❥ Mi primer...
Mis ganas de ver a Jimin eran más grandes que cualquier otra cosa. ¿Así se siente el amor?
Mientras tomaba la media tarde con Seokjin, pensaba en el primer libro que me regaló mi madre. «El Principito». Recuerdo que había una parte que decía:
"Si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Para mí, tú serás único en el mundo. Para ti, yo seré único en el mundo...".
No podía dejar de pensar en ello, en la pequeña dependencia que había generado hacia Jimin.
No me malinterpreten, no crean que es algo insano y que siento que me voy a morir sin él, porque en realidad no es así. Es todo lo contrario, creo que el pensar que lo veré pronto hace que mi mundo se llene de alegría.
Sé que lo veré en un rato y por eso soy feliz desde ahora.
Es una sensación de calidez extraña, que me invade de una manera tan dulce que es difícil de explicar.
Es amor, pero no de aquel que duele y te hace sentir inseguro. Es de ese que te hace sonreír como idiota y con el cual te sientes especial.
Jimin no es el primer chico que me gusta, pero sí es mi primer amor de verdad y, sobre todo, mi primer amor correspondido.
Quizás las cosas iban más lento a comparación de otras personas, incluso mi hermano y Minji estaban por tener su primera cita pronto. Pero la verdad es que me gustaba que sea así, que disfrutemos de cada segundo como si fuera eterno y de cada emoción y sentimiento como si nunca fueran a acabar.
Me miré al espejo y no pude evitar sonreír al pensar que lo vería en unos minutos.
Ese, en definitiva, iba a ser el mejor regalo de mi cumpleaños, el estar con él.
Solté un suspiro y salí de mi habitación. Seokjin ya estaba en el departamento de Jimin y solo faltaba que fuese yo. Así que no me demoré más y me puse en marcha al edificio que estaba al lado de mi hogar.
Ni siquiera me demoré, fueron solo un par de minutos entre que tomaba el ascensor y llegaba al piso de Jimin, donde todos me recibieron con abrazos y pura alegría.
Esto de que me hicieran una fiesta era extraño para mí. La última vez que tuve una la pasé muy mal, fue en ese momento cuando comprendí que la gente se guía más por lo que dicen otros que por lo que eres realmente.
Era tan solo un niño... Padres, gente adulta, se encargó de alejar a sus hijos de mí como si fuera un demente. Debido a eso acepté que solo tendría a mi familia, pero luego ocurrió el accidente de mis padres y toda esa mierda me destruyó.
Pero aquí estoy, con una familia más grande de lo que alguna vez creí que iba a tener.
Jimin fue el último en acercarse a saludarme. Con una hermosa sonrisa me abrazó fuerte, como si fuera un gran oso de peluche, y poniéndose de puntitas de pie me dio un beso en la mejilla.
—¡Feliz cumpleaños, Jungkookie! —susurró en mi oído.
Cerré mis ojos con fuerza y lo abracé fuerte.
Era lo que más había anhelado el día de hoy, tenerlo entre mis brazos.
...
...
—¡No! —solté riendo mientras abría el regalo de Namjoon. Este se acomodó los lentes y sonrió mientras yo sacaba el libro de recetas—. ¡Pensé que lo decían en broma!
—No, en realidad sí te lo iba a regalar —señaló con tranquilidad mientras que el resto lo miraba incrédulo—. En unos días es mi cumpleaños y marqué en una de las páginas lo que me gustaría que me cocines.
Yoongi no dudó y le asestó un golpe haciendo que este se queje.
—¿Cómo le vas a regalar un libro de cocina para beneficio propio? —preguntó con enojo—. ¡Eres un interesado!
Yo solté una risa y simplemente levanté mi dedo pulgar, después de todo me encantaba y me servía mucho tener un libro de cocina.
Mis amigos en serio se habían lucido, no solo con la "no fiesta" que habían preparado, sino también con los regalos que me hicieron.
El más importante fue una guitarra que entre los cinco decidieron comprar luego de que la mía se rompiera en las vacaciones que hicimos juntos.
Digamos que bebimos un poco y tuve la gran idea de sentarme a la orilla de la piscina a tocar la guitarra.
Sí, pobre guitarra.
También me hicieron un gran cuadro, con muchas fotos de las vacaciones en casa de Yoongi. Definitivamente estaría colgado en mi cuarto.
Finalmente cada uno me hizo un regalo individual, todos eran en broma, ya saben, cosas necesarias pero con un deje de humor. Por ejemplo, Namjoon, el libro de cocina; Taehyung, un desodorante de ambiente; Hoba, un kit de limpieza personal —que hasta incluía un par de medias y ropa interior— y Yoongi, la escoba que tanto bromeé que necesitaba.
