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Solté un pequeño quejido y me desplomé en el pasto. La bicicleta cayó a mi lado y de inmediato revisé mis pies. 

Ya me había caído dos veces por intentar andar en bicicleta. Mis rodillas estaban lastimadas y ya quería volver a casa. 

—Idiota —solté al recordar a Jungkook y que por culpa de él estaba así, ¿por qué accedí a ayudarlo?—. Ni siquiera tengo motivos para esforzarme tanto. 

Me tiré hacia atrás y comencé a mirar el cielo azul. El clima en Busan estaba hermoso esa mañana. Estaba despejado y no hacía demasiado calor, solo lo justo para disfrutar de la hermosa primavera. 

Aunque, en mi opinión, el clima es perfecto para dormir con las ventanas abiertas, cosa que entre esa linda brisa que te da más sueño. 

—Ya no lo soporto más —solté.

—¿Soportar qué? —Una voz llamó, y al reconocerla me senté inmediatamente.

—Nam —contesté al verlo acercarse a mí con una bicicleta—. ¿Qué haces aquí? —pregunté sorprendido. 

—Paseo, así puedo aprovechar el clima tan lindo que hay el día de hoy. —Rió—. ¿Es tuya? —preguntó mientras señalaba la bicicleta a mi lado. 

—Algo así —contesté con una pequeña mueca. 

—Es lindo ver que aprendiste a andar en bicicleta. Es un gran progreso, Jimin. —Me felicitó con una gran sonrisa. 

—Bueno... En realidad, lo de saber andar... —Fruncí el ceño—. Espera, ¿cómo sabes que no sé andar en bicicleta? —cuestioné confundido. 

Namjoon soltó un gran suspiro y segundos después rió.

—El año pasado te estuve observando mucho. Digamos que conocí muchas cosas de ti. —sonrió—. Las bicicletas son geniales, ¿no lo crees? Ahora que sabes andar, espero que algún día podamos salir juntos. 

—Claro —contesté sintiendo un calor apoderarse de mis mejillas—. Cuando quieras. 

Namjoon me sonrió mientras se montaba en su bicicleta. 

—Ahora debo regresar a casa, luego acordamos cuándo. ¡Que tengas un lindo día! —saludó, y sin más que decir, se marchó dejándome un tanto sorprendido por lo que había dicho. 

¿Él me observaba? ¿Por qué ya no lo hace? 

Me sentí un tanto deprimido al pensar que podía haber hecho algo para que él perdiera el interés en mí. 

Tal vez no era lo suficientemente interesante para él, ¿cómo podría serlo? Namjoon es tan diferente a mí, tan etéreo. Yo solo soy un pequeño que apenas sabe cuidarse solo. 

Hice una mueca y me levanté junto a la bicicleta para volver a la tienda de licores. No me sentía animado, quería regresar a casa. 

No me demoré mucho en llegar, pero antes de ingresar miré al interior de la tienda. 

Jungkook observaba a Taehyung con toda la atención del mundo. Analizaba cada una de sus acciones con detenimiento, como si esperara conocerlo, como si esperara que se diera cuenta de lo enamorado que estaba. 

Solté un suspiro al pensar en Namjoon mirándome. Quizás no enamorado, pero sí esperando conocerme. 

¿Lo habré decepcionado? ¿Por qué dejé de interesarle? 

Taehyung se volteó y le señaló algo a Jungkook. Este inmediatamente acató su orden y con torpeza fue en busca de lo que mi mejor amigo había pedido. 

Taehyung esbozó una sonrisa de ternura y eso me hizo sentir un escalofrío. 

Así que solo apoyé la bicicleta afuera de la tienda y sin más que decir, me marché en dirección a casa. 

No quería el pago y mucho menos entrar allí. No quería sobrar ni interrumpir su momento.

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