Pinchando Al Dragon

La diplomacia siempre fue un juego complicado, desde el exterior parecía solo un montón de ancianos que se sentaban, se divertían y al final sus propósitos solo eran para ver a cual país fastidiaría el otro, pero en este caso Shun había llegado para comenzar una ruta comercial estable

Rex dejo en claro sus intenciones, planeaban una gran ruta comercial en su continente, sabía que otras potencias tenían un monopolio en sus continentes, pero fue por la fuerza de las armas y está vez planeaba usar una estrategia más astuta que bruta.

Su experimento era este Reino, Melromarc, fue un fracaso su contra partida contra ese reino que lo insulto, pero hizo algo que siempre lo caracteriza, volver la desgracia una oportunidad para obtener algún beneficio, y ahora lo estaba logrando, mientras creían que estaba negociando en realidad tomaba notas.

Estaba aprendiendo sobre todas las facciones del reino, parecía un frente Unido por la adversidad de las olas, pero todo lo que veía era a un montón de egoístas que no paraba de atacarse entre ellos en la arena política.

Escucho como se atacaban entre ellos, algunos era sobre la administración de sus territorios, pero en especial la cuestión de los semi humanos, eso sí que le llamo la atención a Shun, ya fuera moderado o radical, los semi humanos eran ciudadanos de segunda clase, esa era la clave de la cooperación que tenían.

Seleccionaron un enemigo común y lo hacían pagar cuando pasaba algo más, esos pobres diablos eran poco más que una mascota en ese lugar, aún con las reformas eran tratados con desdén.

Y en eso estaba pensando mientras caminaba por las calles de la zona comercial, había escuchado que pasó otra dichosa ola, no supo mucho de eso, después le preguntaría a su hermano en la siguiente llamada por su cristal Estelar.

Así que ahora llevaba dos semanas en ese país, todo lo que había aprendido lo mando en un informe redactado de la manera más eficaz posible para ahorrar espacio y tiempo a quien lo leyera, aunque, pese a todos sus esfuerzos, la información importante era demasiada.

Considerando toda la situación de ese pais y sus alrededores, Rex seguro podría motivar algunas revueltas, pero necesitaba un líder, alguien que proteja a esa gente, de esa manera podría realizar algunas revueltas... Que buena idea tenía, pero tendría que ser cuidadoso, lento y preciso, al final, todo caería ante el Imperio de Arcadia y podria ser una parte verdadera para que creciera Arcadia.

Sus pasos le llevaban por la ciudad, custodiado por sus guardianas, las cuales estaban atentas a cualquiera intruso o entidad que pudiera ser una amenaza para él hermano del Emperador, eso era bueno, sabia que Dragomir era muy paciente y cauteloso, pero cuando su ira era desatada seguro podria quemar todo un pais sin pensarlo, ya lo hizo con las tribus que lo atacaban, no creía que le moleste aplastar un reino si con eso muestra su superioridad al continente.

Era como siempre, las calles en las zonas de comercio estaban más limpias que en otra zonas, al menos allí podria respirar con un poco mas de libertad, sin tener que aguantar la peste que producían los barrios habitacionales mas bajos, la cuidad era una vergüenza de infraestructura, era como si solo diseñaran la parte central de esa ciudad y el resto estuviera abandonada a su suerte.

Shun: odio este lugar, es como un maniquí, si lo abres no encontraras nada en el mejor caso, y normalmente seria la visión de un montón de insectos desagradables —Ahora estaba allí, con Luna caminando a su lado, mientras jugaba con un hilo, creando tejidos parecidos a telarañas en sus dedos— ¿Qué piensas del reino?

Luna: que es semejante al Imperio antes de la conquista del dragón, lleno de corrupción, peligros y sufrimiento, creo que podria ser mas útil si lo conquistara Arcadia —Hablaba con facilidad, aun cuando había gente cerca, parecía no preocuparle que alguien lo mal interprete, o sepa que de verdad creía que era buena idea el borrar ese reino problemático—

Shun: como sea, creo que deberíamos comenzar a planear nuestro siguiente movimiento, según tengo entendido la Reina es la verdadera cabeza del reino, aunque aun no a regresado, tendremos que esperar que sea mas eficiente, han estado dando muchos rodeos y el Emperador quiere saber como vamos con la negociación de comercio —Cada minuto sin que llegara a un acuerdo era oro que no llegaba a la tesorería, y eso le molestaría mucho al Emperador— 

Fall: que importa, seguro al final del dia se auto destruyen, solo necesitan que llegue una chispa y ¡Khaboom! El mundo ardera, este reino parece tranquilo, pero en sus fronteras crece el descontento y sus vecinos podrían atacar —La mujer rubia camino con tranquilidad a su lado, dejando sus manos tras la cabeza— ¿Y ahora que?

