"Pequeña sabelotodo."
Sus ojos no podían creer lo que estaba contemplando.
¿Y él era quien le reclamaba y sospechaba sobre Malfoy y ella?
¡Y ahora estaba besándose con Parkinson en el baño!
No supo porque, pero apretó los puños inconscientemente.
Y esa arpía también la acusaba, pero ahí estaba comiéndose a Ronald como la zorra que era.
Dios, tenía que enseñarle a su subconsciente buenos modales.
El sonido que provocó la puerta al momento de cerrarse, hizo que Ron y Pansy se despegaran bruscamente de un brinco, sus bocas hicieron un ruido que para los oídos de Hermione sonó, en verdad repugnante.
Fue cuando ambos se dieron cuenta de la presencia de la chica, que los miraba aún atónita.
-Hermione.-Apenas pudo articular el pelirrojo, su boca se abria y cerraba.
Sin embargo, no salía ninguna palabra de esta.
Sintió su boca seca, ya no había saliva en su cavidad bucal. Y hasta que se decidió en emitir palabra fue donde se dio cuenta que también su mandíbula la estaba apretando.
-Ahora entiendo porque sospechaban de mi y de Malfoy. Es justificable, ustedes dos están...-Se vio interrumpida por Ron.
-¡Ella y yo no tenemos nada!-Explicó casi horrorizado.
Hermione no dijo nada, seguía en una especie de shock. ¿Como es que ellos dos habían acabado así? ¿Y porqué a ella le había tocado ver eso? Era horripilante, asqueroso. Se cuestiono así misma, si sus amigos la vieran besarse con Draco; ¿pensarían lo mismo que ella en este momento? Era lo las probable, ¡claro que si!.
Ella lo hacía casi siempre, y ahora le molestaba que Ron se encontrará en lo que sea con Pansy. En su cabeza todo daba vueltas.
-Déjame explicarte.-Habló Ron, de nuevo.
Pansy no había dicho palabra alguna, sólo estaba parada en una postura desinteresada y con los brazos cruzados mirando sin interés alguno.
-Si, vamos explicale a tu novia lo que pasó.-Pansy rompió su silencio.
En su voz traía un toque de diversión y astucia, ella tenía algo entre manos.
-¡No soy su novia!-Repitió, cansada de que la pelinegra pensará que estaba en alguna relación con su mejor amigo.
-No lo es, Parkinson.-Apoyo el pelirrojo, aunque con menos énfasis y ganas que Hermione.
Esta pudo notar como su amigo bajaba un poco su cabeza, pero al segundo volvió a mirar al frente.
-Por favor, claro que lo eres.-Insistió con una sonrisa burlona.
Aunque esa sonrisa se esfumó pronto al ver la cara de Hermione, está le decía un rotundo y seguro no.
-¿Es en serio? No, no me puedes decir eso.-Pansy comenzó a lamentarse.
Sus brazos cayeron a sus costados, Hermione comenzó a crear una teoría algo descabellada en su cabeza, y pedía que se equivocara respecto a ella.
-¡Que repugnante!-La chica dio un fuerte pisotón.
-Parkinson.-Llamó Hermione.
La mencionada salió de su burbuja y miro a la chica castaña.
-¡¿Besaste a Ron solo para dañarme?!
El silencio que siguió después fue una clara respuesta positiva de parte de Pansy. La teoría de Granger era más cierta que la existencia de ella, Parkinson o Ronald.
-¡Podía jurar que eran pareja!-Exclamó.
Era una estúpida, una estúpida total sin cerebro. No tenía ninguna estúpida neurona en su maldita cabeza de hámster.
-¿Pueden explicarme que sucede?-Preguntó Ron, con el ceño levemente fruncido.
Granger lo miró, con algo de lástima. Pansy sólo lo había usado a su conveniencia. Era una asquerosa.
-Ella creyó que estábamos juntos por alguna estúpida razón. Y decidió besarte, porque sabía que eso me dañaria. En todo caso de que alguna relación entre nosotros dos existiera, claro.
Hermione estaba molesta, Pansy era peor de lo que pensaba.
Ron se quedó callado, al parecer procesando las palabras recién dichas por su amiga.
-Era mi primer beso.-Susurró el pelirrojo.
-¡Eres un asco de persona!-Le dijo Hermione a Pansy.
-No es para tanto.-Se cruzó de brazos y rodó los ojos-.En todo caso, tuvo su primer beso con la princesa de Slytherin.
-"En tu pueblo."-Quiso decírselo en ese momento.
Princesa de Slytherin, ja-ja. No llegaba ni a ama de llaves.
-¿Porqué querías dañar a Hermione de esa forma?
Pansy miró a Ron, quien era el que había hecho la pregunta.
-Fácil. No me agrada.-Respondió simplemente.
Hermione sabía que no le agradaba a Parkinson, pero nunca se esperaba que cayera tan bajo.
-¡Eso no lo just...-Comenzó Weasley, pero Granger decidió intervenir dulcemente.
-Déjala Ronald, tiene un problema.
Recibió una mirada asesina de Parkinson, pero no le importó, ella tenía la razón. Pansy estaba mal de todo, más de la cabeza que de otra cosa.
-Mi único problema eres tú.-Soltó con rabia contenida y su mandíbula apretada.
Hermione no pudo preguntarle nada a Parkinson, pues se había retirado con fuertes pisadas del baño, la puerta se cerró tan fuerte que la castaña dio un pequeño brinco.
-Soy un idiota.-Dijo Ron, dejándose caer al suelo.
La chica se sintió mal por su mejor amigo, él no se merecía la horrible cosa que le había hecho Pansy.
Camino a paso lento hacia el pelirrojo y se sentó a su lado, chocando hombro con hombro. Ella se cruzó de piernas y lo miró dulce.
-No eres idiota Ron. Lamento que hayas tenido que pasar por eso.-Su voz sonaba tan linda.
Weasley tenía la mirada en el suelo, por consiguiente, Hermione no podía ver su rostro ni lo que este expresaba.
-¿Tú ya tuviste tu primer beso?- Preguntó, para sorpresa de la chica.
