Capitulo Unico
8:26 pm [Un día para Navidad]
Miro el cielo nocturno que estaba decorado con diversas estrellas junto con la luna, sin duda era una vista hermosa, para él tener la oportunidad de ver algo así es algo que se tiene que apreciar, y lo hace, a pesar de que sean cosas pequeñas, lo hace y mucho.
Suspiró con una leve sonrisa dibujada en su rostro mientras caminaba por las calles menos pobladas de la ciudad ¿era peligroso? Si, pero ya estaba acostumbrado, siempre caminaba por esas calles, pues eran su hogar, su único hogar. Pasó su mano derecha por sus cabellos rubios despeinándolos en la acción, estaba cansado y, sobre todo, harto; Ese día no había conseguido lo suficiente, las personas ya no paseaban mucho por esa plaza y muy pocas escuchaban su melodiosa voz, a lo cual no obtenía mucha propina, y en su pequeño pero humilde trabajo en el restaurante "Good Days", el cual solamente era una casa rodante transformado exclusivamente para cocinar, con sillas y mesas bien organizadas en frente de este y una pareja muy amable como trabajadores, lastimosamente, las personas ya no se desgustaban de las exquisiteces que preparaba la Sra. Jenna, decían que hacía solo mismo y no cambiaba el contexto del menú. ¡ja! Si supieran todos los cambios que hizo Jenna.
— ¡Dios! Espero que la hayan pasado mejor que yo. — Murmuró preocupado mientras empezaba a acelerar el paso hacia su casa, o lo que él creía que era su casa.
...
— ¡ya llegué! — Canturreó en voz alta el rubio entrando a su pequeña morada dando a entender de qué ya estaba en casa.
— ¡Oh! Golden al fin llegas. — Dijo un castaño igual al ya mencionado solo que un poco más bajo, tenía una mirada llena de preocupación y a la vez confusión, pues su hermano mayor no era de llegar a esas horas. — ¿Pasó algo?
— No, Tuve que quedarme en el restaurante más horas y... Siendo sincero, hoy no fue mi día. — Suspiro mientras agachaba su cabeza y miraba el piso, estaba apenado y decepcionado de sí mismo, pues no había conseguido nada, tanto para sus hermanos como para el.
— El nuestro fue más o menos. — Hablo otro chico castaño, solo que con tonos más claros, más bajo entre los tres. — Logramos conseguir un dinero y algo de comida, pero no era suficiente. — Volvió a decir con un tono serio mientras se paraba al lado del otro castaño y cruzaba los brazos.
El rubio suspiro algo aliviado.
— Gracias Teddy, Gracias Freddy. — agradeció a sus hermanos menores, él sabía que se habían esforzado mucho para conseguir eso, que habían dedicado todo su talento ¿y no los iba a agradecer? ¡Ja!
— No lo agradezcas, ahora vamos a comer, ya es muy de noche y tenemos que dormir, ya mañana es Navidad y estoy seguro que conseguiremos más público. — Dijo el mediano entre los hermanos, Freddy, con un tono alegre y esperanzado intentando darle ánimos a sus hermanos.
— Si, tienes razón. — Hablo Golden, dando a entender de qué estaba de acuerdo con su hermano, pues era lógico, en Navidad la gente se acumula en la plaza donde se encuentra el pino más grande de la ciudad que siempre decoran cada año, donde hacen parrillas, panes de Jamón, tortas, comidas típicas de Navidad para todo aquel que esté en ese lugar sin importar el estatus social, en pocas palabras, era una Navidad para todos.
— Si, ya veremos qué pasa mañana, ahora vamos a dormir ¡Yo en el colchón! — Exclamó Teddy, después, en un movimiento rápido, saltó al único colchón, que se encontraba en el piso, que había en esa pequeña construcción algo deteriorada.
— Desgraciado. — Murmuró entre dientes el castaño, Freddy, con el ceño levemente fruncido, acto seguido le quito una almohada y sabana a su hermano menor, quien estaba cómodo.
— ¡Oye! Es injusto. — se quejó.
— No, no es injusto, tú tienes tu almohada y el colchón, y nosotros tenemos nuestras almohadas y la sabana.
— Oigan ¿y la comida? — Pregunto Golden con su típica mirada y tono serio.
Y, como si fuera un vídeo en pausa, los dos hermanos que se encontraban peleando se detuvieron, se miraron el uno al otro y, como si fueran el exorcista, Voltearon a ver al rubio, quien se echó a reír a carcajadas por lo torpe y olvidadizos que son sus hermanos contagiando a estos, así empezando una serie de risas acompañadas con lágrimas.