Shun: seguiremos trabajando y dejaremos el reino en dos dias, sino llega la reina en ese tiempo, habremos perdido el tiempo, así que continuaremos con visitas a otros reinos —Air le ofreció una rebanada de un pan que estaba comiendo, algo que Shun acepto y se lleno la boca con la comida, entro a un edificio lleno de libros y comenzó la compra de algunos ejemplos de literatura del reino—

Entre las muchas notas e informes que mando a Rex hablaba acerca de Melromarc, y como el sentimiento de pertenencia a una nacion no era tan fuerte como se esperaba, si bien en la capital y varias ciudades prosperas había un fuerte sentido de pertenencia a un pais, en las aldeas menos favorecidas este sentimiento era casi nulo, solo deseaban poder vivir en paz.

Eso jugaría en favor de ellos si al final se tomaba la decisión de invadir el reino, Rex no quería expandir tanto al imperio hasta que fuera insostenible, pero varios estados marionetas serian favorables, y ayudaría a un gran crecimiento para Arcadia, al menos en cuestión de recursos asegurados para su uso.

Por ahora su único pensamiento era la gloria para el imperio, y vagando en el vacío estaba él mismo, queriendo tomar parte en ese grupo de personas destacables que llegaron a escribir sus nombres en la historia y serian recordados por siglos.

Alambra, País de Occidente (Arcadia) Días Después

La fortaleza de Alambra fue construida con un solo propósito, ser el último punto conocido para él Imperio de Arcadia, al menos bajo su control total del imperio, Wellington fue desplegado junto a varios miembros de la vieja guardia que combatió en la guerra civil.

Había fortificado la region, la ciudad de Antioquia estaba al lado del mar, y la fortaleza era la principal zona de actividad, pero todo estaba diseñado para ser la punta de lanza de Arcadia, lanzarse a la guerra contra los paises continentales.

Alambra estaba situada al final de la Cordillera de Goliat, se decía que ese lugar era un dragón dormido, aunque tras algunos estudios de Merlín se comprobó que la larga cordillera que los separaba del resto de continente era solo una montaña, aunque con una rica fauna, muy peligrosa, al punto de que Merlín decía que si atacaran un pais, uno solo podria contra todo un ejercito armado con Lanzas y escudos.

En sistema Zeftx, se calcularían en nivel 60 en promedio, pero por algún motivo no querían salir de su territorio, era como si disfrutaran del entorno sombrío y maligno que emitía Goliat.

Pero era una ventaja, al ser solo un paso por tierra, ese cuello de botella era aprovechado por Wellington para mantener una defensa impenetrable por tierra, muros tras muro, trincheras, pozos y campos minados, cañones apuntando al lado del continente por donde podrían ser atacados, y por el mar había diques secos para reparar barcos y un astillero donde estaba construyéndose la nueva flota comercial Arcadiana.

Wellington acababa de despertar, a su lado estaba una mujer aun durmiendo, en ambos se sentía el olor del vino, que buen día, tranquilidad, vino y todo funcionando de manera adecuada, no se podía pedir nada mas.

Tras la guerra el general solo quería algo de paz, no le molestaba el campo de batalla, pero ahora era un buen lugar donde poder tomar vacaciones, no se relajaba con las defensas ni la disciplina, pero era mas relajante que tener que pensar en táctica y estrategia para cada nuevo enemigo que toque a la puerta.

Miro por la venta, dejando que el viento marino le golpe la cara, veía los barcos en el muelle, a los soldados patrullando la zona, vio como los pescadores estaban trabajando en sus redes.

Y entre todos, estaba la Ira Ardiente, un Portaaviones, el único en su clase de momento, Merlín en persona uso su poderosa magia para crearlo en tiempo récord, era un arma que se quedaba allí, ya que era el lugar mas seguro que había y el principal punto de preocupación de las amenazas que podrían sufrir por tierra.

Estaba por irse cuando vio una gran columna avanzando por las montañas, esto no era posible ¿Un ataque? No, tendría que ser otra cosa, no parecían armados o agresivos, planeaba llamar, pero el vigilante se apresuro a tocar su puerta, esto no era normal en esa región.

Mensajero: señor, los vigías informaron sobre decenas de refugiados, calculan sus números en mas de 3.000 ciudadanos de distintas partes del continente —El General solo pudo tocarse la cabeza, escuchando la noticia, esto era malo— ¿Cuáles son sus ordenes?

