Capítulo 3. Empatía: El comienzo Pt2
—A-Xian...— lo llamó Fengmian.— Tus padres... están vivos...
—¿Qué?— trastabilló hacia atrás que sino fuera por su marido, habría caído de culo.— ¿Co-Como que están vivos?
—Estas diciendo que tus padres...— habló por primera vez, Qiren, sin enojo ni con gritos. Aturdido y temeroso con tan solo pensar en la respuesta que le dará el Wei Wuxian del otro mundo.— Estas diciendo que tus padres... en tu mundo... Ellos...
—Tío...— llamó preocupado Xichen cuando Wei Wuxian interrumpió.
—Ellos están muertos.— respondió con voz ahogada, a punto de querer llorar. Llorar de felicidad al saber que en este mundo, en este pasado... sus padres estaban vivos.
Sus padres, Wei Changze y CangSen SanRen, estaban vivos con un Wei Wuxian de quince años.
Wei Ying estaba feliz de que este Wei Wuxian no pasó cuatro años en la calle, peleando con perros.
Feliz de que su otro YO no pasó por hambre ni con frío.
—¿Escuchaste eso, Lan Zhan?— sollozó sonriendo mirando a su esposo que tenía una mirada de amor y preocupación.— Mis padres... Mis padres en este mundo están vivos...
—Mhn.— lo abrazo con fuerzas.— ¿Wei Ying feliz?
—Muy feliz.— sonrió cálidamente al ser abrazado y reconfortado por su esposo.
—¡Los padres del Maestro Wei están vivos!— festejaron los Juniors, en su círculo, que Jin Ling se acercó a sus amigos ya que antes estaba con su madre.
—¿Podremos conocerlo?— preguntó con curiosidad Jingyi.
—Si salimos de este lugar... espero que sí.— sonrió Sizhui, feliz de ver a su Xian-Gege sonriendo de felicidad aunque estaba seguro que también dolía al saber que en su mundo, sus progenitores, perdieron la vida.
—Entonces.— llamó la atención Jiang Yanli a punto de derramar varias lágrimas.— El A-Xian del otro mundo, el de la ilusión... ¿También perdió a sus padres?
—Por lo que dijeron los aldeanos... sobre Wei Wuxian y la Secta Jiang, parece ser que si.
—Oh Dios...
—¿Cómo es que murieron?
—En una cacería nocturna... en Yiling.
—¿Cuántos años tenias?
—Tenía cinco años... estuve cuatro años en la calle.— explicó.— Hasta que tu me encontraste Tío Jiang y me llevaste a Lotus Pier.
—Bueno... tus padres acá, tuvieron el mismo accidente.— explicó Qiren, al notar que el Líder Jiang estaba bastante conmocionado al oír aquello. El también lo estaba pero aún así le explicó al Wei Wuxian en frente suyo. Ya que se consideraba, en cierta manera, un "amigo" de Wei Changze, aunque a su esposa no logre soportarla y le parezca una mujer descarada, la consideraba una muy buena cultivadora.— Casi mueren sino hubiera sido por dos médicos que lograron salvarlos.
—Oh... eso es bueno.— susurró aliviado Wei Wuxian, ya que se había asustado al oír que también habían sufrido el mismo ataque.
— Cuando lograron salvarlos.— continuó Fengmian, acercándose hasta al Wei Wuxian en frente suyo, y llevó sus manos hacia los hombros de este y continuó.— Ordené a mi gente que los trajera a Lotus Pier, para que Wei Changze y CangSen SanRen volvieran a nuestro hogar... junto contigo.
》Y Wei Changze... ha estado siendo mi mano derecha después de que se recuperó.— sonrió con calidez a Wei Wuxian, que éste intentaba dejar de llorar.— y tu madre ha estado a su lado, ayudando con la Secta... entrenando a las jóvenes cultivadoras... y tú, A-Xian, has estado al lado de mi hijo... como discípulo principal de la Secta y como su hermano.《
—Estoy feliz de saber esto.— sonrió radiante, mientras derramaba varias lágrimas.— Espero que cuando salgamos de aquí... tenga la oportunidad de verlos.
