Esto debía ser la peor de las torturas que Min Yoongi podía tener en toda su vida, hasta ahora, no sabía si tendría que tener otra peor tortura a futuro, pero esperaba que no, aunque si lograba superar la que ahora estaba a punto de pasar, entonces se sentiría inclusive mucho más feliz, ahora mismo se encontraba en la estancia, sentado en uno de los sillones, mientras que veía como Park Jimin, alías el cavernícola de la ciudad, se encontraba ahora mismo entrando a la estancia con el ceño fruncido al verlo.

—¿Podrías quitar esa cara? —pregunto Jimin mientras rodaba los ojos.

—¿Podrías irte de mi casa? Así se quitará mi cara de asco de verte —Jimin soltó un bufido y miro lo que estaba sobre uno de los sillones.

Tenían una tarea, era nochebuena, faltaban pocas horas para darle la bienvenida a la navidad, las familias habían decidido que sería una buena idea reunirse en nochebuena para poder preparar los detalles de la cena navideña, de la cual se encargarían, el señor Park, la madre de Yoongi y la prima mayor de Jimin, mientras que las decoraciones que estarían afuera de la casa, serían colocadas por la hermana mayor de Yoongi, los dos primos más pequeños de Jimin, y el señor Min. Beomgyu se había ido con la señora Park para poder ayudarla con las compras de algunos dulces y regalos faltantes, además de envolverlos y colocarlos debajo del árbol, todos tenían un trabajo asignado en esa nochebuena, inclusive Yoongi y Jimin.

Para los padres de ambos chicos, había sido tarea difícil buscarles una tarea que pudiera inclusive ayudarlos a unirse más y que arreglarán sus diferencias, cosa que inclusive los padres de ambos pensaban que sería casi imposible, llevaban demasiados años discutiendo, peleando, e inclusive lanzándose miradas de muerte uno al otro, pero debían de intentarlo por lo menos una vez, y esperaban que las disculpas y los abrazos fueran el método perfecto para que esos dos pudieran tener una mejor convivencia, y fue allí cuando surgió la sugerencia de que ambos chicos debían de colocar y adornar el árbol de navidad.

Ambos no podían negarse a pesar de que sabían que tenían que ver la cara del otro para poder trabajar, el árbol de navidad se adornaba siempre en equipo, y así era como ellos debían de trabajar, en equipo, dejando de lado las enemistades y problemas que los hayan dejado peleados y llevar paz en sus corazones, después de todo eso era la navidad, así que tenían que soportarse mutuamente por el día de hoy, y sus padres esperaban que con eso fuera suficiente para que ambos pudieran ser los mejores amigos.

El árbol de navidad ya estaba con su red puesta, era la punta de un gran pino que el señor Min había logrado conseguir, las esferas estaban en cajas sobre el sofá al igual que la serie de luces, y también había algunas guirnaldas de colores, todo estaba allí para que comenzarán su trabajo, así que para ellos no sería nada difícil.

—Terminemos con esto, ¿quieres? —dijo Jimin mientras se acercaba al árbol para poder quitarle la red de encima.

—Como sea —dijo Yoongi mientras rodaba los ojos.

Jimin se encargó de sacudir las ramas del árbol para que pudiera mantenerse más extendido y pudieran colocar los adornos, mientras que Yoongi se dedicaba a abrir las cajas, primero sacando la serie de luces.

—Primero las esferas —dijo Jimin.

—No seas idiota —mascullo Yoongi—, cualquiera sabe que primero se colocan las luces.

—Pues no, tonto —dijo Jimin haciendo a Yoongi rodar los ojos—, es tan claro como el agua saber que primero se colocan las esferas antes de las luces, ¿acaso nunca has puesto un árbol de navidad?

—No te creas el experto aquí, Park —menciono Yoongi, no quería pelear, pero este chico si que le sacaba canas verdes—, es obvio que primero tenemos que colocar la serie de luces.

—Sí haces esa tontería, no podremos poner muchas esferas, ¡y son bastantes las que hay en las cajas!

—¿Acaso eres idiota? —Yoongi se estaba comenzando a fastidiar—. Primero van las benditas luces, después las esferas, y luego las guirnaldas.

—¡Bien, maldita sea! —exclamo Jimin, ya estaba harto, no soportaría a Yoongi todo el tiempo, así que mientras más rápido terminasen de decorar el árbol de navidad, mucho mejor, la nochebuena sería de las más largas de toda su vida.

Yoongi se sintió feliz por obtener la victoria, aunque por supuesto, Jimin no se lo dejaría tan fácil como piensa, pero solamente por esta vez, dejaría de discutir para colocar las luces primero que con tanta insistencia pedía Yoongi que colocaran primero.

Y así comenzaron, de abajo hacia arriba comenzaron a colocar la serie de luces blancas, distribuyéndolas por el árbol de navidad, para después tomar las esferas, Jimin se encargaba de llenar de esferas el árbol mientras que Yoongi se dedicaba a colocar moños y guirnaldas alrededor, poco a poco, el árbol se fue vistiendo con los adornos que ambos chicos le colocaban, y definitivamente les estaba quedando estupendo, en cuanto la última de las esferas fue colocada, Yoongi por fin pudo respirar con tranquilidad, ¡al fin se libraría de trabajar junto a Jimin!