¿Debería responderle con la verdad?
Porque la verdad era un si, ella ya había perdido la cuenta de cuentos besos llevaba. Eso le hizo recordar a Draco, como él la besaba, era sumamente lindo. Podía ir con él en ese instante y pedirle que la besara, que todo estaba en el pasado ahora, que ellos podían volver a su cuento de hadas y disfrutar el momento, juntos.
Sin embargo, eso no podía ser, no era así de fácil para la chica.
-Hermione.-Ron la llamó.
Se había perdido en su cabeza, en sus pensamientos. Tenía que dejar de hacer eso.
-¿No?-Respondio, y se dio cuenta que sonó más como pregunta que como respuesta.
-¿Te lo cuestionaste?
-No, no. Yo, no he dado mi primer beso.-Mintió
Lo peor era que ella ya no quería mentir, pero lo seguía haciendo.
Se pensó la respuesta a esa pregunta:
-"Si, mi primer beso fue con Neville hace ya dos años."
Era un dato difícil de digerir, y conociendo a Ronald...
-¿Quieres hablar de lo que acaba de pasar?-Decidió cambiar un poco de tema.
Ron no contesto, levantó su mirada y vio al frente. La gran bañera estaba llena de agua, pero no había rastro de jabón en ella. Se veía cristalina, y su reflejo relucia en los cristales de las ventanas.
-Iba a darme un baño, pero no me había quitado ni los zapatos cuando Parkinson entró. Ella y yo comenzamos a discutir como siempre, luego todo se volvió acalorado, todo se salió de control. Cuando me di cuenta, ya tenía sus labios pegados a los míos.
Y entonces recordó la imagen de ellos dos, le recorrio un escalofrío que le puso la piel de gallina.
-¿T-te gusto?-
¿Porqué tartamudeo?
-No... no estuvo mal.-Respondió, con sus mejillas algo sonrojadas y su mandíbula apretada.
Dentro de Hermione, comenzó a formarse una especie de irá, como fuego creciendo.
La explicación lógica era que ella odiaba con el alma a Parkinson, y Ron era su mejor amigo. Es comprensible que este en ese estado, ¿no?
Obviamente.
Apretó sus labios en una fina línea y no dijo nada.
-Y me siento estúpido, todo fue una mierda.
No sintió la necesidad de reprenderlo por su mal vocabulario, pues ella fue peor:
-Ella es una mierda.
Ron la miro con ojos desmensuradamente abiertos, visiblemente sorprendido. Hermione no pudo evitar reír.
-Bien, tengo una noticia que te pondrá de buen humor.-Dijo, cuando pudo parar sus carcajadas.
Aún tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, miro a Ron, que ahora tenía cara de interesado.
-¿Que cosa?
-Podemos aprender lo que Umbridge no nos enseña.
Ella bajo su mirada al hablar, directo a los labios de su amigo. No supo porque demonios hizo eso. Pudo ver cosas que antes no, por ejemplo: se veían carnosos y tenían un lindo color rosado.
¿Que diantres?
Sacudió su cabeza un poco, y subió su mirada nuevamente a sus ojos. Donde pudo percatarse que él también estaba mirando sus labios.
-¿C-cómo?-Pregunto él, su voz apenas audible.
Hermione se levantó de golpe, sobresaltando un poco a su amigo. Le extendió la mano, Ron la tomó confundido.
-Vamos con Harry, y ahí contaré todo.
Lo jalo aún de la mano, a la salida del baño, pero antes de abrir la puerta, Ron la hizo parar.
-Por favor, no comentes esto a Harry.
-¿No piensas decirle?-Se sorprendió.
Ron y Harry se contaban todo, rara vez se guardaban algo.
-Pues...-El pelirrojo se rasco la nuca con su otra mano disponible, pues la derecha estaba siendo sostenida aún por Hermione.
La castaña con su pulgar, limpió delicadamente el labio superior de su amigo. Sintió la mirada penetrante de Ron sobre ella.
Trago saliva.
-Había que quitar todo rastro, ¿no?
Claro que si, se limpio en su ropa el lápiz labial de Pansy.
Y sabiendo que Ron estaba en un estado algo atónito, lo llevo a la sala común, donde seguramente estaría Harry.
***
La puerta de la sala común de Slytherin se cerró a sus espaldas, él entró impasible, manos en sus bolsillos y mirada perdida. Hasta que la voz de su amiga lo sacó de su ensoñación.
-¿Que tal te fue tigre?-Preguntó volteandose de espaldas al sillón.
Él compuso una sonrisa torcida.
-No estuvo nada mal.-Respondió con su ya tan conocido aire egocéntrico.
Astoria hizo un sonidito con su boca y le golpeó en el hombro con diversión, dos veces seguidas.
-¿Puedes tranquilizarte?-Pidió, tratando de lucir serio, pero fallando en el intento.
-¡Ustedes pronto volverán!-Astoria tenía un nivel de emoción enorme.
-¿Quiénes volveran?
El rubio volteo tan rápido que temió que su cuello se torciera, mientras que la castaña soltó un grito.
Theo venía bajando de la escaleras. Acto seguido, tomó a Astoria por la cintura y la alzó abrazandola.
-¡Sueltame!-Ordenó la menor, dándole pequeños golpes en el pecho a Nott.
-¿Con quien volveras, eh?-Theo se dirigió a él, mientras aún tenía en la misma posición a Astoria.
-No creo que sea algo de tu incumbencia, Nott.-Contesto simplemente, encogiendose de hombros con despreocupación.
Malfoy se echó en el sillón y miro a la pareja que estaba delante de él.
-Como quieras.-Nott subió las escaleras de nueva cuenta, con Astoria.
-¡No me hagas un chupeton, Astoria!-Se escuchó gritar a Theo, unos segundos después.
Draco dejó salir una sonrisa, sabía que ellos dos no hacían nada malo. Pero a Greengass le gustaba hacer cosas como esas, a pesar de su edad.
El Slytherin cerró sus ojos un momento, relajandose. Pensó en Granger, y en como iban hasta el momento, había avanzado un poco en los últimos días, y eso era una ventaja enorme para él. Si Salazar se ponía de su lado, tal vez pronto ellos volverían.
