasta que poco a poco una ola de recuerdos golpearía sus cerebros, haciéndolos recordar todo- ¡¡BRO!! ¡¿ERES TU?! -gritaron ambos a la vez.
- Loco, ¿como es posible esto? Yo iba a la Universidad, ¿como es que puedo verte? -dije mientras abrazaba fuertemente a mi "bro".
- Y yo que voy a saber, iba a chambear y...y...no recuerdo que paso -contesto el reconocido "Daniel" mientras se separaba del abrazo.
- Yo podría responder eso -hablo la pequeña esfera mientras miraba a ambos jóvenes- Yahir...tuviste un accidente de auto al ir de camino a la universidad y tu, Daniel...tuviste un accidente en tu trabajo, a ambos estos accidentes les costo la vida -diría la voz mientras ambos chicos parecían impactados.
- ...¿nos morimos...? -susurraron ambos a la vez.
- Ay...mis padres, mis abuelos...mi hermana, ¿que les pasara? ¿Que hare ahora...? -pregunte mientras me revolvía un poco el pelo.
- Diablos...no pues, como pudo pasar esto -susurro Daniel mientras analizaba todo.
- Sin embargo, no era su hora para fallecer -hablo aquella voz- Ambos han tenido la misericordia y la oportunidad del que esta por encima de todo a tener una nueva oportunidad -diría con un tono calmado.
- ¿Que? ¿Hablas de Dios? -pregunto Yahir sorprendido.
- No me jodas, ¿enserio existe? -dijo Daniel con cierta incredulidad en su rostro- Uy...ya la cague, ¿no? -dijo algo nervioso.
- Eso es correcto, existe y tanto en su mundo, como este, se le tienen muchos nombres -hablo la pequeña luz con paz en su tono- Y tranquilo, Daniel, les dio a ambos la oportunidad de reencarnar o simplemente llegar a otro mundo, con nuevos cuerpos -informaría ante la mirada de estos.
- ¿Y si quisiéramos volver a casa? -pregunte con algo de curiosidad.
- Bro, ¿hablas enserio? ¡Es como un isekai! Y mejor aun, tu y yo juntos, ¿no crees que deberíamos aprovechar la situación? -pregunto el chico de cabello rizado.
- Hmm...- lo pensaría un poco- Todos ellos estarán bien, ¿no...? -pregunte algo nervioso, recibiendo un "si" por parte del pequeño ser- Bueno...en ese caso, esta bien para mi -decidó en un suspiro.
- ¡Genial! -grito Daniel emocionado- ¿Que debemos hacer? -pregunto este curioso.
La pequeña esfera voladora, les diría a ambos que antes de elegir al mundo donde irían, debían elegir un cuerpo y que serian ellos mismos quienes los elegirían. Yahir algo curioso preguntaría si estos podían tener súper poderes, a lo que la pequeña esfera les respondería tranquilamente que podían elegir el que ellos quisieran. Los ojos de ambos brillarían con cierta intensidad, para luego estos observar lo que parecía ser un enorme "menú" con hologramas de toda clase de personajes existentes. De sus bocas, solo saldrían las palabras "Wow..." mientras veían a todos los personajes que podían escoger.
- ¡No puede ser! Cuantos personajes...-exclame mientras movía dicho menú- Wow, tiene a Son Goku, pero de diferentes sagas, la saga saiyajin, la de namek, la de cell, la de Majin Buu e incluso el de super! -dije súper emocionado.
- No mames bro...estoy viendo a Dr.Manhattan e incluso a Ben 10, Bro! Son tantas opciones...-decía Daniel indeciso a su elección.
- Ya lo se bro, esta Batman, Spider-Man, Itadori de Jjk, me va a dar algo -dije bastante emocionado.