Al estar más calmados solo se dedicaron a comer el pan que compraron rompiéndolo o dividiéndolo en tres pedazos para cada uno, así después empezar a dormir como todas las noches, dos en el suelo y uno en el colchón, por supuesto que se organizaban para saber quién le tocaba dormir ahí, aunque en ocasiones no estaban de acuerdo Golden lograba resolver ese problema, siempre era bueno en eso: Resolver Problemas, desde que nació, desde que fue obligado por la vida a vivir con sus hermanos en las calles, desde que sus padres los abandonaron, desde hace muchos años.
9:46 pm [Un día para Navidad]
Ya era tarde, tenía muchas cosas que hacer pero había decidido terminar en lo que se encontraba trabajando, era normal, era lo que siempre hacia "Trabajar"; sus dedos se movían rápidamente tocando las diversas teclas de letras en el teclado de su computador, escribía un Ensayo sobre el mejoramiento de la economía interna y externa para su empresa. Su padre, desde que murió, le entrego todo a sus tres hijos; Su dinero, Sus empresas, Su casa, Sus caros, Sus trabajadores y Sus responsabilidades las había dejados en manos de esos tres chicos, quienes no lograban llevarse bien ¿Era arriesgado? Si ¿Tendrían problemas? por supuesto ¿Tendrían sus altas y bajas? Sin duda, pero ¿Qué más podía hacer? ¿Les daría todo —lo ya mencionado— a unos completos desconocidos? No, No lo haría, y no lo hizo, ya que sabía, y tenía la confianza, de que sus hijos lograran hacer algo mejor de lo que él hizo.
Sus ojos plateados se notaban cansados, aún así no quitaba la vista de la pantalla, poseía ojeras algo notorias y sus labios estaban resecos, nos había tomado o comido algo en toda esa tarde, pero en verdad no le importaba, solo quería terminar sus deberes, era su único objetivo en ese momento, pero...
— ¡Springtrap! — Una voz algo gruesa pero aguada se escucho algo lejana a través de la puerta, hasta que ésta fue abierta bruscamente dejando ver a un chico de cabellos largos y morados, sus ojos rubíes desprendían ira y miraban fijamente al chico de cabellera verde pantano, quien estaba sentado ignorándolo mientras seguía con su trabajo. — ¡No me ignores, idiota! — exclamó enojado mientras se acercaba más al escritorio de su hermano mayor, quien solo suspiro y le presto atención, así tal vez dejaría de fastidiar. — ¿¡Cómo de que vas a trabajar mañana!? — Sus ojos carmesí necesitaban una explicación y urgente.
— Tengo demasiadas cosas que hacer, no puedo dejarlas por unas semanas. — Contesto sincero, serio y firme el mayor de los que estaban en esa habitación, lo que hizo enojar más al contrario.
— ¿¡Te das cuenta de que tienes solo 19 años!? ¡Hermano, debes salir aunque sea una semana! ¡Mañana es Navidad y Bonbon y yo queremos celebrarla TODOS juntos! — Hablo remarcando la palabra "Todos" aún con su tono enojado y su ceño fruncido; tenían tiempo sin celebrar esa fecha tan especial, aproximadamente 4 años, desde que murió su padre.
— Si, sé que tengo 19, pero...
— ¿¡Pero qué!? Oh! Pero tengo que terminar, pero tengo mucho que hacer, pero tengo una reunión, pero, pero ¡es lo único que sabes decir! Solo queremos salir de esto un rato y pasar una Navidad como antes, y queremos hacerlo contigo, hermano deja de seguir los pasos de nuestro padre, terminarás como él...
— ¡YA BASTA! — Exclamó levantándose de repente y acto seguido golpeó la mesa con un puño, a lo que su hermano se quedó callado por un momento pero mantenía su enojo y su mirada en el mayor.
— ¿Spring? ¿Bonnie?
— Tsk, Bonbon. — Susurro el de cabellos morados entre dientes, acto seguido se dio la vuelta encontrándose con su hermano menor de cabellos azul cielo junto con un mechón más claro y de ojos verde esmeralda.
— ¿Qué sucede, Bonbon? — Pregunto el de mirada gris en un tono neutro pero algo amable, mientras se enderezaba y cruzaba los brazos manteniendo la mirada en el mencionado.
— ¿Mm? Solo quería que pararan. — Se detuvo dejando un silencio en toda la oficina. — Y decir que... Se cancela lo de Navidad en Familia, Pasare la noche con Chick y Mangle en la plaza del Árbol Navideño, me dijeron que era un lugar muy bonito y divertido en estos días, así que no se tienen que preocupar por el trabajo. — Hablo serio y con lógica desilusión, quería mostrar una sonrisa, pero no puede manejar sus expresiones bien.
