❥ Conociéndolo.

Jimin caminaba a mi lado de mal humor mientras íbamos en dirección a uno de los trabajos de Taehyung.

—No entiendo cómo es que sabes que trabaja allí también. —Bostezó y me miró enojado—. Y no entiendo por qué me levantaste tan temprano para esto. 

Una sonrisa se formó en mi rostro y lo miré con bastante emoción.

—Seguí tu consejo y le hablé. —Jimin elevó una ceja—. No duramos mucho hablando, perooo —alargué— duró lo suficiente como para saber que trabaja en la tienda de licores.

—¿Y vamos a visitarlo de casualidad o él sabe que vamos? —cuestionó mientras se estiraba. 

—¡Claro que sabe! Le dije que podríamos ayudarle.

El rubio abrió sus ojos escandalizado y comenzó a negar rápidamente.

—No, no, no voy a trabajar. —Me señaló con enojo—. ¡Ni lo pienses, Jeon!

Sus pasos cambiaron de dirección y comenzó a alejarse de mí. Inmediatamente corrí detrás del rubio y me percaté de lo bonito que se veía con aquella ropa. 

Haga lo que haga se ve muy tierno y lindo. Los científicos deberían investigarlo, eso no es normal. 

—¡Por favor, por favor! —pedí abrazándolo por la espalda—. Solo ayúdame en esta, si voy yo solo no se vería tan bien. Es hasta que sea su amigo. 

El cuerpo de Jimin estaba tenso entre mis brazos, como si hubiese visto a un fantasma o simplemente no le gustara que lo tocase.

—¿Es necesario el contacto físico? —preguntó con una voz sombría, y yo, por mi propia seguridad, me alejé rápidamente.

—Es que pensé que ya teníamos esa confianza para abrazarnos, y ya sabes... esas cosas que haces con Hoseok y Taehyung —excusé a velocidad de la luz. 

Jimin se volteó y con una mirada filosa repitió. 

—Hoseok... —Chasqueó su lengua—. Creo que él te acompleja demasiado. 

—¿Qué? —Fruncí el ceño—. ¡Claro que no! 

Claro que sí. 

—Solo lo digo porque siempre dejas que él te abrace y te besuquee, cuando no eres tan apegado a él como lo eres conmigo. —Solté una risa nervioso—. Quiero decir, no es que te quiera besuquear, pero estamos en esa confianza de amigos de, ya sabes —le di un golpecito en el brazo—, poder invadir nuestro espacio personal, bro... —Finalicé con una sonrisa incómoda. 

Él me miró de pies a cabeza con el ceño fruncido y segundos después solo negó. 

—No intentes aclarar, es peor —soltó sin dudar—. De acuerdo, pero esta será la única vez que trabajaré gratis. Podría estar durmiendo en vez de gastar mis energías —finalizó mientras comenzaba a caminar nuevamente hacia el trabajo de Taehyung.

No pude evitar festejar. 

Esto tiene que salir bien.

Jimin y yo fuimos en completo silencio hasta el trabajo de Taehyung. A pesar de haber accedido a ir, mi pequeño amigo rubio aún seguía de malhumor por haberlo levantado tan temprano un día sábado. 

Pero yo no podía desaprovechar esa oportunidad que la vida me estaba dando. 

Cuando llegamos, el pelirrojo nos recibió de manera super amigable, incluso abrazó y besuqueó a Jimin.

Y no recibió ninguna queja ni respuesta sombría de su parte... Increíble, soy el amigo con menos derechos, y eso que yo LAVO SU ROPA Y LE COCINO. 

—Ya le dije a mi jefe que vendrían a ayudarme. —Sonrió el pelirrojo de manera dulce—. Así que vayan al depósito, seguro les da la indicaciones y, por supuesto, les va a pagar.

Los ojos de Jimin brillaron. 

—Eso es bueno, aquí se estaban quejando porque pensaban que no iban a recibir paga —comenté en broma, y Jimin solo puso los ojos en blanco. 