—Yo también lo espero, A-Xian.
Madam Yu se mantuvo callada, pensando sobre la muerte de esos dos. Jamás creyó ni esperó que en otro tiempo, en otro mundo, esas dos personas murieran por algo como una cacería. Ni siquiera se imaginó que en dos mundo, diferentes, pero parecidos estos murieran de la misma manera.
Yu Ziyuan miró de reojo a su hijo, la versión adulta, y notó una pequeña sonrisa de alivio en sus labios. Una sonrisa parecida a su marido.
—Así que los padres de Wei Wuxian están muertos en sus mundos.— pensó Wen Ruohan.— El acontecimiento de que estén vivos aquí... ¿Será un impedimento para mis planes?
—¿Mi padre también está muerto en su mundo?— preguntó Huaisang con una pequeña esperanza de que no fuera así.
— Si, Huaisang.— susurró con pesar.
El segundo Nie apretó el abanico con fuerzas y miró a su hermano que estaba más serio de lo normal.
—Entonces...— habló Madam Jin, después del silencio que abarcó el ambiente, incómoda ante la situación.— Repasemos, ustedes son de otro mundo y de otro tiempo.
—Si.— habló Hanguang-jun, dejando que su marido se calme entre sus brazos al sentirlo temblar de la conmoción.
—Son del futuro.
—Así es.— respondió esta vez, Sizhui.
—Y lo que nos están mostrando en esta ilusión, ¿También lo son?
—Si. Es un mundo paralelo.— explicó Wei Wuxian, más calmado, pero sin salir de los cómodos y fuertes brazos de su esposo.— Nosotros somos de dos mundos paralelos.
》Mis padres en mi mundo están muertos pero en el suyo están vivos.— continuó.— Y en ese mundo.— señaló a la ilusión que se habia detenido, volviendo a los Túmulos Funerarios.— está esa mujer, que en el mío nunca la conocí.《
—Pero, Entonces ¿Por qué nos están mostrando un futuro donde ella no existe?— preguntó Xichen.— Usted Maestro Wei no la conoce, nosotros tampoco... sus padres... Es decir, nos mostrará un futuro donde hay muchas inconsistencias...
—Si, pero...— llevó una mano en su mentón.— No estoy seguro porque nos está mostrando esto... Nosotros ya sabemos lo que pasó y pasará, es raro.
—En cualquier caso... hipotéticamente deberían haber mostrado su mundo... ¿No?
—Puede ser.
Ninguno pudo continuar con sus dudas y expeculaciones cuando a su alrededor cambió. Volviendo a la proyección.
Villa Wu, 2 meses después.
—¿No debería ser Villa Mo?— preguntó Jingyi.— Ahí comenzó todo.
—Si... pero nos querrán mostrar otra cosa...— sugirió Wei Wuxian.
El ambiente cambió, siendo llevados a lo que parecía ser un mercado de la villa. Todos los presentes miraban a la pantalla con curiosidad las personas caminar y hablar entre ellos, comercializando cuando uno se da cuenta de la figura femenina, vestida de túnicas negras y violeta.
—¡Es ella! ¡La mujer de antes!
—Oh, nos mostrarán desde su perspectiva... ¡Interesante!— se emocionó Wei Wuxian.
La mujer de cabellos castaños cortos caminó con tranquilidad por el mercado hasta quedar en un pequeño espacio entre dos puestos. Los presentes, ahora, quedaron en frente de la mujer como si fuera un público.
—¡Damas y Caballeros!— gritó la mujer, moviendo sus brazos delicadamente.— ¡Gente trabajadora del pueblo! ¡Soy una narradora de historias de terror que con mis propios ojitos he presenciado! ¡¿No les gustaría oír?!
Silencio.
Jin Zixuan quiso reírse al haber sido ignorada pero al recibir la mala mirada de Nie Huaisang, se quedó callado.
