Capítulo único

Navidad.

No se puede hablar de ella sin considerar la reunión familiar, la decoración navideña, los regalos. A pesar de las situaciones conflictivas que se extienden a lo largo del mundo; cuando llega, el optimismo y la esperanza se apoderan de todos. Una fiesta que permite renacer y estar más en familia y entre amigos.

Como era el caso de la antigua clase 1 A de la academia U.A. Quienes se encontraban reunidos ese nevado 24 de diciembre en la gran casa Todoroki celebrando la tan esperada festividad desde el inicio del año.

La casa en sí estaba totalmente decorada, siendo la sala uno de los cuartos con más ornamentos. El árbol era inmenso, siendo capaz de rozar el techo doble altura con el que contaba la vivienda; un detalle que quiso dar Yaoyorozu, fue el colocar una bota en la chimenea para cada niño que se presentara a la fiesta. Los bocadillos tampoco faltaban, pues había una gran mesa con éstos, hechos personalmente por Rikido Sato, quien además de ejercer su trabajo como héroe, era dueño de una pastelería que prontamente se convirtió en una de las mejores del país.

— No creo que esto me quede — dijo Kirishima mientras inspeccionaba en traje de Santa Claus en sus manos, creyendo que la pelinegra había exagerado un poco con la talla, dado que el traje completo no cabía en la cama

Y es que antes de la fecha actual, todos los -ahora- héroes profesionales se reunieron con el fin de organizar la velada para que todo saliese a la perfección. Dando opiniones e ideas sobre el lugar, la comida, las decoraciones, canciones, actividades, y demás.

Al final, ya todo estaba decidido, solo faltaba una cosa. Santa Claus.

Pues si bien era innecesario un Santa, este año, los hijos de las diversas parejas anhelaban con todo su ser presenciar a Santa con sus propios ojos.

— En cuanto mis hijos dijeron que querían a Santa contacté a Aizawa-sensei — relató Momo apenada de la petición que próximamente les haría a sus amigos

— ¿Y qué dijo?

Kaminari estaba atento a la conversación, pues los críos de Todoroki asistían al mismo jardín que su pequeña y le hablaron sobre el acontecimiento. Ese día, la pequeña Denki Nami pataleaba por una noche con Santa Claus.

— Me dijo que no podría, que estaba fuera de la ciudad

— Para mí que la oruga solo puso pretextos para no ser parte de sus estupideces — expresó grotesco Bakugou Katsuki, actual héroe número tres — Esto solo ocurrió porque los mocosos del mitad-mitad y cola de caballo están muy mimados

— ¡No hables así de mis hijos! — explotó Shoto, levantándose de la mesa amenazando al rubio con su dedo índice

— ¡Pues no diría nada si los criaras bien! — al igual que el heterocromático, se levantó no sin antes dar un golpe a la mesa con sus palmas abiertas

— Chicos, chicos — habló Sero Hanta intentando aligerar la tensión que se había formado y posiblemente se desataría en una pelea a puños — Concentrémonos en lo importante, sería un lindo detalle darles a nuestros hijos un tiempo con Santa

Mina asintió dándole la razón a su esposo, pues si bien su pequeño San no rogaba por el personaje icónico, manteniéndose acorde con los obsequios que recibiría en Navidad, le parecía una agradable imagen el ver a su hijo tan feliz conversando con Santa.

— ¡Propongo a Kiri como Santa Claus! — saltó la peli rosada de su lugar apuntando al pelirrojo que comía un plato de takoyakis sin prestarle atención a la conversación hasta que mencionaron su nombre

— ¿Qué yo que? — preguntó dejando de lado su comida

— Mina-san tiene razón — analizó Uraraka al hombre unos asientas más apartado — Kirishima tiene un gran cuerpo, robusto, su cabello largo lo hace ver maduro, además de tener un-

— Deku ¿Le puedes decir a cara redonda que deje de saborear a mi esposo? — ante el comentario de Bakugou el rostro de la castaña se tornó de varios colores hasta llegar a un rojo intenso

— ¡No lo estaba saboreando! — reclamó la mujer aún avergonzada — ¡Solo recalcaba el por qué Kirishima debería de ser Santa!