—Yo ni por amor trabajo gratis. —Me dio dos golpes en la espalda—. No soy idiota —finalizó con una sonrisa pequeña pero malvada. 

Auch...

Se volteó, y luego de meter las manos en sus bolsillos, se fue en dirección al depósito, dejándonos a mí y a Taehyung solos. 

—¿A qué se refería? —preguntó con confusión el chico frente a mí.

Solté una risa nerviosa y me encogí de hombros.

—Vaya a saber, Jimin dice cosas sin sentido siempre. —Reí—. Bueno, te avisaré lo que nos toque hacer...

Antes de que me dijese algo más me marché, rezando para que Jimin no hiciera más comentarios que me fueran a comprometer. 

Cuando llegué al depósito, el rubio me esperaba mirando un punto fijo en el piso. Tanto que cuando me coloqué a su lado ni siquiera lo notó. Claramente estaba absorto en sus pensamientos. 

—¿Entramos? —pregunté llamando su atención y él asintió de inmediato.

Jimin se veía mucho más tranquilo luego del rechazo de Namjoon. Su personalidad se había apaciguado tanto que me parecía increíble que se tratase del mismo chico que conocí hace unos meses. 

Igual, es entendible. Yo no saldría de mi casa si Taehyung me rechazara. 

—Buenos días. Usted debe ser el jefe de Taehyung —saludé llamando la atención del hombre.

Este al vernos se volteó y nos miró de pies a cabeza. 

Uy, mal paso para comenzar con Jimin.

—Ah, ustedes son los amigos. —Con desagrado se acercó hasta nosotros y suspiró—. Grandote, —me señaló— ayuda a Kim, y tú, chiquito, puedes encargarte de hacer llegar los pedidos. 

No dijo eso...

—¿Chiquito? —repitió Jimin incrédulo—. No, si usted mide tres metros.

El hombre frunció el ceño. 

—Las pirámides egipcias quedan chiquitas a su lado —señaló con molestia—. ¿Ha considerado jugar básquetbol? Digo, por su gran altura. 

Agarré a Jimin de la cintura y comencé a jalarlo hacia atrás.

—Disculpe —pedí mientras me reía nerviosamente y Jimin parecía sumamente de acuerdo con saltar hacia el tipo y hacerlo añicos. 

No dejé que ninguno hablara más, solo me llevé a Jimin fuera de ese lugar. 

Sabía que si le daba la oportunidad al pequeño rubio, este atacaría sin piedad al hombre y no podía dejar que nos terminaran echando. 

—¿Qué haces? —soltó Jimin casi pataleando—. Ese idiota se refirió a mí como 'chiquito'. 

—Ya, ¿qué sentido tiene pelear? —pregunté colocándome frente a él y tomándolo de los hombros—. Es mayor que nosotros, no podemos perderle el respeto.

—¿Respeto? Respeto las bolas —soltó furioso—. Ese idiota se burló de mí. Me dijo chiquito como si él fuera sumamente grande. 

—¿Y eso qué? ¿En serio vas a tomar la opinión de alguien insignificante? —cuestioné, pero él solo puso los ojos en blanco.

—Es que tú piensas lo mismo que él, que soy chiquito. Como si serlo fuera algo malo... ¡Tengo solo diecisiete años! Estoy creciendo —se quejó frustrado y yo solté una pequeña risa.

—A mí me encanta tu altura, y lo dijiste, vas a crecer más. No me gusta la idea, pero solo debes ignorarlo. Ser bajito es tu esencia y es lo más hermoso que tienes. Además que todos tenemos claro que tu altura no limita tu poder —solté un suspiro—. Créeme que si alguien de mi altura se parase a mi lado y luego tú, me sentiría más intimidado por ti —confesé con honestidad. 

Las mejillas de Jimin se pusieron de un hermoso tono rosa, lo cual me causó ternura. 

—¿Crees que mi altura es linda? —preguntó con voz baja y yo asentí sin dudar.