Ambos chicos no sabían a quienes escogerían, pues habían miles de opciones las cuales podían elegir. Desde ser "débiles" hasta ser tremendamente rotos sea cual sea al mundo que ellos fueran. Pero en eso, un personaje en especial llamaría la atención de ambos jóvenes. Por un lado, Daniel estaría viendo al mítico héroe juvenil de Dc comic's, llamado "Jaime Reyes" o también conocido como "Blue Beetle". Mientras que por el lado de Yahir, este vería la figura de un animal antropomorfo azulado, con guantes blancos y zapatillas de color rojo, siendo este conocido como el famoso y clásico personaje de videojuegos, "Sonic The Hedgehog". Como si los dos estuvieran conectados, dirían al mismo tiempo "quiero este" para luego sus ojos iluminarse de manera leve y desapareciendo el menú orográfico que tenían en frente. La pequeña esfera les felicitaría a ambos por haber elegido ya a sus personajes, diciéndoles que cuando llegasen al mundo que querían, tendrían los cuerpos de sus personajes elegidos. Antes de hacer cualquier cosa, la pequeña criatura les diría a ambos que había puesto un anillo en sus bolsillos, solamente en el lado izquierdo de sus bolsillos. Este anillo era amarillo y este les permitiría meterse a cualquier estanque al que ellos eligieran para ir. También les advertiría una cosa y esa es que una vez crucen el portal, tendrán que tener cuidado, pues cosas extrañas han estado ocurriendo en la existencia, por lo que debían tener mucho cuidado.
Ambos girarían a verse por la advertencia de la pequeña esfera y cuando estuvieron a nada de preguntarle a que se refería, al voltearse para verla, ya no lograrían encontrarla con la mirada, desapareciendo de sus vistas. Ambos se mirarían al rostro y asentirían con la cabeza, como diciéndose que buscarían un lugar para ver donde saltarían. Ambos caminaban entre los estanques, mirando las miles de opciones que habían, notando que entre estas habían muchas buenas opciones. Por un lado, el castaño vería un estanque que llamaría mucho su atención, notando la cabellera peli-roja de una chica y la cola de caballo de color negro de otra fémina. Este sabría quienes eran ellas y cuando estaba por agarrar su anillo amarillo, la voz de Daniel se escucharía gritarle "¡¡Bro, bro!! Ven a ver esto", llamando así su atención y yendo para donde este estaba, a ver que era lo que ocurría.
- ¿Que ocurre bro? -pregunte confundido.
- Mira este estanque, nos llevara directamente a este mundo -decía Daniel mientras veía el estanque, donde al otro lado se vería la cabellera verde de un joven.
- ¿Que ese no es Midoriya? ¿Es el mundo de My Hero Academia? -pregunte confundido.
- ¡Exacto! Por lo tanto, podríamos ser Héroes y las waifus bro, ¡LAS WAIFUS! -decía el peli-negro emocionado.
- Diablo loco, déjame ver, porque de verdad, no lo se -conteste con algo de mi asento boricua, notandose las dudas en mi tono.
- Vamos carnal, se que quieres ir ahí y además...-decía el mexicano mientras ponía su mano en el hombro de su amigo- Podrás ver a Uraraka, un sueño cumplido para ti y no te atrevas a negarlo -dijo mientras lo veía a los ojos.
- ...Okey, me atrapaste -conteste con una sonrisa en mi rostro- Pues, ya ni modo, vamos a My hero academia -comente mientras buscaba mi anillo.
- ¡Eso! Momo Yaoyorozu, ahí voy -decía Daniel mientras buscaba su anillo.
Ambos chicos se pondrían los anillos amarillos en sus dedos, para luego ambos comenzar a contar hasta cinco. Sus nervios y emoción comenzaban a invadirlos, realmente estaban por llegar a un nuevo mundo y no a cualquiera, si no, a uno que ellos conocían perfectamente. Una vez ambos contaron hasta cinco, los dos a la ves saltaron al estanque, donde poco a poco comenzarían a hundirse y todo a su al rededor parecía hacerse cada vez más oscuro. Los dos jóvenes poco a poco comenzaron a abrir sus ojos y grande seria su sorpresa al ver como viajaban por un gran agujero, rodeados de un infinito espacio de color azul y violeta. Todo lo que ellos veían, era el multiverso, diferentes agujeros de gusano que los mandaban a tierras alternas, todo parecía simplemente un sueño hecho realidad para ambos, simplemente algo indescriptible. Pero toda esa felicidad y paz que estaban sintiendo, poco a poco se iría borrando. El entorno a su al rededor comenzaría a cambiar de color lentamente, de ser azul y violeta, pasaría a ser un color rojizo y negro, colores peculiares que confundirían a ambos jóvenes. En eso, un gran grito alteraría a ambos chicos, que rápidamente comenzarían a mirar a su al rededor, con cierto temor.
