❥ Triple Cita.

Miré a Jimin y solté un suspiro. ¿Por qué se había arreglado de esa manera tan bonita?

Llevaba una camisa color bordó de mangas cortas, un pantalón ceñido a su cuerpo que tenía un par de roturas en las rodillas y unas zapatillas lo suficientemente cómodas para que ande caminando a los saltos por la emoción.

¿Acaso se había puesto brillo labial? ¿Todo por Namjoon?

—¿Me veo bien? —preguntó dando una pequeña vuelta, yo asentí en respuesta.

Por supuesto que se veía bien, se veía precioso, pero este plan no me gustaba para nada. ¿Por qué accedí?

—Tú también te ves lindo —señaló, para luego seguir caminando a la cafetería con extrema felicidad.

Me veo lindo...

No puse demasiado esfuerzo en mi ropa: pantalones de jogging, una camiseta negra y zapatillas Converse. Ahí acabó mi look.

Jimin estaba jodidamente emocionado por esta doble cita. Yo, por el contrario, no lo estaba. No porque no me gustara salir con Taehyung, sino porque me generaba molestia pensar que Namjoon estaría coqueteando con Jimin toda la tarde.

Mierda, ¿qué me pasa?

No se equivoquen, no estoy celoso ni nada por el estilo. Yo creo que mi preocupación se debe más a la necesidad de protección que tengo sobre Jimin. Ya saben, lo veo como mi hermanito. Solo me irrita pensar que alguien se le puede insinuar —inclusive si se trata de mi mejor amigo.

Jimin entró a la cafetería y yo lo seguí. En una de las mesas pude visualizar una cabellera roja esperando.

En ese momento mi mente se desconectó y recordé que no solo estaría Namjoon aquí, sino que también estaría Taehyung.

No lo voy a negar, mi mente ha estado tan concentrada en Jimin y Namjoon que Taehyung había pasado a un segundo plano.

¡Carajo! ¡Tendría que haber puesto más esfuerzo en mi look!

El rubiecito caminó hasta Taehyung, y luego de saludarlo con un gran abrazo, me llamó con su mano.

Así que me acerqué a la mesa, en donde el pelirrojo me miraba sorprendido.

—¡Vaya! No sabía que vendrías tú también —saludó Taehyung con una leve reverencia.

—Me cuesta sacármelo de encima —mintió Jimin, y luego señaló el lugar al lado de su mejor amigo—. Siéntate ahí, Ggukie.

Obedecí sin decir una sola palabra, y créanme que el terror que estaba sintiendo en ese momento no se debía a que Taehyung estaba a mi lado, sino que Namjoon se estaba acercando a nosotros.

¡Dios! ¿Cómo vamos a explicar esta terrible casualidad?

—¡Hey, chicos! —saludó Namjoon con una sonrisa, extendió su puño y lo chocó conmigo. Mientras que Taehyung seguía sin entender.

—Oh, ¿te invitaron a ti también? —preguntó y Namjoon asintió con una sonrisa

—Salida de amigos, ¿no es genial? —señaló el lugar al lado de Jimin—. ¿Puedo tomar asiento allí?

—¡Sí! —contestó de manera efusiva Jimin, causando que yo abriera mis ojos de manera exagerada—. Digo, claro que sí.

Comencé a mover mis piernas de manera nerviosa y Taehyung se percató de eso, lo que lo llevó a mirarme de manera sutil.

—¿Estás bien? —me preguntó en voz baja y yo asentí de manera aterrada—. De acuerdo... —respondió dudoso—. Si hubiera sabido que íbamos a juntarnos los cuatro, podría haber invitado a Hobi —comentó con un puchero.

—Bueno, la próxima puede ser —contesté de inmediato—. Salió todo de imprevisto.

Namjoon asintió y comenzó a leer el menú.

—Jungkook me llamó hace unos minutos para invitarme  —mintió el moreno—. Así que a la próxima podemos planear todo mejor e invitar a Hoba. —Miró a Jimin y le sonrió— Por cierto Jimin, hoy estás precioso —comentó. Mi estómago se revolvió de una manera que sentía que podría vomitar en ese preciso instante.