Wellington: el rey nunca a dicho nada en contra de la inmigración mientras sea organizada y legalizada, y a tratado de mantener todo en orden, creen una zona para que los refugiados puedan descansar, ordenen una brigada de sanitización, no planeo que esparzan alguna plaga en los dominios de nuestro señor, también quiero que organice una recolección de alimentos para que no tengamos un motín por hambre —Su especialidad era la guerra, pero la organización y administración eran una capacidad que estaba desarrollando muy  bien—

Comenzaron las acciones, la recolección de información que seria necesaria para comprender el funcionamiento de esta crisis, era predecible el motivo por el cual estaban allí, guerra, hambruna o quizás ambas, esto podria ser benéfico para Arcadia, aunque debería tener cuidado de no meter elementos indeseados de la sociedad.

A medida que pasaba el dia la gente no dejaba de llegar, venían de diferentes partes del continente, pero en especial de las zonas fronterizas de Melromarc, hablaban acerca de monstruos y seres de pesadilla que estaban rondando las fronteras.

Bandidos que estaban asaltando los asentamientos exteriores a las grandes ciudades, y de nobles que estaban corrompidos por su propio poder, esto era realmente familiar, parecía el final del viejo imperio, pero reducido a un pequeño infierno.

Al saber acerca de bandidos ordeno mayor numero de patrullas y se dio la orden de ayudar si encontraban alguna clase de conflicto, pero priorizando siempre sus vidas, mando un informe a la capital, solicitando mas recursos, instrucciones y de ser posible refuerzos para la fuerzas de 50.000 soldados que ya tenia.

Las personas veían con fascinación ese lugar, una ciudad fortificada como ninguna que hubieran visto antes, cerca del mar había una gran ciudad con forma de pentágono, con muros grandes y gruesos, se asomaban grandes chimeneas horizontales en la muralla, y soldados armados patrullaban los alrededores.

Se colocaron puentes de madera a través de las trincheras, que permitían a todos pasar, algunos soldados ayudaron a pasar carros de mano y otros estaban llevando en camillas a los enfermos, a una zona apartada para la cuarentena, se colocaron guantes de cuero y mascarillas protectoras, esperando no encontrar ninguna enfermedad desagradable.

Wellington: Bueno, bueno, uno dos, uno dos, aquí en gran general Wellington de Arcadia ¿Puedo tener su atención un par de minutos? —Su voz se transmitía por el sistema de altavoces que estaban alrededor de la fortaleza, donde los refugiados se detuvieron para escuchar— Bienvenidos a Arcadia, les pido que esperen en la zona designada, se les proporcionara agua, comida y pronto tendremos un campamento provisional donde podrán asentarse de manera temporal, hagan caso a las instrucciones, cualquier crimen, desacato o acto de desobediencia sera castigado con la expulsión, asi que guarden la calma y todos estaremos bien

El general era un hombre amable, todos sus soldados lo sabían, pero no le importaría sacrificar a una tercera parte de los refugiados si con eso lograba estabilidad en los sobrevivientes, Rex lo colgaría de los bigotes si arruinaba esto, las cosas comenzaron a ir mal, y de momento tendría que hacer de administrador y general, al parecer, la guerra en el continente estaba alcanzándolos.

Pero mientras todos se instalaban, observo a un grupo de gente peculiar, quienes permanecían a distancia de los humanos, le resulto interesante esta situación, partes de animales, había escuchado historias de estos seres, pero nunca los vio en persona, esto realmente era encantador, se quedo viéndolos y ordeno que vigilen que los dos grupos no choquen y causen alboroto entre ellos.

Melromarc

La justicia y la piedad son dos conceptos opuestos, pero siempre van de la mano, que todos claman por justicia, pero no todos creen que la justicia sea la misma, al final, Seryu se había dado cuenta que Justicia no era una, sino que era lo que cada persona quería para si misma, y no era posible complacer a todos.

Cuando murió recordó muchas cosas, las veces que ejecutó criminales pensando que la justicia era absoluta, y si bien eran justos muchos de esos asesinatos, se dio cuenta que todos pedían misericordia, llegó a una conclusión final.

La misericordia era el complemento de la Justicia, porque dónde la justicia era a solita y destructiva como un martillo, la misericordia daba una oportunidad más, pero si la quebrabas la Justicia entonces podría actuar con total rectitud.