Por otro lado, una chica con voz soñadora se le cruzó por la mente.
¿Como era que Luna Lovegood sabía sobre ellos dos?
Eso hizo que abriera los ojos de golpe, tenía que averiguarlo, él no se podía quedar sin ninguna explicación. Podía ir en ese mismo instante a buscarla, sin embargo, no era algo muy inteligente, pues ya era de noche y seguramente ella estaría en su sala común. Lo haría cualquier otro día
Miro a la ventana, donde se podía ver el lago negro. Amaba la sala de Slytherin por eso. La tranquilidad se vio interrumpida, debido al sonido de la puerta.
Draco ni siquiera volteo a ver de quien se trataba.
-Oh, hola Draco. Creí que estarías ya en tu dormitorio.-Pansy se detuvo a medio camino, quedando enfrente de él.
-Ya ves que no.
-Acabó de regresar del baño de prefectos. ¿Sabes que me encontré ahí? Fue algo tan bizarro de ver.
Los sentidos de Draco se activaron, al igual que su curiosidad. Se incorporó del sillón, lentamente.
-¿Por qué crees que me interesaría saberlo?-Decidió tantear primero el terreno.
-Es sólo algo interesante y asqueroso. Es un chisme.-La chica sonrió, burlesca.
Tenía que ignorar a Pansy, ella lo único que quería era obtener su atención, de la forma que fuera. Y no lo iba a conseguir, ya le había arruinado lo mejor que había tenido hasta el momento. Simplemente hace falta recordar el hecho de que ya no está con Hermione para ignorarla por completo.
-No me interesa.
Y con eso dicho, se levantó de su lugar, fue rumbo a las escaleras para ir a su dormitorio, no le importaba si hacía mal tercio con Theo y Astoria, él no quería estar con Pansy, punto.
-Weasley y Granger estaban besándose.
Su andar se detuvo, su pie quedó a la mitad del escalón. Se congeló, quedó estático en su lugar. ¿Había escuchado bien?
¿Hermione y Ron?
Su pie lo colocó en el escalón, y volvió a actuar normal, si daba alguna pistas o demostraba algo inusual, podía levantar sospechas y más con Parkinson.
-¿Y te dieron celos?.-Pregunto sobre su hombro.
No quiso voltear a ver la expresión que puso la pelinegra ante sus palabras, pero estaba tentado.
-¿Porque preguntas esa estupidez?
Giro su cuerpo, y la vio. Tenía un leve rastro de sonrojo en sus mejillas.
-¿Porque parece interesarte lo que sea que hagan esos dos?
Si ella quería jugar, él también sabía hacerlo y mejor.
No iba a creerle nada a Pansy, además, Draco confiaba en su leona. Estaba seguro que Hermione no podía haber besado a Ronald.
-A mi no me interesa, te equivocas.-Se negó.
-Tus acciones te contradicen.
-Yo se que a ti te interesan, también.
Él compuso una sonrisa de lado.
-Recuerdas que te bese, ¿cierto? Bueno, eso demostró que lo que dices es mentira, así que deja el tema en paz. Y al decir "también" aceptaste, tal vez inconscientemente, que tienes interés en esos dos.
Su sonrisa no se desvaneció, sabía que estaba en lo correcto. Pansy no dijo nada.
-Buenas noches.
Después de eso, subió completamente las escaleras y dejó escapar un suspiro.
***
Habían pasado ya cuatro días desde lo ocurrido, en los cuales no pasó nada de gran relevancia. Exceptuando que el plan de Hermione estaba efectuandose, ella dio su idea.
Crear un ejército, por así llamarlo era lo mejor que podían hacer, ¿y que mejor maestro que Harry para enseñarles lo que Dolores no?
Al haber platicado con compañeros y amigos, la mayoría se unió, Granger tenía una hoja con todos los nombres de los participantes y el nombre del ejército.
Lo único que los detenía era que no sabían donde practicar, y por ello es que aún no comenzaban.
Y eso no tenía de buen humor a Hermione, pues Umbridge se había puesto más exigente e irritable. Además, tenía que estudiar para los TIMOS, hacer ropa para los elfos, tratar de reunir gente para la P.E.D.D.O y encontrar un lugar donde practicar.
Un problema que se restaba de su lista era que su lengua ya no dolía, cuando se veía al espejo ya las letras habían desaparecido casi por completo, quedaban las hendiduras de la marca de la pluma filosa, pero ya no ardía. Hermione hizo nota mental de agradecerle a Malfoy por eso.
Y sobre él, ya no había charlado, la castaña tenía ganas de ponerse al tanto con él, como en los viejos tiempos. Y más porque últimamente esos días, el había estado mirándola más de lo acostumbrado, a ella y Ron. A veces pasaba por su mente que tal vez él estaba enterado del beso de Pansy con su amigo pelirrojo.
Lo cual se trataba de no sacar a relucir, ella había respetado la decisión de Weasley y no había contado nada a Harry. Entre Ron y Hermione no se había mencionado absolutamente nada de eso, la castaña sentía que era mejor, menos sufrimiento para Ron. Él no se merecía su primer beso con una persona como Parkinson.
Harry parecía un poco menos ido, había seguido el consejo de Luna y Hermione estaba ayudandolo.
Esa tarde, salió de su sala común, con un pantalón de mezclilla de su talla, y una playera blanca que tenía estampado la famosa palabra Friends escrita, era una de las series favoritas de Granger.
En su mano derecha traía algunas prendas tejidas por ella misma, iría a la cocina a entregarle algunas a Gasper y hacer el intento de que los demás elfos acepten quedarse con al menos una.
-Salamandra.
La puerta inmediatamente se abrió al decir la contraseña. Ella cruzó el marco, cuando escuchó como Harry la llamaba. Cuando se volteo, él ya estaba a su lado.
-Hola, Harry.-Hermione le sonrió, una sonrisa pequeña.
-¿A donde vas?
-A la cocina.
-¿Puedo acompañarte?-Pregunto, mirándola.