— Yo iré contigo ¿Puedo invitar a dos amigos míos? — Pregunto el hermano del medio ya calmado y mostrando una sonrisa, intentando alegrar un poco a su hermano menor.
— ¡Eh! Si, si puedes — Contesto el peli celeste con una sonrisa y con un brillo en los ojos mientras miraba a su hermano de orbes carmesí, luego volteo la vista a ver a su hermano mayor, tenía algo de esperanza. — ¿y tú Spring?
— ¿mm? No lo sé, si termino todo a tiempo tal vez pueda ir. — Respondió con una expresión neutra y empezó a organizar unos papeles.
— Idiota. — Murmuró Bonnie frunciendo el ceño ya harto de el aislamiento e ignorancia de Springtrap. — Bueno, Voy a cenar, dudo vernos TODOS mañana ¡adiós!
— ¡Adiós, hermano! Buenas noches. — Le dijo el menor quien recibió una palmadas en la cabeza de parte de Bonnie, a lo cual este se fue desapareciendo de la vista de sus hermanos al cruzar por la puerta. Bonbon se volteó y su mirada se cruzó con la de su hermano mayor. — Spring, por favor, no sigas los pasos de papá, él murió por la falta de energía del cuerpo, por el estrés y por el exceso de trabajo, no cometas su mismo error, no queremos eso. — No obtuvo respuesta, solo suspiro y camino a la puerta, pero se detuvo antes de abrirla. — No seas su copia. — Sin más, salió de la oficina dejando a un chico de cabellos verde pantano perplejo y pensativo.
Agacho su cabeza apoyándola con sus dos manos soltando un largo y fatigado suspiro, su hermano menor tenía razón, él ya sabía de eso pero a veces no podía controlar sus acciones, quería hacer algo pero su cuerpo hacia lo opuesto ¿Porque? No tenía ni la más remota idea. Ordenó su escritorio para luego dirigirse al comedor, pero en el camino se encontró con su secretaria.
— Señorito Springtrap, ya su cena está servida al igual que la bañera y su pijama en la cama, Mañana le entregaré su listado de cosas y... — No terminó su oración, pues fue interrumpida.
...
Al fin, relajación, paz, miro el techo por unos momentos pensando en todo lo que pasó y hizo en ese día, se lamentaba de lo que le dijo a Bonnie y pensó más sobre el tema de su padre; lágrimas desprendían de sus ojos pasando por sus mejillas y cayendo en la almohada manchándola, era idiota. Él y su padre eran muy unidos, hacían todo juntos, jugaban y se divertían, bueno antes de que su padre empezará a trabajar era así, pasaban un tiempo juntos, pero era poco; y sin mencionar eran muy similares, tenían el mismo tono de pelo al igual del tono de la tez, lo único que los diferenciaba eran los ojos, los de su padre eran rojos carmesí —Como los de Bonnie— y además, ni siquiera tenía los mismos que los de su madre —Los de ella eran verde esmeralda igual que los de Bonbon— , Ella decía que Springtrap obtuvo los ojos de su tatarabuelo, pero no tenía fotos para comprobarlo con exactitud o fotos que se pudieran ver a color.
Empezó a cerrar los ojos con lentitud cayendo en los brazos reconfortantes de Morfeo.
8:35 am [Cero días para Navidad]
— ¡Feliz Navidad! — Gritaron canturreando al unísono los dos hermanos menores de cabellera castaña, uno con tonos más claros que el otro, a lo que despertaron al rubio. — ¡Feliz Navidad, Golden!
— Jaja ¡Feliz Navidad par de locos! — Dijo el recién despertado empezando a carcajear por el comportamiento de sus hermanos, quienes solo se unieron a la serie de risas con el mayor. — Bueno ya, tenemos que ir a Good Days, Jenna y Merion estaban muy felices por pasar la navidad con nosotros.
— ¿¡Jenna!? ¡La comida de ella es como si fuera creada por los dioses! — Exclamo el menor de los tres, Teddy, con un brillo en los ojos y lógica emoción.
— Jeje no puedo discutirlo. — Hablo Golden mientras se levantaba del piso con facilidad, tantos años durmiendo en el suelo hace que uno se acostumbre, o eso decía el rubio.
— Si, aunque otra de las cosas geniales de Jenna y Merion es que son personas muy amables y humildes. — Dijo Freddy con una sonrisa dulce recordando todo lo que pasaron con esas dos personas, que ahora sobre pasan la edad de 50 años, desde que eran niños.