—Esto será más difícil de lo que creí.— susurró de mal humor, sacudiendo sus cabellos.— Tendré que hablar de ellos...
—¿Ellos?— preguntaron los Juniors encontrándose con la mirada de los adolescentes Jiang, Jin y Nie que se encogieron de hombros.
—¡Atención, Atención!— aplaudió dos veces.— ¡¿No les interesa oír... los secretos oscuros del Patriarca de Yiling y de la Zorra Escarlata?!
Y los presentes notaron como los aldeanos se detuvieron al oír esos dos nombres.
—¿Por qué se insulta así misma?— se preguntó mentalmente Wei Wuxian.
—¡¿Que es lo que sabes del Patriarca?!— comenzó a preguntar uno.
—¡Niña! ¡¿No sabes que mencionar a esos dos monstruos trae mala suerte?!— cuestionó una anciana.
—¡Mujerzuela, consíguete a un hombre y deja de hablar esos demonios!— habló otro hombre.
—Son gente inocente e ignorante.— pensó la castaña.— Son gente inocente e ignorante, no debes enojarte por eso...
—¿Podemos oír también sus pensamientos?— preguntó sorprendido Jin Ling.
—Parece ser que si...
—¡Además, todos los secretos del Patriarca y de su puta no le interesa a nadie!
—¡Si, están muertos!
—¡No los menciones más!
—¡No queremos ser maldecidos por esas dos bestias!
—Esta bien.— respondió con simpleza, encogiéndose de hombros.— Veo que me equivoqué... pensé que estarían muy interesados al saber sobre su ejército de perros Wen y como la puta Escarlata hacia sus conjuros con...
—¡¿Con?!
—Pero ustedes no quieren saber.— respondió, comenzando a caminar, alejándose del público.— Iré a otro lugar para ver...
—¡Espera! ¡Si queremos saber!
—¿Entonces me quieren oír?
—¡Si!
—Cayeron.— respondió Wei Wuxian con una sonrisa divertida en sus labios, donde Hanguang-jun asintió con la cabeza.
—¡¿Que es lo que hacía esa perra?!
—¡¿Secuestraba niños?!
—¡Si!
—¡No!
—¡Que te estoy diciendo que si!— reclamó la castaña, comenzando a mirar a cada uno a los ojos, mostrándole una ilusión de la Bruja Escarlata secuestrando niños. Donde los presentes también lo vieron, jadeando sorprendidos por el cambio de situación.
—¿Que es esto?— Qiren preguntó.— ¿Que nos está mostrando?
—Los está... ¡Los está manipulando!— chilló Zizhen.— ¿No?
—Manipular, no lo está manipulando en cierto sentido.— explicó Wei Wuxian, teniendo la atención de todos.— Ella solamente está mostrándole en sus mentes lo que está diciendo... para que sea más verídico a sus palabras... esta usando lo que parece ser... magia.
—¡Y no solamente secuestraba niños!— hizo un suspenso.— ¡También a animales!
—¡No!
—¡Si!— exclamó moviendo sus manos exageradamente.— ¡Y si la insultaban, ella los maldecía!
》¡Ella decía... ¡Deshonor! ¡Deshonor sobre toda su familia!— señaló a un solo hombre.— ¡Deshonrar tu! ¡Y deshonor a tu vaca!《
—¡Imposible! ¡Que bueno que está muerta!
—¡Verdad que si!— asintió con la cabeza, la castaña, dándole la razón.— Imagínense... Si ella estuviera aquí... en frente suyo... los maldecería por venganza...
—Ella... Ella... ¿Los acaba de maldecir?
—¿Creo que si?
— Eso es inaceptable.— respondió Qiren.— Esa bruja debe estar encerrada, prisionera... ¡¿Como se atreve a maldecir gente inocente?!
—¡¿Y que más hacia?!
—Bueno... Puedo contarles como el Patriarca de Yiling usaba al General Fantasma para retener mujeres.
—¡Lo sabía!
