*Es la primera vez para mi también*

Prólogo

Narrador: Ken

Una ráfaga de viento azotó contra los pinos del bosquecillo, un rayo me ilumino y como si algo me hubiera paralizado, quedé con los brazos extendidos y la mirada hacia arriba, hacía la luz, luego sentí como mis pies se desprendieron del suelo y fui elevado en el aire, la gravedad me atraía hacia unas puertas metálicas que se abrieron ante mi... y lo demás fue oscuridad.

Abrí los ojos solo por momentos, estaba mareado; entre visiones borrosas alcance a ver a unos extraños seres, unos hombrecillos verdes de cabeza gigante que se movían de un lado a otro, llevando y trayendo aparatos metálicos que jamás hubiese imaginado que existieran. Sabía que algo estaban haciendo conmigo, pero no sabía que me pasaba, que me inyectaban. Por momentos sentía que perdía el conocimiento y me sumergía en un profundo sueño.

Hoy es noche buena, solo quiero estar con mi familia y ver a mi hijo.

Narrador: Jin

-Hoy es noche buena -digo hacia la tumba de mi madre-, mi padre se fue, no tenías por qué haberte ido tú también -agachó la mirada, la nieve cae y el frio cala mis huesos-, lamento tener que recordártelo todos los años.

El odio y rencor se apodera de mí como otras tantas veces. De nuevo estoy negado la existencia del ser que me vio nacer, pero que también arruino todo lo que tenía en esta vida, él tiene la culpa de todo, mi padre: Ken.

Narrador: Ken

Desperté una vez más. Unas luces lastimaron mis ojos, traté de reponerme al esplendor lo mejor que pude, giré la mirada de un lado a otro por arriba de mi cabeza. Estaba aturdido. Pude percatarme de que me encontraba en una habitación vacía y completamente metálica, parecía una clase de sala de hospital. Miré hacia mi cuerpo, descubrí que estaba acostado en una camilla metálica, tenía una bata blanca y unos lazos entrelazados. Esos extraños seres me habían amarrado a la camilla. Me di cuenta de que algo me habían hecho, pero no podía averiguar que era. Entre mareos intenté recordar cómo había llegado a esta situación. Estaba en el bosque con unos amigos, habíamos ido a pasear un rato mientras bebíamos algo de alcohol, nos pusimos a platicar en el coche, y luego vimos esa luz, la seguimos hasta el claro del bosque. Y ahí estaba esa cosa, un objeto metálico que giraba volando por arriba de los árboles, como si fuera un platillo con luces de colores. Fueron mis amigos quienes me retaron a acercarme a esa cosa. Malditos, desgraciados; los vi correr antes de que mi cuerpo fuera paralizado.

-Tengo que salir de aquí -susurre, apenas podía hablar, mi garganta estaba seca y carraspeaba. Casi no tenía fuerzas.

Me moví con torpeza cuando intenté librarme de las ataduras. Tomé fuerzas pensando en lo mucho que quería regresar con mi familia. Poco a poco conseguí sacar las fuerzas que necesitaba y arranque los lazos que me sujetaban. Me enderece. Me di cuenta de que no me habían amarrado bien por alguna razón, había sido algo intencional, así que supuse que la finalidad no evitar que yo escapara, pero no quería quedarme a saber cuál era la verdadera razón. Jale unos delgados tubos y eso me dolió, me di cuenta de que en ambos brazos tenía agujas colocadas en mis venas y de los tubos fluía un líquido extraño. Los jale para quitarme las agujas. Tenía que salir de ahí de prisa, antes de que alguien llegara. Me puse de pie y tambaleando fui hasta una puerta. Averigüe rápidamente como abrirla y al hacerlo, una alarma sonó al instante y todo a mí alrededor se llenó de luces rojas.

Corrí por los pasillos de la nave, sin la mínima idea de cómo salir de ahí. Volteaba hacías las ventanillas redondas y solo podía ver galaxias. Cada puerta que abría lo hacía con un profundo y desconocido miedo. Huía cada vez que escuchaba las pisadas que se acercaban. Mi cuerpo dolía y me tropezaba constantemente. Me rehusaba a dejarme caer y continuaba tomando fuerzas pensando en mi esposa y en mi hijo. Solo quería volver. Me golpee contra la esquina de un pasillo y me resbale mientras trataba de reponerme. De nuevo escuche que las pisadas se acercaban, así que me apresure y me escondí en la esquina. Me quedé ahí, de pie, tratando de controlar mi respiración agitada. Estaban muy cerca. Los escuche murmurar a poca distancia, no podía entender su extraño idioma, mi cabeza daba vueltas.