— Si ¡Ahora vamos! ¡Quiero ver a Jenna y Merion! — Exclamo Teddy muy sonriente con los brazos extendidos hacia arriba, mientras aguantaba las ganas de saltar y brincar por toda su pequeña casa de madera deteriorada.
— Bueno, entonces vamos. — Dijo Golden, acto seguido camino a la puerta de madera, con ciertas partes rotas, del lugar, abriéndola y saliendo de la casa siendo seguido por los dos castaños.
Así los tres hermanos empezaron su caminata al destino ya mencionado, el camino era largo y tardarían mucho, pero solo querían llegar y divertirse, aunque también querían divertirse mientras caminaban.
— Los hermanos Fazbear vamos a Festejar una dulce Navidad con personas de amor y lealtad, vamos ca-mino allá a festejar una dulce navida~d. — Cantaban animados los tres hermanos mientras estaban abrazados por los hombros y seguían caminando así, parecían tres niños pequeños pero ¿¡Que más da?! Es navidad ¿no? Es la época de celebrar con los que amas y divertirse con la nieve.
Mientras cantaban, se deslizaban, con cuidado, por el hielo de la calle, se tiraban bolas de nieve, parecían como protagonistas en esas películas infantiles sobre la navidad, un gran ejemplo seria la película de Navidad con los Muppets con personajes cantando canciones a cada momento, aunque la película se corto en el momento en que el menor de los Fazbear se resbalo y cayó al piso congelado de trasero, pero eso no termino ahí, por lo resbaloso que estaba el suelo y por el impulso que tuvo al caerse empezó a deslizarse como el agua en la orilla de las playas, solo que esta vez no se regresaría.
— ¡Waaaa! — Grito asustado y aun sorprendido el castaño claro menor de los trillizos, Teddy. Estaba dando vueltas mientras aun se deslizaba por las calles con algo de velocidad siendo seguido por el otro castaño y el rubio, aunque estos estaban algo lejos a pesar de que corrían con todo lo que podían.
— ¡Ted, intenta detenerte! — Grito el castaño oscuro al ver que ni el ni su hermano mayor podían alcanzar al pobre que estaba deslizándose por el hielo.
Teddy por más que queria detenerse no podia, estaba asustado y muy nervioso, tenia los ojos bien abiertos pendientes del camino, aunque al escuchar la voz de Freddy se volteo y accidentalmente, pero con suerte, choco con una gran montaña de Nieve, lo único que se podían ver de el menor por fuera de esa montaña eran sus zapatos viejos y malgastados que cubrían y daban calor a sus pies. Freddy y Golden se acercaron rápidamente y sacaron a su hermano restante de la nieve.
— ¿Estas bien, Teddy? — Pregunto preocupado el rubio mientras no apartaba su atención al mencionado, quien levanto la mirada aun impactado por todo. — Vamos a Good Days para que tomes un chocolate caliente y para que te relajes un poco.
— Si. — tartamudeó con la mirada perdida, hasta podía jurar que en un momento pudo ver toda su incompleta vida pasar por sus ojos o solo estaba exagerando.
— Tuviste suerte, hermanito, por lo menos no chocaste con un poste. — Dijo Freddy con una pequeña risilla, aunque logro enojar un poco a su hermano menor.
— Ja ja ja. — Rió sarcastico con la mirada seria observando a su hermano que estaba de su lado derecho.
— Es la verdad. — Se excuso.
— Sigamos caminando, ya de seguro abrieron el local. — Hablo Golden después de dar un suspiro ya fastidiado.
— Okey. — Dijeron ambos hermanos castaños en unísono haciendo un puchero.
Sin más, siguieron su camino, esta vez entre charlas y risas, sin jugar o correr, no querían repetir lo que paso, mucho menos Teddy.
9:56 am [Cero días para Navidad]
Toc Toc resonó en esos pasillos solitarios de su gran casa, o bueno mansión, había pensado mucho sobre la noche anterior, aunque ya había tomado su decisión, solo tenia que informarles a sus hermanos.
— Pase. — Se escucho del otro lado de la puerta la voz de Bonnie.
El de cabellos verde pantano hizo caso al pedido y entró, el peli morado estaba sorprendido, su hermano mayor no es de visitar la oficina de sus hermanos o al menos salir de su oficina.
— ¿Que sucede Springtrap? — Le pregunto extrañado.
— Solo quería decirte que iremos caminando hacia la plaza, pensé que seria mejor para disfrutar del ambiente navideño en las calles. — Contesto con una pequeña sonrisa.
— Eso significa ¿que vas a ir?. — Pregunto incrédulo el chico de 18 años mirando a su hermano sorprendido, pero cuando el mayor iba a contestar, lo interrumpió el sonido de la puerta abriéndose de golpe.