—Claro que lo creo, es más, estoy seguro de ello —aseguré sonriendo y luego solo revolví su cabello—. No dejes que un don nadie te haga sentir menos, y si eres chiquito ¿cuál es el problema? Eres mejor que él y que cualquiera. 

Una sonrisa tímida se formó en su rostro y asintió para luego comenzar a caminar. 

—¿A dónde vas? —pregunté desentendido—. ¿Dije algo malo?

Jimin negó.

—Voy a preguntarle a Taehyung qué debo hacer... —contestó—. Así ya puedes empezar con tu plan. 

Pero... ¿Qué? Estábamos hablando de él.

...
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Jungkook me ayudó a sostener las cajas que Taehyung nos había entregado, y yo ya me estaba cuestionando el hacer esto.

¿Por qué accedí? Podría estar durmiendo tranquilo. 

—No te preocupes, podemos hacerlo rápido —animó Jungkook con una pequeña sonrisa. 

—¿Qué? ¡No! —negué con enojo—. Me trajiste hasta aquí para hacerte amigo de Taehyung, tienes que cumplir con eso mientras yo hago esta mierda. 

Jungkook soltó un suspiro y negó.

—Es demasiado para entregar. No te puedo dejar hacer todo esto solo. Apenas podrás cargarlo y, además, son botellas —explicó con preocupación, a lo que yo puse mis ojos en blanco. 

—¡Tranquilo! —Taehyung nos interrumpió llegando con nosotros, pero con una bicicleta—. Puedes ir con esto a entregar. 

Miré aquella bicicleta y subí la mirada a mi mejor amigo. Parecía que me estaba tomando el pelo. 

—Aunque, ahora que lo pienso mejor, yo puedo encargarme de los pedidos y tú y Jungkook pueden seguir ordenando la tienda, ¿les parece? —yo negué inmediatamente. 

—¡No! Es mi trabajo, yo lo hago. —Tomé algunas cajas y las coloqué en el canasto que había.

—Jimin, pero... —Miré a Taehyung y negué.

—Déjame, yo puedo. Ustedes sigan con su parte del trabajo. 

Ambos se miraron y yo simplemente solté un suspiro mientras le quitaba las cajas a Jungkook y las acomodaba.

—Nos vemos enseguida. 

Sin más que decir comencé a caminar con la bicicleta a mi lado. Mientras me alejaba pude escuchar una pregunta de parte de Jungkook.

—¿Por qué no se monta a la bicicleta?

—Es que no sabe utilizarla.

Apuré mi paso cuando escuché a Jungkook gritar mi nombre con la intención de detenerme. 

Idiota, debería aprovechar su oportunidad para estar a solas con Taehyung

...

...
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Miré a Taehyung mientras este anotaba y controlaba el stock de una de las estanterías. 

Llevábamos aproximadamente una hora y media ordenando cosas, y ninguno de los dos decía algo.

Taehyung es fascinante, independiente e inteligente. Es talentoso y muy responsable. Siempre tiene energía, la cual es sumamente única y llega al punto de hacerte sonreír con solo verlo. 

Su pelo rojo llama muchísimo la atención hasta que lo conoces y entiendes lo poco llamativo que es al lado de su personalidad. 

Taehyung me gusta desde hace un año cuando lo vi pelear con la ex-presidenta del Consejo Estudiantil por una injusticia, la de seguir utilizando animales para las clases de biología.

Sonaba tan seguro y tan dispuesto a pelear hasta lo último, que me enamoré de cómo defendía su ideología. No ganó, pero sí logró que muchos dejáramos de participar en las clases donde se hacían disecciones en animales. 

Taehyung es muy seguro de sí mismo y muy valiente, además que estar a su lado es bastante cómodo, cosa que no me suele pasar con muchas personas. 

Tal vez solo con Namjoon y Jimin...

Jimin... 

Él es tan diferente, es tierno y pequeño. Puede defenderse solo pero suele buscar protección en otros, lo cual me causa mucha gracia ya que es todo lo contrario a lo que aparenta ser. 