—¡¿Que yo hacia que?!— chilló indignado Wei Wuxian.
—Pero... solo lo contaré..— sacó una bolsa de su manga.— Si me dan dos monedas a cambio...
—Bah, sabia que eras un fraude.— insultó uno, donde el público comenzó a alejarse.
—Ten niña, te lo doy por lástima.— habló la anciana, dándole una moneda.
—Consíguete un hombre.— habló otra mujer, dándole otra moneda.— Ya a tu edad, será muy difícil pero seguro... un hombre tendrá compasión por ti.
La castaña solamente sonrió de tristeza y dijo.
—Soy viuda.— sollozó, ganándose la atención de más mujeres.— Estuve casada con el mejor hombre que pude conocer pero...— lloró negando con la cabeza, siendo consolada rápidamente por las damas que la rodeaban.— Pero.. esa maldita enfermedad se lo llevó... Ni siquiera pude tener un hijo con el... fue todo muy rápido.
—Oh cariño...
—Y estoy...— lloró, comenzando a temblar.— Estoy ahora sola... intentando ganar dinero para mantenerme...
—Ten, ten más dinero...
—Si, chicas... ayudemosla...
—Aquí tienes.
—Gracias.— sonrió limpiando sus lágrimas, siguiendo temblando.— En serio, gracias... Buena prosperidad hacia ustedes damas...
—Y a ti también, niña.
La castaña las vio alejarse mientras seguía con su actuación, decidida a irse hacia otro lado con el dinero que consiguió. Al moverse ella, el lugar comenzó a moverse, donde vieron que fueron hacia un callejón oscuro.
—Que fácil fue.— se rió limpiándose las mejillas.— Ser viuda nunca falla.
—Que buena actuación.— halagó Huaisang, queriendo hacerse chiquito al tener la mirada de su Da-Ge sobre su nuca.— Claro que esta mal lo que hizo... engañar a la gente... No me mires así Da-Ge.
—Ahora... a comprar algo de comida.— susurró observando la cantidad de monedas que tenía.— ¡Que bueno!¡Esta vez me alcanza para dormir una posada! Ya estaba cansada de dormir en un árbol.
La castaña se acercó a un puesto de comida y allí compró tres bollos de carne al vapor. A punto de comer uno su mirada se dirigió hacia un niño vagabundo que estaba en una esquina de puesto que pedía monedas.
Jin Zixuan hizo una mueca de disgusto al ver lo sucio que estaba pero al ver la mirada preocupada de Jiang Yanli en el menor, cambió su gesto y pensó seriamente sobre si mismo.
—Hola pequeño.— susurró la mujer, arrodillándose en frente del menor que se asustó.— Tranquilo, ten...— le entregó el bollo que esperó pacientemente a que lo agarrara hasta que lo hizo. Pero, se sorprendió al ver cómo huía de ella hacia otro lado.
—Que mocoso malagradecido.— insultó Madam Jin donde Yu Zizuan asintió con la cabeza. Los demás, no dijeron nada.
—¿Por qué va tras el?— preguntó Jin GuangShan, con una mueca de incomodidad al ver que una hermosa mujer como ella perdía el tiempo con un mocoso como ese, que al darse cuenta que su hijo lo miraba con las cejas fruncidas intentó sonreír.
—Ahí tienes la respuesta.— respondió Jiang Cheng adulto.
—Oh Vaya... no estas solo.— murmuró con una sonrisa en sus labios, al ver cómo el menor le había dado su bollo a una niña, que parecía ser su hermana, en el mismo estado que el.— Tengan... no tengo hambre.
Y justo su estómago resonó.
—Vamos, coman.— le entregó la bolsa de los bollos.— Ustedes deben comer para crecer fuertes y sanos, yo estaré bien.
El menor miró con dudas a la mujer para luego mirar a su hermana que notó que ésta miraba la bolsa de los bollos con deseo, donde inmediatamente lo agarró y comieron entre los dos.
