Final

El tiempo seguía corriendo, y a pesar de que la cena estaba casi lista en casa de los Min, toda la familia ya se encontraba preocupada por el par de chicos que habían salido desde temprano por el dichoso árbol navideño, la señora Min se encontraba en la cocina con la señora Park, ambas dando los últimos toques finales al delicioso pavo navideño, mientras hablaban de las anteriores navidades, lo hacían más para distraerse, porque a realidad era que ambas querían matar a sus esposos por haberles dado una tarea casi imposible a sus pobres hijos que seguramente seguían buscando el árbol navideño, pero esperaban que ellos llegarán sanos y salvos a casa. Mientras que, en la estancia, Beomgyu y Yoonjung se dedicaban a seguir limpiando las esferas que faltaban para decorar el nuevo árbol navideño con la ayuda de Taehyun, uno de los primos de Jimin.

—Ya me cansé de esto —menciono Beomgyu mientras dejaba una de las esferas limpias sobre el sofá—, y esos dos ya tardaron mucho —infló sus mejillas.

—Seguramente ya se sacaron la cabeza entre ellos —dijo Taehyun mientras miraba con detenimiento la esfera en sus manos, la mancha no quería quitarse—, esta mancha no se quita.

—Al igual que la rivalidad de esos dos —Yoonjung dejo otra esfera en el sofá—, sólo espero ese par logré encontrar un árbol.

—Seguramente no lo hicieron y ya tomaron un vuelo hacia Australia para escaparse de un castigo peor —comento Taehyun.

—Dudo mucho que lo hagan —Yoonjung sonrió—, esos dos no son tan listos como para hacer algo así, además ni siquiera tienen dinero.

—Podrían vender tu automóvil —dijo Beomgyu.

—Sí, tienes razón —comento Yoonjung—, aunque dudo mucho que lo hagan, como dije, esos dos no son tan listos —y esperaba tener razón.

El sonido de los pasos del señor Park se escuchó en la estancia, todos los presentes miraron hacia su dirección.

—¿Alguna señal de esos dos? —los tres negaron con la cabeza, el hombre soltó un resoplido—. Supongo tardaran una hora más.

—Sí —dijo Yoonjung—, así parece —se encogió de hombros.

—Una hora más, y moriré de inanición —dijo Beomgyu, su estómago había estado pidiéndole algo de comer desde hace ya media hora, pero las esferas lo mantenían ocupado, y se le olvidaba por completo comer algo.

El señor Park soltó un nuevo suspiro y dejo a los tres en la estancia para poder ir hacia la cocina, quizás la tarea que les había dado como castigo había sido demasiado para esos dos, pero esperaba que por lo menos ellos pudieran de ese modo llevarse mejor que antes, todos en ambas familias estaban hartos de las discusiones casi diarias de esos dos. El señor Min se encontraba en la cocina intentando robar un poco del relleno del pavo para comer algo, también se estaba muriendo de hambre, en cuanto el señor Park entro, todos le prestaron atención, a excepción del señor Min, quien aprovecho para robar un trozo pequeño de carne, aunque su esposa no tardo en darle un pequeño zapé sobre la mano por sus acciones.

—¡Auch! —dijo el señor Min mientras sobaba la zona afectada.

—Tienes que aprender a esperar más, cariño —dijo su esposa mientras lo miraba divertida.

—Trataré, trataré —canturreo el señor Min—, por cierto —miro a su amigo—, ¿hay alguna señal de esos dos?

—No —negó con la cabeza mientras apretaba sus labios, se estaba comenzando a preocupar—, ni siquiera una llamada.

—Llevan más de cinco horas allá afuera —comento la señora Park—, eso no es bueno.

—Es normal —comento la señora Min—, están buscando un árbol navideño en nochebuena, eso es una tarea difícil.

—Sí —apoyo el señor Min—, una vez lo hicimos y definitivamente fue una mala idea —soltó un suspiro—, pero estoy seguro de que ellos podrán lograrlo, nada es imposible mientras pueda llevarse a cabo.

Todos estaban de acuerdo con esas palabras, pero eso no quitaba el hecho de que se sintieran preocupados por esos dos, después de todo, no se llevaban bien, y eso era un problema, pues cualquiera de ellos podía cometer una tontería que los llevaría a discutir de nuevo y pelearse, pero esperaban que eso no sucediera, ya eran demasiadas peleas como para tener otra y más en nochebuena.

