Siegfried era un hombre práctico, usando las respuestas más eficientes y menos problemáticas a los problemas, incluso antes de ir a ese mundo y convertirse en un vampiro ya era alguien con quién no querían enfrentarse, dada su costumbre de destruir a sus enemigos por completo, sin darles oportunidad de volver.

Pero también había muchas cosas que odiaba, una de ellas era la ineficiencia y el sabotaje, en su trabajo enfrentaba esa clase de amenazas de manera constante, pero en ese mundo el juego cambian y había tenido que ajustar su estrategia según los requerimientos.

El polvo negro era un narcótico muy peligroso que se expandía sin control por la región, adictivo tras la primera toma, simple en su uso, siendo necesario solo mezclar el polvo en un vaso de agua, cuando era ingerido producía una euforia total al consumidor, pero a un gran costo.

Producía deterioro mental, los adictos perdían la misma percepción de quienes eran, que hacer y su mente solo se enfocaba en seguir abasteciendo su cuerpo del polvo negro, por esa razón era que los ocho dedos prosperaban tanto al vender esa sustancia en el bajo mundo.

Pero para el general vampiro eso era algo imperdonable, ya tenían muchos problemas con narcóticos locales de Falmart como para agregar un nuevo ingrediente a la lista de desgracias para su sociedad, por lo que cortaría ese mal de raíz.

Había buscado a la princesa Renner para que le proporcionará información acerca de los lugares que debería atacar, siendo dos localizaciones importantes en la capital, pero sería parte de un ataque coordinado con los refuerzos de un noble y mercenarios pagados por la princesa.

Reviso el plan detallé a detalle, mando espías a cada lugar e investigo los contactos para verificar que la información era útil, tras algunas correcciones logro ayudar a que el plan ocurriera tal como se había planeado, con ese ataque masivo los Ocho Dedos quedarían muy dañados y podrían manejar mejor su influencia.

Los grupos que proporcionaría Sadera y Terranova serían grupos élite, por su parte un grupo de Warriors Bonnie atacarian una de las localizaciones, mientras que un grupo dirigido por Bozes atacaria un segundo puestos que procesaba polvo negro.

La noche estaba llegando a la capital de Re-Estize y Siegfried estaba viendo a un gran grupo de personas en uno de los jardines del palacio, estaba cruzado de brazos y no le dirigió la palabra a nadie, solo neta un mero escucha en esas circunstancias.

Renner: ¿No es fabuloso el esfuerzo que están haciendo para luchar contra ese mal? —El vampiro se rió de manera socarrona, realmente no creía eso—

Siegfried: le recomiendo ir con su mascota, parece necesitar que le acaricien y darle la patita —Su comentario no molesto a Renner, quien mantenía su fachada a la perfección— me parece un gran plan el que se a orquestado, nos veremos cuando termine

Su cuerpo se transformó en una sombra y desapareció de la vista de la princesa, quien caminó en dirección a la multitud, observó a diferencia soldados y personas hablando entre si, pudo ver a grupo Dragón Heart en una esquina conversando entre ellos de algún tema tribunal que no le interesaba.

Cerca del lugar se encontraba Momon y Nabe, los aventureros estaban mirando a la gente, aunque en el caso del aventurero oscuro era saber que hacía debido al casco que cubría su cabeza, aunque vio que parecía interesado en Dragón Heart.

El imponente aventurero de acercó al grupo, quien volteo a verlo y saludo de manera educada, con la excepción del asesino de ojos azules, quien solo novio su mano para saludarlo, aunque llamo la atención la falta de armamento para la misión.

Momon: es extraño ver a un aventurero sin sus armas —Max sonrió bajo su máscara y cruzó sus brazos bajo su capa sin decir nada acerca del tema— escuché una historia acerca de la aventurera que mata de un golpe ¿Es cierto?