¡Un momento! Entonces pude entender algo, una voz que hablaba mi lengua dijo algo acerca de que la única salida estaba cerca. Entonces me di cuenta de que la voz provenía de mi mente, era mi propio subconsciente quien me animaba a encontrar la salida. Voltee la mirada en la dirección en que mi propia voz me había indicado y entonces ¡vi la puerta!, en realidad eran dos, que estaban en el suelo. No me importo que esos seres siguieran en el pasillo, yo estaba dispuesto a defender mi integridad costara lo que me costara. Así que salí de mi escondite y corrí hacia las puertas en el suelo gritando:

-¡No se comerán mi cabeza!

Narrador: Jin

Después de la visita a la tumba de mi madre, regresé a casa. Mis abuelos estaban esperándome. Al entrar el panorama en noche buena siempre era el mismo, frio y desolado. Desde que era niño mis amigos siempre me habían hablado de los colores de la navidad y los muchos adornos que ponían en sus casas. Cuando mi madre se encontraba con vida decía que mi padre era quien se encargaba de adornar la casa todos los años, pero cuando él se fue ella quedo tan adolorida que no quiso festejar navidad nunca más, nada fue igual; así que nunca pude crear recuerdos.

-Hijo, ¿Cómo te fue en la escuela? -preguntó mi abuela, me sostuvo de los costados y me miró de una forma tan amorosa que le dio calidez a mi herido corazón, le sonreí y luego me incline para besar su mejilla.

-Bien, abuela, mis compañeros y yo hemos terminado el proyecto.

-Ven aquí, hijo -me llamo mi abuelo, quien estaba cerca de la chimenea, sentado en su sillón. Fui hasta él como me lo pidió, me miró sonriente-. Toma, pon esto sobre la repisa de la chimenea por mi -me entregó una fotografía, en ella estaba mi madre más joven y a su lado la abrazaba él, mi padre. -Hijo, no hagas esa cara, se que no quieres a tu padre...

-Aquí vamos de nuevo -lo interrumpí mientras me reponía y colocaba la foto sobre la repisa sin mucha emoción.

-Tu padre no tiene la culpa. Estoy seguro de que él hubiese deseado que lo perdonaras.

No estaba seguro de ello. Tal vez tenía razón, solo que no lo sabría al menos de que pudiese recordarlo de alguna forma; ya que no pude saber cómo era, no tenía responsabilidad de extrañarlo o de sentir algo siquiera.

-Perdónalo, al menos por hoy.

Lo mire por arriba de mi hombro, lo que mi abuelo no sabía era que pronto iba a conocerlo, conocerlo de verdad.

Capítulo 1

-¡Muy bien, compañeros! -Jhope aplaudió emocionado-. Hoy es la primera prueba del experimento, asegurémonos de estar bien preparados.

-El platillo volador está en la sala para la prueba de luces -anunció Chaeyoung acomodándose los lentes.

La mayoría de los que formábamos parte del proyecto estábamos en el laboratorio principal con nuestras batas y repasando los detalles del plan.

-Estoy algo nervioso, estamos a tres horas de subir -mencionó Jimin, luego volteo hacía mí-. Jin, ¿Estás seguro de que tu padre estará en ese bosque?

-Lo estará, si fuera a estarlo, no nos hubiéramos tomado el tiempo para armar todo este espectáculo -dije en brazos cruzados y sin mostrar emoción alguna en mi voz.

-Para reencontrarte con tu padre y tener la oportunidad de salvar su vida no luces muy emocionado -me dijo Jeongyeon elevando una ceja.

-Solo quiero terminar con esto rápido. Inyectarle el antídoto y regresar a casa con mis abuelos para la cena.

-Sabes muy bien que puede que cuando regreses a casa no solo estén tus abuelos para la cena -Namjoon, el jefe de esa área del laboratorio colocó una mano sobre mi hombro y me sonrío.

Trabajó para el área 51 hacia siente años. Unos agentes me visitaron porque querían reclutarme para trabajar en pruebas de laboratorio secretos del gobierno. Al principio había creído que era una broma y rechace la oferta casi de inmediato. Les costó mucho convencerme, pero al final tuve que acceder debido a mi falta desesperada de dinero. Me sentí aliviado cuando me di cuenta de que no era una clase de fraude, pero también impresionado del lugar al que me llevaron. Por supuesto, eso de que albergaban extraterrestres era una gran mentira, sin embargo, lo que si había era una gran cantidad de tecnología desconocida y componentes químicos inimaginables.