— ¿Y por qué Kirishima debería serlo? — demandó Katsuki — ¿Por qué no lo es invierano? Él si tiene canas

— Pero es un flacucho — estimó Denki importándole poco que Todoroki estuviera presente

— ¿Qué insinúas de Eijiro? ¿Qué esta gordo? — el rubio estaba a punto de atacar al de quirk eléctrico

— Tranquilo Blasty — su pareja al otro lado de la mesa habló — No me importa ser Santa Claus si eso significa hacer a los niños felices — dio una sonrisa que irradiaba luz dejando ciegos a todos los presentes en aquella habitación privada

— ¡Maldita sea Kirishima! ¡¿Podrías dejar de sonreír?!

— ¡Ah! ¡Mis ojos!

— ¡Ja! Novatos — se burló Bakugou mientras le regalaba una pequeña sonrisa a su pareja

Así es como se encontraba en una de las tantas habitaciones de la mansión Todoroki, analizando el traje que le habían conseguido con las miradas expectantes de Yaoyorozu y Bakugou.

— ¿Por qué es tan grande?

— ¿Querías que te dieran uno tamaño minion? — cuestionó el rubio sin creer la pregunta que hizo — ¿Acaso sabes cuánto mides?

— Es solo que — miró el traje, luego a la mujer, y terminó en su pareja — Me parece que colgará

— ¡Te verás bien Kirishima! — alentó la pelinegra

Ésta portaba un Palazzo de cuerpo completo color arena, la parte inferior era larga, de forma que le cubría sus tacones de 7.5 cm dándole un toque formal. Tenía como tocado una coleta alta que con su caminar se movía de un lado para otro. Con aquel porte dejaba en claro que aquella niña con inseguridades había crecido para convertirse en la mujer madura e imponente que era ahora.

Estaba en la espera de que su amigo se decidiera a probarse el traje; no quería decepcionar a los pequeños que estaban ansiosos por el personaje característico de la navidad.

— Bueno yo los dejo para que te puedas vestir, no se tarden mucho por favor — imploró yendo hacia la puerta — No olvides la barba — advirtió antes de salir de la pieza y dejar su ausencia en claro con un portazo

— No creo que se vea real — suspiró sentándose a un lado del traje — Los niños son muy listos, ¡Se darán cuenta de que soy yo! ¡¿Has visto como Makoto es capaz de escribir su nombre?! Sera mejor que le diga a Momo que esto no funcionará

— Eso no es nada varonil Kirishima — objetó el rubio poniéndose frente suyo con los brazos cruzados — ¿No dijiste que vivirías sin arrepentimientos? Estas yendo en contra de tus ideales y sabes que eso es lo que más detesto — al levantar la vista pudo ver la fiereza en la mirada de Katsuki — Ponte el maldito traje — dijo antes de salir, dejando al pelirrojo solo

Los infantes corrían de un lado a otro a lo largo y ancho de la casa, jugando entre ellos a las atrapadas. Hacía mucho que no se encontraba toda la pandilla junta y no lo iban a desaprovechar. En tanto que los adultos estaban dispersos alrededor de la sala, charlando de diversos temas, ya sea de política, sus trabajos, misiones, el cómo ganaron cicatrices -siendo Bakugou el más insistente en éste tema- la nueva ley que estaban por decretar, etc.

Eran alrededor de las 10:00 p.m. cuando la señora Todoroki hizo un llamado a todos los invitados golpeando suavemente su copa con un cubierto de plata.

— Un invitado especial ha venido a visitar a los niños — informó formulando un apenas audible "adelante"

Los ojos de los chiquillos se iluminaron al ver como un traje rojo se abismaba por el pasillo. Gritos se escuchaban por toda la casa, pues quien tenían adelante era nada más y nada menos que Santa Claus en persona.

— ¡Mamá, mamá! ¡Es Santa! — chillaba Todoroki Sayumi mientras se acercaba a Santa de manera cautelosa, abrazando su pierna cuando notó que no corría peligro con aquella persona

— ¡Es Santa! — le siguió Yaoyorozu el juego alegrándose al ver como todos los pequeños estaban maravillados

En tanto los niños rodeaban a Santa estupefactos, sintiendo la emoción recorriendo sus venas. Los adultos estaban igual de asombrados que sus hijos al ver el parecido que tenía Kirishima con el Santa tradicional; tal vez sus cabellos rojos lo delataban, pero quitando eso, era como la viva imagen del viejo panzón, que casi creían que el verdadero Santa estaba en carne propia ante ellos.

