"¿Porqué hiciste eso?."
Las vacaciones terminaron, y los estudiantes que habían regresado a sus hogares volvían a Hogwarts.
Hermione estaba feliz por volver, ya quería ver a Harry y Ron.
A Draco le daba igual, aunque si sentía un toque de ganas, quería hablar con Granger, ella no era molesta como Pansy o estúpida como Cabble y Goyle.
El pequeño Malfoy se encontraba desempacando su baúl, en los dormitorios, para su suerte estaba solo, y así le gustaba.
El trato que Granger le había hecho al comienzo se había roto, ahora podría hacer lo que quisiera, mínimo con ese pelirrojo y Potter.
Terminó y se acostó en su cama, saco su varita y empezó a moverla, de la punta de esta, salían chispas de color rojo.
Kirlia estaba en su jaula, ululando, pedía salir, hace mucho que no entregaba o iba por una carta.
El rubio la miro, le sonrió, y descubrió que sus sonrisas eran más frecuentes en Hogwarts cuando estaba con la castaña que en su propio hogar.
Decidió ignorar eso, se levanto y tomó pergamino, tinta y una pluma, comenzó a escribir, su letra era fina y pulcra, digna de un Malfoy, a comparación de como escribían otros niños, Draco escribía perfectamente.
Enrollo el pergamino y se lo dio a Kirlia mientras le susurraba algo, segundos después, salió volando por la ventana en la cual se dejaba ver el lago, aun congelado.
El frío no había pasado, y duraría aún, pero ya era menos nieve y se toleraba un poco más.
El Slytherin bajo, y deseo con todas su fuerzas, por primera vez en su vida que mientras pasaba por la sala común nadie se inmutara de su presencia.
Pero claro Parkinson tenia que estar ahí para arruinar todo.
—¡Draco!— .Fue hacía el y lo abrazo, como si fuera su oso de peluche. —¿Que tal estuvieron tus vacaciones?— . La niña seguía apretandolo.
El, molesto se alejo de los brazos de Pansy, mientras ella lo miraba dolida.
—¡Hey Draco!—. La voz de Cabble se escucho desde el sillón en el cual este estaba sentado.
Malfoy los miro, se encontraban todos sus "amigos" ahí sentados, al parecer comiendo y jugando.
—¿Vienes?...—.El niño negó con la cabeza antes de que el terminara.
—Pero no te he dicho ni que—.Siguio Cabble.
A Draco no le interesaba, no tenía ganas de estar con ellos ahora, sin problema alguno salió de su sala común, dirigiendose hacia el baño del segundo piso.
***
—Pero Harry, tienes que devolverla, o por lo menos avisar—.Le decía Hermione a Harry.
Le habían contado los niños todo lo que había pasado, desde el espejo de Oesed hasta que su amigo Harry recibió en Navidad una capa de invisibilidad de alguien anónimo.
—¡Ni loco lo haria!, no le hagas caso Harry—.Negaba con la cabeza el pelirrojo.
Hermione iba a protestar pero una lechuza blanca con toques de café entro por una de las ventanas abiertas en la sala común.
Se posó en el descansa-brazos del sillón donde la leona estaba sentada, al parecer era para ella.
Con el ceño fruncido, inspeccionó a aquella lechuza, era muy hermosa, con inseguridad tomo el pergamino, acarició a la lechuza lenta y delicadamente, su pelaje era suave, muy suave.
La lechuza hecho a volar de nuevo para ir a su destino.
Hermione desenrrollo el pergamino, sus ojos avellanas leyeron las palabras que venían escritas tan finamente.
—"¿Será...?"—.Se preguntó internamente.
Ron estiró su cabeza todo lo que pudo para ver aquel pergamino que su amiga traia en manos, pero debido a que estaba sentado en otro sillón, la distancia lo impedía.
—¿De quien es?—.Hablo el pelirrojo.
—"¿Que le digo?"—.Su mente no procesaba bien las cosas.
Se encogió de hombros, haciéndose la que no tenía ni idea alguna.
—Yo... no lo se—.Fue lo único que dijo.
—Haber, déjame verla—.Ron se levanto y trato de quitarle aquel pergamino a Granger, está alejo su manos lejos de el.
—Bueno, ¿que es lo que dice?—.Ahora pregunto Harry.
Hermione dijo lo primero que se le pudo haber ocurrido.
—No se, su letra no es entendible, tal vez se equivocó—.Dijo mientras miraba el pergamino.
