Capitulo 05
—¿Qué no puedes conducir más rápido? —Jimin apretó con fuerza el volante, ya era como la séptima vez que Yoongi le decía eso, y se estaba comenzando a molestar.
—No voy a exceder el límite de velocidad por un caprichoso como tú, Min —mascullo entre dientes y Yoongi simplemente se limitó a rodar los ojos, cruzo sus brazos sobre el pecho y resoplo con frustración.
Quizás si debía de acelerar un poco más, después de todo la carretera estaba prácticamente vacía, y eso era una ventaja, aunque claro la nieve sobre el asfalto no ayudaba mucho, a pesar de que no estaba nevando en ese preciso momento, el camino estaba con una fina capa de nieve, Yoongi agradecía que su hermana siempre era precavida y colocaba cadenas enredadas en los neumáticos para ayudarse a conducir en caminos con nieve, y eso era un alivio, tal vez Yoonjung si se merecía su regalo navideño después de todo.
La vista de Jimin estaba sobre el camino, la extensión de la carretera parecía no tener final, ya estaban adentrados en el bosque, pasando los altos pinos que adornaban el sitio, y sintiendo el leve viento frio que lograba colarse por las ventanillas cerradas hacía que la calma se fuera por completo de su cuerpo, había estado conduciendo durante ya casi dos horas y ni siquiera habían llegado al dichoso lugar que Yoongi le había dicho, se preguntaba inclusive si se trataba de una mala broma de su acompañante, y si era así, entonces no dudaría en sacarlo del vehículo para que se muera de frio en el bosque, la sola idea le estaba pareciendo grandiosa en ese momento, pues la bendita granja de árboles no se veía por ningún lado.
—¿Estás seguro de que este es el camino correcto? —pregunto Jimin sin mirarlo.
—¿Estás dudando de mí? —Jimin se encogió de hombros—. No te hagas.
Jimin soltó un resoplido.
—Quizás lo esté haciendo un poquito —menciono Jimin sin mucha importancia, Yoongi frunció el ceño sin dejar de mirarlo—, es que en verdad no veo ese lugar del que me hablaste y llevamos ya casi dos horas en la carretera y...
—Te dije que estaba muy lejos —interrumpió Yoongi—, pero no me escuchaste, solamente estabas pensando en no rendirte y todas esas cursilerías que dijiste, pero no me escuchaste.
—No son cursilerías, además era necesario, sino avanzábamos entonces perderíamos la oportunidad de pasar una feliz navidad en familia.
—¿Feliz navidad? ¡Patrañas! —soltó un bufido—. Pasar la navidad con mi enemigo no es pasar una feliz navidad.
Jimin rodo los ojos mientras negaba con la cabeza, ciertamente esos pensamientos jamás cambiarían en un largo, largo tiempo y él lo sabía, pero de cierta forma, deseaba que todo se terminará de una vez por todas, pero ni siquiera sabía cómo hacerlo, no sabía cómo poder disculparse por lo que paso cuando eran apenas unos niños, no sabía ni siquiera como podía entregarle el regalo a Yoongi.
Park no quería admitirlo, pero estaba sumamente avergonzado por lo que había pasado con el reloj de Yoongi, y es que cuando este término casi destruido por completo su amigo había enloquecido y le había gritado que lo odiaba sin razón alguna, tal vez tuvo algo de culpa por lo que paso, pero también Yoongi, aunque claro el de piel nívea jamás lo admitiría, Yoongi es demasiado terco como para admitir que también tuvo la culpa, pero Jimin no es como si quisiera perder su gran amistad que tenían, así que se puso a investigar mucho, y cuando logró encontrar a una persona que reparaba relojes viejos, no dudo en ahorrar lo suficiente para poder arreglar aquel objeto tan preciado para su amigo, ya había pasado tiempo de eso, y desde hace cinco años que lo tiene en su poder, cada navidad, cada cumpleaños de Yoongi era lo mismo, quería darle el regalo, pero Yoongi lo alejaba con sus comentarios o sus peleas estúpidas que él ni siquiera podía dejar de lado.
Quizás el destino quería que se odiarán para toda la vida, aunque Jimin no odia a Yoongi, lo estima mucho, aunque siempre este saque estupideces de su boca.
—¿Qué significa eso? —la pregunta de Yoongi lo saco de sus pensamientos, Jimin miro hacia Yoongi quien estaba señalando el tablero del vehículo y Jimin no evito mirar hacia donde Yoongi señalaba.
Lo primero que noto, fue los indicadores de gasolina y velocidad alcanzada, pero el del combustible fue el que más llamo su atención, y sintió como su alma se fue de su cuerpo al percatarse de que se estaban quedando sin combustible.
—Maldición —dijo Jimin por lo bajo.
—¿Qué? —miro hacia Jimin—. ¿Qué quieres decir con eso?
—Bueno —apretó los labios levemente—, creo que nos estamos quedando sin combustible.
—¿Crees? —el tono de voz de Yoongi era duro.
—No, no lo creo, nos estamos quedando sin combustible —menciono esta vez Jimin.