Ambos empezarían a asustarse demasiado, ¿que era ese grito? ¿Por qué todo cambio tan repentinamente? Esas eran las preguntas que se hacían los dos. Yahir estaría teniendo un ataque de pánico, su respiración cada ves era más agitada, su cabeza no paraba de girar de un lado a otro y su corazón latía con mucha fuerza, tras lo que estaba experimentando. En eso, el giraría su cabeza al lado izquierdo y su mirada se paralizaría en esa zona en concreto, sus pupilas se volverían pequeñas, comenzando así a sudar frio por el terror. Lo que parecía ser la imagen borrosa de un enorme monstruo sin una forma en especifico, con enormes dientes y tentáculos se haría presente frente a el y este solo sonreiría tétricamente para luego esfumarse lentamente en el oscuro espacio de aquellos agujeros, esparciéndose como las cenizas. El castaño no sabia que era eso, se sentía aterrado con aquella cosa, con solo haber visto, sentía que la muerte, la maldad y la locura lo estaban cazando como a una presa siendo acechada por su depredador.
Mientras esto pasaba, la voz de Daniel que hasta hace unos momentos, era inaudible, empezó a escucharse, gritándole a Yahir que reaccionara, que el portal se estaba "dividiendo", que estaban yendo a otro lado. Lamentablemente, el castaño seguía en un estado de shock por el miedo, sus ojos no mostraban brillo y su piel había palidecido bastante. Pero antes de que pudiera seguir hablando y sacudiéndolo, debajo de sus pies se estaría abriendo una especie de agujero negro, el cual comenzaría a succionarlos con fuerza hacia su interior. El jalón habría sido lo suficientemente potente como para succionarlos a su interior y por si fuera poco, la fuerza que esta ejercía, era tan potente como recibir múltiples golpes de un bate en el cráneo, lo cual habría provocado que ambos jóvenes quedaran inconscientes al instante en medio de aquel oscuro y tétrico lugar. Siendo Daniel el que peor lo recibiría, pues primero se habría mareado de tal forma que casi empezaba a gritar, un fuerte dolor de cabeza llenaría su cráneo y al final, quedaría inconsciente. Finalmente, sus cuerpos habrían sido succionados al interior de aquel agujero, así volviéndose todo gris y oscuro para ambos, quienes habían perdido el rumbo a su verdadera ruta.
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[Tierra-9602]
Un agujero negro comenzaría a abrirse en medio de los nocturnos cielos de aquel nuevo mundo. Debajo de estos, había una enorme ciudad iluminada por las luces nocturnas de las calles y los locales, aun habían personas caminando por las calles o haciendo sus trabajos. Por otro lado, de aquel enorme portal que se había abierto en el cielo, saldrían disparados dos "meteoritos" de color azul, los cuales irían descendiendo rápidamente por encima de las ciudades. Algunas personas habrían visto las enormes luces, estando algo confundidas al no entender lo que ocurría《y el portal se habría cerrado antes de que las personas pudieran verlo》. Aquellos dos "meteoritos" se habrían separado, tomando caminos diferentes, donde uno se iría hacia la derecha y el otro lo seguiría recto. En eso, uno de los "meteoritos" comenzaría a descender velozmente hacia el suelo, hacia una zona boscosa, algo apartada de la ciudad. En eso, dos fuertes impactos sacudirían ciertas áreas de lo que parecía ser Japón, provocando que hubiesen temblores algo fuertes y que grandes murallas de humo y fuego se levantaran a lo lejos, cosa que llamaría la atención de las autoridades, a quienes se les daría la orden de ir a investigar...pero no irían solos.
Mientras tanto, en una de las zonas de impacto, en uno de los bosques se encontraba un enorme cráter en el medio de la nada. Habrían arboles rotos, quemados o hechos cenizas, mientras que en el suelo había un enorme boquete, bastante ancho y profundo. En el fondo de aquel enorme hoyo, se encontraba una figura, una la cual apenas podía distinguirse por el humo que había provocado la explosión de su impacto. Y allí, en el centro del enorme cañuto, se encontraba una figura humana, la cual estaba llena de moretones, raspaduras, quemaduras y entre otras cosas. Vestía una especie de jacket azul, el cual estaba un poco chamuscado y lleno de tierra. Dicho suéter no tenia mangas y traía una capucha con varios picos, similares a unas púas. Los brazos de dicho ser podían verse, con golpes, raspones, quemaduras y más. Sus manos eran cubiertas por dos guantes blancos, los cuales en ese momento estaban sucios. Tenia pantalones largos del mismo color que su jacket y unos zapatos tipo botas de color rojo, con detalles blancos y unos amarillos, los cuales de igual forma estaban sucios por la caída.