Ron se lo arrebato de las manos, para sorpresa de la castaña, en seguida lo recuperó antes de que el pelirrojo pudiera leer algo.
—¡Ronald!, pero, ¿que te sucede?. Eso es de mala educación—.Le dijo la gryffindor enojada.
Por lo menos tenía un pretexto, por más tonto que fuera, para irse de ahí.
Y eso hizo, salió de la sala común dirigiéndose hacia el lugar acordado, dejando a sus amigos extrañados.
***
—Draco, deberías dejar de ponerte tanto fijador en tu cabello, ¿no crees?—. Myrtle estaba al lado de el.
Draco suspiro, era la tercera persona que le decía lo mismo sobre su cabello fijado hacia atrás, a pesar de que era un buen lugar para relajarse y poder estar tranquilo, no era al 100% debido a Myrtle.
Decidió sentarse y recargar su espalda sobre una de las puertas de los baños y cerró los ojos.
Myrtle ya no hablo más, no había ruido, tal vez se haya ido.
El silencio se interrumpió por unos momentos al abrirse las puertas y ser cerradas, avisando que Hermione había llegado.
Draco pudo escuchar los pasos de Hermione, se estaba acercando a el, abrio los ojos y estaba parada en frente de el.
—Hola, Draco—.Le saludo por su nombre.
Siempre sentía extrañeza cuando ella le llamaba "Draco", era su nombre, pero era raro que ella lo dijera, siempre se llamaban por su apellido.
—Granger—.Mostró su típica sonrisa ladina.
A el Slytherin le gustaba más llamarla por su apellido, pero, en ocasiones la llamaba también por su nombre.
—¿Para que querías que viniera?—.Se sentó enfrente de Draco, cruzando sus pies.
El niño recogio los suyos para dejarle más espacio a la Gryffindor.
—Solo quería charlar.
—Tú lechuza es muy hermosa.
—Si, su nombre es: Kirlia. ¿Tu no tienes mascotas verdad?—.Pregunto.
Ella negó con la cabeza.
—Tal vez compre un gato, pero por el momento estoy bien—.Miro a su alrededor.—¿Y Myrtle?.
—Desaparecio, para ser sincero es mejor así—.Poso su cabeza sobre la puertas verdes de los baños.
Hubo un momento de silencio, al parecer ya no sabían de que hablar.
—Ron casi me descubre, ¿sabes?—.Le dijo Granger.
Se formó otra sonrisa en el rostro del rubio.
—¿Weasley?—.Rio.—¿De que hablas?—.Pregunto divertido.
—Estaba en la sala común hablando con Harry y Ron...—.Draco no pudo evitar hacer una mueca de disgusto, que Hermione ignoro.—y tu lechuza cruzo la ventana y apareció de la nada con un pergamino para mi. Ron me la quitó pero por suerte logre arrebatarsela antes de que leyera algo.—Concluyó.
Draco la miro.
—Tranquila Hermione—.Fingió poca importancia, aunque no pudiera haber imaginado que hubiera pasado si esa comadreja leyera el pergamino.
—Debes tomarle importancia a esto, ¿sabes que hubiera pasado si Ron hubiera leido eso?—.El ya se había hecho esa pregunta.—Debes ser más cuidadoso al mandar cartas—.Lo reprendio.
—Esta bien, Granger, sólo calmate. No paso a mayores.
—¿Como te fue en las vacaciones—.Se interesó la castaña, sus ojos estaban clavados en los suyos.
Su sonrisa se ensancho un poco más.
—Muy bien Granger—.Se cruzo de brazos.—¿Cuales fueron tus regalos?.
Hermione sonrió, y se pasó uno de sus mechones espojandos por detrás de su oreja.
—Me regalaron un par de sueteres y algunos libros de Hogwarts y de otros temas—.Su cara se había iluminado, le encantaban los libros.—¿Y a ti?.
—Me dieron varios dulces, libros y está pluma—.Malfoy saco de los bolsillos de su tunica una pluma.
Se la dio a Hermione, está la tomo, aquella pluma parecía una de las caras, era de punto fino, negra y con una línea delgada color dorado en la punta, no tenía tapa, tenía el típico botón.
La castaña se la regreso al rubio, este sonrió y la guardo.
—¿Como te fue en tus exámenes?—.Quiso saber el slytherin.
—Muy bien, mis estudios dieron frutos. ¿Y tu Malfoy?.
—Dejame decirte Granger, que no fuiste la única con buenas notas.
Hermione sonrió, su sonrisa era calida, Draco aún no podía creer la amistad secreta que tenía con ella.
