//Se supone que en esta historia Dabi tiene 21, mientras que HeeWon tiene 18.//

La rubia abrió su casillero, dispuesta a quitarse los zapatos para irse a casa, la casa Todoroki, donde vivía ahí esperando a los 21 para casarse con Shoto, uno de los hijos de Enji, cuya existencia lamentaba, porque HeeWon jamás amaría a Todoroki Shoto.

No mientras Todoroki Touya siga en su mente y corazón.

No mientras lo recuerde.

—HeeWon, ¿Quieres ir a cenar con nosotros hoy?—Preguntó Nejire, su mejor amiga en esa escuela, junto con Tamaki y Mirio, claro está.

—Hoy no chicos, tengo que llegar y entrenar con Endeavor, además de que Shoto me pidió que lo ayude a estudiar.—HeeWon no lamentaba que existiera Todoroki Shoto, lamentaba el compromiso con el.

—Es una pena... ¡Bien, entonces será otro día!

—Si quieren, mañana podemos ir a aquella cafetería cerca de la estación.—La rubia asintió ante la proposición de Mirio, al igual que la peliceleste.—¿Tamaki? ¿Que dices?

El peliazul se quedó embobado viendo la sonrisa de la rubia, pues no era un secreto para nadie (ni siquiera para la misma HeeWon) que Tamaki Amajiki estaba enamorado de Han HeeWon. Triste para el ya que la ojiceleste sólo parecía ignorar sus sentimientos.

—Eh, si, me parece bien.

—Entonces mañana nos vamos todos juntos.

Después de pronunciar dichas palabras, se dispuso a abrir su casillero, encontrando una nota y un chocolate con envoltura negra y azul.

"Pequeña HeeWon

Han pasado años desde que te vi, sigues igual de hermosa que siempre, y mis sentimientos hacia ti jamás cambiarán. Me pregunto si los tuyos habrán cambiado. Lo único de mi que ha cambiado es mi apariencia, pero sigo siendo igual de curioso, tengo muchas preguntas que hacerte, pero todo a su debido tiempo. En un mes sabrás quien soy, mientras tanto, recibirás mis cartas, cartas que revelan mis sentimientos hacia ti, sentimientos que llevan años existiendo y divagando dentro de mi.

Te ama, Dabi."

—¿Dabi? ¿Quién demonios es Dabi?—Preguntó el rubio más alto.

—No tengo la más pálida idea...— Abrió el chocolate y comió un trozo, era chocolate amargo con pasas, simplemente delicioso.—Pero si va a seguir dejándome estas cosas me parece un tipo genial.—Y un crack se escucho en el corazón de uno de los presentes.

Cambio a sus zapatos de vestir normales y justo en ese momento llego Shoto.

—HeeWon, que bueno que aun no te fuiste, regresemos juntos.

—Buenoo, nos vemos mañana chicos.

Y se fueron.