Por otro lado Katsuki no apartaba la mirada de Eijiro, ese maldito traje rojo que se ajustaba a su musculatura de alguna manera lo hacía ver más sexy, el pantalón realzaba sus glúteos, el gran saco no era lo suficientemente grande como para dejar holgado el pecho, pues sus pectorales estaban muy bien definidos tras esa tela y las mangas le apretaban los brazos haciendo notar lo firme que estos eran, y ese maldito cinturón que apretaba su cadera, solo recalcaba lo ancha que esta. Y ni hablar de la gran barba blanca que lo hacía lucir ya mayor, cumpliendo una de las fantasías de Bakugou. Y sus malditos cabellos rojos solo empeoraban el lívido del rubio, pues éstos ya no eran como antes, cortos y en punta; Kirishima se había dejado crecer el cabello hasta la cintura dándole aires más viriles, encendiendo a su pareja cuando lo traía suelto.

La mujer pelinegra guió a "Santa" hacia un sillón rojo carmín con detalles dorados en el respaldo. Cuando el pelirrojo logró sentarse, por el traje, ya que se apretaba cada vez que se inclinaba, impidiéndole realizar movimientos más allá de los pequeños; rápidamente los niños se escalaron a sus piernas sin esperar a que el hombre tomara un respiro.

— Cierra la boca que te entran moscas — susurraron a sus espaldas, al voltear se dio cuenta que se trataba de Ashido, sonriendo divertida por la forma en la que su explosivo amigo miraba sin pudor al pelirrojo que ahora sudaba de lo nervioso que estaba al estar rodeado de niños

— Cállate maldita mapache — gruñó apartando la vista del cuerpo de su esposo

— Oh vamos Katsu, no creo ser la única que notó como desvestías a Kiri con la mirada — dio un pequeño codazo en su abdomen fastidiando al rubio — Y no te culpo, es guapo

— ¡¿Qué dijiste ojos de-?!

— Pero mi Sero es aún más apuesto — expresó coqueta mordiendo su labio, evitando babear por la imagen de su marido con unos jeans negros ajustados que resaltaban sus glúteos y se pegaban a éstos cuando el pelinegro se agachaba con la intención de obtener los mejores ángulos para capturar las fotos de su pequeño hijo en las piernas de Santa

— Me das asco — formuló arrugando su nariz

— ¡Oh! Vamos, que tú estas peor — dejaron de hablar, observando cómo cada niño pasaba por su foto con Santa, solo para tener de evidencia que lo tuvieron presente y presumir con sus amigos

— Bakugou — alguien le habló a sus espaldas, como odiaba que la gente no le llegara de frente a decirle lo que tuvieran que decir

Al voltear miró a Shoto con una expresión seria. Algo estaba pasando.

— ¿Podemos hablar? — el heterocromático notó que tenían otra presencia a su lado — A solas

Mina entendiendo la indirecta dio la vuelta — De todos modos ya me iba — se marchó con su pequeña familia llegando a darle una nalgada a su marido que ahora estaba avergonzado con los mofletes rosados

Ambos héroes se fueron a un rincón apartado para tener más privacidad.

— ¿Qué pasa?

— Es sobre "el regalo" — dijo haciendo comillas con los dedos — Los papeles ya llegaron hace una semana, pero me empezaron a exigir que si no se hace el tramite dentro de tres días lo pierden todo — se rascó la nuca nervioso, enserio quería hacer a la pareja feliz con ese regalo y hasta uso las influencias de su padre para acelerar el proceso

— Carajo — el rubio golpeó la pared desesperado, mañana por ser 25 no habrían las oficinas así que se quedaban con dos días — ¿Pero tienes los papeles?

— Están en mi oficina

— Eso es lo importante ¿No? — sus nervios ya no estaban tan a pelo al recibir el asentimiento del héroe número tres, aún tendrían la oportunidad de tener lo que siempre quisieron

— Si, pero si no hacen el trámite para finales del mes, no lo tendrán y todo el esfuerzo que hicieron estos meses se irá al caño — reitero poniendo una expresión de angustia — Te recomiendo que en cuanto pase Navidad vayas a recogerlo y finalizar todo de una vez

— Ya se, ya se — daba vueltas con la cabeza entre las manos — Hazme un favor y envuelve esos papeles — le dio una palmada en el hombro — Y que nadie se entere o estas frito

Regresó a su lugar inicial con nerviosismo en su sistema tratando de ahogar esas mariposas molestas con un trago de ponche; Kirishima notó eso a lo lejos, preocupándose por si su rubio no la pasaba bien y solo se sentía hostigado por tanto espíritu navideño; después de todo, Bakugou nunca fue alguien que se emocionara por aquellas fechas de celebración y unión.