Hubo un momento de silencio, no fue incomodo, pero tampoco muy agradable y es que la gryffindor tenía una pregunta que le costaba soltarla al rubio, aún tenía ciertos nervios de preguntar algo sobre su vida.
—¿Tienes algo con Pansy?—Cuestiono la niña, después de todo su curiosidad gano.
Ella no tenía ningún inconveniente en que tuviera algo con la niña, pero quería asegurarse los había visto últimamente muy juntos en el gran comedor.
Draco mostró horror en su rostro.
—¿Que? ¡claro que no!, ni loco sería novio de Parkinson, además tengo sólo 11 años Granger.
La mencionada rio, las expresiones y el tono de voz de su amigo mataban de risa a cualquiera.
—Esta bien, es que te he visto muy pegado con ella—.Se encogio de hombros restandole importancia.
Myrtle anunció su llegada con uno de sus típicos gritos, que sobresalto a Hermione.
—¿Por que diablos...—.Myrtle no dejo terminar a la castaña.
—Solo quería asustarte—.Myrtle río, sin duda cuando se lo proponía la fantasma era en serio irritante.
Draco rodó los ojos con enfado cuando Myrtle se puso al lado de el.
—Por cierto, Snape estaba rondando por acá, tal vez sería mejor que cada uno regresara, ya sabes, no vaya a ser que entre aquí y los vea.
Hermione se levanto enseguida, Draco hizo lo mismo.
—Bien, hurón te veré despues—.La niña extendio su mano.
Draco la estrecho, era su típico modo de despedirse.
Cada uno salió del baño, teniendo precaución en que no los pillara Snape o alguien más.
***
—Ron, cállate antes de que Snape nos bajé puntos por...
—Cuatro puntos menos Gryffindor—Hablo Severus sin despegar la vista de su pergamino—Agradezcan a la señorita Granger y al señor Weasley, ustedes dos guarden silencio—.El profesor seguía escribiendo.
Hermione mató a Ron con la mirada, Snape tenía algo contra la casa de gryffindor y más con Harry, el pelirrojo y ella.
Estaban en clase de pociones, junto con Slytherin, Snape había ordenado escribir la receta de dos pociones que venían en sus libros.
Esto le extraño a la castaña ya que casi siempre se dedicaban a elaborarlas, pero sin duda era menor estrés y nerviosismo.
Ronald callo y se dispuso a escribir, Hermione ya casi terminaba, Harry se encontraba atrás de ellos.
No había ningún ruido en la mazmorra más el que se hacía al escribir.
—Tengo hambre—.Volvio a hablar en susurros Ron.
—Por Merlín Ronald, guarda silencio—Dijo Hermione lo más bajo que pudo.
Al parecer el profesor no los había escuchado.
—Esta clase está de lo más aburrida y no ayuda a mi estómago en nada.
La castaña decidio no hablar más, tal vez si ella no decía nada su amigo por fin se callara, no quería perder más puntos eran la casa que menos tenía.
—Weasley—.La voz proveniente de cierto rubio desconcerto a Hermione—¿Puedes guardar silencio?.
—"Ay no"—Penso Granger.
Snape bajaría aún más puntos a Gryffindor y eso no era bueno.
—Bien, basta. 10 puntos menos a Gryffindor y a Slytherin—.Dijo Snape para sorpresa de todos.
No podia creerlo, y no sólo Hermione, ningún gryffindor, ni ningún slytherin podía creerlo.
El profesor Severus Snape, el mismo, le había bajado 10 puntos a la casa de Slytherin, sería el fin de todos los tiempos.
Y es que ni Draco lo pudo creer.
Hermione sabía que también habían bajado puntos a su casa pero estaba estupefacta, Snape adoraba a Slytherin y jamás le había bajado puntos.
—Siempre hay una primera vez—Musito el pelirrojo como si hubiera leído la mente de la castaña.
Draco miro con odio a Ronald, soltó un bufido y siguió de malas con su trabajo.
***
Sin duda alguna, a Draco le había salido mal su plan, o bueno, tal vez no, pero había afectado a su casa.
Correccion, el no había afectado nada, sabía que Pansy y sus amigas estaban hablando, se podía oír, y de seguro que el profesor también lo escucho.
Tal vez su voz fue la gota que derramó el vaso para Snape, había logrado que bajaran puntos a la casa de Gryffindor, pero también a la suya.
Y todo era culpa de Parkinson y sus amigas.
Había anochecido ya, y tenía el estómago lleno, hace algunas horas había ido al gran comedor.