Ella asintió y ambos salieron rumbo a la cocina. Hablaron de cosas triviales y entre un tema y otro, Granger sacó a Cho en la plática.
-¿Que tal llevas lo de Cho?
-Pues... hemos hablado un poco, no es de diaro, pero algo es algo.-Una pequeñita sonrisa se coló en sus labios.
-Sólo se cuidadoso, sabes que sigue algo dolida por lo de Cedric.-Le comento, susurrando lo último.
El chico asintió y ambos se situaron enfrente de la puerta, Hermione iba a hacerle cosquillas a la pera, cuando su dedo se detuvo a medio camino, ya que la voz de Cho Chang se escuchó a través del pasillo, ella llamaba a Harry.
El mencionado volteo a verla, y Hermione pudo notar como su cara se iluminaba, ¿o tal vez era la luz del castillo?
-Vete adelantando, ahora entró contigo.-Harry hablo, aunque no mirando a la castaña, sino a Chang.
A continuación el azabache se alejó, Granger los vio a ambos y sonrió, feliz por su amigo. Una vez que terminó la acción que no había concluido antes, entró a la cocina.
Los elfos, a pesar de que no querían nada de lo que la gryffindor les ofrecía, ya se habían acostumbrado a la presencia de la chica ahí. Hermione busco a Gasper en medio de tantos, y lo visualizo en una gran mesa de madera, amasando con magia una gran bola de masa. Ella sonrió y se acercó.
-¡Hermione!-Gasper cantó emocionado, dejando de lado la tarea que estaba haciendo.
Sus ojitos miraron lo que traía Granger en sus manos y su sonrisa se ensancho más.
-Hola, ¿como estas?
-Gasper ha estado excelente, Hermione.
-Me alegro bastante. Como ves, traje algunas prendas nuevas.-Hermione sonrió.
Le entregó tres prendas que había tejido por si mismas, y aunque no era la mejor, lo hacía con toda la buena intención. Además a Gasper parecía gustarle bastante, y sentía una sensación tan bonita al ver la sonrisa y el gusto que formaba en el elfo.
-¡Gasper se siente muy agradecido con Hermione! ¡Ya no tiene porque hacerlo!-Sus ojitos marrones brillaban tan lindo.
Hermione hizo un ademán con su mano, restandole importancia a todo eso.
-No te preocupes, yo lo hago con gusto.
-¿Hay algo en que pueda Gasper ayudar?
La verdad es que si había una cosa, en la que tal vez Gasper podría ayudarle.
-Ahora que lo dices, si.
-¿Que cosa es?-Pregunto Gasper, dejando sus prendas en la mesa, al lado de aquella masa.
-Mis amigos y yo, necesitamos encontrar un lugar, el cual tiene que ser bastante difícil de encontrar.
El elfo se quedó en silencio, parecía pensativo. Después de unos segundos, sonrió.
-Creo que hay una sala, le llaman la sala de menesteres.
-¿Sala de menesteres?
Gasper movió su cabecita en forma positiva.
-Espera aquí.
En un parpadeo, el elfo se había esfumado del lugar. Minutos después, regreso, pero no solo, venía acompañado.
-¡Dobby!
-¡Señorita Granger! Dobby se alegra de verla nuevamente.
Hermione sonrió, tenía tiempo que no veía a Dobby, el elfo se encontraba más limpio y aunque seguía usando una tela de ropa, ya poseía zapatos, lo cual lo hacía verse adorable.
-Lindos zapatos.
-Gracias señorita Granger.
-Dime Hermione, Dobby.
-Gasper le dijo a Dobby que usted quería saber donde está la sala de menesteres, ¿cierto?
La chica asintió, y ahora recordaba, pues el nombre sala de menesteres le era familiar, y ya sabía porque. Ella había leído en algún libro sobre esa sala, pero nunca supo donde estaba.
-Dobby la guiara a esa sala.
Dobby bajo de la mesa en la que había aparecido y tomó los dedos de Hermione, está se dejó llevar por el elfo, y antes de salir de la cocina echó un vistazo hacía atrás, viendo a Gasper.
Salieron de la cocina, ambos y caminaron por varios pasillos, hasta que Dobby se detuvo enfrente de una pared.
-Ahora, tiene que desear con mucho ímpetu el lugar en que quiera que se transforme la sala. Así aparecera.
Hermione miro a Dobby, y algo insegura, hizo lo que el elfo le dijo. A continuación, apareció una gran puerta frente a ellos.
-¡Hermione!-Escuchó que alguien la llamaba.
La voz provenía de Harry, se puso a un lado de su amiga y su rostro fue de sorpresa, acompañado de una sonrisa cuando se percató de la presencia de Dobby.
-Señor Potter, Dobby lo ha extrañado mucho.
-¿Como estas, Dobby?
Mientras el elfo le respondía, Hermione sonrió, en lo personal a ella le encantaba como era la relación de amistad de Harry y Dobby, era demasiado tierna.
-Gracias a Dobby y Gasper hemos conseguido un lugar para practicar, Harry.-Explico la chica, señalando con su cabeza la puerta.
Hermione entró y se encontró con un lugar perfecto para practicar, era acogedor, tenía una pequeña chimenea, blancos para lanzar hechizos, espejos y algunas que otras varitas intactas. Estaba muy bien iluminado el lugar gracias a unos preciosos candelabros que colgaban en el techo.
-Es la sala de menesteres.-Dijo Hermione.
(...)
Después de algunos días, cosas buenas y malas sucedieron. Las malas eran que Umbridge al ver movimiento extraños en algunos de sus alumnos, creo una maldita Brigada. La Brigada Inquisitorial, la cual se dedicaba a servirle cada vez que necesitaba ayuda en algo y eso subiría calificaciones en los alumnos. La mayoría que se unían eran Slytherin, pero Draco no formaba parte de eso, para alivio de ella.
Las buenas eran que ya habían comenzado con las clases, llevaban en total 4, todos ahora sabían como entrar a la sala de menesteres. Después de ese día, Hermione le agradecía tanto a Dobby como a Gasper, sin su ayuda no hubieran podido encontrar ese lugar.