Las mejillas de Jimin se tiñeron de un color rosa bastante potente y con voz aguda susurró un pequeño "gracias".

Y las cosas, a partir de ahí, fueron de mal en peor.

No porque me estuviera aburriendo, sino porque el chico sentado frente a mí se tomaba atrevimientos que me generaban molestia e incomodidad.

¿Era necesario abrazar a Jimin por los hombros? ¿Acaso me había perdido algo? ¿Por qué el rubio no se quejaba como lo hacía conmigo?

—Namjoon, ¿me acompañas al baño? —pregunté mirándolo fijamente.

—¿Necesitas de mi ayuda allí, o qué? —respondió haciendo reír a Jimin y Taehyung.

—Sí, voy a necesitarla —mentí mientras me levantaba y caminaba en dirección al baño.

Lo peor de estar guiando a Namjoon al baño es que ni siquiera sabía qué decirle. ¿Qué me está pasando?

...

...
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Taehyung dejó su celular sobre la mesa y con una sonrisa apoyó su rostro en su mano.

—¿Me puedes explicar qué está pasando? —preguntó.

—¿Cómo? ¿Debería pasar algo? —Me hice el desentendido, pero mi amigo era mucho más inteligente de lo que creía.

—Vamos, Jimin. Justamente vienen Jungkook y Namjoon. —Rió—. ¿Te sigue gustando Joon? —preguntó con una pequeña sonrisa, y yo sentí mi estómago doler.

—Yo... yo... —Suspiré—. Tal vez un poco, quiero decir, me sigue pareciendo atractivo.

Taehyung abrió ampliamente sus ojos y asintió.

—Entonces, ¿yo debería salir con Jungkook? —Elevó una ceja. Yo simplemente me encogí de hombros—. Sabes que no me gusta Jungkook, ¿verdad?

—Sí, lo sé —contesté haciendo un puchero—, pero es lindo y muy bueno. Tal vez si lo conoces puedas enamorarte de él. Además, pueden hacer una pareja super linda.

No mentía, Taehyung y Jungkook se verían sumamente poderosos juntos.

Y tal vez eso me causaba un poco de envidia.

—Pero si quisiéramos salir debería ser por motivación propia y no por medio de engaños. —Tomó mi mano—. Jimin, ten cuidado. Jugar a ser Cupido siempre termina siendo peligroso.

—Yo no estoy jugando a ser Cupido —susurré en respuesta, pero él hizo una mueca.

—No lo digo por ti —contestó dejándome totalmente confundido.

Antes de poder responder o preguntar a qué se refería, Hoseok apareció en la cafetería con una amplia sonrisa. Luego, se acercó para abrazarnos y darnos un beso en la frente.

—Vine por la invitación del cabeza de fósforo —bromeó dándole un segundo beso en la cabeza a Taehyung, quién inmediatamente le dio un pequeño golpe.

—No es una salida de amigos si el grupo no está completo, ¿no lo crees? —me preguntó sonriendo y yo asentí para luego soltar un gran suspiro.

A Jungkook no le gustará esto.

...

...
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—Espera. —Namjoon rió—. ¿Estás haciéndome escándalo por coquetear con Jimin? Amigo, yo creí que no te gustaba.

—¡Es que no me gusta! —me quejé—. Solo que... tampoco me gusta que estés coqueteando con él frente a mí, no te cuesta nada ser un poco más disimulado. ¡Es como mi hermanito!

Namjoon chasqueó su lengua y negó: —Pero no lo es, no es tu hermanito.

Solté un pequeño suspiro lleno de frustración y abrí mi boca para contestar, pero fuimos interrumpidos por una tercera voz que llamó la atención de ambos.

—¿Namu? ¿Koo? —Ambos giramos y nos encontramos con una cabellera azul clara, la cual se acercó a nosotros para darnos un dulce abrazo.

—¡Yoongi! —saludó Namjoon alegremente mientras correspondía el abrazo—. ¿Cómo no me avisaste que volvías hoy? Pensé que sería la próxima semana.