La mayoría de las serpientes y demás alumnos se encontraban dormidos, pero Draco aún llevaba puesto su uniforme.
Kirlia entró por la ventana con un silencio sorprendente, Draco se levanto de su cama y fue hacia ella.
La acarició y en seguida le pregunto:
—¿Ellos están con Hagrid?.
La lechuza parpadeo en señal de respuesta, Malfoy había logrado entrenarla un poco, a veces hablaba con ella, Kirlia era muy inteligente.
Draco le sonrió y la volvió a acariciar, está voló a su jaula y empezó a comer su alimento que venía en esta.
El rubio se puso la túnica, aunque ya no nevaba no significaba que no hacía algo de frio.
Salio de los dormitorios y por suerte no encontró a nadie en la sala común, así que sin problemas salio.
Iria a arruinarles la fiesta a Harry y Ron, el era Draco Malfoy y no se quedaría de brazos cruzados después de lo que había pasado ese día, después de que la casa de Slytherin le hayan descontado 10 puntos.
El niño se dirigia con McGonagall, pero la curiosidad se apoderó de él, ¿que es lo que estaran haciendo a esas horas con Hagrid? se supone que los estudiantes deberían estar dormidos ya.
Esa duda no se la podía responder su hermosa lechuza, tal vez no pasará nada si fuera a echar un vistazo rapido.
Salio con mucha precaución hacia los jardines, por suerte nadie lo había pillado por el momento, fue corriendo hacia la cabaña del guardabosques.
Se podía observar que habían personas y que tenían luces prendidas, Draco ya había llegado, pudo visualizar una ventana en los costados.
Estaba algo alta para el, miro a su alrededor, había un tronco en el cual se sentaba Hagrid a veces.
El rubio lo trasladó hacía la ventana y se subió en el, ahora podía ver por aquella pequeña ventana redonda.
Pudo ver a Harry, Ron y... A Granger, ella estaba ahí, pero como no, era amiga de esos tontos, Draco nunca se le pasó por la cabeza que su amiga secreta estuviera presente.
Estaban rodeando la mesa y Hagrid estaba en medio, todos prestaban atención a algo.
Por aquella ventana polvorienta Malfoy pudo ver aquello que tenía tan interesados a todos, un dragón que acababa de salir del huevo.
Este escupió fuego que fue a dar directo a la emarañada barba de Hagrid.
Draco estaba sumergido en sus pensamientos y con la mirada dirigida hacia aquel dragón que no pudo esconderse de la mirada del semigigante.
Pudo escuchar la voz de Hagrid decir:
—¿El quien es?.
Fue eso lo que hizo reaccionar al rubio, abrió los ojos como platos y bajo del tronco, lo habían descubierto.
Regreso corriendo de nuevo al castillo, era ahora o nunca el poder vengarse, disfrutaría mucho ver como castigaban al pobreton de Weasley y a San Potty, pero Granger no tenía nada que ver.
—"Debería..."—Draco Lo pensó bien.
Tal vez la castaña se enojaria pero no a tal grado para dejar de ser su amiga.
Alto, ¿desde cuando le importaba todo eso? no iba dejar de llevar a cabo su excelente plan sólo por la leona.
Se dirigio con McGonagall enseguida.
***
—No entiendo, ¿es malo que Malfoy nos haya visto?—.Pregunto Harry.
—Es malo—.Ron respondio.
Hermione sabía que estaban rompiendo algunas reglas al salir tarde, pero ella esperaba que todo saliera bien.
Nunca pensó que Draco estuviera espiandolos, ¿porque lo haría? ¿los delataria?.
Oh, claro que si, pero, ¿el ser su amiga no evitaría algo?.
Hermione no había hablado desde que salieron de con Hagrid, tenía la mirada hacia el suelo aún dandole vueltas al asunto.
—Buenas noches.
Fue esa voz la que provocó que Hermione despegara la mirada del piso, vio a la profesora McGonagall en frente de ella, soltó una exclamación.
Y... Malfoy estaba a su lado con una sonrisa ladina.
Su amistad no había impedido nada.
***
—Nada, repito, nada. Justifica que los estudiantes anden vagando por la noche, cuando deberían estar dormidos—.Decia McGonagall a los tres.
Draco estaba a un lado, su plan había salido muy bien, sabía que Hermione se enojaria pero valdría la pena.
—50 puntos menos—.Finalizo.
Draco se sorprendió, 50 puntos era demasiado.
—¡¿Cincuenta?!—.Protesto el azabache.