Mientras todos seguían con lo suyo para poder tener una mejor navidad, afuera de la casa de los Min, un vehículo se estacionaba, Jimin apago el motor en cuanto se estacionaron, tanto él como Yoongi no evitaron soltar un suspiro, aliviados, habían logrado su cometido, encontrar el árbol navideño.

—Lo logramos —menciono Jimin, Yoongi no dudo en dar varios asentimientos en respuesta—, no puedo creer que en verdad lo lográsemos.

—Pues créelo, Park —Yoongi sonrió ladino, se sentía totalmente satisfecho con todo—, ahora, hay que ir con ellos, no quiero que piensen que nos dimos a la fuga —Yoongi abrió la puerta del vehículo.

—Espera, Yoongi —Jimin lo tomo por el antebrazo para detenerlo, Yoongi de inmediato lo miro.

—¿Qué sucede? —pregunto Yoongi.

—Sólo... —relamió sus labios—, quiero decirte que será increíble volver a empezar una amistad contigo, ¿sabes? Me gustaría que dejases de llamarme por mi apellido —Yoongi sonrió al escuchar eso—, me siento viejo cuando lo haces.

—Eres viejo, Jimin —dijo y el mencionado soltó una suave risa por las palabras de Yoongi—, me costará un poco acostumbrarme a hablarte de nuevo por tu nombre.

—Lo importante es que lo hagas, Yoongi.

—Bien —dijo Yoongi—, ahora, hay que restregarles ese árbol navideño en sus caras.

—¡Vamos!

La sorpresa de su llegada fue sumamente inesperada para todos los presentes, pero no tardaron en sentirse felices cuando escucharon el timbre de la entrada ser tocado, las campanas fueron como una melodía de alegría para ambas familias, y más cuando Yoonjung abrió la puerta y detrás de esta se encontraban Park Jimin y Min Yoongi con el árbol navideño enredado en una red para que no se maltratase, de inmediato fueron bienvenidos.

Por supuesto los comentarios no tardaron en salir a la luz, Yoonjung les dijo que pensó que ya se habían matado entre ambos, Beomgyu les dijo que pensó que se habían ido cada quien por su cuenta y se habían perdido en la ciudad, mientras que Taehyun les menciono que pensó que se habían ido de viaje lejos del país para escapar de sus responsabilidades, pero por supuesto sus teorías habían sido un completo error y lo sabían ahora que tenían a ambos allí.

El árbol nuevo no tardo en ser decorado por casi toda la familia, Yoongi y Jimin se sentían cansados como para querer tener algo que ver con el árbol navideño así que se dispusieron a tomar algo del delicioso ponche caliente que se encontraba listo para ser tomado, y poder mirar a su familia decorar el nuevo árbol de navidad, ambos se quedaron justo en el arco que dividía la estancia del comedor principal, el cual ya estaba decorado y listo para recibir a todos para comer, todo era perfecto.

Yoonjung discutía con Taehyun de quien sería quien colocaría la estrella en la punta del árbol, la señora Park junto a su esposo se dedicaban a colocar guirnaldas y moños en el árbol mientras que el señor Min y su esposa se dedicaban a colocar las esferas de distintos tamaños en el árbol, pronto y poco a poco el árbol iba tomando mucho más color, Beomgyu se quejaba porque la serie de luces parecía no alcanzar para que el árbol se llenará completamente de luces, mientras ellos se dedicaban a decorar, Jimin y Yoongi se dedicaban a mirarlos, estaban felices, todo había salido mejor de lo que planearon, y además no sólo eso sino que inclusive ellos podían darse una nueva oportunidad para ser amigos.

—Jimin —el mencionado miro a su compañero y ahora nuevo amigo.

—¿Sí? —Yoongi lo miro.

—Debo confesarte que —llevo su mano libre hacia su nuca rascándola levemente—, no compré un regalo para ti.

—Me lo imagine —dijo Jimin—, no es algo que deba preocuparte tanto, Yoongi —se encogió de hombros restándole importancia—, además me has dado un regalo.

—¿Qué?