Cada día de la semana practicaban a las 6:00 de la noche, para terminar a las 8:00. Por el momento se encontraban practicando un hechizo básico y sencillo, Experlliarmus.
Hermione pudo mejorar rápidamente, pues ella ya sabía hacer ese hechizo, pero le ayudó a perfeccionarlo
El que tenía problemas era Neville. Pues todos habían logrado quitarles la varita a otros, excepto él.
Después de haber estudiado un poco para los TIMOS decidió que era tiempo de ir a caminar un poco. Bajo del dormitorio, bajando las escaleras y llegando a la sala. Vio a Ron sentado enfrente de la chimenea, su curiosidad la mando a ir a su lado.
-Ron.-Lo llamo, un poco preocupada, pues al verlo, parecía que el chico estaba ido.
Hermione al ver que no respondía comenzó a zarandearlo un poco.-Hey.-Con eso Ron parpadeo y la miró.
-Hola Hermione.-Su voz estaba ronca, la chica supuso que ya llevaba rato sin hablar.
-¿Que te sucede?
-Nada.
La gryffindor lo observó, sus ojos tenían un toque de tristeza, ella podía notarlo. Colocó su mano sobre la de él y con su pulgar acarició suavemente el dorso de esta.
-Mientes.-Dijo en bajito.
-Odio que me conozcas tanto.-Expresó, sus ojos aún en la chimenea.
Hermione ladeo un poco su cabeza y sonrió.
-Lo odies o no, lo hago. Dime, ¿que te pasa?-Insistió.
Ron no respondió, sólo se quedó en silencio. Granger puso la mano en su mejilla y le movió el rostro hasta que sus ojos estaban posados en los de ella.
-Hey, soy yo, ¿si? Puedes contarme lo que sea.
Sintió que su voz sonó muy, muy pero muy dulce y delicada, casi como cuando le hablaba a Draco. Se dio cuenta que estaban demasiado cerca para su gusto, así que se aclaró la garganta y se alejó un poco. Pudo notar que Ron se había sonrojado levemente.
Gracias a Merlín ninguna de las dos caricias que le había otorgado a el pelirrojo las había hecho con la mano derecha, que era donde usaba su brazalete, el regalo de Malfoy. Aunque teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba, tal vez ni siquiera se hubiera percatado de ellos.
-Es sobre, ya sabes... Parkinson.-Soltó Ron de repente.
Pensar en eso de nuevo, ponía enferma a Hermione. Pero podía comprender a su amigo, ella también se sentiría mal por ese suceso.
Granger sobo su espalda reconfortandolo y se sentó ahora si, bien, a su lado, juntaron ambas cabezas, la de Ron encima de la de ella.
-Podría darle su merecido.-Dijo Hermione, lo cual hizo reír a Ron.
-¿Desde cuando te volviste así?
-No lo sé. Me saca de mis casillas.-Respondió-.Ron, te entiendo, pero no tienes porqué estar triste, ¿si? Ella no merece nada de tristeza ni mucho menos.
Hermione se separó y vio en que los ojos de Weasley estaban brillantes, era como si una idea le hubiera surgido.
-¿Que se te ocurrió ahora?-Preguntó con una ceja en alto.
-Si ella quiere jugar, jugaremos. Pero yo seré mejor jugador que Parkinson.
Se levantó, Hermione también. Era algo pésimo lo que Ron tenía en mente, debería dejar el tema en paz, dejarlo estar.
-Gracias Hermione.-Ron le dio un beso en su mejilla y se apresuró a ir a la salida de la sala.
Hermione tardo un poco en reaccionar antes de ir tras él, estaba algo aturdida, de verás que eso era una idea muy mala.
-¡Ron, aguarda!-Elevo un poco su voz, pues Ron ya había dicho la contraseña y la puerta se había abierto.
Hermione camino a paso apresurado para alcanzar a salir antes de que la puerta se cerrará, que fue justo lo que paso, se cerró en sus narices, la castaña bufo.
-¡Salamandra!
Enseguida se volvió a abrir y la chica salió rápido de ahí. Vio por ambos lados, y enfrente, viendo ya algo retirado a Ron. Hizo que sus piernas corrieran para lograr alcanzarlo, pues las piernas de el chico eran más largas que las de ella, lo que lo hacía ir un poco más rápido.
-¡Ron, es una pésima idea!-Le gritó aún sin alcanzarlo.
-No te preocupes, se lo que hago Hermione. Te veré luego.-Respondió Ron, para después, dar media vuelta y perderse de la vista de la leona.
-"Malditos pasillos largos."-Maldijo en sus pensamientos.
Cuando llegó justo donde Ron había dado vuelta, miro a ambos lados, notando apenas el cabello rojizo de su amiga del lado izquierdo. Dobló y puso a sus piernas a correr nuevamente, maldito el día en que Dios le quitó la habilidad a Weasley de razonar antes de hacer las cosas.
Acelero un poco más, no prestaba atención a los alrededores, sólo a aquella cabeza de color rojo a unos cuantos metros.
Sintió estrellarse en algo duro pero suave, su vista se tornó de negro por un segundo antes de separarse, pudo identificar quien era aquella persona debido a su característico olor que ella tanto adoraba. Menta.
Obviamente: Draco Malfoy.
Puso ambas manos sobre su pecho y se retiró, pudiendo ver de nuevo, sintió como las manos del chico tomaban sus antebrazos, Hermione lo único que quería en ese momento era alcanzar a Ron y darle una plática sobre la estupidez en la que estaba por involucrarse, tenía que hacerlo entrar en razón.
-Hola, pequeña sabelotodo.-Dijo Draco, con su voz seductora, y en forma casi de susurro.
Por un momento casi y se olvida de su objetivo, seguía mirando para ambos lados.
-Hola, lamentó haber chocado no me fije.-Hablo Granger, de forma distraída.
-¿Pasa algo?-Se interesó Draco al ver el comportamiento de su amiga.
El chico miro por donde Hermione, pero no vio nada, claro, Ron ya se encontraba a varios metros lejos de ellos dos.
-Solo tengo que alcanzar a Ron.-Contesto de forma algo desesperada y tratando de zafarse de Malfoy.