—A cada uno—.Sersioro, Draco dejo escapar una sonrisa de sus labios.
Volteó a ver a la castaña, tenia el ceño fruncido y los labios formaban una linea, estaba molesta.
—Y para asegurarme que no se repita, los cuatro recibirán un castigo.
Malfoy proceso las palabras. La profesora McGonagall había dicho "Los cuatro", ¿lo estaba incluyendo a el acaso?.
—Disculpe profesora, tal vez escuche mal. ¿Dijo los cuatro?—.Se aproximó más a la subdirectora.
—Escucho bien señor Malfoy, a pesar de sus intenciones, también estaba fuera de la cama a horas inadecuadas, al igual que sus compañeros recibirá un castigó.
A Draco se le cayó el alma a los pies, su plan había sido frustrado por segunda vez.
No pudo evitar fruncir el ceño, volteó a ver a el trío, quien lo estaban mirando con una sonrisa en su rostro.
Si, también Hermione sonreía, al parecer le alegraba que Draco recibiera un castigó.
***
—"Te lo mereces Draco"—.Decia el subconsciente de Hermione.
McGonagall llevo a los cuatro niños fuera de el salón en el cual estaban, y Neville estaba de cuatro patas en el suelo.
—Señor Longbottom, ¿que hace fuera de la cama?—.McGonagall estaba desesperandose.
Neville se levanto al instante y se sacudió su pantalon de rayas que usaba de pijama.
—Lo-lo siento profesora, es que mi sapo Trevor se ha perdido.
No era noticia que a Longbottom se le perdiera su sapo, eso sucedía casi a diario.
—Bien, acompañara a sus compañeros a cumplir un castigó, los estudiantes no deben estar fuera de la cama a estas horas—.McGonagall junto sus manos.
Filch, paso por ahí, con un quinque para alumbrar, vio la escena y se acercó, ya que fue llamado por la profesora.
Al decirle lo que tenía que hacer, volvió a la sala y Filch se quedó con los 5 niños.
—Siganme.
Eso hicieron todos, salieron de nuevo a los jardines, Hermione notó que Neville temblaba un poco, no sabía si era por nervios o frio.
—Sigan caminando, hoy cumplirán su castigó con Hagrid, tiene una tarea que hacer y ustedes le ayudaran—.No se detuvo para nada, al parecer el no sentía frio.
A Hermione le recorrió un escalofrio.
El castigó no sonaba mal, iban a pasar tiempo con Hagrid, no estaba nada mal.
—Es una pena que ya no se castigue como antes, si, hace tiempo colgaban a los niños de los pulgares—.Susurro para si mismo Filch, eso aterró a Hermione.—Como extraño esos gritos.
—"¿En serio harían eso?".
Hagrid estaba afuera de su cabaña, tenía un arma, parecía un arco.
—Hagrid, son todos tuyos—.Dijo Filch.
Hagrid se sorbio la nariz.
—¿Que pasa Hagrid?—.Se intereso Harry.
—Norberto se fue, Dumbledore lo mando a Rumania—.Hagrid si que se había puesto triste.
Hermione decidió alentarlo.
—Anímate Hagrid, vivirá con otros dragones.
—Si, pero tal vez no le guste, sólo es un bebé recién nacido.
Filch y Malfoy veían la escena con el ceño fruncido, para ellos era simples tonterias, mientras que Neville no entendía nada.
—Oh, por favor, comportate cómo deberías. En pocos minutos entraras al bosque prohibido, necesitarás valor—.Filch estaba irritado.
—"¿Al bosque prohibido?".
—¿Al bosque prohibido?—.Al parecer Draco pensó lo mismo que la castaña—.Pero, los estudiantes no pueden entrar ahí, está prohibido y hay hombres lobo.
La mirada y el tono de Draco no era propio de el.
—Oh, no sólo hay hombres lobo en ese lugar, te lo puedo asegurar—.Bueno Filch no era de ayuda para Draco ni para nadie.
Malfoy guardo silencio y miro el bosque, Hermione hizo lo mismo, no se veía nada más que algunos troncos de los arboles, lo demás era pura negrura.
Aunque estuvieran con Hagrid, la castaña admitia que a pesar de que era amigo del guardabosques, Hagrid podía ser muy despistado y no tomar con importancia las cosas, ¿quien pensaria que un perro de tres cabezas es un animal incompresivo que sólo hace un trabajo?.
—Bien, vamos.
El semigigante comenzó a caminar, y los cinco niños lo siguieron, Filch los miro por unos segundos para después regresar al castillo.