Y a unos metros más, el vehículo se detuvo.
Esto no era nada bueno, para nada bueno. Yoongi sintió que sus manos comenzaron a sudar, y el nerviosismo estaba volviendo a su cuerpo, había algo que detestaba más que la presencia de Park Jimin cerca de él, y era estar totalmente perdido, el recuerdo de cuando su madre soltó su mano en el centro comercial logró abrumarlo de un de repente, ese día, él quería simplemente mirar los juguetes en una tienda, y su madre se había quedado con unas amigas hablando, así que no dudo en soltar la mano de su madre para poder escaparse hacia la juguetería, una muy mala idea, pues sin que lo vieran termino encerrándose en el almacén de la tienda, cajas y más cajas, y ese horrible aroma a cartón a su alrededor, todo eran cajas, ese lugar ni siquiera era tan grande y se comenzó a asustar, estaba perdido, solo, encerrado y en la oscuridad, casi la misma cosa que le estaba pasando allí mismo con el idiota de Park Jimin, definitivamente no le gustaba esto.
—¡No! —exclamo frustrado—. No quiero quedarme aquí —Jimin se sorprendió por aquella reacción, mientras que Yoongi no dejaba de hiperventilarse mientras miraba hacia su ventanilla y hacia el frente, pronto oscurecería, y eso no era una buena señal para él—, debo salir de aquí, no puedo estar aquí, no me gusta, quiero irme, ¡necesito irme!
—Yoongi, tranquilízate —menciono Jimin y coloco su mano sobre el hombro izquierdo de Yoongi, pero este se removió.
—¡No me toques! —menciono Yoongi y miro a Jimin—. Seguramente tú, maldito idiota, planeaste todo esto para hacerme daño.
—¿Qué? —Jimin negó de inmediato con la cabeza—. Te estás poniendo paranoico, relájate, sólo nos quedamos sin combustible.
—Sí, y después tú —lo señalo acusadoramente—, seguramente planeas abandonarme aquí para que me muera, sería tu sueño hecho realidad.
—No quiero matarte —menciono Jimin, pero Yoongi no le creía, y no estaba dispuesto a hacerlo.
—No me mientas, desgraciado.
—¡No te estoy mintiendo, joder! —soltó un resoplido—. Escucha, llamaré a emergencias para que nos ayuden, ¿bien? —Yoongi no respondió, simplemente se dedicó a abrazarse así mismo mientras se recargaba en la portezuela.
Jimin jamás había visto a Yoongi tan alterado como se encontraba en ese momento, parecía que inclusive estaba sumamente asustado por lo que podría pasar, dejo de prestar atención a su acompañante para mirar su móvil, frunció el ceño levemente, sin señal, ¡lo que faltaba!
—No hay señal —menciono y eso solamente hizo que Yoongi sintiera un escalofrió en el cuerpo—, sólo espero que otro vehículo pase para que nos puedan ayudar.
Miro hacia Yoongi quien estaba totalmente acurrucado contra la portezuela, abrazándose y mirando hacia afuera, hacia el bosque profundo, no le estaba ayudando mucho mirar todo eso.
—Yoongi... —el mencionado no lo miro—, estaremos bien, lo prometo.
—No prometas algo que ni siquiera puedes cumplir —miro hacia Jimin, su ceño seguía fruncido—, todo esto es tu culpa, sino me hubieras hecho enojar.
—Si tan sólo te controlarás un poco, no estaríamos aquí —ataco Jimin—, no solamente fui yo quien destruyo el árbol, Yoongi.
Apenas el blanquecino se percataba que era la primera vez que Park Jimin le llamaba por su nombre de nuevo. Yoongi no lo quería admitir, pero Jimin tenía razón, bajo la mirada hacia su regazo, era cierto, toda la discusión que tuvieron se había salido de control, jamás se habían peleado, no como ahora, siempre se trataba de insultos, y ahora se habían puesto las manos encima, no lo habían hecho desde que eran unos críos, pero ahora que paso y había ocurrido un desastre, todo era mucho peor, ahora esto parecía un castigo.
—Lo lamento —susurro Yoongi—, tienes razón... fue culpa mía.
A Jimin casi se le cae la quijada al escuchar aquella repentina disculpa, miro a Yoongi quien parecía sentirse totalmente apenado por lo que había pasado, Jimin pensaba que inclusive aquella reacción solamente era por culpa del miedo que sentía por estar varados sin combustible en medio de la nada, pero no le importaba, se sintió feliz de poder por fin escuchar una disculpa de parte de Min Yoongi, tan feliz que no evito sonreír, Yoongi no tardo en percatarse de la sonrisa tonta que Jimin tenía en su rostro, rodo los ojos y sintió sus mejillas calentarse, ya había pasado mucho tiempo desde que vio una sonrisa del chico a su lado, y ahora que la miraba era encantadora, la sola idea le avergonzaba.
—Deja de sonreír, tonto —dijo Yoongi mientras apartaba su rostro, no quería que Jimin se percatase de su sonrojo.