Logró hacerlo.
***
No sabía que pensar, en un principio no creía en absoluto que una posible relación hubiera entre la calabaza andante y su hermosa leona. Pero ahora no estaba tan seguro.
Primero lo que le había dicho Pansy, segundo que los había observado y últimamente se les veía más juntos, y ahora esto.
Hermione se liberó de su agarre, él no había puesto absolutamente nada de fuerza. Se dio la vuelta y siguió a la gryffindor por el pasillo, tenía que hablar con ella, ya tenía tiempo que no lo hacía y eso lo estaba matando por dentro.
Observó que no hubiera nadie, y gracias a Salazar, así era. El pasillo estaba desierto, al menos en el que se encontraban. Apresuró su paso y rápidamente alcanzó a Granger, la tomó de la muñeca para que no fuera a irse de nuevo.
-¿Por qué tanta prisa en perseguir a Weasley?-No pudo aguantarse y no preguntar.
Hermione no respondió, ni siquiera lo miraba, parecía buscar con sus intensos y penetrantes ojos chocolate a Ronald.
-Granger.
Sabía que su tono de voz funcionaría, siempre lo hacía. La mencionada volteo a verlo de inmediato y dejó de moverse, ambos estaban frente al otro, pero aún con una distancia algo considerable.
-Tengo que hablar con él sobre algo importante.-Explicó ella, mirandolo.
-¿En serio?-Inquirió, acercándose más a la chica.
Le sacaba toda su cabeza a Hermione, por lo cual él ganaba en altura. La gryffindor miraba hacía arriba para mirarlo, mientras que él dirigió su mirada fugazmente hacía sus labios.
Tenía tantas ganas de besarla en ese momento.
-S-si.
Ese tartamudeo volvía, eso le daba confianza a Draco, este sonrió sólo como él sabe hacerlo.
-Creo que él ya tiene la edad suficiente para saber lo que hace, ¿no crees?
Mientras hablaba, con esa voz seductora, lenta, gruesa y en forma de susurro él se iba aproximando al cuello de Granger, hasta que su respiración chocaba con la piel de esta.
Noto como ella estaba temblando, y su piel se había puesto de gallina. Sonrió más aún.
-S-si. Pero, t-tú no entiendes Draco.-Habló, apenas.
-Hazme entender, entonces.-Dijo, siguiendo la conversación.
Decidió apostarlo todo y comenzar a besar el suave cuello de la chica que tanto la traía loco. Su piel era tan suave y tersa, como la seda. Su aroma lo enloquecia aún más, ya extrañaba su maldito aroma.
-D-Draco no puedes hacer esto, y-y menos aquí.-Draco estaba seguro que Hermione apenas podía articular palabra.
-¿Y quién me lo impide?-Siguió, mientras clavaba un poco sus dientes en el cuello de Hermione, pero sin siquiera lastimarla.
Supo lo que estaba provocando en la chica cuando está se estremeció.
-B-basta. Esto no está b-bien.
-Tú cuerpo no parece estar de acuerdo con tus palabras, pequeña sabelotodo.-Le plantó un último beso en el cuello, para levantar un poco su cara y pegar su frente con la de Hermione.-Sabes que te amo, ¿cierto?
Granger no contesto, cerró sus ojos, sin embargo eso no desánimo a el chico.
-Respondeme.-Le pidió en un susurro.
Ella abrió sus ojos y lo miro, podía sentir su respiración. Estaba a unos cuantos centímetros de sus labios...
-Lo sé.
Tento la suerte, decidió por lanzarse y hacerlo, aunque tal vez eso le costaría minutos después. Pero necesitaba sentir sus labios sobre los suyos, necesitaba una muestra de afecto, algo.
Acercó sus labios a los de Hermione, los rozó e iba a cantar gloria cuando la chica se separó un poco, provocando que los labios de Granger fueran sustituidos por sólo aire. Abrió los ojos, sintiéndose decepcionado.
Debido a que no la había acorralado contra la pared, Hermione tenía todos los medios para evitar un posible beso o cualquier caricia. Ella no quería que él la besara. ¿Por qué no?
-Por cierto, gracias por tu poción. Me ayudó bastante.-Le agradeció, apenas con voz audible, pero su tono amable estaba ahí.
Estaba levemente sonrojada.
Y él, bueno, trataba de autocontrolarse, tenía que entenderla o mínimo hacer el intento.
-Por un momento creí que se besarian.
Draco giro su cuello a un grado que pensó que se lo rompería, mientras Hermione brinco en su lugar y tapo su boca para no soltar un grito.
-L-luna.-Hermione la miraba, su expresión se había calmado notablemente.
Pero tenía una mano puesta en su pecho, el cuál bajaba y subía muy rápidamente. Se había asustado, al igual que él, pero Draco era mejor ocultandolo.
-Hola.-Saludo la rubia, con su típica voz y una sonrisa bastante agradable.
-Nos diste un susto de muerte.-Expresó Hermione.
Draco no había dicho nada hasta el momento, no sabía que decir, se limitó a mirar a Lovegood.
-Lo siento, no era mi intención.-Se disculpo, encogiendose de hombros-. Es que de veras pensé que se besarian y como vi que no, ya no había momento que romper de todos modos.
Ella tenía razón, aunque Malfoy no quisiera aceptarlo. Inconscientemente bufo, sonido que escuchó Luna.
-Tú casi no tienes torposolos. Es interesante.-Le dijo Luna, con ojos curiosos.
¿Que demonios eran torposolos?
-Lovegood, si no te importa. Quería charlar con Granger.-Trato de no ser grosero, lo cual no le resultaba sencillo.
-¿Que?-Ahora si, la castaña lo miraba.
-Oh claro... esta bien. Me gusta como charlan ustedes dos.-Luna río de forma muy tierna.
La chica se fue y al pasar a un extremo de Draco le susurró algo que sólo escuchó él:
-Sólo recuerda que todo a su tiempo. No desesperes.
El slytherin no pudo evitar no seguirla con los ojos, no podía entender a esa chica de ojos azules.
