Aunque el día laboral de Tyler estuvo bastante bien, su salud no corría de la misma manera. Trató de dormir, caminar por la casa, o tomar un baño, pero ninguna de esas cosas lo ayudaría realmente. 

Luego de que Josh se fue a dormir, Tyler tomó su vaso, y se escabulló fuera de la casa para así conseguir más cloro para beber. 

Sin embargo, cuando miró la parte trasera del camión, no había cloro.

El castaño comenzó a llorar. Se apoyó contra el camión, y sollozó tan fuerte como pudo. Nadie lo escuchó, excepto Josh, que salió corriendo en busca de Tyler. 

— Tyler. ¿Qué pasa?

— ¡No lo sé!—Respondió llorando fuertemente.

— ¿Qué haces aquí?

— Quería venir a ver cómo estaba el camión, pero me golpeé la cabeza y caí.—Mintió.

Josh se puso triste por él. Lo besó logeramente en la frente.

— Ya está mi amor. Estarás bien.

Mientras Josh cuidaba de él, Tyler pudo ver pasar a un conductor que tenía un poco de cloro. Tenía unas enormes ganas de ir a por él, pero si lo hacía, Josh lo vería. 

Por mucho que quisiera el preciado líquido, decidió no ir. 

— Déjame llevarte adentro y ayudarte a mejorar cariño.—Dijo Josh.

Ayudó a Tyler a ponerse de pie, y lo llevó al interior de la casa. Ahí fue cuando el castaño comenzó a desear fuertemente tener cloro consigo.

"Bebiendo cloro puro. Deja que las vibraciones se deslicen sobre mí."

Era demasiado para él, pero lo deseaba tanto, no había nada que pudiera hacer.

Josh recostó a Tyler en la cama, y cuidó de él por el resto de la noche. Para él, parecía que iba a estar bien. 

Para Tyler no era así.