Momo al enterarse de la cara angustiada de su amigo decidió parar con todo, especulando de igual manera si es que éste ya no se sentía cómodo siendo molestado por tantos niños que algunas veces le jaloneaban la barba y el sombrero con tal de obtener su atención.

— ¡Muy bien! ¡Todos! — les llamó tratando de captar la atención de los nenes — Es hora de la cena, les pido que por favor se dirijan al comedor

Todos se fueron al lugar indicado por la dueña, a excepción de los niños que seguían con Santa Claus, pero ahora solo expectantes de lo que éste haría.

— Niños, vayan a sus asientos — pidió amablemente Yaoyorozu siendo ignorada por éstos

Los pequeños seguían sin mover ni un musculo hasta que el hombre vestido de rojo se levantó de su asiento, creyendo que al estar tranquilos no lo atacarían o secuestrarían. Mas su sorpresa fue que al estar totalmente de pie los niños se pondrían alerta a su próxima acción. Se fue hacia el gran comedor dando pasos que se asemejaban al caminar de un robot; siendo seguido por los niños quienes imitaban sus movimientos. Estaba por correr a la mesa grande cuando cuatro niños se colgaron de sus pies, dos en cada pierna, obstruyendo su andar.

— ¡Mamá! ¿Santa se puede sentar en nuestra mesa? — pregunto el pequeño Todoroki Yoshiro, que al parecer fue quien planeó la estrategia, visto que él no se había sujeto desesperadamente de Santa y fue el primero en hablar con los mayores

— ¡Ándale! Di que si tía Momo — rogaban en conjunto los niños y la mujer no sabía que decir en excusa a las suplicas de los infantes

— A ver mocosos, Santa no puede sentarse con ustedes porque es un adulto y ésta es la mesa de los adultos — habló Katsuki desde su lugar dejando a los niños congelados, su tío Bakugou siempre les había parecido la persona más tenebrosa de todos los tiempos, le tenían más miedo a él que a los villanos — Háganle caso a Yaoyorozu y siéntense donde les ordenan — culminó dándoles una mirada severa que sería capaz de congelar el inframundo

La pelinegra al igual que el pelirrojo agradecieron es silencio al ver como los infantes se iban a su mesa asignada, en fila y callados, con la cabeza gacha.

Ambos se fueron a sentar a los lugares libres que restaban hasta que Midoriya Makoto chilló.

— ¡Pero que Santa se siente en la silla principal! — señaló el asiento en el que Todoroki se encontraba, su petición fue apoyada por los demás pequeños con mirada decidida

— ¡Él es el importante!

— Papá no lo es — negó la pequeña Sayumi jalando con todas sus fuerzas del brazo a su padre que no oponía resistencia

— P-pero — Kirishima estaba a punto de declinar la oferta, engañando a los niños con una reprimenda acerca de su comportamiento

— No importa Kiri- digo, Santa — decía Shoto levantándose de su silla — Hoy es tu noche

Al cambiar de lugar, los críos se quedaron satisfechos, comenzando la cenar sin problema alguno. Ínterin los demás finalizaban su comida, Bakugou, quien había terminado antes que todos al casi devorar su plato, pasó una de sus manos por debajo de la mesa hasta tocar la pierna de Kirishima, pues estaban juntos. Kirishima al sentir el roce volteó a ver a su lado derecho notando una pequeña sonrisa en los labios de su pareja, calmado de que fuera su esposo quien hizo el toqueteo, con su mano derecha entrelazó sus dedos en un apretón, y siguió comiendo tranquilamente a pesar de que la barba estorbara el proceso, empero, no se la podía quitar, pues tenía las atentas miradas de los niños en su persona.

— ¡Bakugou y Santa se están agarrando las manos! — anunció con un potente grito Nami a un lado de la pareja, rompiendo el ambiente que se había formado entre ambos

Rápidamente el pelirrojo soltó la mano del rubio, disgustando a éste que solo fulminó con la mirada a la mocosa de Denki, quien no le prestó mucha atención.

— ¡Tío Bakugou está engañando a tío Kirishima con Santa! — gritó el pequeño Sero que fue el único que se acordó de su "tío" pelirrojo

— ¡San! — regañó su madre con pena, ya no dejaría ver a su pequeño novelas mexicanas junto a su padre

Un alborotó se formó en la sala, culminando con la cena de una manera escandalosa.

Eran las 11:30 de la noche y los niños empezaban a sentir sueño, no obstante, no pegaban el ojo con miedo de que Santa huyese.