—¿Sus padres?— preguntó, estando acuclillada a unos metros de ellos.
—No sabemos...— respondió el menor, dándole el último pedazo que quedaba a su hermana.— Nos dejaron...
—Los dejaron...
—Padre... quiso vender a mi hermana... al final... nos vendió a los dos.
Jadeos de horror salieron de los presentes, menos Jin GuangShang que solamente rodó los ojos. Wen Ruohan, por otro lado, frunció el ceño disgustado al saber que un padre decidió vender su propia sangre que para él, aunque tenga un hijo bastante decente mientras que el segundo es un completo inútil, la descendencia de sangre es importante para su clan.
—Ya veo... ¿Y el que los compró?
—Huimos.
—Hicieron bien.— se levantó del suelo limpiando sus túnicas.— Lamento mucho por lo que están pasando, los llevaría conmigo pero... no tengo tampoco dinero...
—¡No! ¡Mei no hagas eso!— gritó de terror al ver como su hermanita abrazaba a la mujer desde el muslo, no queriendo que se vaya.— ¡Lo siento! ¡Ya la sacaré! ¡No le pegue por favor! ¡Yo recibiré el castigo!
—Tranquilo.— le sonrió con calma, mientras acariciaba la cabeza de la menor con cariño. Sorprendiendo al menor por el gesto.— Veo que los adultos han sido bastante malos con ustedes...
—No nos dejes A-Jie...— susurró, suplicando, la niña.
—¡Mei!— regañó el menor.— No puedes llamarla asi...
La castaña miró con dolor y cariño a la menor en sus piernas, luego miró al mayorcito que debía tener unos 7 años, temblando y mordiendo con fuerzas su labio inferior no queriendo llorar.
Suspiró, conmovida.
—Ah, ya que... los llevaré conmigo.— respondió, sonriendo con calidez a los dos. Ya que al no saber porqué seguía viva y no tenia intenciones de acercarse a ninguna secta, por lo tanto llevaría una vida normal.— ¿Les gustaría estar conmigo?
》Trataré de darles lo mejor, una cama y comida... y mucho amor... ¿Que les parece?《
—¡Si!— chilló la menor.
—Pero..
—¡Quiero ir con A-Jie, Yun-Gege!
Los presentes notaron las dudas que tenía el menor, entendiendo la desconfianza y dudas en el menor por las palabras de una mujer, de un adulto. Donde a esos dos, niños, los adultos le dieron la espalda.
—¿Cómo puedo confiar en ti?
—Bueno...— miró hacia arriba pensativamente.— No tienes porqué hacerlo, si sientes que algo no está bien, puedes alejarte de mí cuando tu lo creas.
》Por cierto... Me llamo Shen Lian... ¿Y ustedes pequeños?《
—Bueno... ya sabemos cómo se llama.
—No creo que ese sea su verdadero nombre.— opinó Wei Wuxian.
—¡Yo me llamo Xiao Mei!
—¡Mei!— volvió a regañar el menor a su hermanita.
—¿Que?— preguntó confundida la nena, sacándole una risita a la castaña.— Lian-jie, él es mi Gege, ¡Xiao Yun!
—Bueno, es un gran placer conocerlos.— les sonrió con ternura, provocando que los dos menores se sonrojaran.— ¿Y bien? Ahora que sabemos nuestros nombres... ¿Les gustaría venir conmigo?
—No lo sé...
—¡Vamos, Yun-Gege!
—Pero... ¿Que... que estas haciendo?— preguntó con dudas el menor, mirando confundido a la mujer.
—Estoy haciendo la misma carita que tu hermanita para convencerte.— le respondió con obviedad, estando acuclillada a un lado de la menor, las dos mirando al niño con un puchero y haciéndole ojitos al menor.— ¿Está funcionando?
Los Juniors, los adolescentes Jiang, Jin, Nie y más Wei Wuxian, sonrieron divertidos al ver el complot entre la mujer y la niña. Mientras que los Lan, Hanguang-jun con su rostro neutro si observabas bien podías notar un brillo divertido mientras que Lan Xichen ocultaba su sonrisa detrás de su manga y Lan Zhan fruncía el ceño al igual que su tío, en desacuerdo.