— ¿¡En serio vas a ir!? — Exclamo felizmente el menor de los hermanos quien era el que había entrado sobre saltando a los dos mayores.
— ¿Como? — Pregunto Bonnie esperando respuesta por parte del menor de 16 años.
— Controlo las cámaras de seguridad de la casa jeje. — Respondió riendo y sacando la lengua infantilmente, como siempre era. — Bueno, iras ¿cierto?
— Si. — Afirmó Springtrap.
Los tres hermanos Bonny se abrazaron, por fin después de tanto iban a tener una navidad juntos en familia, justo lo que los tres querían, aunque el mayor tenía un presentimiento extraño, al cual le restó importancia pero seguía ahí.
— Bien, le diré a Marie que mande a preparar una torta grandísima para todo aquel que vaya a la plaza. — Hablo el menor de todos con una alegre sonrisa.
— Si, yo llevaré las cornetas para poner música navideña y así poder animar el ambiente. — Esta vez hablo el de cabellos morados con la misma expresión que su hermano pequeño.
— Yo tal vez podría... Mmm.... No lo sé. — Tartamudeo el mayor, no había pensado en eso y estaba apenado por ello.
— Tu podrías conseguir una estrella del árbol, Chick y Mangle me decían que la estrella que tenían era antigua y que ahora no servía y que no iban a poner estrella porque no había dinero para comprar otra. — Sugirió el de cabellera celeste.
— Si, tienes razón, le pediré a Candy.. No, yo iré a comprar la estrella, salgo ahora mismo, nos vemos más tarde. — Dijo el mayor quien estuvo de acuerdo con la idea ya que no tenía otra cosa en mente así que sin más salió de la sala, no sin antes escuchar a sus hermanos diciendo "Hasta Pronto".
Era algo temprano, pero aun así sabía que las tiendas estaban abiertas, con rapidez fue al garaje y se montó en su carro empezando a arrancar rumbo a la tienda navideña más cara pero que se podía encontrar de todo y con cálidas excelente, aunque para él gastar el dinero no era problema, siempre ganaba más y más.
7: 12 pm [Inicio de la Fiesta Navideña]
Todo el día las dos familias la pasaron genial. Los hermanos Fazbear ayudaban a sus "padres" en el restaurante mientras preparaban la comida que era para la gran fiesta de la que Jenna hablaba con emoción, ella pensaba que en esa fiesta sus pequeños podrían conseguir amigos y conocer gente, hasta podrían conseguir a alguien que les pueda dar un empleo y así mejorar la vida que llevan, tenía tantas ilusiones y esperanzas, ya no quería ver a esos —ahora— adolescentes en esas condiciones; también decoraron todo el local y prepararon pasteles y tartas navideños, sin duda una tarde divertida y llena de comida. En cambio los hermanos Bonny estaban empeñados en dar todo para hacer esta fiesta mucho mejor, desgraciadamente tuvieron dificultades, especialmente con la comida y tuvieron que preparar muchos alimentos ellos mismos con la ayuda de algunos Chefs de la mansión, las cornetas que iban a llevar una de ellas no funcionaba y Springtrap tuvo que arreglarla, él era un experto en ello al igual que BonBon pero más avanzado, y finalmente la estrella, la cual, afortunadamente, no tenía nada malo, por supuesto que a pesar de todo se divertían haciéndolo juntos... Juntos, una palabra que llevaban tiempo sin escucharla.
— ¡Waaa ya es la hora! ¡Ya es la hora! — Exclamo el de cabellera celeste con mucha emoción, daba saltitos y chillaba muy feliz.
— Sip y todo esta bien, ya terminamos de arreglar todo jeje. — Esta vez hablo el peli morado orgulloso de todo el trabajo que hicieron, pues también ayudaron a decorar la plaza, colocando las mesas, las cornetas, las comidas, arreglar algunas farolas y una que otras luces.
— Muchas gracias por su ayuda. — Agradeció una joven de 17 años que se acercaba a los hermanos junto con una señora de mayor edad. — Estamos muy agradecidas y queríamos devolverles el favor, po.. — Pero justo fue interrumpida por Springtrap, quien levantó la mano en señal de que parara con un dulce sonrisa.
— No se preocupe, nos divertimos mucho haciendo todo el trabajo y con eso estamos agradecidos.
— ¿Están seguros, niños? — Hablo la anciana viendo algo dudosa a los tres hermanos.
— Súper seguros. — Respondieron los tres al unísono mientras sonreían sinceros; no buscaban nada a cambio, solo querían pasar un tiempo juntos.