— Es hora de abrir los regalos — anunciaron Uraraka y Mina con entusiasmo

— Voy por el saco — suspiró cansado Kirishima yendo al lugar donde horas antes habían depositado en un saco rojo los regalos para los pequeños y demás obsequios que entre esposos y amigos querían intercambiar

Al repartir en totalidad todos los obsequios, Eijiro se pudo dar un respiro, dándose cuenta que solo faltaba el suyo de entregar, con destinatario a su amado Blasty. Con una bella sonrisa que no se pudo notar por la peluda barba, anunció el nombre de su esposo.

— Bakugou Katsuki — el nombrado abrió los ojos, pues no creía recibir un obsequio

Caminó hasta la bolsa de regalo alzando la mano en espera de su regalo, obtuvo una pequeña caja envuelta en papel rojo cereza.

— ¿Qué es pelos de mierda? — preguntó Bakugou deliberadamente sin importarle mucho la presencia de los niños, pues estos estaban muy concentrados en abrir sus propios regalos que no le prestaban atención a su alrededor; empero, Kirishima solo alzó los hombros divertido haciéndose el tonto — No te hagas el idiota, sé que tú me lo regalaste porque ninguno de estos extras se tomaría el tiempo en conseguir algo decente para mí

— Para saber qué es debes abrirlo — sonrió doblando el saco entre sus manos — Estoy cansado y seguro que sudado también, dile a Yaoyorozu que me iré a cambiar

— Oye, oye, espera — estaba por seguirlo cuando la horda de niños se posaron frete a él impidiéndole el paso — No tengo tiempo para esto, mocosos, debo hablar con Santa

— ¿Listos? — preguntó Yoshiro viendo a los demás los cuales asintieron

Bakugou presenciaba todo confundido hasta que todos en conjunto gritaron alegres mientras el pequeño San sacaba de detrás de su espalda un pequeño cartel en forma de corazón llevándoselo al rubio que estaba consternado.

— 1, 2, 3 — contaba la pequeña Nami en voz baja y al llegar a tres rodos en grupo vociferaron

— ¡Te queremos tío Bakugou! — todos los adultos estaban perplejos por la acción de sus hijos, pues estos no estaban al tanto del regalo que organizaron entre todos para el héroe DynaMight

Katsuki solo agarró el corazón mal cortado entre sus manos, analizando lo que contenía; dibujos con bolitas y palitos era lo primero que se notaba, recortes de revistas en las que había salido, frases tales como "Eres el mejor" "Serás el héroe número 1", con la escritura digna de un niño de preescolar, probablemente escritas entre Makoto y Yoshiro, quienes eran los superdotados del grupo.

A Bakugou se le quería escapar una lagrima, pues esto era demasiado para su corazón, amaba a esos niños con el alma y daría la vida por ellos, aunque no lo demostrara y se portara hostil con ellos.

— Maldita sea, no me vean con esos ojos — apartó la mirada con un sonrojo — Tsk, gracias, supongo — jugo con algo invisible en el suelo, dando patadas al suelo, como una colegiala nerviosa a punto de confesarse ante su senpai

Todos los pequeños rieron al ver al hombre tan avergonzado con su regalo, nunca lo habían visto de esa manera y les parecía cómica su forma de actuar. Dejaron al mayor solo yéndose a jugar con sus nuevos juguetes.

— ¡Eso fue tan-! — antes de acabar fue interrumpida por Bakugou

— Calla, iré a ver a Kirishima — dejando sus regalos en un lugar sin peligro, abandonó la sala dirigiéndose al mismo cuarto en el que horas antes estaba su conyugue mirando el traje, pues seguramente ahí se encontraba ahora

El camino fue un tanto confuso, pues con tantos pasillos y puertas idénticas no sabía cuál era la correcta, abría puerta tras puerta a ver si es que encontraba la habitación en la que un sexy pelirrojo se estuviese quitando el traje. A los pocos intentos llegó a una puerta igual a las demás, perdiendo la paciencia la abrió con un manojo de nervios, aliviándose al instante cuando notó a su gran esposo analizando la tela del disfraz, semidesnudo contando solo con el pantalón, su trabajado abdomen estaba al descubierto; a pesar de que pasaran los años, el rubio seguía sin entender cómo es que Kirishima podía soportar bajas temperaturas, aunque las habitaciones contaban con calefacción así que no importaba si se desnudara en ese instante y decidiera quedarse así toda la noche.

