OO4: Hoseok & Bombones
El omega no solamente estaba enterado sobre la fascinación de Hoseok por la poesía, sino que también sabía que el alfa era muy bueno para escribirlos, compartir las clases con el alfa le daba una pequeña ventaja a Yoongi, conocer a los alfas era necesario, y Hoseok era quien más pasaba tiempo con él, aunque claro, sin interrumpir sus clases de por medio.
Yoongi consideraba que el alfa cuando se trataba de escritores, tenía buenos gustos, casi siempre Hoseok se dedicaba a recomendarle nuevos libros cuando podía, o hablaban de libros en buenas oportunidades, la literatura era una pasión sumamente inculcada en el alfa, y a Yoongi no le molestaba en lo absoluto hablar sobre libros, le encanta leer, es uno de sus pasatiempos favoritos, pero inclusive el omega consideraba que Hoseok le ganaba en cuanto a esa pasión por los libros.
Todavía recuerda claramente como Hoseok se la había pasado en una clase completa escribiendo una y otra vez sobre una hoja de papel, borrando, haciendo tachaduras en las palabras, y volviendo a leer lo que había escrito, para algunos la poesía podía ser pan comido, algo que podías sacar a la primera y sin tantas complicaciones, pero para otros, era distinto, la poesía se trataba de un asunto que se debía de tomar en serio, y Hoseok se la tomaba muy en serio, tan en serio, que se había quedado casi por dos horas completas pensando en cómo expresar mediante palabras bonitas lo mucho que le gusta Yoongi.
El poema había sido sumamente hermoso, Yoongi había quedado sumamente encantado, pero había dado una respuesta que por supuesto el alfa no se esperaba ni en sus más grandes sueños, la respuesta había roto un poco el corazón de Hoseok, que inclusive el alfa pensó que tendría que mejorar un poco en sus palabras para así hacerlas mucho más eficientes, quizás la poesía no era lo suyo después de todo, pero por supuesto, Yoongi consideraba que la poesía en verdad se trataba de algo bueno para Hoseok.
Las ideas para el regalo de Hoseok eran variadas, Yoongi recordaba como aquel alfa se había confesado ante él, había sido un acto sumamente dulce, y lleno de sentimientos que simplemente había hecho que sintiera como la calidez invadía por completo su pecho, el omega necesitaba causar la misma impresión en el alfa, pero no sabía exactamente cómo hacerlo en realidad.
Pedir consejo sería una grandiosa idea en ese momento, y lo había hecho, Chanyeol le menciono algunos regalos que podía darle al alfa, y había uno en especial que Yoongi consideraba ideal para dárselo a Hoseok, pero no sabía si causaría un gran impacto en el alfa, pero debía intentarlo.
No fue difícil para Yoongi buscar lo que quería, para todo escritor, es siempre de su agrado obtener un cuaderno en donde puedan hacer anotaciones, las ideas pueden venir en cualquier momento y en cualquier lugar, inclusive en los menos inesperados, y plasmar esas ideas, a veces era difícil, porque no había en donde podías escribirlas al instante, servilletas de papel, papel higiénico, tela, inclusive en la misma piel, era a veces en donde se arriesgaban a plasmar sus ideas.
Yoongi pensó mucho las cosas, y comprarle un cuaderno a Hoseok, había sido la mejor opción después de analizarlo, pero no iba a ir por un cuaderno de mala calidad, sino uno que a él le pareciera lo suficientemente apto para ser un buen regalo, y de entre tantos que había logrado ver, había uno que logró llamar por completo su atención, no era grande, inclusive una mano podía entrar perfecto en la portada, pero era perfecta, costuras en su lomo para pegar sus hojas blancas, las cuales tenían las esquinas con los picos cortados, totalmente blancas, el papel no era tan grueso, pero era de calidad, la textura era suave al tacto, y la pasta era dura y recubierta de cuero de color marrón oscuro, sin algún logotipo enfrente, y en medio de las hojas, se encontraba un separador hecho de listón de color azul cielo, era perfecto.
A pesar de que el regalo era perfecto, Yoongi sabía que faltaba algo más, necesitaba algo dulce para completar su regalo, no tuvo que pensarlo mucho, no cuando encontró el postre perfecto que quería darle como regalo a Hoseok.
El aula estaba casi vacía.
La única persona que se encontraba dentro de ella, era Hoseok, quien quería aprovechar un poco de su tiempo, sabe perfectamente que las clases ahora mismo se podían considerar como canceladas debido al día del lobo blanco, por una parte, sentía que se aburriría, pero por otra esto le ayudaba mucho, ya que a veces no tenía tiempo de completar algunas tareas en casa, así que nada mejor que poder completar las tareas justo allí, en el aula vacía y en esas horas libres.
