๑ Árbol de Navidad


afrikiboy

En una cruda temporada de invierno, Yoongi caminaba por las calles de su pueblo mientras arrastraba un carro, llevando a casa los troncos que necesitarían para tener la chimenea prendida un par de noches.

Era el hijo mayor de una familia numerosa y, a pesar de tener apenas diecisietece años se encontraba apoyando en los gastos de su familia. Lamentablemente, el trabajo no siempre era bueno, por lo que podían llegar a pasar semanas en que nadie comería bien en su casa.

El invierno apenas había empezado, pero los cielos ya indicaban que la primera nevada no tardaría en llegar, por lo que salió a buscar leña antes de que la noche cayera. De esta manera, podía asegurarse que sus hermanos no pasaran frío y su madre no enfermara.

El camino era largo, pero ya estaba casi llegando a su casa cuando vio una silueta caminando a un paso muy lento. Si no le prestaba atención, ni siquiera se habría percatado de que se estaba moviendo. Había algo de niebla, por lo que no pudo distinguirlo de inmediato, sin embargo, parecía ser un chico de más o menos su edad, de rasgos delicados, caminando casi desnudo en un clima que rondaba los cero grados. Tenía los labios morados y, por lo pesado de su andar, parecía que caería rendido en el suelo en cualquier momento.

Arrastró rápidamente el carro hasta llegar donde estaba el chico mal vestido para el clima, tiritando hasta el último de sus cabellos.

—¿Qué está haciendo tan desabrigado con este clima? — preguntó Yoongi al otro joven. Si no estuviera en esas condiciones, habría jurado que provenía de una familia acomodada por su impactante belleza.

—Ayúdame, por favor — fue lo único que pudo decir el chico antes de caer inconsciente.

Yoongi apenas pudo reaccionar y sujetarlo.

Sin saber qué más hacer, decidió ponerlo en el carrito entre los troncos y llevarlo a su casa. Se sacó su abrigo y lo colocó sobre el chico, para luego continuar con su camino mientras se aseguraba de que no cayera.

Se demoró más de lo que hubiese querido entre el frío y el peso extra, pensando en cómo podría ayudarlo cuando él mismo había almorzado tan solo el cuarto de un pan. No obstante, se negaba a dejar a ese chico morir en el frío y la nieve si él podía hacer algo.

Llegó a su casa y, antes de ponerse a descargar, abrió la puerta de su casa y todos lo vieron llenos de sorpresa por su agitación.

—Hijo mío, ¿Por qué vienes sin tu abrigo? — le dijo su madre, preocupada.

—Necesito que me ayudes —dijo Yoongi mirando a su padre sin responderle a su madre.

Lo miró extrañado, pero no dijo nada y de inmediato se levantó de su silla y salió por la puerta. Apenas vio al chico que, afortunadamente, ya no se encontraba inconsciente, se acercó a él y lo tomó en sus brazos.

—Guarda la leña nueva y trae un tronco de los más secos. Necesitamos hacerlo entrar en calor y el fuego se está apagando. — Yoongi lo vio entrar cerrando la puerta detrás de sí y se movió lo más rápido que pudo para entibiar al chico lo antes posible.

Luego de tenerlo un rato cerca del calor, el joven parecía recobrar la vida. Al preguntar por su nombre, él dijo llamarse Jimin, pero cuando le cuestionaron por su procedencia dijo que ya no era de ningún lugar. Debido al estado en el que lo encontraron, la familia supuso que lo tendrían que haber exiliado de su lugar natal. Sin embargo, a ellos no les importaban los motivos detrás de eso.

Yoongi le cedió su comida del día siguiente para que repusiera fuerzas y Jimin se durmió con él a su lado cerca de la chimenea, bajo la excusa de que necesitaba asegurarse de que no se apagara el fuego.

A la mañana siguiente, Yoongi despertó asustado al no ver al joven a su lado, pero, en su lugar, se encontró a un ser de belleza inigualable que aún se parecía un poco a aquel joven que rescató la noche anterior. Le pidió que llamase a sus padres y él así lo hizo.

—Debido a lo grande de sus corazones, dándome lo que no tenían para asegurarse de que sobreviviese, he decidido darles un obsequio. Háganme el favor de plantar esta ramita de pino, crecerá incluso con el frío y, cuando lo haga, sus frutos serán de oro y plata. Tómenlo como mi agradecimiento — le extendió la rama a Yoongi, mas en el momento que la agarró en sus manos, Jimin desapareció.

Le hicieron caso y la ramita creció fuerte y sana. Cuando estuvo de un tamaño apto para dar frutos, ellos vieron los frutos crecer como materiales preciosos.

Yoongi creció con esa ramita y viéndola dar frutos, en espera de que algún día Jimin resurgiera de ellos para admirarlo una última vez.

Esta pequeña historia está inspirada en un mito que aunque no es muy conocido y tampoco tiene su propio nombre, cuenta el origen de las decoraciones brillantes en el árbol de Navidad, dice de la siguiente manera:

"Dice que en antaño, una familia le dio acojida a un niño de la calle en invierno y cuando despertaron se había convertido en un ángel que les regaló una rama de pino que les daría riquezas y por esto es que se empezaron a decorar pinos con cosas brillantes en invierno, que luego de volvío símbolo de navidad"

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top