Bajo ese principio ahora seguía las ordenes del nuevo Emperador, quién al llegar a su trono extendió clemencia a sus adversarios, permitiendo que regresen al Imperio, pero castigando de manera imparcial a los criminales que resultaron imposibles de redimir, que cometieron actos imperdonables contra la existencia o que no tuvieron ninguna utilidad para levantar al nuevo imperio.

Su tarea era vagar por Melromarc, buscar a desvalidos y sufridos, a los que el mundo dió la espalda y la supuesta justicia de su país ignoraba por completo, ahora estaba aquí, caminando entre los bordes del reino, acompañada de Dorothea y Cosmina, no sabia si se trataba de un castigo o solo una coincidencia.

Estaba avanzando como una antorcha, encendiendo el sentimiento de que eran tratados de manera injusta, tocando los sentimientos de la gente que era afectada por la acción o la inacción de su gobierno, instando la conspiración y la determinación de quienes tenían el coraje para hacer algo.

Estaba  decidida a realizar su misión de preparar el camino para la gloriosa llegada de Arcadia, donde pudieran mostrar el poder y la justicia que podria tener si se unían al imperio dirigido por Rex y su circulo cercano, ya fuera como aliados o vasallos.

Estaba por llegar a los limites con un pais llamado Siltvelt, entrando de nuevo al reino, sus compañeras estaban hablando acerca de cosas sin importancia, a ella no le importaba demasiado la interacción con esas dos criminales que se salvaron de la purga solo por un talento en alquimia que estaban usando para crear mejores medicamentos y armas.

Vio los efectos de esas armas en el campo de pruebas, disparadas contra soldados de batallones penitenciarios y comprobó que estaban desatando un poder aterrador

Y hablando de justicia, Rex le estaba mandando un mensaje, levanto su brazo y comenzó a leer los escritos que aparecían en una pantalla, desde el comienzo estaba tratando de mantener la calma, pero con cada palabra era evidente que esto estaba empeorando.

De inmediato golpeo el suelo y corrio a toda velocidad a traves de los bosques, mientras era seguida por las otra dos mujeres, que al parecer no tenian idea de lo que estaba pasando, pero por la expresion furiosa de la joven, era evidente que tendrian que enfrentar a una amenaza grande y que tenia el primer lugar en su lista de prioridades.

Capital de Arcadia

Rex estaba en su sala de entrenamiento, había practicado por meses el Puño Imperial, las artes marciales estaban siendo una ventaja, pero el entrenamiento magico con Merlín era agotador, no había terminado de aprender un hechizo y sentía que se estaba quemando por dentro, aunque era una sensación que le era familiar.

No podia simplemente conformarse con el poder que le dio Zero, tenia que aumentarlo, cultivar sus habilidades para hacerse cada vez mas poderoso, como diplomático y negociador estaba seguro de ser de los mejores, pero en poder personal, sentía que no era nada.

Vio la fuerza del embajador de Terranova, el poder de la reina de los Tártaros de Mordor, escucho rumores de un poderoso general que controlaba el relámpago, proveniente de un pais llamado Nueva América, incluso en la misma Arcadia, Esdeath fue la mas fuerte que existió como guerrera, y estaba seguro de que Merlín ocultaba un poder aun mayor del que mostraba.

Aun no estaba cerca de sus metas, y eso le molestaba, necesitaba tiempo para viajar, para encontrar un lugar donde pudieran retar sus limites, pero para eso necesitaba a Shun en casa, con él como un sucesor aprobado y respaldado por su gente, era poco probable que el imperio caiga en el caos si muriera.

Cuando termino de entrenar estaba cubierto de sudor, varios maestros lo supervisaban, pero nunca lo elogiaron o dieron aliento, era una orden, Rex sabia lo tentador que era escuchar elogios, pero era malo, necesitaba mantener sus pies en el suelo, para saber cuanto mas necesitaba mejorar.

De momento su combate cuerpo a cuerpo mejoro mucho, su control del fuego era mucho mejor que antes, y al fin logro aprender a usar la magia que Merlín le estaba enseñando, pero era complicado saber que estaba haciendo, ya que apenas estaba comprendiendo la magia y poder que Merlín le enseñaba, así que estaba aprendiendo a anular magia y contrarrestar ataques de energía de otros adversarios.

Estaba por ir a entrenar cuando se dio cuenta de que un mensajero estaba esperándolo en la puerta se seco el sudor de la frente y camino en dirección al mensajero, quien portaba un cristal de comunicación, el cual tomo y produjo un holograma.

Rex: ¡Naofumi, mi viejo amigo! ¿Qué te trae por aquí? No es tan común que me llamen sin traerme una buena noticia o información útil ¿Qué es lo que me atraes ahora? —Naofumi parecía demasiado serio, mas de lo normal, algo que le preocupaba, seguramente alguna persona— ¿Y ahora que te paso?