El rostro de aquel ser, apenas podía distinguirse, ya que estaba enterrado en la tierra y solo se podía ver su alborotado y espinoso cabello azulado. Al pasar unos minutos, el cuerpo comenzaría a moverse, los brazos del sujeto empezarían a hacer fuerza para sacar su cara, mientras de fondo se escuchaban quejidos de dolor, quejidos que eran comparables a un leve llanto por el ardor. Al lograr sacar su cabeza, el rostro del sujeto se lograría ver perfectamente. Sus ojos eran color verde esmeralda, pero su rostro también estaba lleno de raspones y quemaduras. Este en ves de levantarse, se dejaría caer al suelo y al hacer conecto con este, un quejido se escucharía por su parte. El cual aumentaría a dolorosos suspiros y poco a poco evolucionarían a gritos desgarradores, que se escucharían por todo el bosque, ya que el dolor en su cuerpo era insoportable, tanto que las lagrimas no paraban de salir a mares. Pero al pasar los minutos, este iría respirando profunda y lentamente, logrando controlarse poco a poco. Luego de lograr concentrarse, este miraría para un lado y a otro, viendo que se encontraba en un agujero, por lo que con todas sus fuerzas, trataría de ponerse de pie para salir de allí.
Tardaría un poco, pero lo conseguiría. Saldría del hoyo casi arrastrándose, pues aun no se recuperaba del todo. Este miraba el bosque confundido, con una mirada perdida.
- Donde...¿Donde estoy? -me pregunte a mi mismo al mirar todo- Espera...¿Bro? ¡¿Bro?! ¡Daniel! -gritaría, para luego quejarse del dolor- Qu-Que diablos me paso...-dije para mirar mi cuerpo y me sorprendería al hacerlo.
Al observarse a si mismo y ver que su ropa no era la misma, comenzaría a tocarse por todos lados, para finalmente tocar su rostro y su cabello. De su boca saldrían las palabras de : 《Soy Sonic...o bueno, una versión humana al parecer》. Poco a poco este se iría poniendo de pie, mientras sus piernas tambaleaban aun, pero lograría ponerse en pie y empezaría a caminar algo lento por el bosque, ya que este no tenia ni la más mínima idea de donde se encontraba. En eso, mientras miraba todo el lugar, vería hacia su izquierda y vería unos pequeños bancos para sentarse, acompañados de un camino que seguía por el resto del bosque, como si se tratara de un parque. El ahora "Sonic" camino hasta los asientos del parque y con aquellos ojos esmeralda, vería impresionado la hermosa belleza de una gran ciudad iluminada, la cual se reflejaba en los ojos de este, llenos de impresión. Este en un leve susurro, acompañado de una sonrisa diría "Realmente llegue..." mientras admiraba la hermosa y encantadora ciudad desde lo alto del parque.
Pero antes de que pudiese seguir disfrutando de la vista, el sonido de las patrullas de policía llamarían su atención. Este se daría media vuelta y vería como unas luces azules y rojas comenzaban a acercarse hasta donde había sido su zona de impacto. Un nudo se formo en su garganta, los pelos de su cuerpo se erizarían y un profundo e inquietante miedo lo consumiría, por lo que casi sin pensarlo, comenzaría a "correr" como podía, cuesta abajo en medio de los arboles, siendo difícil para el ya que aun estaba cojo y el dolor en su cuerpo no desaparecía rápido. La policía habría llegado a la zona y rápidamente los agentes analizarían la zona, mientras sostenían sus armas de fuego con firmeza. Entre los oficiales, habían perros, pastores alemanes que habían sido entrenados para ayudar a olfatear al objetivo y en mucho de los casos, perseguir a ese objetivo. Algunos de los perros empezarían a olfatear el suelo y verían huellas, pisadas de arena que se esfumaban cuesta abajo, además de leves, muy leves caminos de sangre. Los pastores alemanes comenzarían a ladrar con fuerza y a tratar de zafarse de sus correas, para perseguir al objetivo, por lo que los policías soltarían a los caninos y estos se irían corriendo rápidamente cuesta abajo.
