OO3: Seokjin & Caramelos

Pedir ayuda para buscar los regalos perfectos para sus alfas había sido la mejor decisión que Yoongi había tomado, y tener a Chanyeol de su lado era una ventaja muy buena, ahora Yoongi había estado pensando demasiado, Chanyeol le dio varias opciones que podían ser de gran ayuda para él, y estaba muy agradecido con la ayuda.

Pero escoger el regalo perfecto para cada uno de los alfas, ese era el pequeño detalle, Yoongi no se consideraba bueno para escoger un buen regalo, y mucho menos para ese día en específico, pero sabía que tenía que hacerlo, tarde o temprano debía de hacerlo, además ellos esperaban una respuesta de parte suya, por lo que Yoongi tendría que esmerarse para que ellos estuvieran satisfechos con su respuesta.

En el primer alfa en que pensó, fue Kim Seokjin.

Seokjin fue demasiado detallista en el día de los enamorados, entregándole un ramo de rosas con chocolates dentro de cada una de las rosas, esas flores habían sido un detalle sumamente halagador y lleno de dulzura de parte del alfa, inclusive el omega se había sentido sumamente apenado por el detalle tan grande que el alfa había tenido con él, había amado ese regalo, jamás en su vida había recibido flores, y haberlas recibido aquel día y que fueran de parte de aquel alfa, hacía que todo fuera especial.

Después de aquel día, el alfa se había dedicado a regalarle dulces, muchos dulces, caramelos de anís, de frambuesa, de cereza, de limón, de café, paletas de caramelo de sabor fresa, mango, piña, chocolates rellenos de malvavisco, dulce de leche, o inclusive rellenos de más chocolate derretido, todo con Seokjin siempre tenía que ver con caramelos, Yoongi no ponía queja alguna al recibir cada uno de esos dulces, amaba todo lo que tuviera que ver con los dulces.

Pero era hora de dejar de recibir los dulces y darlos, Yoongi había notado que Seokjin tenía cierto gusto por algunos dulces, por ejemplo, casi siempre le gustaba regalarle dulces que no tuvieran el sabor a fresa, pues Yoongi recibía muchos de sabor a uva, o inclusive muchos de limón y café, además de esos chocolates que se derretían en la boca con sólo el primer bocado, el chocolate semi amargo era uno de los preferidos por Seokjin, ya que siempre le regalaba de aquellos chocolates al omega.

Aquellas pequeñas señales eran suficientes para que Yoongi pudiera saber exactamente lo que el alfa buscaba y le encantaba, así que no lo pensó mucho, el lado bueno de celebrar las fechas importantes para las parejas, era que podían tener horas libres, Yoongi sabía perfectamente que en ese día, no habría clases debido a que los profesores inclusive pasan tiempo con sus respectivas parejas, por lo que tenía el tiempo suficiente para ir en la búsqueda de todos sus obsequios, y entregarlos en el momento preciso.

Seokjin sería el primer alfa en obtener su regalo, Yoongi no debía perder más el tiempo, salió en búsqueda de unos caramelos que a él le gustaban mucho, se trataban de pequeños caramelos en forma esférica de distintos colores, brillantes, y envueltos en papeles blancos, todos y cada uno tenían ese envoltorio, y en cada envoltorio venía el dibujo de una fruta distinta, Yoongi compró alguno de estos, y no dudo en separar los que eran sabor a fresa, al menos eran pocos.

En cuanto termino de separarlos, escribió en una pequeña tarjeta de color blanco algunas palabras, para después colocar los caramelos dentro de una bolsa de cartón de color rojo, y después pegar aquella pequeña tarjeta justo en la bolsa de cartón delgado, y sonrió, el regalo estaba listo, ahora solamente le faltaba ir en busca de Seokjin.

El alfa se encontraba guardando algunas cosas en su casillero, necesitaba dejar los libros de todas las clases dentro, la costumbre siempre lo hacía llevar todo lo necesario a la escuela en los días que sabía perfectamente que no habría clases, era una lástima, y más porque tenía que cargar con las cosas, pero al menos ya no debía hacerlo por el momento, y disfrutaría del resto del día, después de toso las clases parecían cancelarse por completo solamente para que los alumnos disfrutarán del día.

Estaba a punto de cerrar su casillero, cuando una voz llamo su atención.

—¡Seokjin! —escuchar su nombre salir de esa adorable voz solamente había hecho que su corazón comenzará a latir como un loco, miro de su lado izquierdo, y allí lo vio, el omega por el cual suspiraba como un loco se estaba acercando hacia él.

En ese momento casi podía verlo correr con lentitud, parecía como si el tiempo quisiera que disfrutará de ese maravilloso momento, observar a Min Yoongi correr en su dirección, con ese leve sonrojo en sus mejillas, y esa timidez incrustada en la mirada del omega, lo hacía cada vez mucho más hermoso de lo que ya es el omega.

