cinco

En todo el camino Yoongi no había dejado de pensar en todas las posibilidades, y definitivamente ninguna era mala, con Jimin cualquier cosa que pasará sería buena, y él lo sabía, además era época de felicidad, quizás pensar en un rechazo no le dejaría siquiera disfrutar de la noche, pero de todas formas, debía mantener la sonrisa para poder sentirse sumamente animado, inclusive caminar directamente a la universidad había sido la mejor de sus decisiones, por las calles podía ver los adornos navideños, a los niños disfrutar de la nieve, a algunas parejas que pasaban el rato de un lado a otro disfrutando del paisaje invernal, y luego esta él, que iba hacia su destino en busca de poder pasar la mejor navidad de su vida, se preguntaba si acaso habría algo mejor que este día, pero definitivamente no lo habría, no por el momento.

Todo estaba tan tranquilo, que ni siquiera se percató cuando alguien salía de una de las tiendas, y por accidente, choco con dicha persona, haciendo que inclusive la bolsa que traía en manos fuese soltada, pero Yoongi fue más rápido y tomo a la persona que por accidente casi tiraba y también la bolsa, su corazón se aceleró debido a la adrenalina del momento, al menos todavía conservaba sus buenos reflejos.

—¿Estás...? —Yoongi entreabrió los labios al percatarse de quien se trataba—. J-jimin —parpadeo un par de veces, ¿acaso Santa Claus le estaba adelantando su regalo? Posiblemente—, lo l-lamento.

—N-no te preocupes —Jimin había pensado que este sería otro día más para él con caídas inesperadas, pero al ser atrapado por la cintura, y al ver a su salvador, se sintió totalmente mejor, al menos no se iba a lastimar de nuevo, y por casualidades del destino había terminado por estar con Yoongi.

De inmediato Yoongi le ayudo a que se pusiera mejor de pie sin que perdiera el equilibrio, Jimin se sintió aliviado y sumamente encantado de poder ver a Yoongi.

—Por unos momentos pensé que te vería en la fiesta —comento Yoongi para después sonreírle.

—Ya somos dos —Jimin soltó una suave risa—, ¿viniste a comprar algo?

—No, no —negó de inmediato en respuesta—, sólo caminaba para ir a la universidad, y no me fije, y termine chocando contigo, perdona por eso.

—No tienes por qué disculparte, Yoonie —Yoongi se mordió la lengua al escuchar aquella forma tan dulce de llamarlo—, estoy agradecido de que me hayas salvado, al menos impediste que me diera un buen golpe.

El silencio se hizo entre ambos en ese momento, Yoongi se fijó en lo que traía puesto Jimin, y no pudo evitar fruncir levemente el entrecejo, era un suéter blanco que tenía dibujado un árbol de navidad de color rojo, esto debía ser una de las casualidades más locas que le haya pasado en su vida, definitivamente lo era.

—Esto es —sonrió para después mirar a Jimin quien al parecer se había percatado de lo mismo—, ¡llevamos los mismos suéteres!

—Casi iguales —dijo Yoongi.

—Es como la ropa de pareja —Jimin llevo sus manos a los labios para taparlos, había pensado en voz alta, y seguramente eso era malo, pues quizás a Yoongi ni siquiera le gustasen esas cosas y ahora mismo acababa de hablar demás—, lo siento, yo...

—Tranquilo, Jiminie, tienes razón, parece que portamos ropa de pareja —Jimin sonrió haciendo que sus ojos desaparecieran por unos instantes—, es una casualidad muy única, definitivamente lo es.

—Sí, lo es —Jimin soltó un resoplido para después mirar las manos de Yoongi, pues este todavía tenía en su mano derecha el regalo que tenía para uno de sus amigos—, ¿puedo?

Jimin señalo la bolsa, y entonces fue cuando Yoongi supo que se había estado distrayendo demasiado en mirar a Jimin, entonces de inmediato estiro su mano para que Jimin pudiera tomar aquella bolsa sin ningún problema aparente, Jimin le agradeció y Yoongi se sintió levemente avergonzado.

—¿Te parece si vamos a la fiesta juntos? —pregunto Jimin, a lo que Yoongi no sabía que responder, literalmente quería saltar de felicidad, quería acompañar a Jimin, quizás inclusive tomarle de la mano.

—Sí, me encantaría, por supuesto si estás de acuerdo con ello.

—¡Claro! Me agrada tu compañía, Yoongi.

Y así iniciaron de nuevo su camino para poder ir a la dichosa fiesta en la universidad, Yoongi ya sentía los nervios de punta, sus dedos picaban, y no paraba de sentir que de vez en cuando Jimin rozaba su mano con la suya, ¿era acaso que quería que la tomase? Tal vez Yoongi se estaba dando demasiadas esperanzas, pero era inevitable, el destino había querido que se juntaran, y eso había hecho que Yoongi se sintiera sumamente encantado, no sabía si Jimin se encontraría del mismo modo, pero en verdad le encantaría que fuese así, no soportaría no saberlo, pero tenía que ser paciente, el plan era traerlo bajo el muérdago, y besarlo, eso era todo, así que tenía que ser listo y mantener conversaciones con Jimin, buscarlo y tenerlo siempre en la mira para poder llevar a cabo su plan, y esperaba que resultase.

Siguieron caminando hasta que las risas de algunas personas llamaron su atención, Jimin fue quien volteo primero, y miro que estaban algunas personas tomando un café caliente, o ponche, mientras disfrutaban de una pequeña exhibición de árboles de navidad que estaban decorados de forma hermosa, los ojos de Jimin brillaron al ver los adornos, y Yoongi lo noto.

La fiesta había comenzado ya hace una hora, Yoongi se había atrasado al igual que Jimin, pero ¿acaso importaba? Yoongi miro por unos momentos la mano izquierda de Jimin, y sin pedir permiso alguno, la agarro. Jimin al sentir su mano siendo tomada no evito mirar en dirección a Yoongi.

—Vamos —dijo Yoongi, pero había hecho un gesto con la cabeza indicándole que debían ir a donde estaban aquellos arboles decorados.

—E-espera, ¿qué hay de la fiesta de la universidad?

—Eso no importa, Jimin.

—Pero, se supone que era tu primera fiesta navideña allí y... —pero Jimin fue interrumpido.

—Descuida, habrá muchas más fiestas de navidad, además, estoy contigo y eso me hace sentir mejor —las mejillas de Jimin adquirieron una tonalidad rosa al escuchar esas palabras—, vamos, se ve que este lugar está lleno de hermosos arboles decorados, y se ve que a ti te encantan.

Y Jimin se dejó arrastrar por Yoongi, después de todo no le quedaba más por hacer, se había quedado totalmente encantado por las palabras de Yoongi, así que dejo de tomarle tanta importancia a la dichosa fiesta para tomarle más atención a Yoongi y a esa decisión tan precipitada que le había encantado.

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