De una patrulla de policía, bajaría un hombre que parecía ser el líder de los demás. Este ordenaría a un grupo de oficiales que siguieran a los perros y capturaran a lo que había provocado tal destrozo. Sin nada que discutir, una docena de oficiales correrían con sus armas cuesta abajo, para alcanzar a sus animales y a su "presa". Aquel jefe de policía era alto con cabello corto y negro y ojos negros algo rectangulares. Traía su uniforme de policía puesto, que consiste en su abrigo marrón claro y su sombrero a juego, debajo del cual usa un traje negro, una corbata verde en el cuello con pantalones a juego y zapatos de vestir. Detrás de el, llegaría un hombre grande y redondo, fácilmente elevado sobre otros adultos. su boca es grande y su nariz es más pequeña. Su uniforme consiste en pantalones negros y una capucha naranja con cremallera, con unas iniciales en esta.
- Detective Tsukauchi -hablo el hombre de gran tamaño a sus espaldas.
- Fat Gum, es bueno que acudieras al llamado -hablo el detective/Agente de policía de nombre "Naomasa Tsukauchi".
- Por supuesto, dime cual es el problema -diría el hombre reconocido como "Fat Gum", Héroe profesional.
- Este, es el problema amigo mío -contesto el agente mostrando el enorme cráter y destrozos.
- Hmm...sea lo que sea que haya hecho esto, no tiene buena pinta -aclaro el héroe mientras examinaba todo- ¿Crees que quien lo provoco sea alguien malo? -pregunto seriamente.
- No estoy seguro, pero se reportaron dos luces azules que provenían del cielo, mandamos a otro grupo de agentes con un héroe profesional para que se encargue del otro -informo el oficial con seriedad- Y sobre este...parece que rastrean al sujeto, una vez lo tengamos, le haremos muchas preguntas -finalizo mientras miraba al héroe, quien solo asintió con la cabeza.
Por otro lado, Sonic se encontraba corriendo desesperadamente entre los arbustos del bosque, mientras los ruidos de la ciudad de fondo se escuchaban cada ves más fuertes. Pero en eso, detrás de el, le saltaría uno de los perros del cuerpo policial, el cual lograría taclear al peli-azul. El chico a duras penas se lograría dar la vuelta para agarrar al perro del cuello, para evitar que este lo mordiera en alguna zona de su cuerpo. Al escuchar que más perros se acercaban, acompañado de pisadas humanas, este le pegaría un puñetazo al hocico del perro y lo empujaría con sus piernas, sacándoselo de encima y aprovechando para escaparse de estos. La adrenalina que corría por su cuerpo haría que se olvidara del dolor, por lo que este correría como si no hubiese un mañana, aunque para ser el tipo más "veloz" sobre la tierra, no lograba correr tan rápido como el erizo original de los videojuegos. En eso, este llegaría a la acera de una carretera, la cual cruzando la calle, se encontraba la gran ciudad. El peli-azul escucharía de fondo ladridos y gritos de policías que decían "¡Que no escape!" Mientras parecían estar más cerca.
Sonic sin dudarlo un segundo, correría para cruzar la carretera y por detrás de el, aparecerían los perros, seguidos de los policías, quienes apenas verían la silueta del sujeto por las luces de los coches que iban pasando rápidamente. Sonic cruzaría la calle sin importarle nada y cuando estaba por ser atropellado por un automóvil, este frenaría y el chico lo saltaría apoyando una de sus manos en la capota, corriendo así hacia el interior de la ciudad. Los oficiales armados tendrían problemas con los autos, ya que a causa del sujeto con vestimenta azul, algunos autos chocaron o se cruzarían en sus caminos, evitándoles el paso. Pero el pequeño grupo de perros aun seguía persiguiendo al joven peli-azul, el cual estaba algo fatigado y respirando agitadamente. El recién llegado al ver a una gran multitud en frente, se cubriría con su capucha y comenzaría a empujarlos a todos, con tal de poder pasar y escapar, mientras que los perros seguían corriéndolo y ladrándole. Algunos civiles al ver esto, avisarían a las autoridades, por lo que Fat Gum y Naomasa, se pondrían manos a la obra para ir tras el sujeto de vestimenta azul o al menos así lo describían las personas.