— Bueno, nosotras estaremos recibiendo a las personas, si necesitan algo para eso estamos, nos vemos luego. — Hablo la chica despidiéndose y acto seguido caminar con su abuela hacia la entrada de aquella plaza.
— Bien, no falta nada, solo esperar que lleguen los invitados ¡qué emoción! — hablo el menor.
— Si, esperemos que todo salga bien. — Hablo el mayor con un semblante serio y pensativo.
— ¿Qué pasa, hermano? Oye tranquilo, estoy seguro que habrá muchas chicas lindas. — Dijo bromeando Bonnie poniendo una mano sobre el hombro del mayor, quien lo miro aun más serio, odiaba que le hiciera esas bromas. — Jeje lo siento, pero hermano busca a una chica, sino estarás solo toda tu vida y terminarás casándote con una computadora.
— Ve quien lo dice, el que estuvo toda su vida escapando de las chicas por una estupida Fobia.
— ¡C-Callate!
Así los tres empezaron a reír a carcajadas.
Cada vez que los minutos pasaban más personas llegaban y entre esas estaban los hermanos Fazbear, quienes alegremente admiraban la belleza que la plaza daba con todas esas decoraciones navideñas a la luz de la luna, jamás habían visto ese lugar así y llevaba sorprendiendo a todas las personas, lo que les daba la curiosidad de saber que fue el causante de toda esa belleza. Muchos murmullos de alegría se escuchaban.
La música revoloteaba por todo el lugar, las risas no se hacían esperar y la hora tradicional de bailar estaba por empezar.
En el pequeño escenario se montó la misma joven adolescente, la cual con alegría aviso que vayan cogiendo parejas para dar inicio al baile que se solía dar al principio de la verdadera fiesta, era como si fuera el opening de una serie. Las personas le hacían caso a la chica y formaron parejas, por supuesto que esas parejas no eran de noviazgo o algo por el estilo, era de familiares, por ejemplo en un lado de la pista se encontraban dos gemelas rubias de 6 años dando pasos raros de baile con una gran sonrisa en sus rostros, en otro lado estaba un niño con su padre, ambos bailando y dando vueltas, en otro estaban otro niño con su tía, todos se divertían sin importarles lo mal o bien que bailaban, solo gozaban de todo el ambiente y la felicidad que transmitía, una Navidad que sería difícil de olvidar.
— ¡Osoefelpa! — Grito una chica rubia con mejillas rojas de 17 años, mientras corría junto con otra chica de misma edad y cabellera blanca, en dirección hacia el mas menor de los Fazbear, quien se sobresalto al identificar esa voz. — ¡Ositoefelpa! ¿Como tas, wey? — Pregunto mientras lo abrazaba por la espalda.
— ¿ah? ¡Bien! ¿y ustedes?
— Súper ¡Oye! Tienes que conocer a nuestro amigo, el tal vez podría darte un empleo al igual que a tus hermanos ¡Vamos! — Esta vez hablo la de cabellera blanca, quien inmediatamente agarro al chico por el brazo y empezó a arrastrarlo buscando al amigo de las dos chicas, el cual supuestamente debería estar por ahí. — ¿Lo ves, Chick?
— Ehhh... — Balbuceo la rubia buscando con la mirada una cabellera azul celeste. — ¡Si! por allá. — Apuntó con el dedo índice hacía tres personas que se encontraba cerca del escenario y entre esas estaba su amigo, Mangle al verlo empezó a avanzar hacia ese lugar junto con Chick sin soltar al pobre de Teddy.
— ¡Travesti! — Gritaron las dos, al ya estar más cerca, a su amigo quien volteo al reconocer esas voces y ese estupido apodo que le habían dado.
— ¡Mango! ¡Rubia! — Devolvió el grito acercándose a sus amigas sin percatarse del otro chico. — ¿Cómo están?
— Más que la palabra Excelente. — Respondió Mangle.
— y tú, te buscamos a tu casa y no estabas. — Le informó con cierto enojo.
— ¡Oh! Es que ayudamos en arreglar la plaza y este lugar para la fiesta. — Respondió sonriente el de cabellera celeste.
— Eso es grandioso. — Comentó Mangle con alegría.
— Disculpen por meterme, pero fue genial como quedo toda la plaza, se nota que se esforzaron mucho. — Hablo el chico castaño por detrás de las chicas llamando la atención de ellas y la persona, en su caso, anónima.
— ¿Quién eres? — Pregunto el pelo celeste sonriéndole.
— Mi nombre es Teddy. — respondió de igual manera. — ¿y tú?
— Yo soy Bon Bon, aunque puedes llamarme Bon o como quieras. — Respondió divertido.