-Adiós chicos.-Se despidió antes de subir a las escaleras y perderse por el castillo.
Y volvieron a quedar sólo ellos dos, el rubio regreso su mirada a Granger, quien ya estaba mirándolo a él. Rápidamente ella desvió la mirada.
-¿De que quieres hablar exactamente?-Preguntó Hermione.
-Primero vayamos a un lugar más adecuado.
La chica asintió y ambos caminaron con cautela hacía el baño de Myrtle.
Una vez hubieron llegado, Draco dejó pasar primero a Hermione, como el caballero que es, la chica le sonrió como agradecimiento.
-¡Has vuelto Draco!.-La voz irritante de la fantasma se hizo presente, el chico cerró los ojos con fastidio, tenía la ligera esperanza de que Myrtle no estuviera en el baño por el momento-. Y ella también.-Expresó de una forma no muy linda.
-También me alegro de verte, Myrtle.-Hermione rodó los ojos.
Hermione se apoyo en una puerta de un baño y se cruzó de brazos, con mirada curiosa e interesante se dirigió a Draco:
-¿Sobre que quieres hablar?
-De todo un poco, así como en los viejos tiempos. ¿Recuerdas?-Se rasco la nuca un tanto nervioso.
Miro el baño, tenían demasiado que no iban ahí, debido a que eran pareja y si Myrtle los veía se arriesgarian a que esparciera el chisme.
Pero ahora no eran nada, más que amigos.
Cada vez que Malfoy pensaba eso, en esta realidad que estaba viviendo, se le estrujaba el corazón.
-Me parece bien.-Granger se sentó en el suelo.
Draco la imitó, sentándose a su lado. Myrtle se había metido en un baño, pero el slytherin estaba casi seguro que se encontraba escuchando.
-¿Dices que te encuentras ya bien?
-¿Sobre mi lengua? ¡Si! Y es gracias a ti.-La sonrisa de Hermione era lo mejor para Draco.
-Sabes que no es nada.-Miro para otra parte-.¿Como te va estudiando?
-Agh, es desgastante. Tienes que aprender todo por ti mismo, además hago prendas para los elfos.-Draco sonrio, ella siempre buena con esas criaturas-.Los deberes y...
Ella se quedó callada de repente.
-¿...Y?-Animo a que la castaña siguiera.
Hermione nego con la cabeza.
-Era todo, pero es un estres, si Umbridge no estuviera aquí seria más fácil.-Argumento haciendo un mohín que la hacía ver tan tierna.
Había algo que le estaba ocultando, eso lo supo al instante, ¿seria bueno intervenir o investigar sobre ello?
-¿Y por qué tanto afán de ir tras la comadreja?
-¡Cierto, me olvidé por completo!-Puso la palma de su mano sobre su frente-.Bueno, iba a ser una tontería.
-¿Que eso no lo hace siempre?-Bromeo son su sonrisa burlona.
Granger lo reprendió con una de sus miraditas tan usuales en ella. Sin embargo, el rubio no quitó su sonrisa.
-De acuerdo, calma.-Levanto sus manos en son de paz.
-¿Tú sabes alguna cosa sobre Ron?-Preguntó de repente la leona, con cierto interés.
¿Él? ¿Saber algo sobre la comadreja? Obvio no. Sólo lo que le había dicho Pansy... Era una buena oportunidad para sacarlo a la luz.
-Sólo algo que me dijo Pansy.-Contesto.
Vio que Hermione abrió un poco los ojos y se movió algo incómoda en su lugar.
-¿Qué fue lo que te contó?-Podía jurar que estaba nerviosa.
Sólo esperaba que él estuviera en lo cierto y Hermione negará por completo las palabras de Parkinson.
-Que te vio a ti besandote con Weasley hace algunos días en el baño de prefectos.-Sintio un ardor en la garganta.
Una cosa era pensarlo y otra decirlo, era como puñaladas en el pecho, la imagen mental de ellos dos atacaba en su mente, y era asqueroso que le producía escalofríos.
-¡¿Eso te dijo?! ¡Es una mentirosa! ¡¿Como puedes seguir siendo amiga tuya?!
De un momento a otro, Hermione se había levantado de su lugar y miraba a Draco molesta con los brazos en jarra. Con eso confirmó que era mentira.
-Alguien está molesta.-Se escuchó la voz de Myrtle acompañada de su risita.
Ambos ignoraron aquello.
-No es mi amiga, ¿entiendes?
Y era cierto, desde aquel día que la beso (la mayor estupidez que había cometido en su vida, y eso ya era decir bastante) ya no la consideraba para nada una amiga.
-¿En serio? ¿Y como explicas que siempre están hablando?-Ella se cruzó de brazos.
-Eso no es cierto.-Se negó, levantandose.
-Siempre que los veo, están juntos Draco.
Se veia tan linda enojada, sus rizos estaban sólo un poquito esponjados, sus ojos brillaban y su porte podía dar mucho de que hablar. Para los ojos de Malfoy, Granger irradiaba una luz angelical. Aunque no lo fuera para nada.
-¿Estas celosa?-Levanto una ceja y dio un pequeño paso más cerca de ella.
La gryffindor se alejó y bajo sus brazos a los costados, quitó su ceño fruncido.
-¡Claro que no!
El chico río.
-¿Que es tan gracioso?-Rodo los ojos al hablar.
-Que es obvio que estas celosa y sin embargo, lo niegas.
Hermione bufo y negó con su cabeza varias veces.
-¿Y que me dices tú? Ahora veo porque mirabas más a menudo a Ron y a mí.-Eso no se lo esperaba.
Claro que los miraba más seguido, tenía que ver un poco como ellos dos convivían, no era que él creyera algo de la boca de Pansy, pero tenía que hacerlo.
-Eso es distinto.-Se defendió.
-Ajá, claro.
Él se acercó rápidamente a Hermione, esta no supo como reaccionar. Draco le pasó un mechón de cabello por detrás de su oreja.
-¿Y por qué no te has unido a la Brigada Inquisitorial?-Granger se alejó de él, lo cual le quemo a Malfoy, por dentro.