Para lograr perderlos más rápido, Sonic se metería entre los callejones oscuros, empezando a huir entre las sombras. Pero aquellos perros bien entrenados seguían su olor y lo siguieron hasta el callejón, donde lo estarían siguiendo con rapidez. El oji esmeralda vería como en frente de el había una reja, por lo que respiraría hondo siete veces y correría más rápido, para dar un gran salto que lo ayudaría a quedar del otro lado, dejando a los perros detrás de la pared de alambres. Los caninos ladrarían desesperados y enojados al ver como su presa se alejaba de ellos poco a poco, hasta desaparecer en la oscuridad. Por otro lado, Sonic iría disminuyendo la velocidad, mientras comenzaba a caminar bajo una repentina lluvia, la cual había empezado recién. Este se dejaría chocar contra una pared y se deslizaría hasta caer al piso sentado, donde el dolor volvería y los latidos de su fatigado corazón eran lo único que podía sentir y escuchar. Estaba por tomar un descanso, pero escucharía las voces de algunos oficiales que buscaban entre los callejones, por lo que este buscaría desesperado una salida.
Grande seria su sorpresa al ver unas escaleras que lo dirigían hasta el techo de lo que parecía ser un restaurante, por lo que Sonic sin perder el tiempo, empezaría a trepar las escaleras, para no ser visto por el cuerpo policiaco. Al llegar al techo del local, este no podría más y caería de rodillas, mientras las gotas de lluvia lo seguían mojando. A pesar de que este se sintiera solo y a salvo en esos momentos, la realidad es que no estaba solo. Ya que una figura en la oscuridad de aquel techo lo observaba detenidamente.
- Ma-Maldición...-susurre entre fuertes suspiros- ¿C-Como demonios activo los poderes de este cuerpo...? -me preguntaba a mi mismo mientras miraba mis manos- Debe haber alguna forma de activarlos...-susurre mientras poco a poco volvía a componerme.
Aquel chico en el cuerpo del Sonic humano trataría de activar sus poderes, pero sus instintos comenzarían a advertirle de algo y su olfato empezaría a oler algo pútrido, algo asqueroso. Por lo que este lentamente se daría la vuelta y sus ojos quedarían helados al presenciar una figura que jamás había visto en el mundo de aquel anime. Dicha figura era mitad mujer y mitad serpiente, del torso para arriba tenia el cuerpo de una mujer, con cabello negro y con sus senos enormes expuestos, además de tener enormes colmillos y la lengua de una serpiente. Mientras que del torso para abajo, tenia el enorme cuerpo de una serpiente, la cual se acercaba lentamente a Sonic. El peli-azul vería como esta se encorvaba para atacarlo, por lo que en un movimiento rápido, esquivaría el golpe de aquella criatura. Pero sus pies y el dolor lo traicionarían, provocando que este callera al suelo sentado. Aquel joven reencarnado miraba con terror aquella monstruosa figura, la cual se preparaba para atacarlo de nuevo. Sin embargo, no tan lejos de allí, se encontraba una figura que corría velozmente hacia la situación.
Antes de que aquella mujer serpiente atacara de nuevo al peli-azul, una figura saltaría de otro edificio y le conectaría una fuerte patada en el rostro a aquella mujer, mandándola algo lejos de ellos. La figura se trataba de una fémina, con una constitución atlética con brazos y piernas musculosos. Tiene la piel bronceada, ojos rojos inclinados ligeramente hacia adentro y cabello lacio y blanco que le llega hasta la cintura. En su cabeza tiene un par de largas orejas de conejo blanco que apuntan hacia arriba con una ligera curva. Junto con estos, ella también tiene una cola blanca redonda, lo que le da a su diseño general un parecido definitivo con un conejo albino. Dicha mujer parecía ser una Héroe Profesional, pues venia vestida con un traje que consiste en un maillot blanco sin mangas con un ribete púrpura oscuro alrededor de los hombros y la cintura, un diseño amplio de luna creciente amarilla sobre su pecho y dos gruesas placas de metal en la cintura. Lleva botas moradas hasta el muslo para complementar su leotardo, con más placas alrededor de las áreas del talón y la punta, haciendo que sus pies se vean como los de un conejo.
Dicha mujer, se voltearía a mirarlo con una sonrisa maliciosa y desafiante. Ante la atenta mirada de un sorprendido y nervioso Sonic.
- Entonces...eres el sujeto azul del que no paran de hablar, ¡¿Eh?! -Dijo la mujer con una sonrisa y tono serio.
- No puede ser...-susurre impresionado- Mirko...-exclame al ver el rostro de ella empapado por la lluvia.
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Fin del Prologo.
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