—Está...— dudó.— bien...
—¡Yeii!— festejaron las dos, causando que el menor negara con la cabeza, pero sintiéndose cálido al ver a su hermanita feliz.
—Bueno, primero... salgamos de este callejón.— habló la castaña estirando sus manos hacia los dos, que los menores agarraron sus manos, saliendo del lugar.— Segundo... tendré que buscar una posada ya esta oscureciendo... y tercero, primordial, debo buscar la manera de ganar más dinero.
Los presentes notaron como la simulación se movía con esas dos personas, hasta llegar a una posada barata. Apenas entró, el dueño del lugar les gritó que no recibían vagabundos, que se largaran de allí.
—Toma y cállate.— le entregó de mal humor Shen Lian, las monedas necesarias para dormir, molesta al ver como había tratado a los dos patitos que la acompañaban.— Llévanos comida a la habitación, prepara agua caliente y consígueme túnicas para estos niños.
—¡Nosotros no somos una posada de..!— rugió indignada la mujer del dueño, que se habia acercado a su marido para ver que sucedía. Cuando la voz de su marido, interrumpiendola, la sorprende.
—Esta bien, ya lo prepararemos.
—¡¿Qué?!
—Gracias.— le sonrió.
—Su habitación está en el primer piso, tercer puerta.— continuó, entregándole la llave.— Pronto le llevaremos su pedido.
—Muchas gracias.— respondió, llevando de la mano a los dos menores hacia la habitación y ahí la ilusión se oscureció.
—¿Que acaba de pasar?
—Ahí si... usó manipulación.— respondió Wei Wuxian, sorprendido al ver un pequeño brillo rojizo en los orbes de la mujer como el del hombre.— Increíble.
—¡Que descaro de mujer!
—¡Realmente es una bruja!
—Y muy poderosa.— habló Wen Ruohan interesado en la mujer, que todas las demás sectas se callaron y dejaron de insultarla.— Tu... controlas a los muertos.— le habló a Wei Wuxian que éste se tensó y Hanguang-jun entrecerró sus orbes hacia el Wen.— Y ella puede controlar a los vivos...
》Que dúo tan... peligroso.《
Los demás líderes miraron en desconfianza al Clan Wen pero... para su mala suerte, tenia razón. Si ya una persona puede controlar a los muertos, que un solo cultivador pudiera controlar la energía resentida (algo que todos creyeron que no era posible) se lo considera realmente peligroso, que una persona pueda controlar a los vivos... es aun más peligroso.
Los presentes volvieron su atención a la ilusión que había vuelto a mostrar a los dos niños y a la mujer. Esta vez, los tres comiendo en una habitación, donde notaron que los dos menores ya estaban limpios y con nueva ropa. Pudiendo destacar la belleza de la nena y el atractivo del menor.
Xiao Yun tenia los ojos de un tono violeta, grandes y redondos, su piel era blanca como la leche, de cabellos castaños cortos pero que sorprendió a los presentes fue la cicatriz que atravesaba su ojo derecho hasta llegar a la mitad de la mejilla. Alto, de mentón refinada y nariz respingona con un adorable lunar debajo y del lado izquierdo de su ojo. En cambio, la niña, tenia los orbes de un tono verdoso, también sus cabellos eran castaños casi rojizos decorados de rizos, su piel también era pálida pero que destacaba al igual que su hermano, era las pecas que adornaban su nariz y parte de las mejillas. Sino fueran por lo delgado que estaban y casi huesudos, esos niños podrían ser verdaderas joyas. Algunos... entendieron porqué el padre quiso vender a esa niña... su atractivo podría compararse con los de un cultivador, hasta compararse con la belleza de los Jade de Lan.
—Waa cuanta comida.— murmuró Mei con un brillo especial en sus ojos.— Hace mucho que no comemos así...