—No iban a aceptarme en el instituto si dejaba pasar una semana más, así que mi madre y yo pensamos que era correcto venir antes. —Sonrió ampliamente y me miró—. Estás gigante, y eso que cuando me fui eras un enano.

Yo solté una risa y lo volví a abrazar.

—¡Hubieras avisado que venías hoy! Así te hacíamos una fiesta de bienvenida —bromeé y el peliazul puso sus ojos en blanco.

—Ni lo digas, es lo último que quiero. —Rió—. ¿Van a tomar algo o ya se van?

Miré a Namjoon y este negó con una sonrisa: —Vamos a tomar algo, yo invito. —Lo abrazó por los hombros y comenzó a llevarlo hacia la mesa donde los demás nos esperaban.

Dios, Jimin no se va a tomar bien esto.

Tal vez se pregunten quién carajos es Yoongi. Bueno, él es nuestro amigo desde que éramos niños, pero es mucho más cercano a Namjoon que a mí. Antes eran vecinos, hasta que Yoongi se mudó a Seúl para comenzar su carrera como modelo. Desde entonces mantenemos nuestra amistad por medio de videollamadas y mensajes, pero sé que con Namjoon esa comunicación es mucho más grande.

Namjoon me contó que Yoongi había decidido alejarse de su vida como modelo por un tiempo, y es que, con dieciocho años, debe ser agotador estar trabajando y estudiando a la vez. Por ende, decidió volver a Busan para terminar sus estudios con tranquilidad y disfrutar antes de que sea el momento de volver a la vida de famoso.

Pero tenía la certeza de que Jimin odiaría la cercanía entre ellos dos.

Cuando llegamos a la mesa, sentí que me abandonaba el alma al ver esos pelos castaños abrazando y besuqueando a Taehyung.

¿EN QUÉ MOMENTO HABÍA LLEGADO HOSEOK AQUÍ?

—Hoba, viniste —saludó Namjoon de manera alegre, mientras que él agitaba sus manos con una radiante sonrisa.

—Taehyung me dijo que habían hecho una salida de amigos... y no me invitaron. —Hizo un puchero.

Namjoon soltó una risa y comenzó a presentar a Yoongi a los presentes, pero mi mirada terminó en Jimin, quién no dejaba de ver el brazo de Namjoon sobre los hombros de nuestro amigo peliazul.

—Un gusto —respondió Jimin levantándose de golpe—. Jungkook, ¿podemos hablar en privado?

Asentí, y mientras esa doble cita se iba al completo carajo, yo seguí a Jimin.

Nos paramos a un costado del baño y, con sus ojos bien abiertos, me preguntó:—¿Quién es?

—¿No escuchaste? Es uno de los mejores amigos de Namjoon —contesté exaltado—. ¿Qué hace Hoseok aquí?

—¿Tú tampoco escuchaste? Taehyung lo invitó —respondió de la misma manera.

Giramos nuestros rostros para mirar hacia la mesa donde los cuatro hablaban de la manera más divertida posible.

—¡Esto es una mierda! Ese chico se sentó al lado de Namjoon. ¡EN MI LUGAR! —se quejó lloriqueando.

—¿Y Hoseok? Estamos exactamente en la misma posición —señalé mientras nuestras miradas se encontraban.

Teníamos un objetivo claro. Lo único que Jimin no sabía es que, dentro de todo, la presencia de Yoongi me hacía respirar un poco más tranquilo.

¿Soy mal amigo por eso?

No dijo nada más y comenzó a caminar en dirección a la mesa. Claramente iba dispuesto a pelear por su asiento al lado de Namjoon.

—Disculpen la demora —dijo serio, para luego dirigir su mirada a Yoongi—. ¿Me devuelves mi lugar?

El peliazul lo miró atentamente y luego miró a Namjoon, quien le sonrió.

Me senté en la silla que sobraba mientras veía como aquella pelea sin sentido estaba a punto de comenzar.

Podíamos buscar más sillas, ¿en serio va a pelear por ese tonto lugar?