Si soy honesto, me emocioné por la cantidad de cosas de higiene y limpieza que me regalaron. Definitivamente el de Hoseok me fascinó, y hasta ahora es mi favorito porque las medias... ¡LAS MEDIAS TIENEN POLLITOS!
«—Las ví, pensé en Jimin y supe que te iban a encantar. Podrás llevar a Jimin en tus 'patas' para siempre».
Fue raro su comentario, pero todos nos reímos.
Ahora solo estábamos hablando y divirtiéndonos mientras que Seokjin y Minji supervisaban todo desde la cocina.
Lamentablemente, no íbamos a poder pasar toda la noche juntos. Mi cumpleaños caía justo día miércoles y al otro día teníamos clases, por ende... todo se veía interrumpido. Por eso, cuando se hicieron las once y media, todos comenzaron a despedirse con abrazos.
—¡Me alegra que te haya gustado la escoba! Pero no se la dejes cerca a Jimin, puede salir volando en ella —bromeó Yoongi en voz alta luego de darme un abrazo.
Jimin inmediatamente reaccionó y estiró su pierna para darle una pequeña patada en el trasero, de la cual, el ahora pelinegro, se quejó riendo.
—¡Nos vemos mañana! —gritó Hoseok con Taehyung de la mano desde la puerta—. Y disfruta de esta última media hora de cumpleaños.
Levanté mi pulgar y con una sonrisa los despedí.
En menos de lo que esperé, solo quedamos Jimin y yo en la sala, mientras que nuestros hermanos hablaban animadamente en la cocina.
Miré a Jimin y levanté mis cejas de forma juguetona, mientras que él solo soltaba una risa. Tomó mi mano y me arrastró hasta su habitación sin hacer demasiado ruido.
—Tengo que darte mi regalo —informó luego de cerrar la puerta a sus espaldas.
Yo lo miré con los ojos bien abiertos, curioso por lo que sería.
—¿Me tengo que emocionar? —pregunté con una sonrisa y él se encogió de hombros.
—Por las dudas no lo hagas, ya veo que esperas otra cosa y terminas decepcionado. —Sonrió y luego colocó sus manos en mi pecho para empujarme en dirección a su cama.
Cuando mis piernas chocaron con esta, caí sentado y Jimin corrió a tomar algo que había sobre su mesa de luz.
—¡Este es mi primer regalo! —explicó con una pequeña sonrisa—. Es algo que hice yo, sé que te gustará porque a ti te gustan esas cosas 'ñoñas'.
Solté una risa y tomé el regalo entre mis manos.
—'Cosas ñoñas' —repetí riendo y abrí el paquete con cuidado mientras él se sentaba a mi lado.
—Hoy no solo es tu cumpleaños, sino que también se cumplen seis meses desde que nos conocimos —contó con una pequeña sonrisa—. Así que sería nuestro sexto aniversario de... ¿amistad? —Inclinó su rostro y luego rió—. Mientras buscaba en mi teléfono algunas cosas, encontré que, de alguna manera, siempre has sabido robarte mi atención.
Fruncí el ceño y observé el libro, el cual se titulaba "Mi primer..."
—Desde el primero de marzo de este año te convertiste en el primer amigo que conseguí sin ayuda de Taehyung —contó mientras yo abría el libro y comenzaba a ver fotos mías en diferentes momentos en este año—. Luego te volviste la primera persona que invadió mi espacio personal al punto de lavar mi ropa y alimentarme.
»También en la primera persona que me conoce como realmente soy. Incluso lograste sacar cosas de mí que ni siquiera sabía que tenía. Fuiste el primer chico que entró a mi habitación y el primero que durmió abrazado conmigo, y me he dado cuenta de que sigues siendo el primero en tantas cosas que me sorprende demasiado.
—¿Guardabas todas estas fotos en tu teléfono? —pregunté con una sonrisa y él asintió con orgullo.
—Incluso esa es mi fondo de pantalla. —Señaló una foto en donde yo salía con una guitarra—. Pensé en este regalo porque creo que es lo suficientemente claro para demostrarte que fue lo que me enamoró de ti.
»No solo por como me cuidas, también es porque me conoces y me aceptas como soy. No me obligas a cambiar, sino que me ayudas a mejorar. Eres el primer chico en todo porque eres el primero que llegó a mi corazón, y es tonto lo que voy a decir... —Estiró sus manos hasta el libro y me lo quitó dejándolo a un costado—. Sé que anteriormente me gustó otro chico, pero por ti no siento solo atracción, sino que siento amor y eso te convierte en la primera persona que yo...