—Y puede comer todo lo que quieran.— les habló Shen Lian, repartiendo las porciones a cada uno.— Eso si, coman con cuidado para que después no les duela la pancita ¿Si?
—¡Si!— chilló emocionada la menor, atacando su plato de comida en frente suyo.
—¿Que sucede, A-Yun?— preguntó preocupada la castaña al verlo quieto y en silencio.— ¿No te gusta la comida?
—No... es que...— el menor hizo un puchero.— Todavía... pienso que es un sueño...
》¿Realmente dormiremos en una cama? ¿Hoy dormiremos debajo de un techo y... con la pancita llena?《
—Gege...— susurró con los orbes llorosos Mei al ver a su hermano llorar.
—Oh cariño.— susurró Shen Lian acercándose a los dos y los abrazó con mucha fuerza.— Claro que no es un sueño, esto es real.
》Y trataré, a partir de ahora, que todos los días tengan un techo, una cama y comida ¿Si?《
—Si.— susurraron los dos disfrutando de la calidez de la mujer.— A-Jie es un ángel.
Shen Lian rió amargamente y dijo.
—No lo soy.
—Para nosotros si.— respondió Yun mirando a la mujer.— Lian-Jie es nuestro ángel guardián.
—Si ustedes dicen.— sonrió besando la frente de los dos.— Ahora, comamos antes de que se enfríe.
—¡Si!
Los segundos pasaban y los presentes veían como los tres comían en una gran armonía. Como si fueran realmente familia, como si hace unas horas no se hubieran conocido. Wei Wuxian notó como la castaña a veces le daba más comida de su plato, un acto que él había hecho con A-Yuan cuando estaban en los Túmulos Funerarios.
—A-Jie, todavía tengo.
—Si, yo también.
—Es que deben crecer fuertes y sanos.— respondió con una sonrisa tensa en sus labios, al haberse dado cuenta que estaba haciendo algo que hacía en el pasado.
》¡Shanhú-Jie, está muy rico!《
》¡Shanhú Jiejie cocina muy bien!《
》¡Shanhú Jiejie, quiero más!《
》Niños... dejen tranquila a A-Shan.《
》
Pero... ¡Abuelita!《
Los presentes fruncieron el ceño al ver tres figuras borrosas, que parecían tres niños, un niño y una niña de la misma altura mientras el nene que estaba en el medio era más pequeño pero que los tres sonreían hacia la mujer.
—Eso... ¿Era un recuerdo?— preguntó Zizhen confundido.
—Parece ser que si.
Lan Sizhui miró a sus padres en pánico al reconocer a su versión bebé en el recuerdo de la mujer. Aunque los otros dos niños, más grande que el, no los conocía y no sabía si también estuvieron con el en su mundo. A Xichen no se le pasó desapercibido el ver el pánico en, quien debería llamar sobrino, ni mucho menos el movimiento de cabeza sutil de Wei Wuxian ni la mirada tranquilizadora de su hermano, versión adulto, hacia su hijo.
¿Que pasaba?
—¿Lian-Jie? ¿Estas bien?
—Ah si.— sonrió avergonzada.— Perdón me distraje. ¿Ya están llenos?
—¡Si!
—¡Bien! Es hora de dormir.
Los menores corrieron hacia la cama, que era la única, pero a la castaña no le importó. Los acostó, los arropó y besó la frente de los dos.
—Antes de que duerman...— les habló sentándose en el suelo, a un lado de la cama, teniendo la atención de los niños.— Quiero ser sincera con ustedes.
La castaña miró seriamente a los menores que sus orbes brillaban de curiosidad.
—Hay gente mala en el mundo... gente deshonesta e hipócrita.— comenzó.— Esas personas... me han estado persiguiendo desde hace mucho tiempo...
—Hasta estando muerta no me dejaron en paz, maldiciendome e insultándome o hasta echándome la culpa por idioteces que nada tuve que ver.— pensó con malestar.
