Querido santa:

¡Oh santa! Jamás, ni siquiera cuando era pequeño, creía en ti, creo que eso es algo que ambos sabemos, pero ahora necesito tu ayuda, tal vez te parezca un tanto tonto y viejo por estar escribiéndote una carta, es decir, ¡tengo 28 años!, pero mierda que si necesito tu ayuda! Aunque creo que no debí escribir mierda, una disculpa por eso, pero como te decía querido y regordete santa, necesito tu ayuda y créeme que es un asunto sumamente importante como para estar recurriendo a ti y espero que no tomes en cuenta si fui buen niño ya que de una vez te digo que no lo he hizo nunca.

Bien, ¡vallamos al grano! Necesito tu ayuda, enserio lo necesito y créeme que si me cumples mi deseo de navidad te pondré un altor o algo así, lo que quieras a cambio yo te lo doy. Solo te pido una cosa esta navidad, una simple cosa que anhelo con todo mi corazón: quiero que me traigas de vuelta a Gerard Way.
 

Atte.: Frank Iero