No es cariñoso, pero te demuestra que te quiere a su manera. ¿Cómo lo hace? Bueno, él te da el paso a entrar a su vida y con eso ya es mucho. 

Incluso me dice Jungkookie, y créanme, para mí eso es todo un logro

Una sonrisa se me formó en el rostro y eso llamó la atención de mi compañero.

—¿En qué piensas? —preguntó con curiosidad.

Fruncí el ceño y abrí mi boca. 

—En Jimin —contesté sin pensar y él levantó sus cejas de manera juguetona mientras yo reía—. No es lo que piensas. 

—¿Cómo sabes qué pienso? —preguntó sonriendo. 

—Porque todos piensan lo mismo —contesté sin dudar—. Ya sabes... que él y yo somos una potencial pareja y que deberíamos estar juntos. —Reí—. Pero en realidad somos muy buenos amigos.

Taehyung soltó una risa y se encogió de hombros.

—Es lógico que pensemos eso. Si hubieses visto tu sonrisa recién entenderías por qué lo pensamos. —Me señaló con su lapicera—. Algo me dice que ustedes no son conscientes de lo que transmiten. 

—Oh, vamos. —Acomodé el último licor—. Jimin y yo estamos enamorados de otras personas, es por eso que no tenemos interés el uno por el otro. 

El pelirrojo puso sus ojos en blanco y se volteó para seguir revisando las estanterías. 

—Sí, me imaginé esa historia. Supongo que Jimin sigue enamorado de Namjoon, ¿no? —preguntó con voz tranquila.

—¿Cómo sabes? —pregunté sorprendido.

—Soy observador, además soy su mejor amigo. —Rió—. Ahora, ¿de quién está enamorado Jungkookie? —preguntó en voz baja. 

Inmediatamente mi sonrisa se borró y sentí una cosa extraña en el vientre. 

Tal vez podría aprovechar para decirle lo mucho que me gusta. Hacer ese tipo de confesiones en donde lo invitaba a salir, pero algo me decía que no. 

No es el momento de hacerlo.

—De alguien —contesté inseguro—. ¿Y tú? ¿Estás enamorado de alguien? 

Soltó un gran suspiro.

—Sí. No. No lo sé. —Se encogió de hombros y se dio vuelta para mirarme con una pequeña sonrisa—. Aunque así fuera, en realidad no estoy en un momento de mi vida donde quiera estar con alguien. Quiero concentrarme en otras cosas, por lo tanto, no tengo tiempo para el amor. 

—¿Tan así? —pregunté un tanto decepcionado. 

—Sí. No es algo que me interese demasiado —comentó—. Quizás porque mi mente está tan llena de otros objetivos que no se interesa en el amor. Por ahora, no. —Sonrió y se acercó hasta las cajas cercanas a mí. 

Tomó un par de botellas y las llevó hasta la estantería que revisaba unos minutos atrás. 

—Quizás porque no has conocido a la persona correcta. Dicen que el amor es especial cuando encuentras a la persona ideal para ti —señalé apoyándome en el mostrador.

—El amor es como los ovnis, hay que sentirlo y verlo para creer que existe. Sino, solo es algo incierto. —Se giró y me observó con una sonrisa—. Por ejemplo, la persona que te gusta, ¿cómo sabes que en realidad es amor? Quizás no es así y solo estás confundiendo tus sentimientos. Dices que por Jimin solo sientes amistad, pero quién te asegura que no es amor. 

—Supongo que lo sé porque lo siento y lo veo —contesté con seguridad—. Sé que lo mío con Jimin es pura amistad y no hay más que eso. Además, estoy seguro de que a él le sucede lo mismo. Créeme, me daría cuenta si estuviera enamorado de él.

Taehyung soltó una risa. 

A veces no nos damos cuenta de nuestros sentimientos —finalizó para continuar ordenando las cosas en silencio.

...

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