Akame: solamente hago mi trabajo —No contesto con ninguna clase de elocuencia, solo se dedicó a comer un trozo de carne seca que había sido proporcionado por Rex para que no pudiera más comida y arruinara su negocio— tacaño

Rex: también escuchamos de ustedes, Momon el aventurero oscuro, suena a un título bastante funesto —Se rió un poco y mantuvo la vista al frente para mantener su acto— ¿Es cierto lo que dijeron acerca de que su fuerza y habilidades de la espada son tales que lo hacen el mejor de los aventureros Adamantita? Nunca lo e visto luchar, pero la gente suele hablar en base a lo que escucha

Nabe: Momon-saaa es el más fuerte de todos los aventureros y humanos que puedan aparecer, podría aplastar a cualquiera —Su comentario alertó a su compañero, quien le cubrió la boca con una mano—

Momon: no me atrevería a decir que soy el más fuerte de todos, seguramente ustedes son aventureros bastante capaces —Solto a Nabe y enfocó su atención en el enmascarado, quien parecía pensativo—

Ryu: no me molestaría que fuera más fuerte que yo, ser conciente de nuestra debilidad ayuda a trazar un camino para ser más fuerte —Su voz era tranquila, sin ninguna clase de interés o irritación por el comentario de Nabe— mi maestro llegará mañana, dijo que estará encantado por hablar con usted

Su máscara apuntó al aventurero, quien asintio sin mostrar algún cambio en su voz, la conversación continuo sin ninguna clase de cambió, hablaron de algunas anécdotas, siendo Ryu y Tatsumi los que mostraban más empeñó en la conversación.

Mientras tanto eran observados desde la lejanía por otras personas, entre la multitud se encontraba Climb, el guardaespaldas de la princesa dorada y la persona que se encontraba más empeñada en que la misión fuera un éxito total para que ayudará a mejorar la reputación de la princesa Renner.

A su lado estaba Brain Unglaus, uno de los mejores espadachines del reino y de seguir entrenando con esmero en algún futuro sería considerado el mejor guerrero que podría haber en aquél país, aquel guerrero estaba acompañando a Climb y se preparaban para partir.

Llegaron los coordinadores de la batalla, quienes estaban dando indicaciones y los detalles finales de su plan, a cada equipo se le asignó un puesto único para atacar y destruir, siendo los aventureros Adamantita los que tendrían algunos de los puestos más importantes y de mayor posibilidad de resistencia.

Afueras de Re-Estize

Un grupo de cuatro helicópteros de transporte estaban sobrevolando el área designada, estaban analizando las áreas dónde se serían desplegadas las tropas de Terranova y Sadera, en total estaban viajando ochenta soldados armados y listos para tomar por asalto sus posiciones.

Tyuule: "aquí fuerza de ataque Bonnie, Tenemos la posición identificada, esperando la hora de ataque, cambió" —Hablo por el comunicador para que fuera escuchada por Bozes—

Bozes: "Aquí fuerza de ataque Rosa, objetivo localizado, listas para el despliegue, cambio y fuera" —Corto la comunicación y miró su reloj de muñeca, solo faltaba un par de minutos—

La espera era aburrida para muchos, pero también se volvía bastante angustiante esperar el combate que se avecinaba, pero estaban preparadas, tenían experiencia en la guerra y había luchado contra oponentes mucho más peligrosos en el pasado.

La Orden de la Rosa tenía un uniforme militar de camuflaje nocturno, sobre el cual utilizaban una armadura de Saderita pintada de negro mate, su armamento principal era una versión modificada del Ak-105, además de varios tipos de granadas y un subfusil MP5 para la oficial al mando.

Pero llevaban consigo un inventó propio de Sadera, en sus espaldas cargaban lo que era llamado "Escudo Táctico" y "Lanza Tipo 1", el escudo era un rectángulo que podría cubrir el brazo de un soldados, al activarse se extendería y podría cubrir una parte significativa de su cuerpo, estaba hecho de Saderita y otros metales, permitiendo que resistieran balas y a la vez luchar en lugares cerrados.