Hoseok soltó un largo suspiro, ya había terminado con tres de las tareas que tenía incompletas, solamente le faltaban dos más y sería totalmente libre, quizás vaya a ver a los demás chicos para saber cómo les estaba yendo, después de todo, Yoongi no se había aparecido en todo el día, así que suponía que el omega se había quedado en casa.
El alfa estiro sus brazos hacia arriba, mientras cerraba por breves momentos sus ojos y retenía el aire que había inhalado, pero antes de que siquiera pensase en soltarlo, sus ojos se abrieron, dirigiendo una mirada hacia la entrada del aula, y allí lo vio, con sus cabellos levemente despeinados por el viento, Min Yoongi, el omega por el cual suspiraba se encontraba afuera del aula, y traía algo en sus manos, Hoseok alcanzo a distinguir una caja pequeña en forma de corazón de color blanco, además de que encima de dicha caja, se encontraba lo que parecía ser un cuaderno, parpadeo un par de veces.
—¡Hey, Yoongi! —el omega en cuanto escucho la voz animada del alfa, no pudo evitar dar un pequeño salto por la sorpresa, de inmediato busco con la mirada hacia la dirección en que se había escuchado aquella voz, y es que el eco del aula vacía había contribuido inclusive a que la voz de Hoseok se escuchase mucho más fuerte—. Perdón —el alfa elevo su mano y la sacudió de un lado a otro para saludar al omega.
Yoongi dio un ligero apretón a la caja que llevaba consigo, trago saliva con pesadez, sintiendo el pequeño nudo en su garganta, debía de tomar valentía, sólo era entregarle el regalo, nada podía salir mal, así que, sin más, camino hacia la entrada del aula con pasos seguros.
—Pensé que ibas a faltar este día —menciono Hoseok en cuanto vio al omega entrar.
—N-no —dijo Yoongi, sentía como su corazón aceleraba sus latidos, los nervios los tenía a flor de piel—, en realidad, he estado algo o-ocupado...
—¿Ocupado en clases libres? —el alfa no pudo evitar mirar hacia las manos del omega, ¿ese regalo será para él? Pronto lo sabría, mientras mantendría la compostura para no saltar de la emoción que estaba creciendo dentro de él—. Supongo has estado haciendo tarea pendiente.
—E-en realidad —Yoongi bajo su mirada a sus manos, sintiendo sus mejillas calentarse—, es por otros asuntos —el omega contuvo la respiración por unos momentos, cerró sus ojos con fuerza y bajando levemente la cabeza, estiro sus brazos hacia el frente en cuanto llego con Hoseok—, e-e-es para t-ti.
El alfa, que aún permanecía sentado, no dudo en dejar el bolígrafo que traía en su mano derecha sobre el escritorio, para después incorporarse de su sitio y poder tomar lo que Yoongi le estaba entregando, el omega sintió como los dedos de Hoseok se rozaban ligeramente con los suyos, por lo que aparto de inmediato sus manos, y las escondió detrás de su espalda, se sentía muy avergonzado.
Hoseok miro con detalle lo que el omega le entregaba, observo el cuaderno en primer lugar, sonrió, era hermoso, coloco la caja sobre su mesa de trabajo, y entonces decidió darle una pequeña hojeada al cuaderno, y en la primera hoja, venía escrito algo.
"Sí la diosa luna me permitiera tener cien vidas, todas ellas las pasaría contigo."
El alfa no tardo en reconocer aquella frase, se trataba de una de las frases del poema que le había escrito al omega.
—¿En verdad lo recordaste? —miro hacia el omega, quien al percatarse de lo que leía el alfa, sintió sus mejillas arder en demasía.
—S-sí, es un lindo poema, recuerdo cada frase —el omega aparto la mirada, se sentía tan avergonzado—, e-eres muy bueno escribiendo.
El alfa cerró el cuaderno y se dispuso a abrir la caja en forma de corazón, y en cuanto lo hizo, se percató de que esta estaba repleta de bombones cubiertos de chocolate, sus ojos brillaron en demasía, esos dulces eran de sus favoritos.
—¡Woaa! —el omega volvió a mirar al alfa al escucharlo—. Mis favoritos —Hoseok miro al omega—, gracias, bonito —el alfa no dudo en tomar uno de los dulces e introducirlo en su boca—, entonces, ¿aceptas mis sentimientos?
—S-sí —dijo Yoongi dando un pequeño asentimiento.
Y en cuanto el alfa escucho esa respuesta, no dudo en aproximarse a Yoongi solamente para depositar un pequeño beso sobre su frente, el omega abrió los ojos en grande al sentir los belfos del alfa tocar su piel con delicadeza, dejando como rastro un pequeño chasquido de sus labios al separarse, el omega sintió su rostro arder totalmente.
Jijiji, ¿crees saber ahora el orden correcto?
Veamos si es así, ¿quién sigue?
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