Fue hace dos años cuando Namjoon nos reunió para las pruebas de una vacuna contra una extraña enfermedad incurable y mortal. Necesitaban probarla en alguien del pasado que la hubiese padecido hasta la muerte para anotar los resultados en el futuro. Cuando el jefe dijo el nombre la enfermedad, mis ojos se abrieron de par en par. Esa extraña enfermedad era la que había matado a mi padre, quien contagio a mi madre y se la llevo a la tumba junto con él.

Ahora tenía la oportunidad de volver para poder salvarlo, y así mismo, también a mi madre.

Una vez le hice saber a Namjoon que podíamos hacer las pruebas en mi padre, de inmediato nos pusimos en marcha con los labores en el laboratorio y el armamento del espectáculo con respecto a cómo conseguiríamos inyectarle las pruebas de las dosis de la vacuna sin llamar la atención de la gente.

La idea brillante fue la de siempre: OVNIS.

Los ovnis han llamado la atención desde tiempos inmemorables. Si tan solo todos se enteraran que es el disfraz de la máquina del tiempo. Miles o millones de personas ya lo habrán notado, el problema y nuestra ventaja es que nadie se lo cree por completo. Siempre prevalece el misterio. De esta manera el gobierno siempre puede desviar la atención y hacerse de la vista gorda.

-¡Ya traje a los robots! -gritó Jhope muy contento, con su grupo de extraterrestres deslizándose tras él.

Suga, volteo los ojos al verlo entrar con su ejército de aliens detrás, y luego volvió a su prueba antigravedad.

-¡La cuenta regresiva para el viaje está por comenzar! -gritó Dahyun, sosteniendo el portapapeles contra su pecho. La cuenta comenzó, miré la pantalla con los números. Dentro de tres horas, Jungkook y Taehyung, quienes hicieron el viaje previo hace seis meses para hacer su misión de amistad, llevaran a mi padre al claro del bosque y lo retaran a acercarse a la máquina, tal y como planeamos.

Respiré hondo.

Capítulo 2

Deslice la puerta de la falsa nave espacial e ingresé a la sala en donde me informaron que lo tenían. Me quede un momento junto a la entrada, viendo desde lejos como se hallaba acostado en la camilla, Tzuyu y Jimin estaban revisando los tubos para después ponérselos. Por alguna razón me comencé a sentir ansioso, me controle ante la mirada de mis compañeros y me aproxime lentamente.

Solté un suspiro... No lo podía creer. Este hombre, completamente inconsciente y con una apariencia de mi misma edad, era mi padre.

-Ya le administre la primera dosis -me dijo Tzuyu-. Se despertara por momentos, pero solo será hasta dentro de media hora, hasta entonces Jhope está preparando los robots porque será cuando empiece a delirar, toma -colocó uno de los tubos con aguja en mi mano y me sonrió -, dejaré que lo pongas tú mismo en la vena de su brazo derecho. Te dejaremos a solas con tu padre -hizo un ademán a Jimin y ambos salieron de la habitación.

A penas miré a mis compañeros porque no podía apartar la vista de él. Fue aquí, estando a su lado, cuando me di cuenta de que mi odio era tal que nunca me había tomado el tiempo de verlo mejor en las fotos. Ahora todo se sentía tan real y podía percatarme mejor de cómo era físicamente.

-Somos... totalmente diferentes -fue lo primero que le dije, manteniendo mi cara sorprendida. Sabía que yo casi no me parecía a él, pero no imaginé que la diferencia de nuestros rostros fuera tan notoria. Me pregunte si existía la posibilidad de que fuera adoptado o si mi madre había tenido algún tipo de aventura. Vaya, a penas y me parecía a mi madre, ni idea de quien había sacado las facciones. Casi temblando fui acercando mi mano, sostuve su brazo, no podía creer que lo estaba tocando, podía sentir su pulso; busque su vena y le incrusté la aguja. Me quedé sosteniendo su brazo, era impresionante la idea de estar agarrando a mi ADN (uno de los dos principales portadores), después de tantos años, él estaba aquí y parecía solo estar dormido tranquilamente, luciendo tan indefenso, ¿Debía ser yo quien le leyera el cuento antes de dormir?

Salí de la habitación después de decirle que dentro de unas horas volvería para la última prueba de la vacuna, la prueba definitiva. No me contestó, él muy maleducado siguió durmiendo.
Mientras caminaba por los pasillos de regreso a la cabina en dónde se encontraban mis compañeros iba pensando en mi padre y mi reacción al verlo. En mi cabeza había estado imaginando diferentes escenarios, en dónde le gritó y lo maldigo, en dónde finjo que no encuentro su vena para picotear su brazo con la aguja muchas veces, en dónde lo despierto a cachetadas, incluso uno en dónde lo tiró de la camilla, pero al verlo, no sentí enojo alguno, ninguna reacción desequilibrada, en cambio, fue una rara mezcla entre desconcierto, curiosidad y afecto.