La lanza era lo lejos impresionante desde el punto de vista técnico, dado que como tal era un cilindro que se expandía y permitiría tener un Pilum, siendo la punta capas de alargarse según las necesidades, desde apuñalar de cerca hasta firmar un muro impenetrable, aunque nunca faltaban las espadas, las caballero podrían aprender nuevas técnicas, pero sus espadas eran un recordatorio de su pasado y un símbolo de su identidad.

Su equipo total era muy valioso, pero tomando en cuenta que eran una unidad de elite era razonable que hubieran invertido mucho dinero en que asegurar su supervivencia y éxito en las misiones, además de un esfuerzo enorme para que fueran las mejores soldados que ofrecía el Imperio.

Por su lado las Warrior Bunnies eran una historia particular, fueron el primer pueblo nativo que se unió a Terranova y los primeros que lucharon a su lado, razón por la cuál fueron un pueblo muy favorecido y gracias a su cultura guerrera eran la tribu que contribuía con más soldados a ejército.

Debido a la pacificación del territorio las Guerreras entraron al servicio militar de Terranova y si bien no todas estaban en servicios activos seguían recibiendo un sueldo, razón por la cuál su territorio era muy beneficiado, agua llevada desde muy lejos, comida fruta del comercio, incluso tenían el privilegio de haber sido el primer territorio dónde se instalo alumbrado público con electricidad.

Sus fuerzas especiales eran vestidas con trajes de camuflaje nocturno para esa misión, la tela era muy resistente, pero aún con eso usaban una armadura de titanio y Mithril, usaban un casco que dejaba libres sus orejas, pero las cubría con una membrana negra que las protegía de sonidos demasiado altos y algunos fragmentos de metralla.

Su armamento variaba dependiendo de la misión, para esa misión en particular recibieron rifles Ak-105, subfusiles MP5, además de las pistolas de alto calibre que utilizaban desde el comienzo de su relación con Terranova, pero lo más llamativo era que eran de las pocas unidades elite que aún llevaban espadas al combate.

En sus espaldas siempre llevaban una espada corta que podría ser confundida con un cuchillo, media 50 centímetros de hoja, curvado y de una aleación secreta que había sido guardada en secreto, aprendieron a luchar con armas de fuego, pero nunca renunciarían a sus espadas ni a su herencia guerrera.

Su misión para atacar las bases de los Ocho Dedos era vital para mantener a Terranova libre de esos terribles químicos, la hora llego y los helicópteros comenzaron el descenso sobre la posición enemiga, las soldados se prepararon para ir al infierno y volver.

Las ametralladoras puestas a los lados de los helicópteros dispararon contra los edificios enemigos, que se en el pasado fueron fortalezas pero ahora estaban casi abandonadas, el sonido de las ametralladoras en la zona dónde llegaron los caballeros de la Rosa fue estridente.

Las soldados bajaron a rapel desde los vehículos, los primeros en llegar dispararon contra el edificio, que intentó responder con flechas, pero no tenían el suficiente alcance y el viento que producían los rotores evitaban que los proyectiles llegarán a las soldados de Sadera.

Bozes: ¡No sé detengan! —Ella disparó su subfusil contra la fortaleza, hiriendo a un guardia en la pierna, dos soldados se adelantaron un poco y usaron los lanzadores de granadas que tenían bajó sus rifles—

Las explosiones hicieron un agujero en las puertas de entrada, pero la artillería de los helicópteros terminó de destruir la entrada, las soldados entraron al edificio disparando contra todo lo que se movía, entraron en formación de tortuga.

La fortaleza tenía un patio interior dónde podrían ser atacadas desde todos los ángulos, pero cuando entraron en esa formación las flechas rebotaron en los escudos, mientras que los rifles dispararon por las aberturas y mataron a todos los presentes.

Bozes: ¡Grupo uno, conmigo! Grupo dos, revisen está área y capturen prisioneros —Un grupo de veinte soldados entonces entraron a los pasillos de la fortaleza—

Está vez era una formación de cuatro soldados al frente por cinco al fondo, los escudos estaban listos para cubrirse en caso de una emboscada, pero al entrar usaron una técnica que aprendieron de los japoneses cuando atacaron sus ciudades.