Eijiro al notar otra presencia volteó hacia la puerta, encantándose con la imagen de su amado; regalándole una pequeña sonrisa, siguió con lo suyo, doblando uniformemente el disfraz. No notó cuando tenía a Bakugou a un lado suyo, estudiándolo con la mirada.

— Los mocosos me regalaron un cartel en forma de corazón — balbuceo con vergüenza, aun no creía lo que hicieron esos pillos, a pesar de portarse de una no muy buena manera, se decidieron a hacerle una gran carta con sus pensamientos plasmada en ella

— Eso es lindo

— Pero el regalo que me interesa es el tuyo

— Pero yo-

— No hablo de ese regalo — empezó a acariciar el abdomen del más grande en forma de círculos, erizando la piel del contrario

— E-espera — Kirishima apartó delicadamente al rubio

— Vamos — ronroneo el contrario — Verte en ese maldito traje me calentó como no tienes idea — acercó la mano de Eijiro a su entrepierna haciéndole saber lo erecto que estaba en ese momento, suspirando por la fricción de la mano áspera del crecido contra su verga

— N-no creo que sea lo correcto

— ¿Aunque sea un beso? — hizo un puchero, algo a lo que Kirishima no se podía negar y él lo sabía

— Esta bien — con un suspiro se dejó llevar por los labios del pequeño, quien al tener permiso no espero mucho para jugar con sus lenguas, profundizando el beso de inmediato sin siquiera empezarlo

Más sin embargo Kirishima se apartó al sentirse sofocado, no esperaba que el beso empezara así de lujurioso, por lo que no fue capaz de seguir el ritmo e intensidad.

— Oye, ¿Todo bien? — preguntó sosteniendo los hombros de Bakugou — Esto no es muy típico de ti

— Tranquilo bebé, es solo un beso — dijo antes de retomar el ósculo donde las salivas se mezclaban y una danza entre lenguas se formaba en las cavidades de la pareja

Katsuki se movía mucho para el gusto de Eijiro, que trataba de mantener el control mientras esa polla erecta se frotaba contra la suya, no quería ceder en ese momento, pues estaban en una casa ajena y peor, con niños, ¿Qué clase de preguntas harían si escucharan los ruidos que hacía su Blasty al tenerlo dentro?

— Blasty — gimoteo tratando de hacerle entender al otro que lo que quería estaba mal, pero el receptor solo entendió lo que quiso y se frotó aún más contra la pelvis de Kirishima — Blasty — repitió haciendo enfurecer al nombrado

— Maldita sea Kirishima — agarró de la muñeca al más alto jalándolo hacia el baño de la habitación y cerrando con pestillo tras de sí

Sin esperar mucho sacó el falo del pelirrojo del pantalón, acariciándolo y estrujándolo un poco sacando unos cuantos gemidos al pelirrojo.

— Hay personas aquí — dijo deteniendo las acciones del rubio — También niños, nos pueden escuchar

— Esos mocosos están más ocupados con sus juguetes que con su mera existencia — objetó Bakugou con la cabeza gacha — Además, esta maldita mansión es muy grande, y no creo que alguien nos venga a molestar

Al ver que Kirishima no desistía hizo su mejor cara.

— He sido un buen niño este año, por favor Santa, dame mi regalo — bajó lentamente hasta ponerse de rodillas frente a la monstruosidad que colgaba de su esposo

— T-tú — el pelirrojo ya no podía más, su autocontrol se fue al caño

Ahora ambos estaban tocándose, aunque el pene del rubio no necesitara atención, el pelirrojo lo hizo por gusto, pues no le parecía ser el único que estuviera disfrutando. Los besos y caricias en el cuerpo no podían faltar, siendo éstos desesperados por liberar la energía caótica que se entrañaba en sus seres.

— Fóllame de una vez — más que una plegaría sonaba más bien como una orden, pues Bakugou ya estaba en posición para ser penetrado, mostrando su culo abierto de par en par en dirección a Kirishima quien o esperó mucho para entrar en ese anillo carnoso — Ah — el rubio suspiro de satisfacción, ansiaba sentir esa gran polla dentro suyo tanto que podría morir

— Buen niño — aplaudió Eijiro al ver como el ano de Katsuki se expandía dejándole la entrada total a su pene

Empezó con embestidas lentas y suaves, esperando que su pareja se acostumbrara a tenerlo dentro, el escuchar los suspiros y jadeos de Bakugou se despreocupaba, pues eso significaba que lo estaba disfrutando.