Los presentes bufaron ante la ridiculez de la gente. Y Wei Wuxian asintió con la cabeza, entendiendo perfectamente el malestar en su amiga no-conocida.
—Y puede que un día... ellos me encuentren.
—¿Esa gente mala quiere lastimar a A-Jie?
La castaña aplanó los labios y asintió con la cabeza.
—Si.— susurró con voz ahogada.— Por eso, no tengo familia, no tengo hogar fijo... todo el tiempo voy pueblo en pueblo... Esa es mi vida... y quiero saber si realmente desean estar conmigo viajando o si se quieren instalar aquí, yo lo haré, haré lo que ustedes más quieran ya que ahora estoy con ustedes y como prometí... los voy a cuidar y si realmente necesitan estar en un lugar, junto con una propia casita y...
—A-Jie.— les interrumpió los menores, provocando que se callara inmediatamente.— Queremos estar contigo.— continuó Yun.— Y si para estar felices y seguro... haremos lo que siempre haz hecho antes de conocermos.
》Si esa gente mala te encuentra, nos iremos.《
—¡Siempre estaremos contigo!— afirmó Mei.— Además... ¡Me encantaría conocer nuevos lugares!
—Mientras que estemos contigo... estaremos bien.
—Esta bien.— sonrió.— Pero quiero decirles que... si ellos me llegan a encontrar, ustedes huirán...
》No quiero que les hagan daño... ¿Si?《
—Pero...
—Prometanlo.— ordenó.— Si ellos me llegan a encontrar, ustedes huirán... No quiero que los usen para lastimarme, ellos harán cualquier cosa para causarme el más profundo dolor y si ellos saben de ustedes, los capturarán... y lograrán su cometido.
》Porque ahora... lo más importante que tengo... son ustedes niños.— sonrió con sus orbes llorosos.— Ustedes, ahora, son una razón para seguir viviendo, para seguir estando aquí, viva... ¿Si?《
—Si, A-Jie.— susurraron los dos, que se sentaron y decidieron abrazar a la mujer que los salvó de la calle al verla triste. No les importaba que gente mala la estuvieran siguiendo, para ellos, en esas horas juntos fue suficiente para saber que ella era una buena persona.— Gracias A-Jie... por salvarnos.
—No hay necesidad de agradecimiento entre nosotros.— les susurró disfrutando del abrazo de los dos menores, recordando la sensación misma de haber abrazado a sus tres niños en el pasado.— No hay necesidad de pedir perdón ni de agradecer en nuestra pequeña unión ¿Si?
》Pero quiero que sepan que hay dos palabras que siempre se debe decir a personas que fueron buenas contigo.《
—¿Cuáles son?
—Lo siento y gracias.
Wei Wuxian se tensó al oír aquellas palabras sintiendo una gran puntada en su corazón. Hanguang-jun lo notó y lo abrazó con fuerzas para que recordara que no estaba solo.
—A-Jie... dijo nuestra frase...
Wei Wuxian por un momento creyó que esas palabras habían salido de la proyección. Sin embargo, la ilusión se apagó y la voz, que conocía muy bien, vino de atrás, muy atrás suyo, casi escondidos.
El Patriarca se separó de su marido, que éste estaba atento a su esposo ya que también había escuchado lo mismo, y Wei Wuxian se dirigió hacia la voz, teniendo la atención de las grandes Sectas, de las menores, de la versión adolescente Jin, Nie, Jiang y de los Juniors junto con Jiang Cheng, confundidos al verlo temblar y caminar hacia una sola dirección.
—¿Ning-didi?— susurró Wei Wuxian, al encontrar a su pequeño amigo que éste tembló al tener la atención de la persona del futuro y más de todos los demás. Donde inmediatamente, se escondió detrás de una persona femenina que Wei Wuxian sintió todo su mundo conmocionarse.— ¿Qing-Jie?
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¡Nuevo capítulo!
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¡Voten y comenten!
Se viene un desmadre.
Cuídense.
Besitos.
~M.
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