Tomaron sus granadas y las arrojaron dentro de las habitaciones para eliminar a todos los posibles atacantes, capturar prisioneros era opcional, las únicas excepciones eran las personas a cargo, con el propósito de obtener información.

La fortaleza estaba casi en su poder, solo quedaba una habitación que supusieron era la del líder del lugar, avanzaron hasta llegar a la puerta y tras un disparo a las bisagras la puerta colapsó por su peso.

Entero en medio círculo y vieron a un hombre de gran tamaño en la habitación, pudieron asesinarlo con las armas de fuego, pero dado que tenían que llevarlo con vida tomaron sus lanzas y cerraron la formación de escudos.

Bozes: en nombre del gran imperio de Sadera le ordenó rendirse y deponer su arma, de otra forma tendremos que proceder al uso de la fuerza —El hombre tenía un martillo de guerra en la mano y una armadura cubriendo su cuerpo, pero cuando escuchó la voz de Bozes no pudo evitar reír—

???: ¿Una mujer dirige ese ejército? Ahora lo e visto todo —Corrio contra ellas y lanzo un poderoso golpe con su martillo, impactando la Unión de dos escudos— Incremento de impulso

Pero no retrocedieron, se mantuvieron firmes, sus compañeras en la parte trasera se desplegaron y rodearon al hombre, quien se dió cuenta de las afiladas puntas de los Pilum, intentó atacar pero Bozes apuñaló su hombro, dejando inutilizado su brazo izquierdo.

Las mujeres entonces apuñalaron de manera repetida varios puntos de movimiento, las piernas, codos, brazos, la armadura tenía aperturas y aunque no las tuviera las afiladas puntas de Saderita lograban atravesar el hierro como si fuera aluminio.

El hombre debería medir casi dos metros, pero al final colapsó a causa de las heridas, los escudos entonces volvieron a su tamaño compacto y se dió cuenta que estaba rodeado de mujeres, las cuales limpiaban las puntas de sus lanzas de la sangre con trozos de tela.

Bozes: lleven está escoria con el resto, quemen la mercancía que tengan, aseguren cualquier mercancía útil y si encuentran prisioneros los mantienen en resguardo hasta saber quiénes son —Mir al hombre, quien estaba casi inconsciente por la perdida de sangre— eres fuerte, pero ningún bárbaro podrá contar Sadera

Las soldados corrieron por las habitaciones y bodegas, decomisando cualquier tesoro, armamento y artículos de apariencia útil, quemando el Polvo negro y sus almacenes usando granadas de ternita.

Al tiempo que ellas se preparaban para saber esa base las Warriors Bonnie estaban atacando la fortaleza que les asignaron, ese era un cuartel de asesinos de los Ocho Dedos,estaba en una cueva en las ruinas de un antiguo castillo de una época incluso anterior a Re-Estize.

Los equipos fueron dejados lejos de la fortaleza para no levantar sospechas, las semi humanas corrieron hasta la muralla del perímetro y usaron un tipo de arnés integrado a la armadura de su brazo y lanzaron una garra, la cuál perforó la roca y se quedó incrustada para que pudieran subir.

Subieron por la pared y en una extraña ironía cortaron los cuellos de los asesinos, el silencio principal no se interrumpió, arrojaron los cuerpos por la muralla y se movieron por la fortaleza, comenzando el combate de verdad.

Sus armas dispararon contra sus enemigos sin clemencia, había muertos por todas partes debido a que ellas estaban allí para exterminarlos, los gritos no se detenían, había una batalla dónde las guerreras les mostraron porque eran las más tenidas de Falmart.

Los asesinos dispararon con ballestas, mientras que los que tenían armas como estás las cubrieron de veneno para asesinar a quienes se acercaban al interior de la fortaleza, pero entonces se dieron cuenta que no había oportunidad de ganar.