Hermione podía notar el miedo de Neville y... ¿de Malfoy? si, Malfoy tenía miedo, lucia asustado.
Ron estaba a un lado de ella, se veía más calmado que los otros dos y Harry bueno no se veía nada preocupado.
Por su parte, ella sentía algo de miedo, lo único que alumbraba era el quinque de Hagrid, además, no sabía con que criaturas se toparian.
Después de caminar algún tramo en silencio, Hagrid se detuvo.
El se agachó y con los dedos tocó un charco viscoso color plateado, brillaba mucho.
—¿Ven esto? es sangre de unicornio, nuestro trabajo es buscar a ese unicornio, debe de estar por aqui—.Se limpio la sustancia en su ropa.
Nadie había dicho ni una sola palabra aún, el guardabosques siguió hablando.
—Bien, nos separaremos para que esto sea más rápido. Hermione tú con Ron, Neville conmigo y Harry tu irás con Malfoy—.Indicó.
Cada niño asintio, menos Draco que mostró una mueca de fastidio y es que de todos los presentes ahí le tenía que tocar con el que más odiaba, podía tolerar a Longbottom, hasta a Ronald pero si que la suerte no estaba de su lado.
Cada pareja iba a partir pero la voz de Hagrid los detuvo.
—Ah, si. Cualquier cosa, si se pierden o algo así lanzen chispas rojas con su varita, bien comiencen.
Hermione y Ron empezaron a caminar, como no se veía nada la castaña decidió encender su varita con un encantamiento muy sencillo "Lumos".
—¿Porqué Hagrid no nos dio un quinque?—.Pregunto Ronald.
—No lo se.
Continuaron caminando, se estaban adentrando más al bosque, cada vez se tornaba más oscuro y la luz de la varita de Hermione no era suficiente.
—Haz también tu el encantamiento Ron, si no no veremos nada.
Ron hizo lo que pidió su amiga, ahora había un poco más de luz.
—Ya caminamos mucho y aún no encontramos ese unicornio. Dime, ¿para que quiere a un unicornio moribundo?—.Sostenía su varita, siempre llevándola enfrente de el.
—Me he estado preguntando eso, tal vez quiera curarlo.
—Pobre Harry, tuvo que ir con Malfoy, sin duda eso es una pesadilla. No se como se puede convivir con ese niño mimado.
Ron expresó eso con molestia, y hizo que otro escalofrío se le presentará a Hermione, y es que ella si que convivia con ese niño mimado.
—Sigamos buscando.
No dijo nada más y siguió caminando, tenía cuidado al pisar ya que había muchas raíces de los grandes árboles y la tierra estaba húmeda.
—Hey, Hermione—.La llamo su amigo.
Esta volteó a verlo, el rostro de el la dejo confundida, tenía una expresión de terror.
—Ron, ¿que pasa?—.Se acerco a el.
Dirigió su mirada hacia donde la tenía posada el Weasley, acerco más su varita para ver con más claridad.
Había una sombra, o eso parecía, era como una capucha totalmente negra que flotaba muy lentamente, supo en ese momento que aquello no era un hombre lobo.
—¡Larguemonos de aquí!—.Grito Ron, y la tomo de la mano.
Hermione apenas pudo seguirle el paso, Ron corría aún tomandola de la mano, estaba asustado y ella también, pero había que calmarse, si no se perderían.
—¡Ron! espera basta, nos perderemos.
El pelirrojo no hacía caso de lo que decía su amiga, sólo corría por todas partes.
Hermione no vio una raíz y tropezo con ella cayendo de bruces, su varita salió despedida a unos cuantos metros de ella, aún emitía luz.
Ron al parecer estaba muy asustado, ya que no se dio cuenta de que Granger había quedado atrás.
—¡Hey Ron! ¡espera!—.Grito levantándose.
Este no le escucho, ya no se veía, la negrura al parecer se lo había tragado por completo.
Sacudió la tierra que tenía en su túnica y fue a juntar su varita, estaba sola en medio del bosque, ¿que era aquella criatura que había visto?.
Miro a su alrededor, y decidió caminar hacia el frente.
—"Creo que sería mejor emitir las luces rojas"—.Si esa era buena idea.
Estaba a punto de hacerlo cuando notó una luz, se estaba aproximando, bajo su mano la cual sostenía su varita y la acerco hacia allá.
Pudo ver a un niño, si, tal vez podría ser Harry o.... Draco.
Era Draco, venía corriendo con una cara como la de su amigo Ron, el llevaba un quinque en la mano.