— Si, nosotras lo llamamos travesti. — Comentó la rubia abrazando con su brazo izquierda el cuello de su amigo de ojos esmeralda, haciendo notar la diferencia de tamaño.
— ¿Por qué? — Pregunto curioso el castaño.
— Porque cuando nos conocimos pensaron que era una chica, hasta después de un mes que se dieron cuenta cuando conocieron a mis hermanos... — Contaba mientras recordaba todo eso, pero fue interrumpido por la peli blanca.
— Si, lo recuerdo, nosotras estábamos muy confundida porque ellos te llamaban hermano, luego te preguntamos y tú nos tiraste la bomba en la cara, jaja. — Siguió contando la chica de mirada ámbar riendo un poco por esos recuerdos.
— Jeje su historia es graciosa. — Dijo entre leves risas el castaño.
— ¡Teddy! — Se escucharon unos gritos entre la multitud, el mencionado empezó a buscar con la mirada las personas conocidas pertenecientes de escuchadas voces.
— ¡Golden! ¡Freddy! — Grito al ver a sus hermanos alzando la mano y sacudiéndola en el aire llamando la atención de los mencionados, quienes no tardaron en acercársele.
— Creímos que te habían secuestrado. — Dijo Freddy aliviado por encontrar a su hermano menor, pero cansado por tanto correr.
— Lo sentimos, nosotras somos solo sus amigas. — Hablo la rubia.
— Estábamos muy emocionadas porque conociera a nuestro amigo. — Señaló mangle a su compañero de cabello celeste, quien sonrío amablemente. — Él trabaja en una empresa muy conocida y pensamos que podía ayudar a Teddy a conseguir trabajo. — Siguió contando.
— Oh, eso me relaja jeje y me alegra de que Teddy haya conseguido amigos muy amables, muchas gracias. — Agradeció el rubio mayor de los hermanos.
— De nada, pero ¡Ojo! — Exclamó inesperadamente, sobresaltando a los hermanos, Mangle. — Nosotros no aceptamos formalidades, así que pueden actuar normal.
— Háganlo sí o si, lo digo por experiencia. — Comentó el peli-celeste.
— Okey. — Contestaron los tres hermanos Fazbear al unísono.
— ¿Eh? — Balbuceo el chico de mirada verde al notar la vestimenta destrozada y vieja de los chicos que recién conoció, sospechando ciertas cosas. — ¿Ustedes son de los barrios bajos?
— Si ¿porque la pregunta? — Hablo el rubio de mayor edad algo confundido y enojado ¿se estaba burlando? ¿A qué quería llegar?
— No, solo lo digo por curiosidad, también quiero saber cómo es todo por esa zona, pienso en renovarla para mejor comodidad para las personas que viven ahí, hasta hable con mis hermanos y estuvieron de acuerdo. — Contó Bon Bon haciendo alguno que otro ademán con las manos.
— Wow ¡eso sería genial! — Exclamó Freddy con emoción.
— Jeje.
— BonBon necesitamos tu ayuda, unas luces de la zona de juegos se dañaron y está algo oscuro, así que debemos repararlo. — Hablo apareciendo inesperadamente el joven de cabellera verde y mirada gris por detrás del mencionado, asustándolo un poco.
— Me asustaste Spring. — Comentó volteando a ver a su hermano mayor.
— Jaja lo siento.
— ¡Hola trampa de Primavera! — Saludaron las dos chicas hacia el mayor de vestimenta formal.
— Ya les dije, solo porque mi nombre sea así en español, no signifique que me tengan que llamar así. — Hablo suspirando ya frustrado el de mirada gris, quien no notaba la mirada del rubio de los Fazbear en él, pero al sentirla volteo observando esos azules turquesa, conectando las dos miradas, de pronto sintió una curiosidad inexplicable de saber de aquel chico perteneciente de esos ojos. — Eh, lo siento por no presentarme, mi nombre es Springtrap, hermano mayor de BonBon. — Hablo hacia los hermanos, apartando un poco la mirada hacia el rubio y observando a los otros, estaba nervioso, esa mirada seguía en él, por suerte era buen actor, así que actuaba normal sin problema.
— Yo soy Golden, ellos son mis hermanos. — Se presentó sin dejar de ver al mayor, sentía sus mejillas arder, era extraño, su corazón palpitaba rápido y podía sentir ese palpitar recorrer todo su cuerpo ¿Qué le pasaba?
— Yo soy Freddy, el relleno del Sandwich. — Hablo en broma el chico castaño.
— y yo soy Teddy.
— Mucho gusto, Teddy, Freddy y Golden. —Dijo Springtrap dándole la mano a los mencionados quienes gustosos aceptaron, pero debía admitir que con ese rubio había sido, de algún modo, diferente.