Tyuule ordenó arrojar granadas al interior de la fortaleza y apenas explotaron entro el escuadrón, la zona estaba en penumbra, pero ellas tenían una visión nocturna casi perfecta, por lo que luchar en las sombras les dió una ventaja sobre los humanos.

La batalla estaba decidida desde el comienzo del combate, los asesinos estaba bien entrenados, pero no eran tan efectivos si no lograban acercarse a las atacantes, incluso sus flechas no eran capaces de traspasar la armadura.

Aquél combate estaba terminando, solo quedaba una habitación por examinar, Tyuule fue a la puerta y la derribó, entro portando su arma y apuntó a los presentes, todos tenían las manos en la nuca y estaban de rodillas en el piso.

???: Nos rendimos —La reina de las Warrior Bonnie observó al hombre y sus orejas se movieron, analizando su entorno—

Tomo su arma y disparo a un muro de madera hasta hacerlo astillas, el hombre de rodillas entonces tomo su espada y atacó a Tyuule, pero la reina no retrocedió, tomo su espada curva y desvío el ataque, sus compañeras querían atacar, pero su líder parecía divertirse.

El hombre atacó de nuevo a la semi humana, pero sus ataques eran bloqueados con facilidad, la mujer entonces se abrió del combate y pateó el estómago del hombre con tanta fuerza que lo lanzo contra un muro.

???: Dos cortes de luz —De nuevo atacó, pero Tyuule se dió cuenta de que está vez la espada desprendía ases de luz— ¡Muere maldito monstruo!

Los cortes fueron dirigidos a su abdomen bien por un momento el hombre creyó haberla partido por la mitad al ver cómo su cuerpo estaba doblado hacia atrás en un ángulo antinatural, pero su sonrisa desapareció cuando vio que se levantó y con su espada le cortó el brazo con el que sostenía su espada.

Tyuule: lo quiero con vida, no parece un mago, pero ese corte me pudo haber lastimado —Sus compañeras pusieron morfina en el hombre y lo arrastraron fuera de la fortaleza— quemen ese maldito polvo, saquen lo rescatable y esperemos a que lleguen los camiones de transporte, misión cumplida

Con ese ataque habían destruido la principal planta procesadora de Polvo Negro y la base principal de los asesinos de Ocho Dedos, un golpe crítico para la organización criminal que en menos de una hora habían perdido una fortuna en recursos y gente entrenada.

Pero mientras estaban preparándose para retirarse fueron que en una sección de la ciudad había un domo de fuego, las mujeres no ocultaron su sorpresa y contactaron de inmediato al cuartel para saber que hacer, dado que no habían visto algo semejante desde la Guerra de Conquista de Terranova, lo que había en ese lugar era un evento desconocido, pero por ahora esperarían órdenes directas de Siegfried para actuar.

En alguna parte del reino

Un hombre de estatura mediana estaba caminando por los callejones de la ciudad, usaba una máscara el el rostro y en su cinturón había una katana, mientras su cuerpo era cubierto por un abrigo azul militar.

???: Que particular evento —Dijo al aire mientras observaba la cúpula de fuego que rodeaba el distrito donde se encontraba—

A su alrededor aparecieron seis demonios semejantes a perros, los cuales le gruñían de manera agresiva, pero el hombre tomo su espada y atacó a las criaturas con la velocidad de un rayo, costando sus cuerpos por la mitad, de adelante hacia atrás.

Enfundó la espada y noto que el lugar estaba siendo destruido por demonios, la gente estaba en pánico, corriendo por todas partes o cerrando las puertas de sus hogares para refugiarse de la horda de enemigos que habían aparecido de la nada.

Bajo circunstancias normales habría ignorado el hecho y se habría marchado para buscar a su subordinada, pero al ser rodeado por esas criaturas entendió que tendría que luchar para salir con vida de aquél predicamento, sentía lastima por los infelices que se atrevieran a enfrentarlo, ya que esa noche había ido a la ciudad con la idea de derramar sangre y lo disfrutaría mucho.