-Estaba pensando en hacerlo.-Respondió sin observala.
-No lo hagas.-Pidió la castaña.
-¿Te supone algún problema que lo haga?-Ahora si, se giro para verla.
Hermione estaba apoyada en los lavabos, con aire pensativo.
-Sólo no quiero que formes parte de eso.-Ella lo miro profundamente.
Volvió a aproximarse a la chica, parecía un imán.
-No lo haré si me dices en que te metiste ahora.-Le susurro al oido, oliendo su cabello.
Se despegó un poco y se le quedó mirando, la castaña por igual.
-Tengo que irme a estudiar, Draco.
-¿No pudiste conseguir un pretexto más bueno?
Aunque le molestaba mucho los secretos de Hermione y la necesidad de evitar contarle o confiarle las cosas, no subió su tono de voz ni mucho menos. Fue lindo a la hora de hablar.
-Te veo después.
Y él no se esperaba para nada que Hermione le diera un beso cerca de las comisuras de sus labios. Cuando se retiró, le sonrió y salió a paso lento del baño.
Se podría decir que la espera estaba valiendo la pena.
Él único problema era que tenía que seguir siendo paciente, la cuál no era una de sus mejores virtudes. Pero lo sería, por ella, porque la quería con todo su corazón. La necesitaba.
***
Se encontraba en una de las prácticas del ejército de Dumbledore, habían aprendido ya a desarmar y atacar al enemigo, además de repeler hechizos. Ahora mismo tenía que aprender a hacer un Patronus.
Ese hechizo nunca lo había intentado, sólo lo había visto de Harry, nada más. Y justo en ese momento lo haría.
¿Que momento feliz podría escoger?
Tenía muchos en mente, uno de ellos era cuando cumplió 8 años, la fiesta que le habían organizado sus padres había sido esplendida, ese día había sido maravilloso, aún recordaba cuando el pastel casi fue arruinado debido a que su rostro quedó enterrado en él. Recordaba bien ese pastel, era de la princesa Aurora, la bella durmiente.
Intento con ese, no dio resultado. Probó con otro.
Ella recibiendo su carta de Hogwarts, siendo aceptada en esa magnífica escuela.
Tampoco funcionó. Gruño, no le gustaba para nada fallar.
Un momento con sus amigos se le vino a la mente, en donde sólo estaban Ron, Harry y ella golpeandose con almohadas, lanzandose comida y acabando uno encima del otro, riendo.
Una sonrisa se coló en su rostro, movió su varita, apenas se veía una estela de color azul. Su cara se iluminó, lo iba a lograr.
Igual de rápido que la estela había salido, fue como se esfumó. La castaña dio un pisotón en el suelo.
-¿Todo bien?-Preguntó Harry, aproximándose a ella.
-Ya intente varias veces y no lo consigo.-Se quejo.
-Recuerda que tiene que ser un recuerdo felíz, pero que supere a todos los demás. ¿Entiendes?
Hermione miro a Harry, y asintió.
-Suerte.
Enseguida, se fue con Cho, la cuál ahora era su novia, ya se habían besado hace algunas semanas atrás. Hermione estaba felíz por su amigo, pues ya llevaba tiempo enamorado de la Ravenclaw.
Observó a Ginny, que no estaba lejos de ella, pudo hacer el hechizo con éxito. Luna por igual, era un lindo conejo.
Volvió a concentrarse, y rebusco en su mente algún recuerdo que la hiciera muy felíz.
Y muchos recuerdos de Draco y ella la invadieron, parecían recopilaciones. Uno tras otro, pero dos en especial se quedaron. Cuando le cantó aquella canción, (la cuál era su favorita) esa vez que le declaró su amor y cuando le regaló el brazalete.
Se sintió confiada.
-Expecto Patronum.-Pronunció perfectamente.
De su varita salió un pequeño hurón, se quedó asombrada y soltó la varita. Esta cayó al suelo y el Patronus desapareció en un parpadeo. Su corazón estaba latiendo muy rápido.
-Tu varita Hermione.-Neville se la entregó.
-G-gracias.-Se aclaró la garganta.
Si alguien había visto su Patronus estaba frita, casi se delataba solita. Y es que nunca pensó que el hurón fuera su patronus.
-¿Lo lograste?-Preguntó el chico.
Hermione asintió, tomando su varita y jugando un poco con ella.
-¿Que animal es?
Tenía que inventarse algo, no podía decir que era un hurón. Sería demasiado extraño y algo obvio, sin duda trataría de jamás usar su Patronus, al menos que fuera sumamente necesario.
Estaba pensando en cualquier animal para poder responder la pregunta de Longbottom, cuando el candelabro que estaba encima de ellos se agitó bruscamente. Al igual que la sala y en especial una pared, todos miraron a ese punto.
Pronto las luces se fueron, poco a poco se iba haciendo un hoyo más grande en esa parte de la pared.
-A un lado. ¡Bombarda Máxima!
Con esas palabras, la pared explotó, el polvo y los pedazos de concreto salieron despedidos por doquier.
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¡Hola! ¿Que tal? Ya extrañaba estar acá de nuevo, tenía muchísimo rato que no actualizaba, lo siento.
Es que tenía muchísimos deberes, un examen muy importante entre otras cosas, literal apenas tenía tiempo para mí. Por suerte todo eso se terminó, ya estoy libre.
Me dedicaré a actualizar lo más pronto que pueda y se me permita.
Tengo una noticia genial, ¡este fanfic ha sido nominado para los Wattys2019! :D
Pero necesito su opinión, ¿entramos? Depende de lo que digan es lo que haré.
La verdad no creo ganar porque hay fanfic mejores pero por muchos que los míos pero igual, se hace el intento xd. Mi otro fanfic, también Dramione titulado: Punto y Aparte también fue nominado, pero ese si lo agregué. Oficialmente ese fanfic ya está en los Wattys2019. :3
Otra noticia chingona es que este fanfic cumplió un año. ¡Wuuu! Tal vez haga un maratón por esto. 🌚
En fin, me despido, espero que este capítulo sea de su agrado.
Gracias por leer. 🐍
Ale 💚🐍
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