Y en cuanto Yoongi logró estar por fin a un par de pasos cerca del alfa, Seokjin no pudo más que sentirse sumamente feliz de poder tener al omega allí con él, Yoongi trataba de regular su respiración, había corrido por algunos de los pasillos y había preguntado a muchas personas por Seokjin, y todas le ayudaron a llegar donde el alfa se encontraba, agradecía en sus adentros a cada uno de esos desconocidos, ahora estaba frente al alfa, pero se sentía ligeramente nervioso al verlo, trago saliva con fuerza mientras sentía como su nerviosismo quería salir a la luz, pero no debía dejarse dominar por los nervios, debía ser valiente.

Se coloco derecho y miro al alfa a los ojos, Seokjin le regalaba una tenue sonrisa, haciendo que el poco valor que el omega había tomado en ese momento se esfumará por completo de sus manos.

—Es bueno verte, Yoongi —dijo el alfa mientras miraba atento al omega, observando el detalle de que Yoongi llevaba algo en su mano derecha, noto como apretaba con fuerza las delgadas correas de aquella bolsa de color rojo, era pequeña—, ¿es para mí?

El omega abrió los ojos en grande y sintió como su rostro se calentaba a más no poder, ¡se le había olvidado esconder sus manos!

—N-no —dijo Yoongi—, digo, ¡s-sí! —el omega se mordió la lengua, ¿cómo podía actuar tan estúpido en un momento como ese? ¡Por la luna!

La vergüenza lo hizo apartar la mirada, esto era un desastre, se suponía que no debía de actuar de ese modo, pero estaba sumamente nervioso, entregarle un regalo a un alfa no es nada fácil, y mucho menos si sabes que a ese alfa le gustas, era demasiado para su pobre corazón, Seokjin al ver al omega tan nervioso no pudo evitar sonreír, a sus ojos, el omega se veía sumamente lindo.

El alfa, no dudo en acercarse los pocos centímetros que los separaban, y en cuanto lo hizo, Yoongi sintió como si la respiración le faltase, el aroma del alfa no tardo en inundar sus fosas nasales, y Seokjin no dudo en acercar su mano a la de Yoongi. En cuanto el omega sintió como su mano izquierda era tomada con delicadeza por Seokjin, lo miro, y allí lo vio, la leve sonrisa de ese alfa, y esos ojos marrones brillantes por saber lo que había dentro de aquella bolsa, Yoongi se percató de lo atractivo que es Seokjin, y se preguntó cómo era posible que aquel alfa estuviera interesado en él, no lo entendía, y no sabía si quería comprender sus razones para gustarle a Seokjin, en lo único que pensaba en ese momento era en que sentir el tacto delicado de Seokjin sobre sus dedos era sumamente mágico y quería seguir sintiendo aquello por más días.

Seokjin no tardo en tomar el regalo, y Yoongi lo soltó sin poner resistencia alguna, el alfa no se apartó del omega, la distancia entre ambos era tan corta que casi sus pechos podían tocarse, de inmediato Seokjin no dudo en mirar el regalo, observando que dentro de la bolsa, había un montón de caramelos, entreabrió los labios al verlos, ¿cómo es que el omega sabía que esos caramelos eran de sus favoritos?

—¿Cómo lo supiste? —murmuro con lentitud para después mirar al omega—. No puedo creer que supieras que estos dulces son de mis favoritos.

—¿L-lo son? —las mejillas del omega volvieron a adquirir un sonrojo mientras Seokjin le regalaba un asentimiento—. E-es curioso, a mí también m-me gustan...

—Me alegra tener algo en común contigo, omega —Yoongi aparto de nuevo la mirada, necesitaba acostumbrarse a eso, pero simplemente no podía.

Seokjin no tardo en notar la pequeña tarjeta en la bolsa, así que la leyó.

"Querido, Seokjin.

Con este pequeño regalo, te quiero decir que acepto tus sentimientos, y estoy agradecido de que un alfa como tú, quiera que yo sea su omega, acepto tu cortejo, alfa."

Con esas simples palabras, Seokjin pudo sentir que la emoción recorrió por completo su cuerpo, tanto así que no pudo evitar mirar al omega, y sin pensarlo mucho, elimino por completo la distancia entre ambos, y acerco su rostro hacia el omega.

Yoongi en cuanto vio las intenciones de Seokjin no pudo evitar cerrar los ojos con fuerza, no esperaba que eso fuera suficiente para que Seokjin quisiera besarlo, no quería un beso en esos momentos, ¡y mucho menos en los labios! No estaba listo mentalmente para eso, pero en cambio, los esponjosos labios del alfa fueron a dar directamente a su cabeza, dándole un pequeño beso sobre sus cabellos, justo en la coronilla.

—Gracias por aceptar mi cortejo, omega —respondió Seokjin, haciendo que el corazón de Yoongi se sintiera sumamente cálido con esa respuesta.

Y el siguiente será...

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