— ¿Voy bien? — interpeló continuando con su ritmo, acercándose a la nuca del pasivo solo para soplar detrás de su oreja y hacer que éste se retorciera, después mordió el lóbulo de su esposo sabiendo que eso le encantaba — Blasty, te estoy haciendo una pregunta

— No preguntes ¡Mhm! — además de la penetración anal, Kirishima también se ocupaba de la parte delantera de su compañero, dando fuertes caricias de arriba hacia abajo, con frenesí — Sigue así, ¡Demonios!

Se agarró del lavamanos aferrándose a los costados, creyó estar preparado para recibir el pene de su marido pero al parecer se había equivocado, ni haciéndolo tres veces a la semana se acostumbraba al tamaño que este podía llegar a tener.

Gemidos auténticos de Katsuki salieron a la luz, convirtiéndose en una melodía que rebotaba por las paredes del baño y aterrizaba en los oídos de Kirishima que se enloquecía cada vez más con ellos. Mientras tanto, el rubio oía los gruñidos del alto haciéndolo sentir orgulloso pues solo él era capaz de producir aquellos sonidos húmedos de la boca de su esposo.

— ¿Eres mío? — preguntó Eijiro aumentando el ritmo de las estocadas

— S-si — respondió como pudo, pues algunas de esas estocadas llegaban a lo más profundo de su ser, lo que lo volvía loco

— No te escucho — paró sus movimientos desesperando a Bakugou que quería más

— ¡Soy solo tuyo! Le pertenezco a Kirishima Eijiro, a Red Riot

— Buen chico — Bakugou casi chilla al sentir como los movimientos contra su trasero volvían, amaba que su esposo fuera rudo con él, que le demostrara quien era capaz de domarlo

Las embestidas aumentaban cada vez más su velocidad y fuerza de impacto, haciendo que Katsuki se corriera en el instante que de alguna manera, todas las estocaban arremataban en su próstata.

— Es mi turno — empujó a Kirishima hacia atrás logrando que cayera al suelo, al tener los pantalones totalmente hacia abajo estorbando su caminar

Sin dejarle protestar al contrario, se sentó en su regazo de frente, viendo los ojos escarlata de su marido, a quien le había entregado su corazón; e ensartó en su interior, de una, el falo de éste; provocando que un gemido se escapara de ambos.

Katsuki montaba a Eijiro, con sus manos puestas sobre los hombros del ya mencionado, en aquella posición la polla del pelirrojo era capaz de explorar aún más el interior del rubio; quien a estaba viendo pequeñas estrellas a su alrededor al estar en su límite. Por obras del destino, Bakugou se resbaló cayendo completamente en el regazo del alto, logrando que la verga de su pareja llegara hasta su recto, que, al ser demasiada profundidad, se corrió con lágrimas en los ojos.

— Ba-Bakugou — con cuidado Kirishima salió de él, dándole la vuelta a su esposo para examinarlo — ¿Estas bien amor? Nunca habíamos llegado a eso — limpió las lágrimas con su pulgar

— Estoy bien, eso fue-

— ¡Bakugou! — escucharon desde afuera

Ambos se pusieron de pie y se cambiaron lo más rápido posible, siendo el rubio quien salió primero al tener su ropa semi puesta.

— ¿Qué pasa? — preguntó al llegar a la planta baja, todos estaban reunidos en círculo, impidiéndole ver que es lo que ocurría

— Iba a mi oficina por los papeles pero Sayumi me siguió y ahora — explicó Shoto de la manera más rápida esperando que el rubio no explotase cuando se diera cuenta

— ¡¿Van a adoptar?! — chilló Mina alegremente sosteniendo los papeles

— ¡No les importa! — intentó arrebatarle los papeles a la peli rosada siéndole imposible pues estos fueron pasados a Sero que con sus cintas se los pasó a Denki y fue de mano en mano hasta llegar a unos finalmente

— ¿Por qué tanto alboroto? — cuestionó el pelirrojo sin mirar los papeles que tenía en la mano

— ¡Mira los papeles! — gritaron las chicas emocionadas junto a Denki e Izuku

Kirishima confundido volteo a ver a su marido quien solo le contestó con un: — Feliz navidad

Eijiro abrió los papeles arrugados y leyó cada palabra con detenimiento, al llegar al final lagrimas brotaron de sus ojos para recorrer sus mejillas y caer en su pecho. No podía creer lo que estaba entre sus manos; pues éstos eran los papeles en los que autorizaban la adopción del pequeño Ryu, un niño al cual habían conocido en una de las fiestas organizadas por el orfanato con la intención de que las parejas conociesen a los niños en busca de una familia; y ambos se habían quedado embelesados por Ryu, un chico pelinegro de siete años de edad, ojos celestes, los cuales parecían dos gemas preciosas frágiles tal cual su portador; pues el pequeño era un poco tímido y asustadizo, algo que dejó muy en claro cuando huyó de Bakugou al ver su entusiasmo muy mal exteriorizado, pues el rubio no era bueno en demostrar emociones.