Me lleve una mano a la frente, me sentía algo cansado. Estos viajes en el tiempo siempre me agotaban rápidamente.

Pasaron unas horas. Fui al baño y cuando regrese mi compañera Sana ya tenía la vacuna preparada en la aguja.

-Es el último, ¿Verdad? -pregunté, ella asintió.

-¿No te sientes emocionado? -me pregunto Jihyo, quien se encargaba de la supervisión constante de la máquina del tiempo.

-¿De qué? -fruncí el ceño.

-¿Qué no es obvio? -ahora me hablaba Suga -. De qué cuando le pongas esa última vacuna, tu futuro vaya a cambiar.

Revise el medicamento de la inyección sin tomarle mucha importancia a lo que me decían.

-Solo quiero inyectarle esto en su brazo para poder volver a mi línea de tiempo y estar a tiempo en la cena con mis abuelos.

-Oh, vamos -comenzó a decir Jihyo con una sonrisa en el rostro -, sabes que cuando vuelvas lo más seguro es que... -sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de la alarma y las luces rojas y parpadeantes que llenaron la habitación.

Jihyo rápidamente fue a revisar lo que ocurría, luego nos lo hizo saber a los demás.
Mi padre intentaba escapar.

Corrimos en grupo de pasillo a pasillo, tratando de encontrarlo sin poderlo lograr.
Sabíamos que aún no había salido porque las alarmas sonaban con cada puerta que fuera abierta sin autorización. Jhope confiaba en que no saldría si notaba las pantallas de las ventanas que simulaban el espacio, aunque en realidad la nave estaba aterrizada en el claro del bosque y Jungkook junto a Taehyung se encargaban de que nadie más se acercará al área.

No podíamos encontrarlo, nos detuvimos cerca de la salida para reponernos del cansancio. Si pasaba por ahí, sería atrapado fácilmente. No era la primera vez que alguien intentaba escapar, pero esta vez era personalmente preocupante para mí.

-¿Tienes la última dosis de la vacuna? -me pregunto agitada Jihyo.

-Aquí está -la saqué de mi bata para mostrarle que la traía conmigo.

-En cuánto aparezca debes ponerle la inyección -me decía Jimin, también agitado-, si escapa y no le pones la última dosis esta misión no habrá servido de nada, no sobrevivirá.

-Eso ya lo sé -me repuse-. No escapara, mi padre debe estar muy confundido y tan agitado como nosotros. Además, esa es la única salida-señale hacia las dos puertas en el suelo-, él forzosamente debe pasar por dónde estamos nosotros si quisiera...

-Oh, por dios ¡Jin! -gritó Jimin haciendo que viera hacia una dirección.

-¡No sé comerán mi cabeza! -mi padre estaba intentando abrir las puertas.

-¡Papá! -grité sin pensar.

Logró abrirlas y salto hacia él exterior.

-Jin, es tu padre, tienes que ir por él, tú tienes la vacuna -me empujó Jihyo.

Corrí rápido tan rápido hacia allá que antes de salir me tropecé y caí al suelo, la inyección se salió de mi mano y estaba tirada lejos de mi, al mirar hacia abajo me di cuenta de que la bata de mi padre se había atorado con una de las puertas y estaba a muy poca distancia de mi intentado zafarse. Ahora tenía dos opciones, ir rápido por la inyección y luego perseguirlo por todo el bosque o tomarlo de la bata y jalarlo hacia adentro para que uno de mis compañeros me pasará la inyección y poder administrarle el medicamento. Sin duda alguna elegí rápidamente la segunda opción (la elección más fácil), me incline y acerque mi mano hacia abajo, pero antes de que pudiera tomarlo de la bata él logró zafarse.

-¡No sé comerán mi cabeza!

-¡Maldición! -golpee con mi puño en el metal y salí corriendo tras de él con la esperanza de que Jungkook y Taehyung me ayudarán a regresarlo a la nave.

-¡Ayuda! ¡Auxilio!

Corríamos por el claro del bosque.

-Papá, ¡Papá!

Hola Army! 💕 Primero y antes que nada, me gustaría hacerte saber que no soy fan de bts, sin embargo, he recibido mucho apoyo de Army incondicionalmente, de hecho es gracias a una chica Army que yo sigo escribiendo. Me han apoyado tanto y les guardo un gran cariño que decidí escribir este fanfic como regalo para Army 🎁🎄♥️

De fandom 🌟🍭 a fandom 💣 ¡LES DESEO UNA FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO! 🎄🎊💞✨

Crédito por el banner aDous-Nana @Dous-Nana

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