La risa de Jimin no tardo en ser escuchada por Yoongi. Para Jimin aquella disculpa había sido de lo más dulce del mundo, y se sentía con toda la confianza suficiente para poder hablar más con Yoongi, su corazón se lo decía, era el momento perfecto.
—Aún es nochebuena —comenzó a hablar Jimin.
—Sí, eso es más que obvio —repelo Yoongi.
—Pero supongo que no es pronto para entregarte tu regalo de navidad —Yoongi parpadeo un par de veces antes de volver a mirar a Jimin, y allí lo encontró, buscando algo dentro de su chamarra, por Yoongi pasaban muchas preguntas que ni siquiera se sentía capaz de contestarse a la primera, pero una de ella lo hacía intrigarse más, ¿por qué Park Jimin, el chico que tanto lo odiaba le había comprado un regalo para navidad? No lo entendía—. ¡Aquí esta!
Jimin se escuchaba emocionado por encontrarlo, y de uno de sus bolsillos saco algo que Yoongi jamás creyó podría volver a ver en su vida, no estaba envuelto, no tenía moño alguno, esta visible, pero la emoción de Jimin pareció pasarse en Yoongi en tan sólo unos segundos con sólo mirarlo, era el reloj, ese mismo reloj que le había regalado su padre, aquella reliquia que tanto apreciaba y que había creído tener perdida por completo, aquella que se había destruido en su cumpleaños.
—P-pero —Yoongi no pudo evitar tomar el objeto de las manos de Jimin—, ¿c-c-cómo?
—Estabas tan molesto conmigo que quise repararlo —comenzó a hablar Jimin, mientras que Yoongi lo miraba—, trabaje un poco para conseguir el dinero para ir con un relojero, pero lo dejo como nuevo, incluso ahora ya puede marcar la hora —Jimin le dedico una pequeña sonrisa, Yoongi volvió a mirar el reloj, era cierto, ya funcionaba.
—Y-yo... —no sabía que decir estaba sorprendido y sumamente encantado con ese regalo.
—Feliz navidad, Yoongi —dijo Jimin.
Quizás Jimin no era tan malo después de todo, pero Yoongi no pudo evitar pensar en todo lo que había pasado entre ellos durante todo este tiempo, todas esas veces en las que lo insulto, esas bromas pesadas que se hacían uno al otro, esos momentos en los que inclusive su familia se sentía decepcionada por la relación que llevaban entre ellos, todos aquellos momentos no hicieron más que hacerlo sentir avergonzado.
—¿Por qué no me lo dijiste antes? —pregunto Yoongi.
—Bueno —Jimin soltó un resoplido—, lo intenté un par de veces, de hecho, en las últimas cinco navidades, intenté dártelo, decirte que lo había mandado a reparar, pero...
—Siempre me alejaba de ti —Jimin dio un asentimiento.
—Me rendí un poco, pero cuando supe de qué celebraríamos navidad juntos este año —se encogió de hombros—, quise intentarlo de nuevo.
—Apuesto a que no planeabas meternos en este embrollo —tanto él como Jimin soltaron una risa corta.
—Para nada —comento Jimin—, y Yoongi... —el mencionado lo miro a los ojos—, lamento todo lo que paso y ha pasado en todo este tiempo, en verdad.
—También te debo una enorme disculpa, lamento haberte causado muchas molestias en todo este tiempo, Jimin... —el mencionado no evito sonreír al escuchar su nombre salir de los labios del pálido—. No sé si estés de acuerdo, pero, ¿te gustaría que iniciáramos de nuevo?
¿De nuevo?
Una amistad no era una mala idea considerando que todo lo que pasaron había sido por un reloj destruido, su odio era infantil, lo admitía, y no negaba que le gustaría comenzar de nuevo con Min Yoongi.
—Me encantaría.
—¿Amigos? —Yoongi extendió su mano hacia Jimin.
—Amigos —Jimin estrecho su mano.
Justo cuando lo hicieron, algo se ilumino justo a unos metros de distancia, algo que ambos vieron por el rabillo del ojo, y entonces lo vieron, eran luces navideñas que decoraban una pequeña escultura plana de madera en forma de pino, y Yoongi no tardo en reconocerla, ¡era justo allí el lugar a donde tenían que ir!
—E-es allí... —comento Yoongi.
—Esto debería ser un milagro —menciono Jimin—, pero, ya no tenemos combustible, aunque tuviéramos el árbol, no podremos llevarlo a casa.
Y a Yoongi llegó el recuerdo de su hermana, ella le dijo algo importante antes de salir de casa, antes de que Park lo apresurará a subir al vehículo, su hermana le dijo que guardaba algo de combustible en la cajuela.
—Mi hermana guarda combustible en caso de emergencias —menciono Yoongi con entusiasmo.
—¡Haberlo dicho antes! —Jimin soltó la mano de Yoongi—. Iré a ver y a llenar el tanque.
—Parece que si tendremos navidad —dijo Yoongi y Jimin sonrió mientras daba un asentimiento.
Sí, eso podría ser un milagro navideño después de todo.
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