Se dejó caer de rodillas cubriéndose la cara.

— ¿Kirishima? — Bakugou se acercó para inspeccionar que todo estuviese bien, más fue recibido por un fuerte abrazo del pelirrojo que no paraba de agradecer — Feliz Navidad amor

Fue así como culminó la velada navideña organizada por los Todoroki. Con al anunció de un nuevo integrante a la gran familia de héroes.

Aquí esta el especial de navidad que les prometí.

Si bien Yaoyorozu es esposa de Shoto y se debería de referir a ella por el apellido de su marido, se me hizo imposible no utilizar "Momo" para referirme a ella pues no había mucho material para nombrarla.

Intenté hacer un juego de palabras con los nombres de los hijos de los shipps. Spoiler: no salió como lo esperaba.

He aquí sus significados y porqué los nombré de esa manera:

- Denki Nami: "Ola eléctrica"

Nami es un nombre de origen japonés que significa ola, y Denki se traduce literalmente como electricidad, así que su nombre se asocia a su quirk que sería expandir electricidad a través de ondas sonoras. Sería una combinación de las peculiaridades de sus padres. Denki y Jirou.

- Midoriya Makoto: "Montaña verde"

Aunque Makoto se traduce del japonés como cierto, los kanji 緑や ま [Midoriya ma] se traducen como montaña verde. Lo curioso es que el solo kanji ま es demonio en japonés. No está asociado a su quirk.

- Todoroki Sayumi: [Sayumi: "Mi princesita"]

El apellido Todoroki es uno muy común en sí, además de no tener traducción fija, sin embargo, el nombre de Sayumi significa del japonés: mi princesita. Shoto decidió aquel nombre pues considera a su hija una princesa.

Obviamente no está relacionado a su quirk.

- Todoroki Yoshiro: [Yoshiro: "Buen hijo/Hijo bondadoso"]

Al igual que su melliza, el apellido no afecta en el significado de su nombre. El nombre Yoshiro fue impuesto por Momo, pues ansiaba tener un hijo que fuera de buena fe y acciones (tal como lo indica su nombre) aunque su comportamiento actual se asemeje al de un pillo, al aprovecharse de su inteligencia a su corta edad para doblegar a otros.

Su nombre no se relaciona a su quirk.

- Sero San: ""

Sé que su nombre es un tano raro pues "san" resulta un honorifico en el japonés, sin embargo, el kanji 酸 [san] se traduce como ácido, y al juntar los kanji de Sero [セロ] y los de ácido [酸] se forma la palabra セロ 酸 [ácido celuloso] que tiene que ver con su quirk.

El cual consiste en poder crear ácido explosivo –que además de corroer los metales, es capaz de crear una explosión si se almacena en grandes cantidades– a base de celulosa, algo así como su tío Bakugou. Sé que es un poco confuso pero se los explicaré.

Resulta que la celulosa forma parte de la fabricación de papeles, cartones, maderas artificiales, fibras naturales, sedas artificiales o celuloides. Se encuentra en algodón y la cinta está hecha a base de fibras de éste, por lo que podemos asumir que las cintas que produce Sero contienen celulosa. La celulosa se emplea como barniz e incluso se utiliza para fabricar explosivos (la nitrocelulosa) he de allí su quirk, solo que en vez de ser un explosivo normal, éste contiene ácido, ahí es donde influye la peculiaridad de Mina. este ácido explosivo se propaga como el ácido normal de Mina, así que no tiene mucha ciencia.

Ósculo se traduce como beso.

Voy a dejar a su imaginación el tamaño del pito de Kirishima.

Me fue difícil escribir las partes en las que salían los niños, no por el comportamiento o acciones que debían optar éstos, sino porque hay pocos sinónimos de niños que tenía que cambiar casi todo el párrafo para no decir la palabra "niños" porque casi todo el capítulo trata sobre ellos. Palm face

El detalle de que entre los niños llamaran por tíos o tías a los demás, es porque siento que entre ellos son muy unidos, tanto así que se consideran como hermanos y para mantenerlo así, les inculcaron a sus hijos a llamarlos así.

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