— Si quieren p-podemos ayudar. — Ofreció Golden.
— Si, sería bueno, así terminamos más rápido. — Hablo alegre BonBon.
— ¡Nosotras también queremos! — Exclamaron las dos chicas, habían sentido una vibra especial entre el rubio y el peli-verde y no quería perder nada de lo que pudiera pasar entre esos dos.
Así el grupo de amigos se dirigieron hacia la zona de juegos, todo estaba como Springtrap había dicho, en serio, ese parque era tan viejo y la mayoría de las cosas ahí fallaban, incluso algunos objetos del lugar estaban rotos, por supuesto que los hermanos Bunny repararon la mayoría.
9:34 pm
— Vayan, ustedes son muy buenos en esas cosas. — Halago el rubio algo feliz, la había pasado bien ayudando, pues con las bromas e idioteces tanto de sus hermanos como la de sus nuevos amigos se había divertido mucho.
— Gracias, en nuestra secundaria nos enseñaban de todo, sea innecesario o no, era muy raro. — Contesto el oji gris.
— Pero fue útil ¿no?
— Si, jeje.
Los dos se encontraban solos, sentados sobre la suave nieve observando el cielo y admirando la hermosa luna llena, la escena era hermosa, era romántica, pero esos dos no lo veían así, que desilusión.
— ¿Entonces ustedes tienen una empresa? — Pregunto el rubio recordando las palabras de Mangle.
— Bueno si, la heredamos de nuestro padre. — Respondió el mayor.
— ¿Su padre murió? — Pregunto algo sorprendido el rubio.
— Si, al igual nuestra madre, pero eso fue en el pasado ¿y los tuyos?
— Bueno, no sé si murieron o siguen con vida, pues veras, ellos nos abandonaron cuando éramos unos niños. — Respondió normal, lo que enojo un poco a su contrario ¿contar algo tan doloroso así como si nada? Lo peor es que sonreía con total felicidad.
— Oye eso...
— Tu tranquilo, ya no me afecta mucho, además sino fuera por eso no hubiéramos conocido a personas tan amables, buenos fue algo difícil pero siempre nos teníamos el uno al otro, eso era lo que más nos importaba, ni siquiera puedo imaginar una vida con nuestros padres biológicos.
— Vaya, yo aún no supero la muerte de mis padres jeje.
— Bueno, es difícil pero no imposible jeje.
Los dos voltearon, encontrando la mirada del contrario en el acto, conectándose entre sí una vez más, pensando por un momento lo hermoso de esos ojos ajenos, estaban en un trance, no podían moverse, sus cuerpos no se lo permitían. El corazón del rubio volvió a palpitar como horas atrás, sentía que todo su cuerpo temblaba al mismo tiempo que su corazón, estaba nervioso, sus mejillas poco a poco se teñían de un color fresa, esa mirada lo ponía así ¿Pero Porque? El mayor estaba justo en las mismas, incluso empezó a sudar ¿Qué era eso?
Se sentían extraños, pues era una sensación nueva para ellos ¿Era normal sentirse bien, hasta mejor que con sus hermanos, con una persona?
El mayor en esa situación dejó que su cuerpo hiciera lo que sea, su mano lentamente se acercaba a la ajena, la cual estaba apoyada en la nieve algo hundida, finalmente sintió esa suave piel colocando su mano encima que la de el rubio a lo que una corriente paso por los cuerpos de ambos, todo por ese pequeño tacto de manos, igual que hace unas horas.
No sabían que era esa sensación
Estaban muy confundidos
Era raro
Era nuevo
Era desconocido
Pero en el fondo sentían que había algo más
Algo más de lo que imaginaban
A penas se conocían
Solo tenían que esperar
Ellos no lo notaron
Ni siquiera le dieron importancia
Pero esa inigualable luna llena Y ese hermoso lugar lleno de nieve
Esa única escena donde solamente ellos estaban
Era el lugar de partida para correr hacia un futuro incierto
Pero que ese futuro les haría felices
Y sus vidas cambiarían por completo
FIN
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS QUE LEYERON ESTO!
Espero que la pasen genial junto con sus familias y amigos, que coman muchas hallacas, pasteles, panes de jamón, pavos, etc.. Que se diviertan y que tengan una hermosa Navidad.
Gracias por leer este One-Short de una de mis parejas favoritas, espero que lo hayan disfrutado.
JO JO JO (Si me creo Santa y ke? :v)
QUE LES DEN MUCHOS REGALOS
Adio~s! (ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧
PD: Quería publicarlo ayer pero estuve fuera de mi casa todo el día celebrando :3
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