Tragó saliva y miró al piso avergonzado. Una sonrisa se formó en mi rostro y me sentí un idiota, porque no sabía qué hacer en ese momento.
Quería gritar y saltar. Jimin se estaba confesando y... Mierda... estaba siendo mucho mejor de lo que pensé.
—¿Puedes cerrar los ojos? —preguntó de forma suave.
—¿Qué?
—Cierra los ojos, por favor. Quiero darte mi último regalo —murmuró bajito.
Asentí bastante nervioso y obedecí, cerré mis ojos y me quedé inmóvil esperando por aquel regalo.
Lo primero que sentí fue como Jimin se levantaba de la cama y por un segundo creí que iba a buscar algo, pero no.
¡NO FUE A BUSCAR NADA PORQUE ÉL SOLAMENTE BUSCABA ENLOQUECERME MÁS DE LO QUE YA ESTABA!
Sentí como se acercaba a mí y se sentaba en mis piernas para abrazarme con las suyas. De esa manera quedó lo más pegado a mí que pudo y yo casi abro los ojos.
—No los abras —susurró bajito—, déjalos cerrados.
Tragué saliva y asentí mientras colocaba mis manos en su cintura cuidadosamente.
—Sé que somos amigos, pero ya no quiero seguir perdiendo el tiempo. Te quiero, me gustas y creo que eso es suficiente para pedirte que salgas conmigo. Quiero que llevemos esto a otro nivel y que ya dejemos las indirectas. Me gustas, te gusto... es hora que dejemos de hacer esto tan complicado, ¿no lo crees? —preguntó suavemente y yo asentí con los nervios a flor de piel mientras sentía como comenzaba a dar pequeños besitos en mi rostro.
—Claro que lo creo...
—¿Entonces quieres salir conmigo? —preguntó con voz melosa.
No dudé ni una milésima de segundo y comencé a asentir rápidamente.
Jimin soltó una risa y avisó:—Genial, entonces te daré un regalo que es de edición limitada. Mi primer beso...
...
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Uní nuestros labios en medio de su sorpresa. Por fin le di aquel beso que tanto ansiaba.
Mi primer beso... Nuestro primer beso.
Nunca me imaginé como sería, pero es que tampoco me detengo a pensar demasiado las cosas. Lo único de lo que era consciente es que iba a ser con él y que por supuesto que iba a ser mágico.
Sus manos estaban en mi cintura, sosteniéndome de una manera delicada pero firme. Al principio fue algo tenso —claro que iba a serlo, ninguno tenía ni la más mínima idea de lo que debía hacer—, y por más consejos que le haya pedido a Taehyung, en ese momento todos se habían desvanecido por completo.
Por más chistes que hiciera por mensaje, Jungkook siempre sería un chico tímido, y más cuando se trataba de alguien en quien él tenía interés.
Pero para mi sorpresa, dudé de su timidez cuando me apretó más a su cuerpo y me envolvió de una manera tan dulce y cálida que me hizo perder lo poco que tenía de cordura.
No tenía ni idea de qué estábamos haciendo, pero se sentía bien.
Abrí suavemente mi boca y Jungkook no dudó en introducir su lengua para besarme con mayor profundidad. Un jadeo se escapó de mi parte, bastante distorsionado pero lo suficientemente claro como para que Jungkook metiera una de sus manos bajo mi camisa.
Esto se está saliendo de control y nuestros hermanos están aquí presentes.
Me aferré a su cuerpo sintiéndome en una nube de placer, me gustaba como mi cuerpo comenzaba a calentarse y amaba aquellos cosquilleos que sentía en mi vientre.
En un pequeño y suave movimiento Jungkook cambió las posiciones, dejándome recostado en la cama con él entre mis piernas. Se separó por unos segundos y me miró.
Sus labios estaban rojos e hinchados, su cabello estaba muy desordenado y sus ojos estaban sumamente brillosos. ¿Podía verse más atractivo en ese momento?
Lo atraje nuevamente hacia mí y continuamos besándonos por varios minutos más, en los cuales habían pequeñas pausas y sonrisas cómplices.
Me sentía tan bien, tan cómodo, deseado y querido que no quería que esto acabara. Jungkook me hacía estar en una nube la mayor parte del tiempo, era como estar en mi refugio, en mi lugar seguro.
Jungkook era el primero que me hacía sentir lo que era ser amado y eso... eso me encantaba.
...
...
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