***
Malfoy no sabía que había visto pero si lo aterro, y solo un tonto (como Harry) se quedaría plantado en ese lugar.
Había corrido sin parar ya por un buen tiempo, se detuvo para tomar aire, sin duda, su padre se enteraria de esto.
Pudo notar a unos cuantos pasos una pequeña bolita de luz blanca, y debido a el quinque supo quien la emitia.
Hermione Granger.
—Malfoy—.Se aproximo a el.—¿Que haces aquí? deberías estar con Harry.
—Lo mismo te digo, tu deberías estar con esa... con esa calabaza de Weasley.
—¿Calabaza?—.Ella alzó una ceja, y negó con la cabeza.—Ya, ¿donde está Harry?.
Draco se dejó caer en la tierra, estaba agotado, en ese instante no le importó ensuciarse.
—No lo se Granger, ¿si? y no me interesa—.Trato de normalizar su respiración.
La niña se acercó más a el, hasta quedar en frente, la luz de su varita le dio de lleno en la cara, entrecerro los ojos.
—¿Puedes apagar o quitar esa luz de mi rostro?—.Pregunto con molestia.
Ella movió su varita.
—¿Porqué estas aquí sola?.
—Ronald y yo estábamos buscando a ese unicornio, pero vimos a una sombra, la verdad no se que era, sólo se que era totalmente negra y frotaba.
Era lo mismo que había visto el y Harry, volteó a mirarla.
—Nosotros tambien vimos eso.
Hermione río, eso desconcerto al rubio.
—¿De que te ries?—.Fruncio el ceño, confundido.
—¿Saliste corriendo asustado? Malfoy—.Tenia un atisbo de risa.
—No, claro que no—.Mintió.—Tú debiste haber hecho lo mismo.
Ella negó con la cabeza y lo miro.
—No, Ron me tomó de la mano y literalmente me arrastro por el bosque, pero no pude seguirle el paso porque tropecé, el ni cuenta se dio y continuó corriendo—.Explicó y miro a su alrededor como si con ello fuera a encontrar a alguien.
Malfoy guardo silencio, el había huido al igual que esa comadreja, ¿Hermione estaría asustada?.
—¿Porque hiciste eso?.
***
—¿Porque hiciste eso?.
Hermione pregunto lo que le había rondado por la mente desde que Malfoy los delató con McGonagall, ella quería saber el porque, aunque ya tenía una teoría.
—¿Que?—.Hablo desconcertado.
—¿Porque nos delataste con la profesora McGonagall?.
El quedó en silencio por unos segundos, se levanto y se sacudió la tierra que había quedado en su túnica.
—Porque estaban rompiendo las reglas, inclusive tu—.Se encogió de hombros
—Si, y tu también.
—Ya, da igual. Estamos aquí por su culpa.
—¿Que? ¿por nuestra culpa? tu fuiste quién nos acusó con McGonagall y por ello estamos aquí, pero tu plan no salió como esperabas porque también resultaste castigado.
—Por lo menos no me quitaron 150 puntos.
Hermione se estaba poniendo molesta, y ahora sabía que su teoría era cierta.
—Lo hiciste por lo que pasó en la clase de pociones, ¿cierto?. Todo esto es una venganza—.Se acerco más a el con la varita apuntandole.
Draco retrocedió.
—¿Y que si lo hice por eso?—.Miro la varita de la castaña—.¿Me lanzaras un hechizo acaso?—.Sonrio burlón.
Aunque si se estaba poniendo un poco nervioso, pero no lo admitiría y menos a ella.
—Aun eres un inmaduro—.Se despegó de el y bajo la varita.
Comprendió que no servía de nada pelear con el.
—¿Que?.
—Pareces un crio, un niño de 5 años que le hacen algo que lo molesta y el lo devuelve, simple juego de venganza. Pero a ti te sale mal, porque siempre acabas involucrado—.Lo miro enojada.
El guardo silencio, todo lo que acababa de decir era totalmente cierto, pero el orgullo muy conocido de Malfoy tampoco lo admitiria.
—Y tu eres una niña insufrible con el temor a fracasar por ello te propones a ser la mejor de la clase, ¿no? sangre sucia.
Hermione dio unos cuantos pasos hacia atrás, le dolió, y tenía razón, no sabía cómo lo había adivinado.
Era sólo un niño de 11 años pero si que sus palabras eran como cuchillas.
—Y tu eres el gran hijo de papi, Draco Lucius Malfoy, sangre pura, amigo de esta sangre sucia.—Le soltó cortante.