Naofumi: necesitamos una manera de salir de aquí, las cosas se han salido de control, nos están cazando, y creo que estamos enfrentando un peligro mayor al que creía, nos dejaron atrapados en el reino —Esto de verdad estaba resultando diferente a lo esperado, estaba bien, no es como que tuviera problemas con sobornar a algunos guardias o mandar a sus fuerzas especiales a abrir una brecha—

Rex: ¿Solo eso? ¡Ja! Esta bien, has servido bien como un empleado, creo que entra en tu paquete de prestaciones el escapar con vida —Naofumi gruño molesto ante la ligereza con que Rex trataba la situación, pero al menos comprendió el punto— Mandare a los Dragones Escarcha para que los extraigan, mientras tanto, trata de no meterte en mas problemas, entonces eres tu, Filo y Raphtalia... tu pagas lo que coma Filo, tengo suficiente con darle de comer a Max y Akame como para darle a esa tragona

Naofumi: en realidad somos mas de lo que se espera, aquí hay algunas personas extra —Movió la visión del cristal para que enfocara a una chica de cabello morado, una muy joven, quizás de 13 o 14 años, Rex lo miro con una ceja alta, y pronto fue corregido— Ella es Melty, la princesa del reino, la estoy protegiendo, por eso viene con nosotros, si se queda es seguro que morirá, pero también esta alguien que ya conoce

Shun: ¡Pero si es mi buen hermano mayor! —Rex entrecerró los ojos, mientras veía a su hermano menor, quien estaba aun con una venda en su cabeza— Las cosas se pusieron difíciles, así que envié a los soldados lejos y nos quedamos Air, Fall y Luna, así era mas fácil escapar y no perderíamos vidas

Rex: si, entiendo eso, lo esperaba, por eso las mande contigo... Como sea, los verán en las frontera, mandare un avión con mis soldados y podrán salir de allí, manden sus coordenadas y después mandare a los soldados que necesiten y vehículos —Shun noto algo en la sonrisa de Rex, como sonreía y dientes afilados se mostraban entre sus labios— Ahora digan ¿Qué fue lo que hicieron?

Shun: un ataque inesperado, fuimos sitiados por un día, tuvimos que abrirnos paso a disparos, derramando sangre y cortando sangre, use el transportador en ellos, ya que de otra manera podria causar que quien tu sabes nos haga una mala jugada —Su hermano mayor asintió, satisfecho con el razonamiento que mostraba en una situación de peligro— Estamos en unas montañas, te mandare las coordenadas escritas, de momento estamos a salvo, pero somos cazados por el ejercito de este pais, no son rival para nosotros, pero son muchos y problemáticos

Su hermano estaba normal, su cara no perdía esa expresión de apatía, pero vieron como su cara cambiaba, esos dientes afilados, esos ojos brillantes y como los cuernos se afilaban de manera peligrosa, no lo mostraba, pero la ira del dragón estaba despertando.

Rex: Ya veo, te atacaron, jeje, atacaron a un dignatario de Arcadia, al representante del emperador en tierra extranjera, y atacaron al portavoz de la voluntad de Arcadia ante el mundo, le faltaron al respeto no solo a la persona, sino al pais no solo a quien es sangre de mi sangre, sino a quien representa a nuestro imperio, y ofende nuestra existencia... Esto no se quedara así, voy a intervenir en esto... No dejare que se ponga en  peligro a nuestro reino, y para cuando termine esto el mundo sabrá que Arcadia no será burlado por nadie, ya que ¿No los provocaste, o si? —Su hermano se quedo rígido, quedándose quieto en donde estaba, sintiendo esos brillantes ojos amarillos sobre él—

La llamada se termino, Naofumi estaba seguro de que esto no era bueno, pero al ver como Shun sudaba confirmo que estaba por ocurrir algo horrible, no conocía a Rex en persona, pero pudo sentir esa ira contenida, y si era cierto la historia del Emperador Dragon, entonces estaba por ver como Melromarc se sumergía en las llamas.

Pero la mas afectada era Melty, estaba temblando mientras escuchaba la voz de Rex, ella esperaba poder hablar o intentar explicar que ese incidente tenia una explicación, pero no fue así, Rex corto la comunicación y solo dejo un designo de fatalidad, ella miro a los dos hombres frente a ella, en busca de esperanza, pero era evidente que no estaban en mejores términos que ella, sino detenían esto, era el inicio de una guerra.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top