—Podemos ser amigos de nuevo, eso es un gran regalo para mí —las mejillas de Yoongi no tardaron en teñirse de un suave rosa, aparto la mirada de Jimin, la vergüenza de nuevo se apoderaba de él, odiaba sentirse avergonzado y más en la presencia de Jimin.

Yoonjung miro a lo lejos a esos dos, pero no sólo a ellos, sino que noto algo curioso que estaba arriba de sus cabezas, no tardo en soltar una risa corta, sus labios se curvaron y una buena idea se cruzó por su mente en el momento en que vio aquella pequeña planta que siempre daba de que hablar en navidad.

—De todas formas, te debo un regalo real —menciono Yoongi.

—Creo que sé que puedes darle de regalo a tu noviecito, Yoongi —la voz de Yoonjung hizo que ambos la mirasen, Yoongi apretó los dientes con fuerza, odiaba que su hermana siempre insistiera con eso, y más ahora que la veía con esa sonrisa traviesa en su rostro.

—¿Noviecito? —pregunto Jimin.

—¿Qué? —Yoonjung fingió sorpresa—. ¿Yoongi no te dijo que está enamorado de ti?

—Maldita —mascullo Yoongi entre dientes mientras su rostro se sonrojaba cada vez más—, te he dicho miles de veces que no me gusta, y...

—Díselo al muérdago —dijo Yoonjung mientras señalaba hacia arriba.

Yoongi fue el primero en mirar hacia arriba, Jimin después lo hizo, ambos estaban debajo de esa mierda, Yoongi cerro sus ojos con fuerza, esto debía ser una broma, una muy mala broma.

—Carajo —mascullo Yoongi por lo bajo.

—¿Qué esperan? —pregunto Yoonjung.

—No lo haremos —dijo Yoongi.

—No pueden negarse, si lo hacen el siguiente año les irá muy mal en el amor —Yoonjung necesitaba ver esto con todas sus ganas, y es que su hermano ahora mismo tenía su rostro sumamente sonrojado hasta las orejas.

—¡Eso sólo es para las parejas, tonta! —Yoongi se estaba exasperando.

—Es lo que son, ¿no?

Yoongi soltó un bufido, estaba harto de discutir con su fastidiosa hermana, quizás ya no le entregue su regalo navideño después de todo, Jimin no pudo evitar reírse por todo lo que estaba presenciando, miro hacia Yoongi quien tenía su rostro completamente rojo y su ceño fruncido por la molestia que sentía por todo lo que su hermana había dicho.

Jimin no pudo evitar volver a mirar el muérdago sobre ellos, era cierto que se trataba de una tradición, una que se hacía entre parejas, aunque pensar en Yoongi como pareja no estaba para nada en sus planes, pero ¿quizás sí...?

—Yoongi —el mencionado giro su rostro para poder mirar a Jimin, aunque no se esperó que el chico tomase su rostro con ambas manos y lo acercará al suyo para plantarle un beso corto en los labios, fue rápido, un contacto que había hecho estremecer a Yoongi de inmediato y dejarlo con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

Yoonjung no desaprovecho la oportunidad de tomar una fotografía con su celular de ese momento.

En cuanto Jimin separo sus labios de los de Yoongi, el de piel más pálida sintió su rostro arder en vergüenza por las acciones recientes de Park Jimin, su corazón latía en desenfreno, no sabía que pensar ni siquiera que hacer.

—Supongo puedo tomar esto como un regalo navideño de parte tuya —Jimin le regalo una sonrisa y un guiño.

—Esto tiene que ir a internet —la voz de Yoonjung lo hizo mirar hacia ella, y en cuanto miro el celular en manos de su hermana salió de su pequeño trancé sorpresivo para dejar a Jimin allí e ir tras su hermana.

—¡Ni se te ocurra subir eso! —menciono Yoongi mientras se acercaba a ella.

—Oh, hermanito, no lo haré —y ella comenzó a correr hacia su habitación—, a menos que me atrapes.

—¡Maldición, Min Yoonjung! —grito Yoongi mientras salía disparado hacia su hermana.

Jimin no pudo evitar reír al ver a Yoongi perseguir a su hermana para tratar de quitarle el celular, sólo era un beso, uno que Jimin definitivamente le había gustado, tal vez para la próxima navidad, pueda estar con Yoongi y no sólo como amigos.





FIN.


"Nunca es tarde para desearles ¡feliz navidad!"

-Lucy.

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