—Oh. Bueno, allí hay otras —dijo a la vez que señalaba una silla de otra mesa—. Puedes buscarla, ¿no?

—Ve y búscala tú. Yo obtuve primero el lugar al lado de Namjoon —reclamó Jimin sin una pizca de gracia.

—Jimin, no pelees. Ya te traigo otra silla —avisó Hoseok levantándose de su lugar, pero yo negué.

—Déjalo, va a seguir peleando... Él quiere ese lugar —expliqué suspirando.

—Tú deberías ayudarme, ¿no crees? —preguntó directamente hacia mí.

Me encogí de hombros y palmeé mis piernas en forma de broma, lo cual hizo que me ganara una mirada asesina y un sonrojo de su parte.

—Muévete —ordenó Jimin nuevamente.

—¿Esto es por sentarte al lado de Namu? —Yoongi rió—. De acuerdo, ya me levanto. —Sin decir más, se levantó y caminó hasta donde yo me encontraba.

Y fue en ese instante que todo se fue al carajo.

Yoongi siempre tuvo una personalidad fuerte, ya saben, del tipo al que nadie da órdenes. Además de que tiene una extraña habilidad para causar conflictos.

Así que, en el momento que se levantó y Jimin estaba a punto de sentarse al lado de Namjoon, Yoongi no tuvo la mejor idea que sentarse en mis piernas.

Oh Dios, vamos a morir.

Todos, inclusive yo, nos ahogamos ante esa acción. Pero Jimin inmediatamente tensó su mandíbula y, sin decir más, lo hizo.

Sí, su palma se estrelló contra la mejilla de Yoongi.

Un silencio se hizo entre nosotros ante aquella cachetada. Taehyung se había tapado la boca, Namjoon parecía horrorizado ante la situación y Hoseok tenía la cara de estar viendo una telenovela.

El peliazul en mis piernas se levantó con la mano en su mejilla y miró a Jimin de manera desafiante.

—No hiciste eso... —murmuró entre dientes, lo cual fue mi señal para levantarme y agarrar a Jimin.

—¿CÓMO TE ATREVES A SENTARTE ENCIMA DE ÉL? —gritó alterado—. ¿ACASO QUIERES MORIR?

—¿YO, MORIR? ¿ES TU NOVIO? ¿NO ESTABAS PELEANDO POR EL LUGAR AL LADO DE NAMJOON? —respondió Yoongi a los gritos.

A JUNGKOOK NO LO TOCAS  —amenazó directamente—. ES MÍO.

Abrí mi boca sin saber qué decir. Simplemente comencé a caminar, llevándome a rastras a esa pequeña bomba de tiempo.

¿En serio acaba de decir que soy suyo? ¿Qué?

Jimin prácticamente estaba pataleando por ir a tirarse encima de Yoongi, sus mejillas estaban rojas al igual que sus orejas.

—Por favor, Jimin. Detente —pedí agarrándolo de la cintura y llevándolo lejos de aquella mesa.

—¡Tú deja de defender a ese demente que se te sentó encima! ¿APENAS LLEGA Y YA SE TOMA ESE ATREVIMIENTO? ¿QUÉ SABE SI TU PAREJA ESTÁ PRESENTE O NO? —gritó pataleando, y una vez lo alejé lo suficiente, logré que me mirase a los ojos.

—¿Qué fue eso? —pregunté casi sin voz.

—¡Te defendí! —contestó acomodando su ropa.

—¿Me defendiste?

—Ajá.

—Dijiste que soy tuyo —susurré en voz baja y él frunció el ceño.

—Yo no dije eso —respondió a la defensiva.

—Lo hiciste —aseguré—. ¿Cómo es eso de que soy tuyo?

Jimin tragó saliva mientras todo su rostro estaba de color rojo.

Abrió su boca, pero la volvió a cerrar de inmediato para, finalmente, fruncir el ceño y soltar un gruñido que lo llevó a salir de la cafetería alterado.

En definitiva él ni siquiera sabía qué había dicho, pero... ¿por qué estoy sonriendo?

...

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