El rubio no dijo nada ante eso, el le había propuesto que ella fuera su amiga, porque quería de cierta manera descubrir cómo era ella en realidad, conocerla y saber como era una amistad verdadera.
Pero, ¿en verdad eso era una amistad verdadera? esa pregunta se la había planteado varias veces la castaña y otras Malfoy.
—¿Sabes? esta amistad no funcionara, no si continuas así—.La voz de la niña saco de sus pensamientos a Draco.
—¿Ya no quieres ser amiga mia?.—Hermione notó que estaba dolido.
¿En serio le dolia dejar esa amistad?
Entonces cayó en la cuenta de que el era un niño de 11 años no un adolescente o adulto, también necesitaba amigos, y no sabía cómo actuar con ellos, su orgullo y arrogancia podían causar problemas pero... tal vez Hermione podía ayudarlo.
Miro sus ojos plateados, estos estaban puestos en los avellanados de ella, esperando impaciente una respuesta.
—Draco, si, quiero seguir siendo amiga tuya—.Suspiro y se acercó a el dejando una considerable distancia.—Pero, tienes que aprender a dejar esas cosas de críos, comprendo que Harry y Ron no te caigan del todo bien pero creo que llevaste está vez las cosas demasiado lejos, ¿no crees?—.Parece que su enojo se había evaporado, ahora hablaba calmadamente.
Malfoy bajo la cabeza y se movió en su lugar nervioso tal vez.
—Supongo, creo que si me deje llevar.
Hermione sonrió.
—Tal vez no vuelva a hacer algo asi—.Miro a su amiga—Porqué no me gano nada y he salido afectado hasta yo, pero eso no quiere decir que deje de molestarlos un poco—.Sonrió divertido.
Hermione soltó otro suspiro, y volvió a sonreír, sabía que no podía hacer cambiar de parecer a Draco y aunque no pudiera hacerlo, le bastaba con que dejará de acusarlos.
Hermione decidió hacer algo que nunca había hecho antes, abrazo a aquel rubio, su amigo, olvidandose por completo de donde estaban, de lanzar luces rojas con su varita y de que tal vez podrían descubrirlos.
***
El Slytherin no supo como reaccionar ante la muestra de afecto de Granger, se tenso un poco, nunca se habían abrazado, simplemente se estrechaban las manos y eso bastaba.
Correspondio el abrazo nervioso, pasando sus brazos por la espalda de ella.
Aquel abrazo no duró mucho, Hermione se separo y le sonrio, el devolvio la sonrisa ligeramente, aún estaba un poco sorprendido.
—¡Hermione!.
La mencionada volteó, las luces se aproximaban, eran Hagrid, Ron, Harry y Neville.
Por suerte se habían separado a tiempo, cualquiera que hubiera visto esa escena podría haberla malinterpretado.
—Hey, ¿estan bien?—.Llego Hagrid.
Hermione asintió y mostró una sonrisa. Draco a veces se preguntaba como es que la leona sonreía tanto.
Tampoco sabía cómo todos ellos habían terminado juntos, decidió no preguntarlo.
—¿Porque no lanzaron chispas rojas?—.Pregunto el guardabosques.
—"Maldición".
—Bueno, creo que el miedo no me dejo pensar, cuando tropecé y Ron continuo corriendo—.Hermione miro enojada a Ron—.Me entró algo de pánico, Malfoy llegó corriendo también, decidi calmarme un poco pero la verdad es que nunca recordé eso.—Dijo apenada.
—"Sabe mentir bien"—.Penso Draco, inconscientemente sonrio.
—¿Porque sonries Draco?—.Neville pregunto.
Neville al parecer se había percatado de ello, todas las miradas se volvieron hacia el.
—¿Que? no se de que hablas, nunca sonreí—.Se nego.
—Bien, vámonos.
—¿Y el unicornio? nunca lo encontramos—.Hablo Harry.
—Lo se, pero ya es tarde, mañana lo buscaré, vámonos.
El guardabosques guio a todos por el bosque para regresar al castillo.
El iba en la delantera, después le seguia Neville, Ron y Harry.
Draco tenía al lado a Hermione, la miro de reojo y noto que ella hacía lo mismo, le sonrio y ella por igual, nadie lo notó.
—"Después de todo no había sido un mal castigo"—.Se dijo internamente.
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¡Hi! si, lo se, este capitulo es algo largo jaja.
Espero y les gusten los capítulos largos xd.
Gracias por leer 💚
Ale 💚🐍
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