Jimin en cambio soltó un suspiro, no estaba cansado, pero se había quedado pensativo debido a la pequeña discusión que casi los hace pelear mucho más, pero bueno, al menos el árbol ya estaba decorado, pero faltaba lo más importante, colocar la estrella en la punta y encender el árbol de navidad. Jimin no dudo en mirar en las cajas, encontrando allí una estrella dorada, ¡era perfecta! El árbol era un poco alto, pero no tanto, Jimin estiro su brazo para poder colocar la estrella, pero Yoongi fue más rápido y se la quitó.

—¡Hey! —Jimin frunció el ceño—. Yo la voy a poner.

—Con tu estatura dudo mucho que alcances, Park —Yoongi esturo su mano, pero entonces Jimin miro por debajo, justo a los pies de Yoongi y no pudo evitar comenzar a reírse—. ¿Qué? ¿Qué te parece tan gracioso?

—Me dices enano cuando tu pareces una hormiga diminuta a mi lado, no creí que alguien tan alto como tú, necesitaría pararse de puntitas para colocar una estrella en el árbol de navidad.

Yoongi detesta ese sarcasmo tan notorio en la voz de Jimin, no dudo en dejar de lado la estrella para mirar a Jimin.

—Por si no lo has notado, no mides más que yo, imbécil.

—Por supuesto que mido más que tú, enano —dijo Jimin y esta vez le arrebato la estrella a Yoongi—, ahora ¿por qué no conectas la serie de luces al tomacorriente y yo me encargo de la estrella?

Yoongi apretó los dientes rechinándolos en el proceso, ahora tenía unas enormes ganas de abalanzarse contra Jimin y hacerlo cerrar la boca de inmediato, demonios, quiere matarlo, pero debía abstenerse, solamente por el día de hoy, debía de comportarse, es nochebuena, no debía de sentirse enojado, es un día de paz, un día en que llegará la navidad, un día en que debía de soportar al más grande tarado que puede existir en toda la fase de la tierra. Yoongi se dirigió al final de la serie y cuando logro encontrar el enchufe no dudo en tomarlo para dirigirlo al tomacorriente, pero para su des fortuna y que no se había fijado bien, el tomacorriente en el que había enchufado la serie, estaba mal.

Su padre se lo había advertido desde antes, pues todavía no llamaban a un electricista para que les ayudase a cambiarlo, y ese tomacorriente estaba totalmente prohibido, pero como Yoongi estaba más concentrado en su odio por Jimin, no le presto la atención suficiente a su padre. Las luces encendieron, Jimin había logrado colocar la estrella, y todo estaba perfecto.

—Bueno, el mejor trabajo que he hecho —Yoongi al escuchar eso no evito soltar un bufido.

—Lo hicimos juntos, ¿o lo olvidaste?

—Bueno, considerando que la mayor parte del tiempo te ignoré, pues pensé que lo estaba haciendo yo solo —Jimin miro el árbol—, demonios, estás luces están mal colocadas.

—Pues si hubieras metido la mano y ayudarme, no estarían mal colocadas.

—¿Qué insinúas, Min?

—Digo que, si quizás hubieras hecho más en lugar de hacerte el idiota, seguramente el árbol luciría mucho mejor.

—Pues yo hice la mayor parte del trabajo, porque tú —lo empujo levemente—, solamente te la pasabas quejándote entre dientes de tu apestosa y terrible vida.

—No vuelvas a ponerme un dedo encima, imbécil —y Yoongi le devolvió el empujón.

—¿Quieres pelear? —Jimin volvió a empujar a Yoongi—. Porque créeme que hace mucho he ansiado por darte tu merecido, Min.

—Pues créeme que no eres solamente tú quien tiene ganas de cerrarte la maldita boca.

Antes de que siquiera Jimin pudiera responderle, Yoongi fue quien se abalanzo contra Jimin, haciéndolo caer al suelo, ambos rodaban por el suelo mientras trataban de acomodarse para darse sus mejores golpes, lo que no se fijaron, era que los pies de ambos dieron con el árbol, y el árbol e comenzó a balancear de un lado a otro, las luces prendían y apagaban, mientras ellos seguían uno encima del otro diciéndose sus mejores insultos mientras trataban de golpear al otro.

Y el árbol seguía, de un lado al otro, y el tomacorriente comenzó a lanzar pequeñas chispas, y entonces cuando Yoongi logro estar encima de Jimin fue cuando escucharon un ruido sordo, seguido de varios ruidos pequeños de cristales rompiéndose, y luego se escuchó el cortocircuito del tomacorriente, echando chispas se hizo anunciar, y fue cuando algunas de esas chispas lograron dar con las guirnaldas y las ramas del árbol, y así fue como el árbol comenzó a incendiarse poco a poco.

—Oh carajo —dijo Jimin para después empujar a Yoongi a un lado y salir corriendo.

—¡No me dejes aquí, Park! —Yoongi no sabía qué hacer, el humo estaba comenzando a aparecer.

Yoongi pensaba que llamar a los bomberos sería lo más adecuado, pero cuando escucho a Jimin regresar y lo miro, vio que traía el extintor pequeño que guardaban cerca de la cocina, eso era una mala señal, pues las personas en la cocina, sabrían que algo había pasado. Jimin no dudo en apagar el pequeño incendio, bañando el árbol con el líquido del extintor y cuando el fuego termino, ambos se sintieron aliviados, solamente un poco.

—¡Pero, qué...!

Ambos estaban en problemas.